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jueves, 21 de julio de 2022

La noche que paramos el mundo [Fugaces pero eternos #1]

Alexandra Roma/ Editorial Planeta/ 448 páginas/ La noche que paramos el mundo [Fugaces pero eternos #1]/ Tapa blanda/ Comprar aquí





Marina tenía la vida que creía desear. Ordenada. Segura.  Gris. Hasta que aquella noche que tenía que ser perfecta cayó el telón y todo voló por los aires. Noah vivía el presente. Despreocupado. Sin futuro. Con sus propias normas. Hasta que la solista de Al Borde del Abismo les dejó minutos antes de la actuación y tropezó con unos ojos verdes en un callejón. Deberían haber sido algo pasajero. Puntual. Un segundo en las manecillas de un reloj. Llegaron los ensayos, el olor de la lluvia, los deseos que se sienten en la piel y la gira. Llegaron el miedo y las ganas. Porque que algo no sea perfecto no significa que no sea jodidamente especial. Porque a veces el corazón sigue sus propias reglas. Porque un segundo se convierte en infinito cuando logras detener el tiempo. Una banda de música. Dos polos opuestos que deben arriesgarlo todo. Un amor tan efímero como un beso, pero tan eterno como una balada de rock.



¡Buenas mis queridas estrellas! Las ganas que tenía de leer la nueva novedad de esta autora luego de lo bien que he escuchado hablar de la bilogía no es ni medio normal. Y evidentemente era claro que tarde o temprano iba a caer en la tentación y empezarlo... Cosa que, como se ve, ha sucedido.

"La noche que paramos el mundo" nos cuenta la historia de Marina, una chica que siempre ha llevado su vida en pos de lo que su madre deseaba al igual que el resto, negándose a sí misma a ver más allá de todo ello. Por eso cuando su novio la engaña y su madre la traiciona a sus espaldas, decide hacer una locura sin pensar, sin analizar cada cosa que haga: se une a un grupo de música como solista. Sin embargo, ¿qué sucede cuando el chico que nunca creyó volver a ver aparece delante de ella dispuesta a pararle el mundo por completo? ¿Será capaz de seguir como siempre o todo su interior dará un click que una pequeña parte de ella siempre había estado esperando?

Este es un libro que me ha sorprendido gratamente y eso que le tenía cierto respeto por el hype que me habían creado sobre él, sin embargo lo merece. Creo que es de esos pocos libros que dicen más según sigues leyendo y ha conseguido calarme muy hondo con su historia.

La trama es preciosa y eso que engaña mucho de primeras porque yo me saqué algunas conclusiones que terminaron no siendo y el pedazo plot-twist me golpeó en toda la cara. Tampoco me esperaba que me enamoraría de algunos personajes que no entran dentro de la categoría que suele llamar mi atención, pero evidentemente ha logrado romperme y repararme a partes iguales. Tiene un ritmo muy ágil, precioso, de esos que llegan al corazón y no lo ves venir. Y sinceramente soy de las que piensan que es mejor leerlo sin esperar nada, porque ahí es cuando realmente consiguen sorprenderte de verdad.

Los personajes me han enamorado, aunque bien es cierto que los dos principales me ha costado más encariñarme de ellos hasta que no llegué a la mitad de la historia. Es como si al principio fuesen algo lineales y no terminasen de encajar bien en sus emociones. Luego de ello, sin embargo, han conseguido convertirse en esos personajes que forman parte de tu corazón y de todos tus pensamientos.

La pluma de la autora es igual de preciosa que siempre, nunca tengo queja con Alexandra en este punto porque siempre consigue calarme en el corazón con sus libros. Aunque reconozco que este ha conseguido despertar sentimientos en mí que solo logró transmitirme el primer libro de la autora que leí.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. 

Por un lado tenemos a Marina, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre ha seguido su vida al ritmo que su madre marcaba, sin replicar, sin oponerse, solo permitiendo que toda su vida funcionase con la carencia de emociones para que nunca le quitasen el control de su vida. Todo ello cambia la noche en la que su novio la engaña y conoce a Noah, un bajista que con solo una mirada es capaz de pararle el mundo entero. Piensa que nunca volverá a verlo, que ha sido solo una ocasión sin más, pero días más tarde sus pies la llevan a cometer la mayor locura de su vida: entrar en un grupo de rock como solista y cambiar su mundo entero. Y como si eso no fuera suficiente, Noah pertenece a ese grupo que poco a poco irá formando parte de su vida y de su corazón.

