Elísabet Benavent/ Editorial DeBolsillo/ 536 páginas/ Seremos recuerdos [Fuimos canciones #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Macarena ha conseguido poner su vida y su trabajo en orden. Macarena cree que Candela es la ayudante que necesita. Macarena empieza de nuevo. Leo sigue presente... como amigo. Y mientras Macarena vuela... Jimena se obsesiona con el pasado de Samuel, Adriana no puede seguir luchando contra ella misma. Porque las canciones que fuimos se convierten en pasado. Porque los recuerdos que seremos son el futuro.
¡Buenas mis queridas estrellas! Aquí vengo con el final de esta bilogía de Elísabet Benavent que, si bien no se ha convertido en una de mis historias favoritas, ha conseguido que me reconcilie con la autora lo suficiente para leer más libros suyos. Es una historia con la que he tenido mis vaivenes, ya que los personajes llegan a ser excesivamente humanos con sus errores y es un punto que exaspera, aunque no está de más decir que en ocasiones sentía que la historia era algo sobreexagerada.
“Seremos recuerdos” sigue con las historias de Macarena, Jimena y Adriana, tres chicas que viven en un constante vaivén de emociones en cuestión del amor. Macarena ha decidido dar el paso definitivo en superar a Leo, se ha reconciliado con su pasado y con ella misma y quiere sentirse viva, libre y amada; Jimena es incapaz de superar el hecho de que su actual pareja estuvo saliendo con un chico durante siete años, un detalle que la obliga a tomar decisiones un tanto precipitadas y Adriana está en una lucha total contra sus propios sentimientos, tiene que decidirse sobre lo que realmente quiere, si reconocer sus sentimientos abiertamente por otra persona o seguir arrastrando un matrimonio que ya no la llena ni hace feliz.
Este es un libro que toca unos temas bastante profundos sobre la vida, lo difícil que es reconocer lo que sientes, a pesar de que tu corazón lo sabe perfectamente. El no ser capaces de aceptar el pasado de alguien más por la incertidumbre de si seremos suficientes para las personas que amamos tras esos sentimientos del pasado. Sentir que en nuestro ser, en nuestra piel, solo hay una persona que nos hace vibrar y logra alzarnos al cielo absoluto. En este libro me ha gustado la evolución de los personajes aunque en muchas ocasiones me diesen ganas de tirarles de los pelos para que reaccionasen a la situación. No justifico ninguna de sus acciones, pero sí entiendo que los sentimientos a veces pueden ser muy complicados de sobrellevar cuando somos incapaces de entenderlos. Reconozco que el final me ha parecido precioso, el acertado y el que debía ser, me ha hecho sentir muchísimo la emoción que leía en sus últimas páginas y me ha dejado con una sensación muy satisfecha de que ESE debía ser su final sin importar qué. Los personajes están muy bien llevados, a veces sentía que sobreactuaban demasiado y me costaba creerme lo que estaba leyendo, pero otras veces sentía de verdad todas esas emociones como si fueran mías y no me podido más que quererlas por cómo son, así de imperfectas, locas y especiales a su manera.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Macarena, una de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una chica que siempre ha girado su mundo en pos de Leo, su primer y único amor. Un hombre con el que tuvo la vida en alto, pero el cual la rompió en mil pedazos ese día que la dejó tirada en el altar con un vacío inmenso a sus pies. Ahora Macarena ha decidido superar sus sentimientos, agarrar la vida con fuerza y buscar sus propias vivencias con libertad. Quiere conocer gente, quiere lograr nuevas metas y sobre todo no volver a sentir que su vida está limitada con sus emociones. Sin embargo, a veces la vida es caprichosa y Macarena tendrá que enfrentar qué tan preparada está para renunciar a Leo y si su trabajo seguirá guiándola por el buen camino ahora que tiene una ayudante a su cargo. Macarena en este libro me ha caído mejor que en el primero. Creo que ha sido su forma de pensar, de guiar sus emociones en esta historia que me he encariñado más con ella. Al final todos tenemos a alguien que fue o es nuestro ÉL en mayúsculas, la persona que nos toma las manos y consigue que veamos las estrellas. Es una chica con una personalidad muy diferente al primero y se muestra esa madurez que ha ido ganando tras enfrentar el pasado que cargaba con Leo. Ha habido detalles de ella que al igual que con Leo no terminaba de aceptar del todo debido a terceros