Lisa de Jong/ Editorial Titania/ 288 páginas/ Ya nada es igual [Rains #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Siempre he dejado que el pasado dicte mi futuro, que cree una imagen falsa de lo que no soy y me arrastre hacia donde no quiero ir. Drake Chambers es tan arrogante y cabezota como yo. Al ser quarterback en el equipo de la universidad, una estrella nacional, creí que solo era uno más de esos chicos. de los que toda chica en su sano juicio debería huir. Pero no solo lleva el peso del fútbol sobre los hombros. Y ha descifrado los sentimientos y creencias a los que tanto tiempo me he aferrado. Creí que lo teníamos todo solucionado. Dos personas que se quieren y que han encontrado, por fin, su final feliz, pero el pasado siempre busca la manera de colarse en el presente. y de estropearlo todo. Porque, a veces, una simple decisión te cambia la vida. para siempre. Y ya nada vuelve a ser igual.
¡Buenas mis queridas estrellas! Aquí os traigo la segunda parte de la trilogía Rains o Lluvias, unas tres historias de amor entre diferentes chicas que viven duelos muy importantes capaces de romper su futuro. Si os soy sincera, entre que el primero no me gustó y que la sinopsis de este no me atrapaba demasiado, iba sin expectativa alguna. Y aun así ha conseguido decepcionarme un montón.
“Ya nada es igual” nos cuenta la historia de Emery, una chica que tiene claro su futuro, no dejar que ningún chico se interponga en sus planes y estudios. Quiere cumplir sus metas y para ello se niega a cualquier clase de distracción. Cuando le toca entrar en la universidad y conoce a nuevas personas, bajo ninguna circunstancia se esperaba llamar la atención de Drake Chambers, el quarteback más popular del equipo de la universidad. Ahora ambos tienen que hacer un trabajo de clase juntos y ese intento desesperado de Emery de alejar las emociones que ese chico despierta en ella se pondrán a prueba. Y con ello se verá obligada a revivir memorias de su pasado que estaban guardadas en su corazón.
Este es un libro que no esperaba el tema que iba a tratar y una vez más me ha decepcionado enormemente. La trama del libro no tiene concordancia alguna, pasa una cosa tras otra y los sucesos van sin sentido alguno. Todo va demasiado rápido haciendo que las emociones que la autora intenta transmitirte con el dolor de los personajes no te haga empatizar lo más mínimo. Los personajes tienen cero evolución a lo largo de la trama y el romance me ha parecido demasiado tóxico y dependiente a un nivel que me han dado ganas de entrar al libro y darles varios bofetones. Hasta cierto punto los toleras aunque haya escenas únicamente clichés porque llega a ser hasta bonito como la autora se toma su tiempo en que haya algo entre los personajes, pero una vez que lo empieza a haber solo hay reclamos, celos, discusiones, problemas y mucha toxicidad. Lo único salvable de la historia es la pluma de la autora que se hace muy amena y puedes leer el libro en cuestión de unas horas si te lo propones. De los dos es el que menos me ha gustado y ni siquiera el inicio ha podido salvar un poco más de nota para el libro porque fue completamente absurdo y sin hilo alguno. Lo que más me ha molestado ha sido la forma en que la autora resuelve el conflicto final, algo que quedó muy abrupto y apresurado a un punto que ni siquiera transmitía algo positivo. De hecho me dio la sensación de un nivel de dependencia y toxicidad muy grandes que no son precisamente el mejor mensaje que dejar en una relación de pareja entre dos personas. En general no ha sido de los peores libros que he leído pero sin duda le ha faltado una gran evolución y un transfondo más grande entre los personajes para poder entender todos los propósitos que los llevaron a ese punto de sus vidas.