Elly Blake/ Editorial Roca/ 384 páginas/ Sangre de fuego [Frostblood #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
El hielo y el fuego continúan en guerra. Ruby ha derrotado al tirano Rey, y Arcus, el guerrero exiliado que conquistó su corazón, se ha proclamado por derecho como el nuevo gobernante del reino de Frostblood. Pero Ruby es la única Fireblood en un castillo de hielo, y las cortesanas no la aceptarán. Aún peor, la maldición oscura desatada por el cruel rey, está asolando al reino, que ahora se encuentra en medio de la destrucción y el terror, y Ruby es la única que podrá detener el nuevo curso del reino. Para poder encontrar los conocimientos que necesita, Ruby deberá abandonar a Arcus y emprender un viaje hacia la lejana tierra del sur de los Firebloods. Pero todo ha cambiado en su ciudad de nacimiento, y ahora es imposible distinguir entre aliados y enemigos. Y para poder salvar ambos reinos, Ruby deberá descubrir en quien puede confiar, y desatar todos sus poderes en una batalla contra la oscuridad.
¡Buenas mis queridas estrellas! Luego de mil años he decidido retomar esta trilogía que tenía pendiente. Como sabéis su primera parte fue un poco decepción para mí, ya que me esperaba otro estilo de historia de la que terminó siendo. Y aunque sigue sin ser de mis historias favoritas, tengo que reconocer que esta segunda parte ha mejorado considerablemente.
“Sangre de fuego” sigue con la historia de Ruby en su misión por acabar con la guerra que se ha cernido entre el reino del hielo y el reino del fuego. Luego de acabar con la vida del rey Rasmus, Ruby contrae parte de su maldición y el causante de que él enloqueciese tanto. En un intento de dominar ese nuevo ser en su interior, también le toca aceptar que Arcus es el nuevo gobernante del reino de hielo y por lo tanto su futuro juntos es más difuso si cabe. Por eso cuando llega la oportunidad de ir al reino Firebloods, Ruby no se lo piensa dos veces, sobre todo si con ello puede parar la maldición que está dominando el mundo poco a poco y así poder devolver la paz a ambos reinos. Pero no será tarea fácil y menos cuando los suyos parecen guardar un rencor muy grande a los sangre de hielo. ¿Podrá Ruby detener la guerra que se aproxima a sus vidas o será demasiado tarde?
Este es una segunda parte que no me ha dejado tan indiferente como el primero. Una parte de mí no se esperaba gran cosa e igual gracias a eso he podido disfrutarlo más todavía. De por sí su trama no es diferente a otras que he leído ni tampoco se ha vuelto uno de mis libros favoritos de la vida, pero creo que hay una evolución muy significativa del primero a este. Los personajes han tenido más carisma y no me han resultado tan fríos y simples, al igual que la trama que ha ido cogiendo forma hasta crear unos cuantos plot-twist muy interesantes. La narrativa me ha gustado más en este libro, es como que me resultó más amena y con menos descripciones de más. El romance sigue siendo el tema más flojo del libro. Me cuesta creerme el enamoramiento de los protagonistas, no por cómo nace, sino por la manera en que reaccionan cuando están juntos. Lo siento como muy frío y no te enternece el corazón ninguna de las escenas entre los dos. En este libro hay un tercero que va a tomar importancia para Ruby y he de decir que con él SÍ he sentido ternura cuando estaba con ella y SÍ me ha gustado la relación entre ambos. He visto mucha complicidad y afinidad entre ambos, pero como es evidente que no se va a quedar con él, me he resignado a disfrutar el personaje sin más.