Cómo (no) enamorarse

Myriam M. Lejardi/ Editorial La Galera/ 408 páginas/ Cómo (no) enamorarse/ Tapa blanda/ Comprar aquí

¿Y si te hubieras acostado con el hijo de la novia de tu madre?

Nora tiene tres problemas. El primero es que sus dos mejores amigos han roto. Así que ahora tiene que aguantar que se repartan su custodia con mensajes muy fríos de WhatsApp. El segundo es que Marcos, el chico del que lleva enamorada desde el instituto, no termina de darse cuenta de que están hechos el uno para la otra y se empeña en salir con otras chicas. El tercero es que ha pillado a su madre y a la vecina en la cama. Y esto sería precioso (pasado el trauma inicial) si no hubieran decidido vivir todos juntos: las dos mujeres, Nora y Adrián. Adrián, el de las tres primeras veces de Nora. El del lunar que susurra de forma seductora y los ojos ridículamente azules. ¡Su peor pesadilla!

¡Buenas mis queridas estrellas! Luego de dejarlo pasar mucho tiempo, al fin decidí darle la oportunidad a este libro que tenía ganas de leer pero que me imponía un poco por la gran ola de hype que llevaba a sus espaldas.

"Cómo (no) enamorarse" nos cuenta la historia de Nora, una chica que siempre ha vivido una vida normal y sin complicaciones más allá de su amor no correspondido hacia Marcos y sus quebraderos de cabeza como adolescente. Todo ello cambia cuando se encuentra a su madre en la cama con la vecina y por consiguiente recibe la noticia de que esta se viene a vivir con ellas junto a su hijo. Todo ello le parecería bien, una vez digerida tal noticia, si no fuera porque el hijo de la vecina es el único hombre que odia más que a nada en el mundo. Adrián siempre ha sido un caos en su vida desde que eran niños, desatando caos con esa lengua sin filtro alguno y ese lunar que la pone de los nervios, pero lo peor es pensar que nadie más sabe que él también fue la primera vez de Nora. ¿Cómo va a vivir bajo el mismo techo de su mayor enemigo? ¿Podrá contener su odio o acabará cayendo en la tentación de hacerle la vida imposible mientras pueda?

Este es un libro que me ha gustado, se me ha hecho muy ameno y me ha hecho reír, tres puntos que ya para mí son bastante clave. Sin embargo, no considero que sea un libro revelación como he visto en otras reseñas o que sea totalmente único, ya que me han faltado cosas a lo largo de su historia.

La trama no está nada mal porque al menos consigue hacerte reír que ya es un gran plus. Me ha gustado ver que el inicio es algo diferente a lo habitual y que se tratase un tema que jamás había leído antes en otro libro: las personas arrománticas. Eso me ha permitido documentarme mejor sobre ello y entender lo que viven las personas con ese estilo de vida. Sin embargo, sigo pensando que aunque contiene ese toque original, no ha sido un libro que se haya convertido en uno de mis favoritos.

Los personajes se me han hecho únicos, frescos y divertidos, pero al mismo tiempo me fallaba mucho la química que no veía entre ellos y eso me impedía encariñarme con la forma en que se iban conociendo y queriendo. Además que algo que igual me faltó fueron conversaciones más constantes entre ellos, ya que la mayoría eran gritos o reacciones exageradas entre ellos.

La pluma de la autora me ha gustado bastante, se me ha hecho bastante amena y la he disfrutado más de lo que me esperaba. Además que he podido engancharme bastante a la forma en que la protagonista desarrollaba sus pensamientos y te hacía partícipe de ellos de una manera tan divertida.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Nora, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que desde hace tiempo vive una vida normal con solo el problema de tener un amor no correspondido hacia Marcos, el chico del que lleva enamorada desde que era una niña. Sin embargo, toda su vida cambia radicalmente cuando encuentra a su madre con su vecina en la cama y esta le confiesan que van a empezar a vivir juntas. Todo ello le parecería bien si no fuera porque su vecina tiene por hijo a la única persona que se niega a ver por nada del mundo: Adrián, el chico que más odia y el mismo con el que tuvo su primera vez. Nada de ello importaría si no fuera porque Adrián siempre ha estado dispuesto a ponerla de los nervios con su palabrería y ese irritante lunar que no deja de ponerla demasiado nerviosa. ¿Podrá sobrevivir ante el inminente apocalipsis que se acerca una vez que ambos comiencen a compartir el mismo techo y a verse cada día sin excepción?

