Alexandra Roma/ Editorial Planeta/ 448 páginas/ El día que encendimos las estrellas [Fugaces pero eternos #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Diez meses después del último beso con Noah, Marina trabaja en Roma y piensa en él, y le siente, pero empieza a olvidar su tacto. Diez meses después, Leo sigue cubriendo su cuerpo de tinta, alejado de sus flores y siendo el solista de Al borde del abismo, pero ha perdido la ilusión. Diez meses después surge la oportunidad para que Noah pueda dejar una huella imborrable, y sus caminos vuelven a unirse. Marina. Noah. Leo. Leo. Noah. Marina. Una balada de rock distinta. Porque a veces buscando te pierdes y tienes que encontrarte para escuchar la voz que más anhelas en tu interior. Porque querer con el corazón de verdad, húmedo, hinchado y resbaladizo, da miedo, pero es la única forma de curarte. Porque los ángeles caídos vuelven a volar cuando confían en sus alas hechas de pétalos. Un grupo de música. La última canción. Dos almas heridas que juntas pueden sanar. Personas fugaces, un amor eterno.
¡Buenas mis queridas estrellas! Las ganas que tenía de empezarme esta última parte de la bilogía de Alexandra era demoledora, pues sabía que en cuanto me internase entre sus páginas iba a enamorarme de la forma irremediable en la que lo he hecho.
"El día que encendimos las estrellas" finaliza la historia de Marina, una mujer que siempre había vivido bajo las exigencias de todos cuanto la rodeaban, hasta que Noah le recordó que debía vivir por y para ella. Sin embargo, ahora Noah ya no está y Marina siente que ya no puede volver a respirar, que solo cuando llueve su corazón deja de pesar tanto. Sabe que para dejar ir ese dolor lacerante debe volver a su hogar, volver a donde conoció a Noah y recuperar las riendas de su vida. Cuando se permite hacerlo, se da cuenta de todo lo que ha dejado atrás, entre ellos a su mejor amigo, el chico con tinta en su piel, Leo, y que debe recuperar esa amistad que los unió durante tanto tiempo en el pasado. ¿Podrán recuperar el tiempo perdido? Y sobre todo, ¿recuperará Marina la valentía suficiente para volver a cantar?
Este es un libro que ha conseguido lo que el primero no y es darme esa emoción que a su primera parte le faltaba y que en este he encontrado con creces. Creo que hacía mucho que un libro no me tenía llorando hasta ese punto y ha conseguido dejarme con un nudo en el pecho de emoción y tristeza por igual, pero que ha merecido la pena por completo.
La trama ha sido una auténtica maravilla, los mensajes he visto en ella han sido los necesarios y se han llevado de una forma realista y perfecta como me lo había imaginado cuando acabé la primera parte. Sabía que la trama de este iba a doler, pero no imaginé cuánto hasta que me encontré entre sus páginas devorando un final de bilogía desgarrador que me ha hecho descubrir uno de los amores más bonitos y reales que he leído en mucho tiempo. No exagero cuando digo que creo que ha superado a otro de los libros de la autora que amé, pero porque este me ha dado un nivel de madurez entre sus personajes que ha conseguido ocupar todo el centro de mi pecho con creces.
Los personajes me han enamorado como nunca y es que a diferencia de en el primero, en este he visto más madurez, más sentimiento y una emoción que ha ido creándose junto a las enseñanzas que nos deja. La evolución que tienen los personajes ha sido preciosa al igual que la complicidad en el romance que, desde el primer minuto, me pareció de esas que iban a dejar huella en mí y vaya si lo han hecho. Sin duda, se han convertido en una de mis parejas favoritas con creces.
La pluma de la autora es siempre un deleite para mis ojos, pero por su capacidad tan admirable de crear arte con la narrativa. Las emociones y todas las descripciones son preciosas y es que cada detalle está hecho de una forma necesaria para sentir todo lo que están viviendo cada uno de sus personajes.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Marina, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que intenta seguir sus días sin que el corazón se le rompa al pensar que Noah nunca volverá a estar a su lado, que aquel chico que adoraba lo chupachups y la llamaba princesa ya no puede volver a abrazarla y que la única forma de sentirla más cerca es con la lluvia. Por ello cuando siente que su vida se ha perdido tras irse lejos del lugar donde conoció a Noah, decide volver para recuperar lo que hace tiempo dejó atrás. Para recuperar su vida, aprender a vivir sin Noah y recuperar a su mejor amigo, al chico de los tatuajes, a Leo. Cuando le encuentra, siente que vuelve a casa, que ya no hay marcha atrás y de paso encuentra eso que hacía años no volvía a sentir: esa emoción desbordante de volver a cantar con la voz, el alma y su corazón. ¿Encontrará de nuevo las fuerzas para volver a hacerlo? ¿Y podrá dejar ir a Noah o su recuerdo seguirá pesando en su corazón?
