Elle Kennedy/ Editorial Wonderbooks/ 504 páginas/ El efecto Graham [Campus Diaries #1]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Gigi Graham tiene tres objetivos: entrar en el equipo nacional de hockey femenino, ganar el oro en las Olimpiadas y alejarse de la alargada sombra de su padre, Garrett Graham, uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Para ello, necesita ayuda, y el candidato perfecto es Luke Ryder, uno de los nuevos capitanes del equipo de hockey de la Universidad de Briar.Luke es bastante antipático, testarudo e insoportablemente atractivo. Pero tal vez los dos puedan salir ganando: Gigi mejora su juego y, de paso, le habla bien de Luke a su padre, que está buscando un ayudante para un campamento de hockey, y claro, trabajar con Garrett Graham sería un sueño hecho realidad.
¡Buenas mis queridas estrellas! No os puedo explicar las enormes ganas que tenía de leer este libro que abre una nueva saga de Elle Kennedy, del mundo de hockey con los personajes que tanto adoré en el pasado, y que encima se desarrolla con el nuevo legado que son los hijos de los protagonistas de las dos sagas anteriores. Y estoy emocionada de leer más libros de ellos, sobre todo de mi chico favorito: Tucker.
"El efecto Graham" nos cuenta la historia de Gigi, quien tiene tres cosas claras en la vida que no piensa cambiar por nada ni nadie: entrar en el equipo nacional de hockey femenino, obtener el oro de las Olimpiadas con sus propios esfuerzos y alejarse de una vez por todas de la imagen de su padre que la persigue allá por donde va. No puede juzgarlos, después de todo ser hija de Garrett Graham, el jugador más excepcional de hockey, no es poca cosa. Pero Gigi quiere demostrar que ella tiene la capacidad de hacer grandes cosas por quien ella es y no por la sangre que corre por sus venas. Es entonces que Luke Ryder entra a colación y aunque ambos se llevan a matar, Gigi cree que es la mejor opción para mejorar sus habilidades mientras procura que él se gane la aprobación de su padre con su ayuda. Es un trato justo, ambos salen ganando y no debería haber problemas... ¿Entonces qué ocurre cuando la balanza entre los dos se tuerce y ese deseo que empieza a nacer por el otro enturbia la posibilidad de una salida fácil? ¿Podrán mantener las manos quietas?
Este es un libro que forma parte del mundo que ha creado Elle Kennedy de hockey. Y es que es la nueva generación donde los hijos de los protagonistas de las dos sagas anteriores, Kiss y Love Me, se juntan para crear nuevas historias de amor. Cuando me enteré de ello, las ganas de leerlo me pudieron y es que necesitaba ver qué me iba a encontrar entre sus páginas. Y sinceramente me estaba gustando mucho, hasta que empezaron a pasar cosas entre los protagonistas, sexualmente hablando, y sentí que la historia se me desinflaba por completo.
La trama me resultaba muy interesante, sobre todo porque al principio notaba de verdad esa esencia de la Elle Kennedy que yo conocí con Kiss Me. Me tenía muy enganchada y con ganas de ver qué más cosas ocurrían en la historia, porque era muy interesante ver de primera mano cómo se desarrollaba el mundo del hockey de una forma más profunda y cercana. ¿Qué me ha fallado? El hecho de que eso se va perdiendo cuando le empiezan a dar protagonismo constante a las escenas sexuales y todo lo demás queda eclipsado. Siento que tanto exceso de ello le quitó la magia a lo que pasaba entre los protagonistas.
Los personajes me estaban gustando, sobre todo a nivel emocional, porque tienen un desarrollo bastante bueno. Si dejamos a un lado lo sexual, todo lo demás es muy interesante y te deja con las ganas de seguir leyendo y ver qué más ocurrirá entre todos ellos. Pero es que lo que es su otra trama, la amorosa, se me ha quedado corta. No solo he sentido que abusaban mucho de las escenas de sexo, sino que encima todo pasa demasiado rápido y llega un momento que no me podía creer nada de lo que pasaba por lo surrealista que estaba siendo en general.