que había en medio, pero ha sido el personaje al que más cariño le he terminado cogiendo. Por otro lado está Jimena, nuestra segunda protagonista. Ella es una chica que vivió enamorada muchos años del recuerdo de un chico que murió antes de que su relación de amor pudiese llegar más lejos. Tras ello se pasó años buscando a alguien que lo representase a él, que fuese su otro yo de nuevo en la tierra y así conoció a Samuel. Lo que nadie le tenía preparado era que Samuel tuviese un pasado tan grande detrás y es que tuvo un amor durante siete años y este fue un hombre. Jimena trata de entenderlo, pero es incapaz y su obsesión por darle felicidad a Samuel y el miedo de no ser suficiente para él la llevará a cometer un error tras otro que puede perjudicar todo lo que ha conseguido. Jimena me ha exasperado muchísimo en este segundo libro. Diría incluso que ha sido la que más rabia me ha dado de principio a fin y eso que en el primero llegaba a resultarme encantadora por momentos. Sin embargo su palabreo sin filtro y sus maneras de ser me han parecido tan brutas, tan mezquinas y crueles que he llegado a desear que no terminasen juntos siquiera. Puedo entender las dudas y el miedo de que su anterior relación pueda eclipsarte y eso te angustie, pero no juzgar a uno por amar a quien amó. Tampoco ha tenido ningún tacto con sus amigas y ha sido demasiado brusca dando opiniones que bien se las podía meter de vuelta en la boca y con llave para evitar tentaciones. Ha sido inmadura, poco comprensiva y una maldita orgullosa que le pesa más tener la razón y no reconocer su angustia a perder lo que para ella era lo más importante. Y por último tenemos a Adriana, nuestra última protagonista. Ella es una chica que ha vivido en un matrimonio que no terminaba de llenarla y era incapaz de entender por qué. Eso la lleva a darle de regalo a su marido un trío que la llevará a sentir cosas que no debería por la tercera en discordia. Adriana es incapaz de olvidar a Julia, la chica que tuvo intimidad con ellos y se volvió el nombre de sus suspiros. Quiere tratar de mantener bien su matrimonio, pero una parte de ella es incapaz de acallar lo que su corazón no deja de gritar. Adriana es el personaje con el que he tenido un punto intermedio. Me ha dado mucha rabia por callarse las cosas con su marido, nadie le decía que tuviera que confesarle que sus sentimientos iba hacia otra mujer, pero al menos no hacerle perder el tiempo con alguien que ya había dejado de quererle desde hace mucho. Pero otro lado de mí también la comprendía en muchos otros momentos. No deja de ser una situación complicada donde te has visto tantos años conviviendo con alguien y tener que reconocer abiertamente, no solo que ya no amas a tu marido sino que tu verdadero amor es una mujer es bastante complicado de por sí. Entendía su debate mental y que no pudiese controlar lo que llevaba en su ser, intentar detenerlo, darle pausa y volver a empezar pero era imposible. Adriana ha sido el punto intermedio entre las otras dos y es que sus sentimientos han sido bastante bien llevados al punto que puedes comprender su frustración pero también sientes rabia de que no decida gritar la verdad a su marido y librarlos de un matrimonio que no los llevará a ninguna parte.
En resumen, “Seremos recuerdos” es un desenlace que me ha gustado más de lo que me habría esperado. Una historia donde es posible vivir y sentir con los personajes, los cuales están vivos y son completamente humanos. La narrativa de la autora es muy fluida aunque bastante directa y brusca en ocasiones, algo que si eres más de narrativas más suaves y sutiles como Alice Kellen con Elísabet no es el caso. Este libro me ha gustado mucho más que el primero y es que pienso que la evolución de personajes ha estado muy bien llevada y el final me ha dejado con una sensación muy agradable en el pecho. Me he sentido muy conforme del final de los personajes porque, sin duda, es el que tenía que ser. No me han terminado de convencer algunas actuaciones muy exageradas de los personajes, aunque es algo que ya sucedía en el primer libro de por sí, aun así es una historia que aunque no va a ser de mis favoritas de la vida me ha ayudado a reconciliarme con la autora y a decidir leer más libros suyos en el futuro.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta segunda parte que concluye una historia llena de recuerdos y amor? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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