Leigh Bardugo/ Editorial Hidra/ 480 páginas/ Ruina y ascenso [Trilogía Grisha #3]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Bajo tierra, en la red de túneles y cuevas que forman la Catedral Blanca, Alina es a la vez prisionera y objeto de adoración. Está muy débil, y la idea de embarcarse en un nuevo viaje en busca del tercer amplificador, el pájaro de fuego, parece una locura. Pero su poder ha cambiado desde la última batalla, y sus nuevas habilidades podrían aterrorizar incluso a sus propios aliados.
¡Buenas mis queridas estrellas! Nunca pensé que diría algo como esto y que este día llegaría pero… ¡Me he terminado la trilogía Grisha! Sigo sin creerlo todavía y aunque ha habido momentos que me han exasperado mucho y aburrido es una historia que voy a recordar durante una larga temporada.
“Ruina y ascenso” finaliza la historia de Alina, la joven con el poder de la luz, Santa para muchos, pero la cual lo ha perdido por completo. Ahora es prisionera en las cuevas de la Catedral Blanca y es obligada a ser objeto de adoración para aquellos que pierdan la esperanza. Alina intenta seguir adelante luego de toda la realidad que la ha azotado, pero sabe que hasta que no encuentre el pájaro de fuego, el último amplificador, no podrá detenerse. Es por ello que cuando tiene la oportunidad de escapar de su prisión gracias a sus aliados, Alina no perderá tiempo. Ha de encontrar toda ayuda posible y hallar el último amplificador que detenga la guerra contra El Oscuro o será el final de todo cuanto conoce.
Este es el último libro de una trilogía que me ha dejado muchos sentimientos encontrados. Los que habéis visto mis reseñas sabéis de sobra que esta trilogía me ha gustado y a la vez no. El primer libro fue interesante de leer, el segundo fue demasiado plano y lento para mi gusto y este no ha estado mal pero, siendo franca me esperaba mucho más del final. Me ha parecido muy simple, muy predecible y salvando algunos detalles que sí me han pillado de sorpresa, el final no tiene mucho más. Los personajes han seguido sin transmitirme nada durante gran parte del libro, aunque he de reconocer que de cara al final les he terminado cogiendo cariño aunque me hayan exasperado como nunca. La pluma de Leigh es maravillosa y es lo que más te hace disfrutar el libro. Tiene un vocabulario muy rico y ameno que te hace leer el libro sin muchas dificultades. La trama es lo que más me ha gustado si ignoramos el final que me ha parecido demasiado básico para esta historia, y es que el mundo que ha creado la autora me sigue pareciendo fascinante y lleno de muchos secretos que quiero seguir descubriendo en la bilogía que viene ahora. El villano me ha sido totalmente indiferente, bien es cierto que como toda historia hay un por qué detrás de su personalidad, pero no he empatizado en absoluto. Me ha dado cierta pena algunas partes de su historia, pero fuera de eso me ha parecido un psicópata que está completamente enfermo y que le da igual lo que tenga que hacer para conseguir lo que quiere aunque a cambio de eso se lleve millones de vidas en el camino. Reconozco que me esperaba otro tipo de evolución para su personaje de cara al final, pero fuera de eso soy de las pocas personas que no se ha enamorado de la personalidad o de este personaje en sí. El personaje que se ha ganado mi corazón por goleada ha sido sin duda Nikolai (a mí donde se pongan los piratas que se quite todo lo demás).
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Alina, nuestra protagonista femenina. Ella es la Santa que traerá paz a todo el mundo, la esperanza de los más desdichados y la única salvación que les queda. Sin embargo, esta esperanza se ha roto cuando Alina descubre que ha perdido sus poderes, ya no es capaz de invocar la luz y vive aislada en las cuevas de la Catedral Blanca donde la encierran para que no pueda huir de ellos. A pesar de estar muy débil, Alina no quiere desistir en su lucha por encontrar el último amplificador que les puede dar la paz que se merecen. Gracias a sus aliados logrará encontrar una salida de su prisión, pero el exterior no es un lugar donde estar a salvo tampoco y Alina tendrá que darse prisa en su contrarreloj por hallar al pájaro de fuego que le devolverá la vida que tanto ella como quienes ama se merecen. Alina es un personaje que me ha chocado desde el primer libro, aunque no es hasta el segundo que me empieza a exasperar más. Tiene unas conductas muy de niña pequeña y es incapaz de pensar dos veces algo sin complicarlo todo más. En este libro he podido tolerarla más y es que he visto su lado más humano luego del caos que creó en el segundo libro y por ello este se me hizo el doble de soportable. Siento que aquí la he visto comprender las cosas desde otro punto de vista y no centrarse únicamente en ella y su obsesión por conseguirlo todo como ella ansía. Por otro lado tenemos a Mal, nuestro protagonista masculino. Él es el amigo de la infancia de Alina y el hombre por el que ella suspira y viceversa. Mal ha tenido que conformarse con la posición que le tocaba, ser el arma de Alina y no esperar más que eso en su relación. Su único propósito era protegerla a cualquier costo sin importar lo que sería de él una vez que pudieran elegir sus caminos. Mal está dispuesto a cumplir el último deseo de Alina de encontrar el pájaro de fuego y no desistirá hasta hallarlo y encontrar la manera en que ella pueda salvar a todos los que quieren. Mal es un personaje con el que también he tenido mis más y mis menos. En este libro ha sido más maduro y tolerable y hasta me ha gustado su relación con Alina por cómo la ha respetado y cuidado hasta el final. En este libro el personaje tiene una evolución muy significativa y me ha sorprendido el crecimiento tan grande del papel que le han dado, no me esperaba muchos de sus giros y me he quedado hasta curiosa de seguir conociendo esa nueva parte de él. Por último, en este libro los acompañarán personajes muy importantes entre que los que destacan Nikolai, el personaje que me ha robado el corazón por excelencia en esta trilogía, El Oscuro, el villano que, os contaré un secreto, no me ha hecho empatizar nada y soy de las pocas personas que lo he aborrecido de principio a fin por su nivel enfermizo de manipulación y psicopatía. Por muy duro que pueda ser el pasado de uno, no quita todo lo malo que hizo y las miles de vidas que quitó por su dolor. Y otros muchos personajes que me han encantado por la diversidad de personalidades y actitudes que le han dado más vida a esta última parte de la historia y que me ha dado pena no poder seguir conociendo.
En resumen, “Ruina y ascenso” es la última parte de esta trilogía que me ha hecho sentir muchas cosas seguidas. Ha habido momentos mejores y peores, pero al final es una historia que voy a recordar siempre por los momentos especiales que ha tenido. La historia me ha gustado un montón y aunque el final me ha parecido bastante simple para todo este mundo que ha creado la autora, estoy satisfecha con muchos de los detalles que ha ido desvelando para abrir el nuevo camino a la siguiente historia. Los personajes me han gustado mucho más en este libro aunque haya seguido teniendo mis choques con ellos y es que han habido más personajes, algunos nuevos y otros ya conocidos, que le han dado otro color a la historia y te hace disfrutarlo más por las personalidades tan variadas que te encuentras en ellos. La pluma de la autora sigue sin decepcionarme y es que me encanta la manera en que ha manejado el libro como si fuese un cuento con toques muy turbios y oscuros.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta última parte llena de acción? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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