El aire que respira [Serie de los elementos #1]

Brittainy C. Cherry/ Editorial Chic/ 304 páginas/ El aire que respira [Serie de los elementos #1]/ Tapa blanda/ Comprar aquí 

¿Es posible volver a respirar tras haberlo perdido todo? Tristan ha perdido a su mujer y a su hijo. Elizabeth ha perdido a su marido. Son dos almas heridas que luchan por sobrevivir. Necesitan recordar lo que se siente al querer. Solo así podrán volver a respirar.

¡Buenas mis queridas estrellas! Darle la oportunidad a esta saga era uno de mis eternos pendientes desde hace tiempo. Eran unos libros que me llamaban mucho la atención y poder darles el momento al fin para valorar las emociones que me transmiten me hace feliz.

“El aire que respira” nos cuenta la historia de Elizabeth y Tristan, dos personas con la vida rota que han perdido mucho en muy poco tiempo. Elizabeth intenta superar la pérdida de su marido por su hija y sobrevivir a la soledad de no tenerlo consigo, mientras que Tristan ha perdido a su mujer e hijo y ya no le queda nada a lo que aferrarse. Ambos se conocerán en el transcurso de su dolor y sentirán que el destino les está dando otra oportunidad de recordar a quienes ya no están con ellos. Pero, ¿serán capaces de superar ese pasado que los asfixia o por el contrario el dolor será más fuerte que la oportunidad de seguir viviendo?

Este es un libro que ha sido bonito pero no ha llegado a alcanzarme tanto como me gustaría. El mensaje del libro en sí me ha parecido muy especial, el cómo dos almas rotas se encuentran en el mundo y se sanan juntas. Pero el problema de este libro a mi parecer ha sido lo surrealista de muchas escenas, sobre todo las finales, o la actitud de los personajes que han conseguido ponerme de los nervios. Puedes entender que no es una situación fácil para ellos, pero el cómo llegaban al punto de ser hasta tóxicos para el otro no me gustaba nada. La trama es bonita y creo que el mensaje es lo mejor de este libro al igual que Emma, la hija de Elizabeth. Me hubiese gustado que ahondasen mejor en las emociones del libro, porque siento que en los momentos clave se quedaba en un segundo plano. El conflicto final tampoco me ha gustado, me ha parecido demasiado innecesario. Es como que lo han usado de excusa para arreglar el conflicto de los protagonistas y eso ha hecho que quede frío, irreal y apresurado. En general no me parece un mal libro, el mensaje es muy bonito y pienso que la pluma de la autora también lo es. Y si hubiese ahondado más, se habría convertido prácticamente en uno de mis libros favoritos. Los personajes han sido interesantes y me ha gustado verlos crecer en temas clave para que el mensaje del libro tuviese sentido. Al final no deja de ser una historia de dos personas rotas que tienen que aceptar que las personas que amaron ya no están. Y deben aprender a soltar el pasado y seguir caminando.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Elizabeth, nuestra protagonista femenina. Ella es una mujer que perdió a su marido de forma repentina y ahora es incapaz de salir adelante. Lo único que la mantiene con algo de fuerzas es la presencia de su hija Emma, que le proporciona la felicidad necesaria para seguir respirando. Su vida funciona a un ritmo diferente del resto y aunque intenta avanzar, sabe que es imposible cuando una de las razones de su felicidad ya no está ahí para sostenerla. Cuando Elizabeth conoce a Tristan, un alma igual de rota que ella, es incapaz de negar la necesidad insaciable que la domina de estar con él para aferrarse al pasado. Para no olvidar. Sin embargo, lo que empieza siendo como una relación donde ambos se usan para recordar a sus antiguos amores que ya no están, se convertirá en algo más. Una emoción que ya creían olvidada y enterrada para siempre. Elizabeth es un personaje que no me ha desagradado en ningún momento. Me ha gustado su entereza a pesar del dolor que vivía diariamente y que eso no le impidiese seguir siendo una buena persona. Había momentos donde mostraba demasiada dependencia hacia todo, sobre todo hacia Tristan, pero creo que es un sentimiento comprensible. Después de perder a quien amas sentir que necesitas aferrarte a la persona que quieres con uñas y dientes es inevitable, porque no quieres que se desvanezca también. Lo que más me ha gustado de este personaje sobre todo ha sido las interacciones que tiene con su hija. Ambas me han parecido de lo más adorables y su relación es preciosa. Por otro lado tenemos a Tristan, nuestro protagonista masculino. Él es un hombre que perdió las ganas de vivir cuando la vida le arrebató a su mujer e hijo al mismo tiempo. Quiso acabar con todo, pero el recuerdo de ambos se lo impidió. Ahora, Tristan avanza en la vida sin acercarse a nadie, cargando con la culpa de que él fue el causante de sus muertes y no merece felicidad alguna. Cuando conoce a Elizabeth piensa que ella es demasiado buena para estar con un monstruo como él. Busca alejarla aunque para ello deba ser cruel e hiriente con ella. Sin embargo, sus sentimientos son innegables y aunque se resiste, al final no puede seguir negando que necesita a Elizabeth para seguir respirando. Para seguir recordando a la familia que nunca volverá a él. Y aunque empieza así, pronto comprenderá que en su corazón vuelve a renacer ese sentimiento que creía muerto después de su esposa. Que quiere a Elizabeth y desea aceptar la oportunidad que la vida parece estar brindándole de nuevo. Tristan es un personaje con el que tuve mis más y mis menos a lo largo de la novela. Al principio no lo soportaba aunque en parte le comprendía. Entendía su actitud debido al dolor que cargaba, pero no justificaba que ese dolor fuese motivo para herir a todo cuanto se le acercaba. Luego empecé a cogerle cariño y conseguí ver algo más en él que ese lado huraño y desagradable. Ha habido momentos tanto buenos como malos de este personaje, pero al final no ha estado mal su evolución final, aunque hayan existido momentos extraños que no me han convencido mucho. Su crecimiento también llega a ser notorio y me ha gustado a nivel personal, aunque me hubiese gustado ver mejor el transfondo con más puntos de vista suyos.

En resumen, “El aire que respira” es una novela que no ha estado del todo mal, aunque me lo esperaba de otra manera. Los personajes han sido bonitos, aunque hayan tenido sus momentos donde actuaban de manera un poco más surrealista de la cuenta. La trama tiene un mensaje bastante bonito, aunque de cara al final coge un camino que me ha parecido innecesario y que le ha quitado parte de la seriedad al mensaje inicial. No me ha gustado lo rápido que han resuelto el conflicto final y que lo hayan resuelto con ESE problema que sucede en el último tramo del libro. La pluma de la autora es bastante amena y el libro se lee en un suspiro gracias a ello. En líneas generales es un libro bonito y entretenido para leer, pero siento que le ha faltado más profundidad en muchas escenas, sobre todo tomando en cuenta el mensaje tan importante que intentaba reflejarnos.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya este primer libro de una saga de autosuperación? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!