Alina Not/ Editorial Crossbooks/ 432 páginas/ Yo, en ningún destino [Azar #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Continúa la historia de Chris y Beth y descubre qué les depara el destino.Beth ha logrado acceder al programa de estudios al que siempre aspiró, aunque no esperaba que traspasar esa meta fuera a tambalear todos los cimientos de lo construido en los últimos meses. Eso que descubrió con un chico que quiso hacer volar sus mariposas y le entregó toda la esperanza tatuada en su piel.Lo que encuentra en el grupo de Teatro era el mayor sueño de Beth. La peor pesadilla de Chris. Y para Ben… Para Ben será un reto difícil de superar.
¡Buenas mis queridas estrellas! Tras acabarme el primer libro, tenía cierta curiosidad de empezar el segundo por cómo terminaba este. Aunque, a la vez, le tenía mucho respeto porque sentía que iba a ocurrir algo muy malo o que iba a haber excesivo relleno y drama para alargar la historia. Y desgraciadamente lo que tanto me temía se ha terminado cumpliendo.
"Yo, en ningún destino" sigue con la historia de Beth y Chris, quienes finalmente han dejado de huir de sus sentimientos y han decidido saltar al vacío. Pese a que Beth deseó algún día encontrar su destino, ahora eso ya solo es un vago recuerdo, pues lo único que desea es seguir dejando volar las mariposas que Chris despertó a su paso con cada momento compartido. Y ahora, a punto de cumplir su sueño yendo a sus clases de teatro, considera que su vida no puede ir mejor. Pero entonces llega él, ese destino que siempre buscó y anheló, y comienza a tambalear todo aquello que ella había creado con mimo y paciencia. ¿Es posible que lo que ya está escrito no pueda borrarse? ¿Está el futuro de Chris y Beth destinado a fracasar?
Este es un libro que forma parte de la trilogía "Azar" como el segundo libro de la historia y también el que más pesado se me ha hecho hasta ahora. No me malinterpretéis, entiendo la intención de la autora para hacer este libro y lo que necesita plasmar en él, pero para mi gusto es demasiado largo y tedioso y podría haberse resumido más. Siento que se ha forzado la situación de mil formas diferentes y eso le ha quitado la gracia a esa posibilidad y ver cómo podría haber sido.
La trama comprendo que era necesaria hasta cierto punto, pero no hacer un libro ENTERO contándome eso porque no creo que hiciera falta. Me he aburrido bastante y me ha costado tragarme la situación porque ya era un nivel de drama muy innecesario. Es un querer hacer sufrir porque sí, tomando decisiones precipitadas que solo servían para alargar el chicle y que tenga sentido que esta historia sea una trilogía. Para mí era un libro para contar en un libro o, mínimo, en dos. Porque la mayoría de lo que he leído es mucha paja que se podría haber quitado con bastante facilidad, y que solo estaba para rellenar páginas.
Los personajes me ahbrían gustado más de haber ocurrido las cosas de otra manera o de una forma más escueta. Entiendo que en este libro me quieras presentar a Destino y necesites explayarte en varios momentos del libro, pero de ahí a que me metas con calzador que esto tiene que pasar sí o sí aunque es OBVIO que ninguno de los personajes quiere, pues me parece absurdo. El romance de este libro no tiene ni pies ni cabeza, porque en toda la historia lo único que sentía es que Beth y Ben solo daban para ser grandes amigos, no veía otra química entre ellos que esa.