Nora es un personaje que me ha gustado aunque considero que tiene una manera de pensar tan alocada que a veces hasta me descolocaba a mí misma. Me he reído con ella, pero también me he exasperado, ya que sentía que lo único que hacía su personaje era exasperarse, enfadarse y chillar cada vez que abría la boca. Era un nivel de dramatismo que por momentos me abrumaba y por eso quizá me ha costado más empatizar del todo con ella al igual que con ese romance que tiene o ese odio que lleva cargando hacia Adrián. Hay reacciones suyas en las que no he podido estar de acuerdo pero porque, aunque la hacía humana, me molestaba que considerase algo así como lo correcto y que al final del libro no hubiese ningún tipo de crecimiento al respecto. También me ha pasado como con Adrián y es que me ha fallado esa química con ella también ya que sentía que pasaba todo demasiado deprisa y eso me impedía comprender bien las emociones de cada uno de ellos al lado del otro.

Por otro lado tenemos a Adrián, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que siempre ha vivido su vida sin límites ni contenciones, únicamente disfrutando cada detalle que la vida le ofrece sin esperar nada a cambio salvo divertirse. Sabe que el amor no es para él cuando nunca lo ha llegado a sentir debido a que es arromántico, por ello no ha podido ofrecer más de lo que esa situación le llega a permitir. Sin embargo, todo ello cambia un poco en el momento que su madre y la vecina deciden irse a vivir juntas, lo que significa que volverá a ver a Nora, la chica que siempre ha conseguido romper sus esquemas y hacerlo reír como nunca. Adrián piensa en dejarlo pasar, en ir cada uno a lo suyo, pero cuando la ve, tan decidida a odiarle y rechazar su presencia, que eso lo motiva a volverla cada vez más loca y nerviosa, disfrutando con esas reacciones tan suyas que la hacen un poquito más especial para él de lo que podría imaginar. ¿Será capaz de descubrir el motivo por el que Nora, la misma chica que hace unos años era su amiga, ahora parece dispuesta a odiarlo para siempre?

Adrián es un personaje que me ha gustado bastante pero por la humanidad que he visto en el debido a  cómo explica su condición siendo arromántico. Se me ha hecho algo interesante porque nunca había leído antes a un personaje con esa manera de sentir y me ha gustado la visibilidad que le ha dado la autora. Hablando luego del carácter del personaje, tampoco me ha desagradado, pero no negaré que sigo sin ver qué es lo que era tan maravilloso de él para otros lectores. Me ha gustado, sí, pero siento que es un chico que tampoco da mucho más de sí, tiene sus momentos sinceros que agradezco y una personalidad juguetona, pero tampoco he notado esa profundidad que quizá me hubiese gustado ver más en él. Ya que fuera de que es arromántico y un conflicto que tiene en su pasado, apenas he visto transfondo en él. Además que su química con la protagonista me ha dejado con la sensación de que me seguía faltando algo, como más conversaciones entre ellos para poder conocerlos mejor estando juntos.

En resumen, "Cómo (no) enamorarse" es un libro que me ha gustado bastante para ser la primera toma de contacto de la autora pero que siento que el nivel de hype ha sido desproporcionado con lo que luego me he encontrado. La trama es interesante y le da visibilidad al aromanticismo, cosa que nunca antes había leído en otro libro y eso lo ha hecho diferente. Sin embargo, tampoco he visto nada más allá de eso y que te haga reír bastante la historia con sus disparates, ya que luego de tanto hype me esperaba una trama compleja y de lo más explosiva. Los personajes también me han gustado y le han dado ese aire diferente para conocer de primera mano cómo es la forma en que un aromántico siente las cosas de primera mano y conocer esos sentimientos o incomodidades que puede llegar a tener. No he notado la química en muchos momentos pero porque sentía que los personajes apenas hablaban salvo para tomarse el pelo o para tener sexo y eso al final me impedía congeniar con su historia. La pluma de la autora me ha encantado, pero por lo fresca y divertida que se me ha hecho, además que la protagonista narraba todos sus pensamientos de una forma ágil que te hacía conocerla casi como si fuese un diario y ella te estuviera contando su historia cara a cara.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!