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Emery, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que ha vivido toda su vida con un propósito en su cabeza. Después de un pasado que es incapaz de borrar, decide que nunca más dejará a un lado sus metas y su futuro y se vuelca de lleno en sus estudios y carrera para lograr lo que desea. Sin embargo, esto será imposible con la presencia de Drake, el chico más popular de la universidad con el que tendrá que hacer un trabajo en equipo de clase. Lo que empieza como una enemistad en toda regla va cambiando según se va conociendo. Emery descubre que tras esa capa de arrogancia y felicidad se esconde un chico asustado con miedo del futuro y de lo que hay más allá de su vida y ella quiere estirar su mano para ayudarle a recorrer ese oscuro túnel. Emery es un personaje que no me ha caído mal, de los dos es la que mejor me ha caído. Su transfondo es muy plano a pesar de repetirnos el sufrimiento que ha pasado en su vida y he sido incapaz de empatizar con ello incluso cuando nos lo contaba tan detalladamente. He visto muy poca evolución en el personaje y es que lo que ha empezado cuesta arriba ha ido en picado en cuanto ha llegado a la mitad del libro donde ella se ha olvidado de valorarse y ver por su futuro como deseaba. Solo ha visto lo que le hacía daño sin pensar que ella no se merecía ese tipo de sufrimiento sin fundamento alguno. La personalidad de Emery no está mal y es que entendía su propósito y admiraba su valor de seguir adelante con ello. Sin embargo, a veces me chocaba los cambios repentinos de pensamientos que tenía. Podía estar negándose a algo y a los dos segundos estar diciendo que sí porque sí. De los dos es la que mejor me ha caído porque al menos se ha mantenido en la misma línea salvo al final que han echado a perder el carácter y decisiones de la protagonista como si no valiesen nada. Por otro lado tenemos a Drake, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que tiene la vida que todo el mundo desea a simple vista: popular, capitán del equipo deportivo de la universidad y con una libertad y belleza envidiable. Sin embargo, la vida dista de ser tan perfecta y es que Drake guarda muchas emociones en su corazón que no es capaz de sacar a la luz. Durante toda su vida se ha limitado a seguir los pasos y los sueños de otra persona para hacer que este se sintiera orgulloso de él. En el camino se olvidó de sí mismo y de lo que él necesitaba para sentirse feliz hasta que llegó Emery y le cambió la forma de ver la vida y el mundo. Con su existencia empezó a comprender lo que era ser uno mismo y valorarse como nadie le permitió jamás. Drake es un personaje muy complicado a mi parecer, no solo me ha costado empatizar con él sino que además no le entendía en ningún momento. Tenía unos cambios de personalidad que me chocaban ya que eran demasiado abruptos a pesar de que comprendía que venían de alguien que se negaba a aceptar cosas buenas en su vida al sentirse tan roto. No conseguía entender las emociones que me transmitía porque eran muy frías y bruscas, algo que impedía ver la verdadera profundidad del personaje. El carácter de Drake no suele ser de mis favoritos, ya que considero que los personajes dulces son mejores que aquellos que deben ir con su pose arrogante por la vida. En general me ha faltado mucha evolución y la forma en la que la autora me ha intentado resolver su personalidad me ha parecido inadecuada y muy de golpe, algo que quedaba poco creíble.
En resumen, “Ya nada es igual” es una novela que empieza con un ritmo y termina con otro completamente diferente. La trama y el concepto en sí no me llamaban nada la atención pero se hacía tolerable hasta un poco antes de la mitad del libro, había muchos clichés y prácticamente sabías lo que iba a suceder en todo momento. Pero una vez que avanzas todo eso, el libro pierde toda credibilidad. No entendía en qué momento el libro pasa de tener una esencia a volverse tóxica a más no poder y con unos comportamientos tan inmaduros que eran intolerables. Me ha costado mucho entender las actitudes y decisiones de los protagonistas, por no hablar del final que ha sido muy lineal, predecible y apresurado, al punto que no me ha gustado nada. Lo más llevadero ha sido la pluma de la autora que me sigue resultando muy amena pero a la que le sigue faltando esa intensidad y transfondo en las emociones y pensamientos de los personajes.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta segunda parte de una trilogía? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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