La pluma de la autora siempre me resulta amena, pero aquí me ha gustado un poco menos. Siento que debido al exceso de drama en cada capítulo se me ha hecho bola y de ahí que me haya costado hasta leer la narrativa y todo lo que me iba contando. Por eso he tardado tanto en acabarlo, porque había momentos donde de verdad sentía que me estaban narrando una escena de relleno tras otra, porque ninguna de ellas me aportaba algo realmente, solo un drama absurdo y la certeza de que aquello iba a terminar de una única forma tomando en cuenta todas las cosas que pasan.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Beth, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre creyó que su vida acabaría de la forma en que lo vio en aquella visión de su futuro cuando estuvo a punto de morir. Sin embargo, una casualidad preciosa llena de sonrisas sinceras y abrazos infinitos, logró que esa posibilidad muriera y se convirtiera en algo más. Ahora ella sabe que no quiere ese destino, que es feliz donde está y que lo único que necesita es seguir yendo de la mano del mismo chico que logró despertar todas sus mariposas con paciencia y amor. Ahora sabe que el futuro puede ser diferente y cree fervientemente en que no necesita aferrarse más a algo desconocido, porque quiere creer que en la vida puede encontrar mucho más. Pero entonces todo cambia, de un segundo a otro se encuentra cara a cara con el Destino, y todo lo que creía asentado empieza a tambalearse. Aun así, Beth está segura de que no quiere saber nada de ese chico que ahora trabajará con ella en la obra de teatro. Y es que no entiende cómo el destino pudo vincularla con alguien tan lejano a ella, tan diferente, tan borde y tan cruel con todos a su alrededor. Tiene muy claro que el destino debió burlarse de ella al escoger a una persona así como su futura pareja y está segura de que no va a sentir el menor arrepentimiento de dejar pasar esa oportunidad. Pero, ¿qué sucede si el destino es insuperable? ¿Y si haga lo que haga no puede evitarlo y hará estallar por los aires todas esas casualidades que ha ido creando con la única persona capaz de hacerla brillar?
Beth es un personaje que me ha costado más entenderla en este libro. No es tanto por el hecho de que haya actuado mal al principio, sino todo lo que hace después influenciada por los demás. Soy la primera persona que piensa que uno debe hacer lo que le dé la gana y tomarse el tiempo que quiera para ello. Me ponía de los nervios que a cada rato sus amigas le dijeran que tenía que superar ya las cosas, que tenía que conocer mejor a Ben, que tenía que dejarse llevar y todas esas cosas, cuando era obvio desde el principio que Beth no estaba interesada en eso ya. Sí, no niego que pueda existir curiosidad de qué habría pasado si hubiese hecho algo, pero cuando tu corazón está en otro sitio, actuar de esa forma solo te hace ver egoísta y muy cruel. Y es lo que Beth termina siendo al dejarse llevar para comprobar una obviedad que solo terminaría dañando a otros en consecuencia. Lo que también hace que me moleste un poco con el hecho de que apenas he sentido esa "química" de la que hablaba la autora en el libro. Desde el principio yo veía en Beth una relación, primero de odio hacia Ben y luego de amistad. Dos buenos amigos que se cubrían las espaldas, pero ya está. No vi deseo, no vi química, no vi esa pasión que no dejaba de describir al principio y que me estresaba porque solo lo sentía como un sentimiento forzado para meterle drama al asunto.
Por otro lado tenemos a Ben, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que solo ha tenido un objetivo claro desde que tiene uso de razón y es entrar en la obra de teatro y convertirse en una gran estrella para cumplir un sueño perdido de aquel que lo simbolizó todo una vez en su vida. No importa lo que tenga que hacer para lograrlo, pasará sobre quien sea para lograr su cometido, incluso si con ello saca a relucir todas sus armas más crueles y hace daño a alguien en consecuencia. Nunca se ha considerado una buena persona y ahora que tiene el sueño tan cerca, no va a empezar a hacerlo. Pero entonces ocurre algo inesperado y es que la persona encargada de hacer papel junto con él en las obras de teatro aparece y es una chica que puede llegar a causarle varios problemas. Hasta ahora nunca ha visto a nadie como un rival capaz de superarle o igualarse con él, pero ella, esa chica que parece respirar emoción y arte en las venas le preocupa, porque amenaza con romper sus posibilidades. Por eso quizá no puede evitar sacar a relucir su parte más cruel, más burlona, y reventar esa paciencia que ella intenta tener a su alrededor. Pero lo que empieza siendo como un intento constante de fastidiarla y hacer que se largue lejos de esa obra, termina por volverse una necesidad para él que quiere mantener vivo entre ellos. En esa minúscula chispa que ha prendido una llama y del que él ya no sabe ni entiende si quiere salir o no.