La pluma de la autora siempre es un placer de leer, sobre todo por lo amena que se te hace y lo rápido que te pasas las páginas por su capacidad de sumergirte en todo lo que está ocurriendo. Los sentimientos se mantienen con ese desarrollo tan bueno que ella crea, y es que te guste o no la pareja, hay que reconocer que Elle Kennedy siempre lo hace muy bien en ese aspecto, es capaz de crear los sentimientos correctos tomando en cuenta la personalidad de cada personaje y sus edades.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Gigi, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que durante toda su vida ha permanecido a la sombra de su padre, una sombra tan grande que nada parecía alejarla de su figura. Cada cosa que ha hecho, cada paso que ha dado y cada logro lo atribuían a que era hija del gran jugador de hockey, Garrett Graham, y no porque ella era buena jugando. Por eso está más que dispuesta a que eso cambie, a que nadie vuelva a decirle que sus logros solo existen gracias a su padre, y también a demostrar que ella es excepcional como jugadora. Su objetivo está más que claro, entrará en el equipo nacional femenino y ganará el oro de las Olimpiadas para demostrar a todo el mundo de lo que es capaz. Solo hay un problema: sigue teniendo errores que la alejan de su objetivo. Por eso cuando Luke Ryder aparezca en su campo de visión, ese chico gruñón, insensible y directo, Gigi encontrará la posibilidad al alcance de su mano. Él podrá enseñarle lo que no sepa hacer y a cambio ella le dará lo que está buscando: el reconocimiento de su padre para que lo tenga en cuenta en el futuro. Y debería ser fácil, un trato justo donde los dos salgan ganando, pero entonces Gigi empieza a sentir que las cosas se están saliendo de control. Hay algo pululando sobre ellos que no le permite actuar con normalidad y sabe que dejarse llevar por el deseo que le recorre la piel cada vez que Ryder la mira es un completo error... ¿Pero y si contenerse termina siendo imposible?
Gigi es un personaje que como idea general era MUY buena, de hecho os prometo que hasta cierta parte del libro estaba enganchada y con ganas de ver su trayectoria porque daba muchísimo juego ver cómo una chica que toda su vida ha vivido bajo la sombra de su padre intenta labrar su futuro con su propio esfuerzo. Me ha encantado la personalidad inicial de ella, porque os prometo que tiene unos momentazos muy geniales donde la admiraba y deseaba ver más de su evolución. Quizá los únicos problemas que he tenido con ella es que en los momentos clave donde Luke no quiere contarle cosas de él, sentí que estaba siendo poco empática y me ponía un poco de los nervios lo insistente que era para que le contase todo. Es decir, entiendo que cuando estás con una persona quieras saber lo que esconde para ayudarlo, pero hay que entender que todos tenemos nuestros tiempos y a veces necesitamos sentirnos seguros antes de dejar salir lo que hay dentro nuestra. Y siento que ella no supo respetar el tiempo de él y por eso me molestó un poco. Fuera de ello, me pasó lo mismo que con Luke y es que sentía que sus sentimientos pasaban de una forma poco romántica aunque lo dejan caer con que es así. Y es que todo el libro casi se resumen en los encuentros sexuales de ambos, sin que pase nada más entre los dos y eso me cortaba un poco el rollo y la credibilidad de que sentían cosas mucho más profundas. Además, yo lo siento, pero hay cosas que pasan en su relación de cara al final que me pareció un completo disparate y para llevarse las manos a la cabeza. De verdad que a veces pensaba que me estaba viendo una película Disney por lo precipitado que estaba siendo todo.
Por otro lado tenemos a Luke, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que siempre ha tenido las cosas más que claras, entre ellas que nada ni nadie puede sobrepasar sus propias emociones por dentro. Fue algo que decidió años atrás cuando su pasado le salpicó la vida entera hasta hundirlo y eso no va a cambiar por mucho que lo intenten. No quiere nada serio, no está interesado en que ninguna persona entre en su corazón para hacer lo que quieran con él, y su única relación seria será con el hockey. Por eso cuando conoce a Gigi, sabe que por muy atractiva que le parezca, no piensa caer en esos encantos por mucho que le atraiga. No quiere problemas, especialmente cuando sabe que es hija del famoso Graham, a quien respeta y el cual desea que lo tenga en cuenta para seguir afianzando su propio futuro. Pero ese hombre le odia debido al rumor que sigue corriendo sobre Ryder y es aquella pelea que tuvo lugar en su pasado y que lo convirtió en un chico violento y agresivo ante los ojos del mundo entero. No sabe cómo hacer que Garrett se fije en él, hasta que Gigi le ofrece un trato. Uno que puede darle la oportunidad de obtener su cometido. Lo único que tiene que hacer es enseñarle las cosas más básicas para mejorar sus jugadas en los partidos y mantener las manos quietas por muy sexy que ella le parezca. Parece fácil, ¿no? Y hasta cierto punto lo es, hasta que empieza a conocerla, hasta que la atracción se vuelve cada vez más insoportable y hace que Luke se dé cuenta de que, sin duda, se ha metido en un buen lío.