Marina es un personaje que me ha encantado en esta segunda entrega porque la he visto real, más humana, más emocional y con esos sentimientos que no sabía cómo llevarlos a cabo por siempre haberse visto obligada a contenerlos. La madurez que ha ido ganando al igual que su crecimiento se me ha hecho precioso y esperanzador, sobre todo porque luego del primer libro con toda la contención que llevaba dentro, aquí la he visto más ella, más libre, más viva y la he amado más por ello. Su carácter también ha mejorado y es que gracias al protagonista de este libro, Marina deja de contenerse tanto y logra ver la vida con diversión, con alegría, con esa necesidad de seguir viviendo miles de situaciones que la hagan reír a carcajadas y es por ello que su complicidad con Leo ha conseguido dejarme con un nudo en la garganta de la emoción.
Por otro lado tenemos a Leo, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que siempre ha vivido con las sombras escritas por su piel, es lo único que lo mantiene lo suficientemente cuerdo para que su historia sea recordada como un castigo que no se irá jamás. Cuando Marina desaparece de su vida luego de la marcha de Noah, Leo intenta seguir adelante con mucha dificultad, sintiendo que las dos mitades de él se han ido y que ya no puede alcanzarlas sin importar lo que haga. O al menos así es hasta que Marina vuelve a aparecer ante él. Leo siente que el corazón se le va a salir del pecho cuando la presencia de aquella chica que sigue considerando la Dinamita del grupo, vuelve para quedarse, para recuperar el lazo que los unía a ambos y encontrar la forma de recuperar la presencia de Noah en sus vidas. ¿Podrá Leo hacer que Marina vuelva a vivir y sonreír como dejó de hacerlo el día que Noah se fue sin mirar atrás?
Leo es un personaje que al igual que logró en el primero, me ha enamorado a un nivel colosal. De hecho diría que en este libro lo he amado más, pero también porque le han dado protagonismo total a su personaje y más vida que en el primero. Sobra decir que todo lo que evoluciona este personajes es admirable y que no he podido llorar más con él porque me habría deshidratado antes. Es de esos personajes que no sabes hasta qué punto te van a calar hasta que los conoces en profundidad y te das cuenta de que tiene mucha historia que contar por dentro. Leo era así, un personaje con una historia escrita en tinta sobre su piel, pero también en sus ojos grises que liberaban cierta emoción a quienes se atreviesen a verlo de verdad. Ver sus sentimientos, cómo iban creciendo y la manera en que sanaba las heridas que en toda su vida fue incapaz gracias a la nueva luz de mi vida logró emocionarme como nunca. Y es que Leo se ha convertido en mi personaje favorito de la bilogía y también en uno de mis favoritos y más amados de mi vida.
En resumen, "El día que encendimos las estrellas" es el final de una bilogía que ha ocupado un lugar muy significativo en mi corazón, sobre todo gracias a esta última parte que se ha convertido en mi favorita. La trama mejora con creces y demuestra esa madurez que los personajes fueron ganando poco a poco en el primer libro, por no hablar de que los mensajes de este se me han hecho más adultos, más crudos y más difíciles de digerir porque no son nunca temas sencillos de explicar, de decir en voz alta. Los personajes me han enamorado más si cabe porque los he visto mucho más reales y humanos que en el primero al igual que todos los sentimientos que reflejan. Su romance es demasiado precioso y es que la complicidad que llevan estos dos se notaba desde el primer libro y quizá por eso ver que se hacía realidad aquí me ha conquistado, al igual que el romance que fue y que me llegó más al corazón con su recuerdo en este libro. La pluma de la autora no ha bajado la calidad ni un ápice y es que su forma de plasmarlo todo ha conseguido hacerme llorar una vez más por lo bien que describe las emociones de sus personajes al punto de hacerlos reales y totalmente humanos.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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