E. L. James/ Editorial Random House/ 544 páginas/ Cincuenta sombras de Grey #1/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Cuando la estudiante de literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Grey está atormentado por sus propios demonios y le consume la necesidad de controlarlo todo, pero a su vez se ve incapaz de resistirse a la serena belleza de Ana, a su inteligencia y a su espíritu independiente. Debe admitir que la desea, pero bajo ciertas condiciones. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, las peculiares prácticas eróticas de Grey desconciertan a Ana, al tiempo que ella descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos…
¡Buenas mis queridas estrellas! Sí, tras pensarlo detenidamente y después de haber dicho miles y miles de veces que este ha sido uno de mis libros más decepcionantes que he leído y que me niego continuar con la trilogía, os debía una reseña sobre él. Y aquí está a pesar de que recordar esta historia solo me pone de los nervios y me crispa muchísimo.
“Cincuenta sombras de Grey” nos cuenta la historia de Anastasia, una estudiante de literatura que tiene que entrevistar a uno de los empresarios más exitosos llamado Christian Grey. Este hombre es todo lo que ella jamás imaginó encontrar. Un chico joven, apuesto, atractivo, seductor y muy, muy misterioso que le atrae de manera irremediable desde la entrevista que tienen. Ella nunca ha tenido una experiencia como tal y con su inocencia y miedo decide alejarse de él lo máximo posible, sin saber que es incapaz de negar lo mucho que lo desea. Finalmente y tras dudarlo mucho, acepta un acuerdo con el sexy empresario: nada de amor, solo deseo y placer bajo ciertas normas que ella tendrá que aceptar. Así es como Ana será llevada a un mundo totalmente desconocido donde descubrirá un lado oculto propio que no había salido a la luz hasta ahora.
Bien, esta novela es, sin irme por las ramas, una de las lecturas más aburridas, planas y repetitivas que he leído hasta ahora. Con unos personajes que son incapaces de decidir algo sin complicar la situación y una trama de lo más predecible. En todo el libro sabes de sobra lo que va a suceder y la situación no puede ser de lo más cliché. Un hombre que ha sufrido mucho, que tiene miles de fantasmas y que ya no cree en el amor ni en la felicidad y una chica inocente, pura y que nunca ha roto un plato que se enamora de este hombre porque así tenía que ser. Siento que la historia va forzada en todas las direcciones y que nada de lo que sucede tiene el menor sentido. No tengo intención de continuarlo porque, sin contar que no me intriga la historia en absoluto y que aborrezco a los personajes, la trama está completamente vacía y lo único que le da vida a la historia que se supone que es el BDSM no está bien explicado y se nota que le falta información sobre ese mundo y todo lo que hay dentro de ello.
Ahora os hablaré muy resumidamente de los protagonistas principales porque no hay mucho que decir al respecto que no haya dicho ya. Porque como bien he dicho, los personajes son, tal cual, lo que he explicado arriba, no tienen ni más ni menos. Por un lado tenemos a Ana, nuestra protagonista. Una chica inocente y pura que por trabajo tiene que entrevistar a Christian Grey, un empresario exitoso, guapo y millonario. Cuando lo conoce empieza a sentir un deseo irrefrenable hacia él, algo que intenta evitar porque no lo conoce de nada y porque no quiere que le haga daño. Pero evidentemente, ese intento se queda a un lado cuando no puede seguir evitándolo y acepta un trato con él para tener una relación profesional basada en el sexo sin amor. A partir de ahí y con el BDSM como protagonista, conoceremos a una Ana totalmente diferente que empieza a sentir el sexo como algo primordial y necesario en su vida. Sacará a la luz un lado más oscuro de ella que con su inocencia era incapaz de ver y dejará que esta la domine poco a poco. No hay mucho más que añadir, ya que el personaje solo refleja eso en todo el libro y no hay ninguna emoción aparte que te haga empatizar con ella. Algo que sí resaltaría y que en la sinopsis no se explica es el intento de la autora de hacer que Ana empiece a sentir algo por Christian, tomando en cuenta que este la controla, intenta comprarla con cosas carísimas y, sobre todo, la hiere una y otra vez con sus acciones (que también decir que ella sabía muy bien donde se estaba metiendo). Ese intento de romantizar dichas acciones o peor aún, de hacer que Ana se enamore de esa cara de Christian a pesar de que es algo tóxico y malo, me ha irritado sobremanera. Nunca me cansaré de decir que no sé la necesidad de que en las historias siempre se basen en crear una historia de amor a partir de una relación tóxica que no hay por dónde cogerla. Por otro lado tenemos a Christian, nuestro protagonista. De él apenas se puede decir mucho, ya que en este libro es básicamente un poco el adorno de la historia. Un hombre lleno de problemas por todos lados, que todo parece ser un trauma en su vida y que no es capaz de actuar con dos dedos de frente. Después de haber tenido una vida llena de riquezas y poder, es incapaz de comprender que eso no le da derecho sobre los demás para espiar y controlar sus vidas. También es demasiado impulsivo y muy posesivo para mi gusto, actos que solo dan más hincapié a que es una persona tóxica. Evidentemente, Ana decide que quiere salvar a esa alma atormentada porque le quiere y no desea que siga sufriendo y aunque es un acto que puede parecer bonito a veces hay que saber cuándo debemos intentar ayudar a una persona y cuándo no. Es imposible salvar a quien no desea ser salvado, así de simple. Aparte de todos esos detalles, te pintan a Christian como un hombre muy atractivo que siempre ha tenido todo en la palma de su mano. Un hombre que se considera todo lo contrario al prototipo de romántico empedernido que da su vida por una persona porque tiene un pasado muy oscuro y tormentoso que le impide serlo y de esa manera ser feliz.
En resumen, “Cincuenta sombras de Grey” es una novela que nunca podría recomendar y del que no tengo nada bueno que contar. Ni siquiera la lectura se hace amena, ya que todo está escrito de una forma tan seca y tan plana que ni eso ayuda a empatizar algo con los personajes. La trama gira en torno a la oscuridad de Christian, al cual iremos conociendo de la mano de Ana, y su pasión por controlar todo y que el BDSM sea uno de sus mayores placeres. Todo eso está explicado a correr, con muy mala información sobre el tema y con un protagonista que lo único que tiene que ofrecer es el secreto que esconde al mundo, que ya os digo yo que tampoco llega a ser para tanto al final. Un libro que podría haber dado un poco más de sí y que se ha quedado en un intento muy pobre y surrealista sin más.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta trilogía? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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