Ben es un personaje que me ha costado entender y cogerle cariño. Luego se lo tomo, pero no como el que más me gusta como protagonista masculino, sino porque tiene una actitud más amable y hasta llega a tener cierto encanto. Pero en general me ha parecido que su personaje era un poco innecesario. No entiendo la necesidad de meter un drama amoroso cuando el romance ya está consolidado, cuando ya todo está bien y no es necesario venir y meter a alguien que es evidente que solo va a estar ahí para crear un poco de caos, afirmar más los cimientos de la relación de ambos y luego retirarse con los pedazos rotos de su corazón. Me parece un poco cruel y por eso no me gustan los triángulos amorosos la mayoría de las veces. A pesar de que tiene varios puntos de vista, me ha hecho falta conocerle más, ver mejor sus sentimientos, todo lo que escondía detrás y profundizar en sus emociones, porque para mi gusto se ha quedado demasiado en la superficie. No es mal personaje, pero es que tampoco me ha dicho nada para hacerme dudar o pensar que quizá él es el indicado para Beth. Porque no, no lo veo.
Y ya por último tenemos a Chris, del que no puedo hablar mucho porque en este libro apenas aparece, ya que Ben le roba el protagonismo (como no podía ser de otra forma, por desgracia). Lo que más me ha molestado de él no es por el personaje, sino por las decisiones de la autora. No es la primera vez que hace esto y es que en Bad Ash hizo lo mismo cuando después del primer libro decidió que era buena idea cambiarle la personalidad de una forma super radical y bestia a los protagonistas, haciéndolos unos idiotas en lugar de dos personas racionales como lo intentaban ser en el primero. Aquí con Chris hizo igual y es que me niego rotundamente a creer que una persona que luchaba con uñas y dientes ante todo, incluso lo que le asustaba, de verdad tomaría una decisión tan estúpida como esa por miedo. Por eso estoy molesta, porque de nuevo ha vuelto a cambiarle el carácter a un personaje solo para meter drama y no quedarse sin una idea asentada para hacer nuevo libro de la historia. Para eso no digas que un personaje es valiente o fuerte si después vas a darle un giro a su evolución tan estúpida.
En resumen, "Yo, en ningún destino" es el segundo libro de una trilogía que para mí gusto debió quedarse en una bilogía o en un libro independiente, porque sinceramente siento que con este libro se ha alargado la historia más de lo que debería haberlo hecho. Me ha parecido un intento de añadir drama porque sí a la historia sin muchos fundamentos y crear varias dificultades que se podrían haber resuelto fácilmente sin necesidad de todo el show que se ve en el libro. La trama era muy original en el primer libro y la idea no es mala, porque de verdad estas cosas del destino, las casualidades y así me parecen muy interesantes. Pero es que la forma en que se ha querido añadir al Destino para crear drama al romance ha sido un poco innecesario. Ya no solo hay cero química entre él y la protagonista, sino que encima se nota de lejos que solo es para alargar la historia y que la esencia del primero se ha perdido bastante aquí. Encima no hay por dónde coger la forma en que la autora quiso que ambos rompieran para darle oportunidad a Destino, es que os prometo que me ha parecido super absurdo y no tiene ni pies ni cabeza tomando en cuenta lo que se presenta en el primero. Los personajes son otro problema más... ¿Y es que podemos pensar un momento que en el primer libro me venden al protagonista como alguien valiente que va a darlo todo por estar con quien ama y en este libro de repente me lo hacen un cobarde que se rinde al primer segundo? Es que no tiene lógica alguna y no es la primera vez que la autora hace algo así con sus personajes y me resulta muy molesto. Si me describes a un personaje de una manera, desarrolla la historia con esa personalidad asentada, no la amoldes a tu gusto como si una persona pudiera cambiar de la noche a la mañana y pasar a ser así. Sinceramente se nota que solo fue una excusa para darle la posibilidad al Destino de intentar algo sin que terminase siendo una infidelidad. El romance en este libro me ha parecido irreal, poco creíble y es que tanto Beth como el Destino tenían cero química emocional y lo único que veía entre ellos era el prototipo para una futura amistad. Nada más que eso. La pluma de la autora siempre me ha parecido super amena, pero en este libro se me ha atragantado por el exceso de drama que se describía. Me ha costado avanzar con él y todo lo ameno que se me suele hacer su narrativa, ha terminado siendo todo lo contrario por culpa de lo que se cuenta. Además que no he conectado con nadie, es que todo lo que pasa es tan absurdo que ni siquiera puedes sentir lástima por ninguno porque todos ellos están actuando como idiotas sin ninguna lógica.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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