Jenny Han/ Editorial Crossbooks/ 288 páginas/ Siempre nos quedará el verano [Trilogía Verano #3]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Belly sólo ha querido a dos chicos en su vida. Y ambos se apellidan Fisher. Tras salir con Jeremiah durante los últimos dos años, está casi segura de que es su alma gemela. En cambio, Conrad no ha superado el error de haberla dejado escapar, así que cuando Belly y Jere deciden dar un paso más en su relación, sabe que no le queda más remedio que hablar ahora o callar para siempre. Decida lo que decida, Belly deberá enfrentarse a lo inevitable: tendrá que romperle el corazón a uno de los dos.
¡Buenas mis queridas estrellas! Por fin le he dado fin a la trilogía de esta autora que llevaba pendiente desde hace tiempo. Si os soy sincera no iba con unas altas expectativas, pues me parece que es una historia muy simple con una trama bastante común en el género.
“Siempre nos quedará el verano” sigue con la historia de Belly, esa chica incapaz de olvidar a su primer amor Conrad y renunciar a la atracción que siente por Jeremiah. Ambos hermanos la confunden y es incapaz de decidir quién de los dos ocupa su corazón de verdad. Cuando finalmente parece haberse decidido a estar con Jeremiah lo que le queda de vida, Conrad vuelve a su vida para hacerle dudar sobre las decisiones que ha tomado hasta ahora. Y es que él parece decidido a no dejarla escapar porque, ¿cómo acallas las emociones que dominan tu corazón con tu primer amor?
Este es un libro que me ha decepcionado y estresado desde la primera página. Hacía mucho tiempo que un libro no me hacía sentir tan molesta en cada página y es que no me ha gustado nada del libro. Los personajes no dejan de actuar como unos egoístas inmaduros incapaces de mirar más allá de su propio ombligo y es todo tan predecible que me costaba mucho ponerme con el libro porque sabía lo que iba a pasar. No me ha transmitido ningún mensaje positivo salvo la pluma de la autora que me ha resultado amena y muy rápida de leer, pero por el resto es una historia que ha pasado por mi vida sin más y que no me ha aportado nada nuevo. La trama está llena de toxicidad en cada línea y las acciones que se llevan a cabo no tienen sentido alguno, el nivel de dependencia que se ve en toda la historia es muy dañina y sinceramente no apoyo el final que le han dado porque no ha madurado nadie en ningún momento y todo es demasiado conveniente para darnos el final que se veía venir.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Belly, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre ha dudado sobre sus verdaderos sentimientos por los dos hermanos Fisher que ocupan su corazón. Cuando parece aclararse tras la marcha de Conrad y quedarse con Jeremiah, este primero vuelve a su vida para demostrarle que sigue en su corazón. Belly es un personaje que no soporto, me parece una niña inmadura, egoísta, con un nivel de dependencia enfermizo y un problema muy serio a la hora de aceptar sus propios errores. En todos los libros de la historia no la he visto reconocer un solo error al momento y siempre ha buscado la manera de hacer sentir mal y culpables a los de su alrededor. Me parece una muy mala persona que no se merecía tener a determinadas personas a su lado por no saber valorarlas. Me hubiese gustado ver un crecimiento significativo en ella y que creciese para bien, pero como era de esperar, el final ha sido el que desde el primer libro sabes. Por otro lado tenemos a Conrad, uno de nuestros protagonistas masculinos. Él es el chico que Belly es incapaz de olvidar, su máxima obsesión en la vida y el causante de que ella haya sufrido más de lo que merecía. Conrad no es capaz de superar muchas de las circunstancias que se han ido sucediendo en su vida. Busca la manera de avanzar pero es impsible cuando su corazón está roto y cree que haber dejado ir a Belly fue lo correcto, pero ahora se arrepiente a pesar de que es tarde. Conrad me parece uno de los personajes masculinos más egoístas del mundo, que no sabe qué quiere en su vida ni lo que desea hacer. Toma decisiones sin pensar y eso provoca que haga daño a todos los de su alrededor, ha actuado como alguien sin la suficiente empatía para pensar que ya ha perdido la oportunidad y que debería tener un poco de respeto por su hermano y la novia de este, que por mucho que quiera a la protagonista no se merece ir como si fuese la verdadera víctima. Y por último tenemos a Jeremiah, el otro personaje masculino. Él es un chico que siempre ha sido el bueno de los dos hermanos, el paciente y el que siempre buscaba la forma de arreglar el daño que Conrad dejaba en Belly. Él siempre buscaba la forma de hacerla sonreír y ha sido un caballero a su lado en todo momento. Cuando la vida le da la oportunidad de estar con Belly pasan muchas cosas que lo complican todo y la vuelta de su hermano solo le dará más preocupación a los propósitos que tenía previsto. Reconozco que Jeremiah no me terminó de agradar en este libro, apenas se le da protagonismo y lo dejaron en un segundo plano como el segundo en discordia que estuviese ahí como un adorno más del libro. Lo que más me ha molestado de él y esto más bien es por la decisión de la propia autora es haberle hecho cometer un error que NUNCA cometería este personaje y que simplemente lo hizo para que así Conrad no tuviese tan pocas posibilidades y estuviesen más igualados. Me ha parecido muy mezquino el bajón que le han dado a Jeremiah aquí cuando en los dos anteriores te lo presentan como una maravillosa persona que buscaba siempre la manera de hacer sonreír a Belly. Aquí se lo quitan todo y me ha parecido con una intención muy cruel y sin sentido, porque no es algo que alguien con un carácter como el suyo haría.
En resumen, “Siempre nos quedará el verano” es el final de esta trilogía que me ha exasperado de principio a fin. Este desenlace me ha parecido muy malo, tan predecible y desagradable que no he podido con los personajes. Todos actúan con reacciones muy egoístas y mezquinas para lograr sus propios propósitos y ninguno de ellos ha tenido una evolución significativa que me hiciera ver las cosas con mejores ojos. El romance me ha parecido muy malo y cliché y desde el primer momento sabes el final que le van a dar a la historia. Es un libro con una trama sin más y que lo mejor que puedo sacarle es la pluma de la autora que es bastante amena. Si buscáis una historia muy sencilla, típica de romance y con toques veraniegos, esta es una buena trilogía para ello.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta tercera y última parte de la trilogía verano? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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