Luke es un personaje que me gustó mucho, aunque no haya sido de mis favoritos que ha escrito la autora. Creo que tiene mucho potencial y hay momentos de la historia donde me emocioné con su trayectoria y todo lo que escondía detrás. Lo que quizá no me convenció del todo es el hecho de que me ha faltado más desarrollo en eso, aunque si el cuarto libro va a tener de protagonista masculino a quien yo creo, es posible que eso se retome en es libro (ojalá que sí, porque quiero conocerlo más). Su personalidad no suele ser lo que más me llama la atención en un libro, ya que suelen gustarme más los personajes intensos, tiernos y llenos de emociones, pero me ha mantenido intrigada y he querido protegerlo en la recta final donde empezaba a ver más sentimiento en su interior. Lo que quizá no me ha terminado de convencer es la forma en que surgen sus sentimientos por Gigi, porque todo era tan centrado en el ámbito sexual, que te cuesta creer que entre ellos existía un "más", porque no parecían hacer otra cosa. De verdad que no pienso que sea un mal personaje, de hecho tener punto de vista suyo ayuda a que conectes mejor con él y lo que siente, pero en general me ha faltado más interacciones no sexuales entre los dos para encariñarme más de su persona y todo lo que sentía por dentro.
En resumen, "El efecto Graham" es el primer libro de una saga que forma parte del mundo de Kiss Me y Love Me, así que tenía demasiadas ganas de leer estas historias que pertenecen a los hijos de los protagonistas de esas sagas. Y a este le tenía muchas ganas, porque pertenece a uno de mis chicos favoritos, por eso me esperaba la misma química y pasión con los hijos. Hasta cierto punto fue así y por eso me estaba encantando, pero al final se me desinfló toda la historia y me dejó con esa sensación agridulce que, espero, los siguientes libros consigan reparar. La trama apuntaba a tener todo lo que podría gustarme, sobre todo porque es el tipo de historias con el que conocí a Elle Kennedy, así que sabía que con eso iba a ser muy difícil que no lo disfrutara ya que soy consciente de lo bien que se le da este tipo de historias. Por eso me dolió bastante ver que aunque al principio tenía todo el potencial, en cuanto se desarrollan las cosas en la pareja, todo decae de forma muy considerable. Me ha dado lástima darme cuenta de que tenía muchísimo potencial con los mensajes potentes que dejan, y que dejando a un lado el romance, lo demás es bastante bueno y te engancha. Pero como casi todo el libro es el romance, era complicado que ese poco salvase el libro bajo mi punto de vista. Los personajes son buenos, interesantes y de forma individual tienen un transfondo y una evolución brutales que me tuvieron con ganas de más todo el tiempo. Y ya ni hablemos de los secundarios, que me tienen con muchas ganas de leer sus historias, especialmente la de Tucker, que espero que se desarrolle con el personaje que ha llamado mi atención en este libro de forma muy notable. Ya a nivel emocional me ha chocado más, porque al principio estaba genial y hasta que no se resuelve la tensión sexual te mantiene con ganas de más, de ver cómo se desarrolla todo entre ellos, pero luego termina siendo un cuesta abajo y sin frenos. Me ha faltado más lentitud, más profundidad entre los dos y no que se pasen casi todo el libro con sexo, porque me ha costado conectar en el resto de aspectos con los dos y eso me ha hecho incapaz de encariñarme de su propio romance. La pluma de la autora siempre es el plus que me mantiene inmersa en sus páginas. Nunca me canso de leerla, porque os prometo que aunque no te guste el libro, su narrativa es tan amena, tan fluida e intensa que te mantiene anclado hasta que lo acabas. Además que se nota claramente su mejora en la escritura a sus primeras sagas y eso también le aumenta los puntos, porque aunque el libro no me haya convencido, lo bien que escribe ella siempre es un punto positivo a tener en cuenta.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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