Marina es un personaje que me ha gustado mucho pero de la mitad para el final. Al principio no negaré que me exasperaba un poco con algunos pensamientos internos que tenía o la falta de empatía que encontraba en algunas partes de ella. Creo que es un personaje que empieza siendo de una manera y acaba transformándose en otra que te convence más y consigue calarte hondo. No negaré que aun así no es de mis personajes femeninos favoritos (me gusta más su mejor amiga Emma que es tan directa y tan suya), pero creo que en su segunda parte puede dar un salto considerable y una evolución que me deje con la boca abierta como siempre consigue hacer Alexandra Roma. 

Por otro lado tenemos a dos protagonistas masculinos que tendrán mucha relevancia en la vida de la protagonista.

El primero es Noah, un bajista que siempre ha movido su vida por la música, el sustento de su alma. Para él tocar y componer es todo lo que importa en su vida y le hace feliz poder sumergirse en esas letras que crea. Sin embargo, todo ello también es lo único a lo que permite la entrada a su corazón y es que Noah es incapaz de comprometerse con nadie, no quiere enamorarse, no quiere apegarse a nadie ni permitir el control de una persona a su vida. Por ello cuando Marina aparece sabe que todos sus propósitos serán echados por tierra a causa de ella. Y es que nunca se había sentido tan vivo hasta que sus ojos no conectaron con los del otro. Noah no quiere reconocer lo que está naciendo en su piel, porque hacerlo supondrá un desastre que puede destruirlo todo a su paso. ¿Podrá resistir la tentación o será ya demasiado tarde?

Noah es un personaje que me ha encantado aunque reconozco que empezó a calarme más su personaje de la mitad para el final. Creo que al igual que Marina el inicio suyo se me hizo algo superficial y me costaba conectar con su esencia, ya que sus puntos de vista iban muy por encima de las emociones y eso me dificultaba la empatía que quería tener hacia él al igual que el cariño. Lo que más me ha gustado de su personaje, sin ninguna duda, es la fidelidad que tiene hacia Leo, la forma en que lo atesora como él lo hace y esa seguridad de que no son nadie sin el otro aunque les cueste reconocerlo cara a cara por ciertas circunstancias. Al principio me costaba entender su punto de vista, hasta que llegó el gran plot-twist que te destroza y que te hace entenderle y empatizar con él lo más grande.

El segundo chico es Leo, el otro solista del grupo y el más relevante de todos ellos. Él es un personaje que siempre se ha movido con el humor que le representa, con esa máscara que oculta tanta fragilidad y dolor de lo que un corazón puede soportar. A diferencia de Noah, Leo no quiere sentir, no quiere que ninguna emoción ocupe su alma aunque una parte de él desee de forma desesperada el ser amado. Por ello cuando Marina llega, con esa mirada tan analizadora y esa forma de actuar tan idéntica a la suya, Leo comprenderá que hay veces que las cicatrices, incluso esas que están muy escondidas bajo la piel, pueden salir a la luz en cualquier momento y cuando menos lo esperas.

Leo es un personaje que me ha enamorado más de lo que me habría imaginado cuando empecé este libro. Sinceramente no tenía pinta de que fuera a ser el protagonista de mi atención y es que muchas cosas que tienen no suelen llamar mi atención, pero en caso de Leo ha sido otra historia. Creo que es de los personajes más humanos que tiene este libro y en todos los sentidos. He vivido sus emociones y su dolor como si fueran las mías y me ha costado bastante contener las lágrimas en algunas que narra porque me han llegado demasiado. Otra cosa que me ha encantado de él es que a pesar de su deseo de no sentir, ver como acaba amando y queriendo como un hermano casi a Noah me desgarra, porque se ve en él ese deseo de estar a su lado pero a la vez sentir que no es suficiente, que él es autodestructivo y que no merece ese tipo de amor y duele demasiado.

En resumen, "La noche que paramos el mundo" es un libro que es la primera parte de una bilogía que ya de primeras empieza muy bien. La trama me ha sorprendido porque no me la esperaba tan emocional como termina siendo. Creo que es de esos libros que engaña mucho inicialmente y termina convirtiéndose en una historia preciosa llena de mensajes y emociones por doquier. Los personajes me han encantado aunque hasta la mitad no haya conseguido conectar con los dos protagonistas principales ante la falta de emociones que veía en ellos. Luego de eso he conseguido amarlos a todos, uno de ellos por encima del resto también he de reconocerlo. La pluma de la autora no pierde su chispa, de hecho diría que este libro consigue calarte como lo hizo para mí el primer libro suyo que leí que es "Hasta que el viento te devuelva la sonrisa", historia que siempre recomiendo cuando buscas un libro que te cale muy hondo y te haga llorar y sentir como nadie.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!

















 



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