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Ruby, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que luego de perder a su madre por culpa de un sangre de hielo, los ha odiado con todo su ser. Sin embargo, con Arcus se da cuenta que no todos son iguales y termina enamorándose de él. Una vez que cumple la misión que ha tomado a cabo y el rey Rasmus, el rey de los sangre de hielo, perece, Ruby se da cuenta que eso pone a Arcus como el próximo gobernante del reino. Eso hace un escalón más de diferencia entre ambos y sus sentimientos. Además le cuesta seguir en ese reino e ignorar las miradas de odio y desdén del resto, como si ella no valiese nada. Por eso cuando aparece alguien que le da la oportunidad de ir al reino de su origen, Firebloods, no se lo piensa dos veces aunque con ello deba dejar atrás a Arcus. Ahora tiene la oportunidad de conocerse, de salvar al mundo y parar la guerra entre ambos reinos, pero no será tarea fácil. Sobre todo por el odio tan grande que los suyos tienen hacia los sangre de hielo. Ruby es un personaje por el que no siento nada en especial. Bien es cierto que en esta segunda parte he visto un crecimiento un poco más notorio en ella, además que le dan un papel muy interesante de la mitad hacia el final del libro. Pero de ahí en fuera su carácter no termina de convencerme. La veo demasiado parada, con una personalidad demasiado impulsiva y que la lleva a recibir muchos disgustos por ello. No es un mal personaje como tal, pero a veces me gustaría que tuviese otro tipo de comportamientos en determinadas situaciones y no se dejase llevar tanto por las emociones del momento. Por otro lado tenemos a Arcus, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que ha vivido toda su vida tratando de enmendar los errores de su hermano mayor, Rasmus. Cuando él pierde la vida, Arcus siente que una parte suya muere con él, aunque haya sido un ser despreciable. Lo único que lo mantiene estable es Ruby y el nuevo papel que tiene en su reino, ya que todos ellos cuentan con él. Lo más importante para él es que ambas partes estén protegidas y para siempre a su lado, pero cuando Ruby decide tomar otro camino diferente a sus planes, Arcus sabe que puede perder a una de las personas que más le importan. Arcus es un personaje complicado porque realmente no te hace sentir nada. En el primer libro llegó a darme pena en alguna que otra circunstancia, pero en este libro entre su ausencia y la poca emoción que había en él cuando aparecía, apenas me transmitía nada. Sus escenas con Ruby eran demasiado superficiales y frías, no me removía nada por dentro y al final sus sentimientos se me han quedado demasiado vacíos para mi gusto. Tampoco siento que lo haya conocido en ningún momento, porque en sus salidas de escena no ahondan en el personaje como tal, sino que lo dejan muy en el aire. Me hubiese gustado conocerle de verdad, porque probablemente eso habría cambiado por completo mi opinión hacia él. Aparte de ellos dos tendremos algunos personajes importantes, entre ellos Kai, un sangre de fuego que me ha encantado y que por momentos me recordaba brevemente a Nikolai de la trilogía Grisha con su actitud sarcástica y algo arrogante. Con él se me ha removido el corazón y se me ha hecho mucho más interesante el libro.
En resumen, “Sangre de fuego” es una segunda parte que me ha sorprendido mucho más que su precesora. Quizá porque ya no tenía las expectativas tan elevadas tras la decepción con el primero o porque he visto un crecimiento más significativo en este. La historia tarda un poco en ponerse interesante, pero he de decir que la aparición de nuevos personajes le ha dado la vida que le faltaba y se ha hecho mucho más ameno e intrigante. La trama contiene más emoción y algún que otro pequeño plot-twist que me ha sorprendido un poco. Meten temas de leyendas y pruebas que determinarán la vida de algunos personajes y eso le ha dado más madurez al libro. La narrativa se me ha hecho más amena aquí y he podido disfrutarlo más después de los primeros capítulos que eran más introductorios. El romance es lo que ha seguido sin convencerme, hay un tercero en discordia que me ha enamorado y me he quedado con MUCHAS ganas de seguir conociéndole en el tercer libro, pero el protagonista me sigue pareciendo muy simple y básico para tener ese lugar. No me llama la atención y tiene tan poca chispa en la trama como una piedra.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta segunda parte entre dos reinos enfrentados? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
No hay comentarios:
Publicar un comentario