Ana, la de Álamos Ventosos [Ana, la de Tejas Verdes #4]

Lucy Maud Montgomery/ Editorial Duomo/ 352 páginas/ Ana, la de Álamos Ventosos [Ana, la de Tejas Verdes #4]/ Tapa blanda/ Comprar aquí

Tras su graduación en la universidad de Redmond, Ana se traslada a Summerside donde le espera un nuevo hogar, Álamos Ventosos, y un nuevo trabajo como directora y profesora del instituto de la ciudad. La hospedan dos viudas encantadoras, tía Katty y tía Chatty, en una maravillosa casa, donde vivirá junto al ama de llaves y su gato, Dusty Miller. Se sentiría como en Tejas Verdes si no fuera porque hay alguna familia dispuesta a hacerle la vida imposible.

¡Buenas mis queridas estrellas! Tenía muchísimo hype por seguir esta historia, ya que luego del final del tercer libro apuntaba a que este podía ser igual de intenso y bonito. Y aunque me ha gustado, sí que reconozco que no ha sido tanto como los dos anteriores.

"Ana, la de Álamos Ventosos" sigue con la historia de Ana, quien ha dejado atrás la universidad y ahora se retira a trabajar como directora y profesora en Summerside, un lugar de lo más peculiar donde convivirá con dos viudas, una ama de llaves y su gato en una casita apartada del todo llamada Álamos Ventosos. Su comienzo no puede ser menos excitante, si no fuera por el conflicto de que una familia de ese nuevo hogar no parece soportarla y parece dispuesta a hacerla caer. Pero Ana es de todo menos débil y demostrará a todas esas personas la clase de persona que es en verdad. Mientras su aventura comienza una vez más, irá brindándole a Gilbert, el chico al que ama, varias cartas donde le contará cada índice de su nueva vida y compartiendo con él cada nuevo aprendizaje. ¿Logrará vencer cada uno de sus nuevos desafíos?

Este es un libro que continúa con la saga de Ana, la de Tejas Verdes, en una cuarta entrega que bajo mi punto de vista ha estado bastante entretenido, aunque con algunos detalles que quizá han estado de más para mí. La narrativa tipo epistolar se me hacía un poco cargante por momentos y hasta algo fría, aunque luego la historia mejoró bastante por usar menos ese tipo de narrativa.

La trama me ha gustado mucho aunque al igual que me pasó con el primero, siento que es el más flojo de la saga hasta ahora. El problema ha ido más por el tipo de escritura epistolar, que le ha quitado algo de profundidad a algunos momentos que me habría gustado ver narrados y no a través de una carta que Ana le envía a Gilbert. También es una trama más pausada, donde vemos nuevos personajes pero tampoco muchos más giros de trama, pues es todo más relajado.

Los personajes me han encantado, es la parte que más he disfrutado del libro, aunque al mismo tiempo me ha entristecido porque apenas he visto a los personajes de antes que siempre han acompañado a Ana. Aquí conocemos a otros nuevos que nos permiten ver el tipo de vida que tienen y las aventuras que le aguardan a Ana en su nuevo trabajo lejos de Tejas Verdes. El romance reside a través de cartas, pues nuestros protagonistas vivirán una temporada una relación a distancia, pero ha sido muy adorable ver cómo han sobrellevado la distancia sin ningún tipo de problema ni drama.

La pluma de la autora me ha encantado, aunque sí que es cierto que este siendo medio epistolar me ha hecho no disfrutarlo tanto como me gustaría. Me habría gustado tener más escenas de narrativa y no tanto por medio de las cartas, pues he añorado ver más interacciones de Ana con otras personas y no tanto con el escrito de esa forma.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Ana, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que luego de haber experimentado la desazón de un amor que creía no correspondido e imposible, se ha dado cuenta de que por fin ha podido decir abiertamente lo que sentía. Su amor por Gilbert siempre ha sido claro y ahora, a pesar de la distancia que los separa, tienen claro que su amor podrá con ello y mucho más. Cada día, Ana le escribe cartas a su amado, queriendo transmitirle la historia de cada aventura que va experimentando en su día a día, sin saber que conocerá a muchas personas nuevas con las que compartirá situaciones de lo más curiosas y divertidas, dándole un juego diferente a su vida. Y es que viviendo con tres mujeres muy peculiares y su gato, trabajando como la nueva directora y profesora del colegio y enfrentando a una familia de lo más conflictiva, no tendrá tiempo para aburrirse ni mucho menos. Aunque, ¿podrá enfrentarlas todas ellas y superar el cambio radical de su vida en ese nuevo lugar?

Ana es un personaje que me ha encantado como en toda la saga y es que su crecimiento es cada vez más notable y admirable. Siempre que hace algo o piensa algo es de una forma muy difícil de no admirar. Tiene un carácter muy tenaz y decidido que la hace aún más valiente a mis ojos y mucho más encantadora. Hay momentos donde de verdad sentía añoranza al darme cuenta de que ya no era esa niña soñadora que corría por los prados e imploraba que la llamasen Cordelia. Que ahora es mujer hecha y derecha con todo un mundo por delante, con un trabajo y un propósito en la vida de llegar lo más lejos posible sin importar qué. Le he tomado mucho cariño a su forma de actuar, los aprendizajes que sigue sacando en el camino y cómo siempre termina ayudando a todo el mundo sin darse cuenta. Sin duda tiene un corazón que no le cabe en el pecho y que sigue demostrándolo diariamente bajo todos los problemas o circunstancias que la hagan tropezar en el camino. Bajo mi punto de vista, es una de esas protagonistas que sé con total certeza, que va a ser de las más importantes en mi corazón en este tipo de género desde hoy y hasta siempre.

Aparte de ella tenemos muchos personajes importantes de los que hablaré brevemente para no hacer ningún spoiler grande.

Tendremos a las compañeras que vivirán temporalmente con Ana esos años, dos mujeres muy amables y otra un poco más fría y distante junto a un gato que harán de sus días en convivencia unos la mar de curiosos; una familia bastante problemática que harán los días iniciales de Ana un auténtico infierno, llevándola a tener que afrontarlos de esa forma tenaz y diplomática que la representa; una pequeña niña, familia de ellos, que será el único atisbo de luz en medio de toda la tormenta que vivirá con esa gente; varias parejas sufriendo desamores, rupturas, dudas en el amor y mil conflictos más que harán a Ana sacar más experiencia y madurez en el camino; una compañera de trabajo borde y muy fría que, por motivos que no entiende nuestra protagonista, la atraerá como un imán, pues siente que tiene algo que la hace especial... Y unos mellizos que tendrá que cuidar temporalmente y que harán que Ana se dé cuenta de una cosa: que los mellizos que cuidó junto a Marilla son dos ángeles a comparación de muchos otros.

En resumen, "Ana, la de Álamos Ventosos" es el cuarto libro de una saga que me ha sorprendido aunque en lo personal considero que no es el mejor de la saga y hasta ahora lo he sentido el más flojo de los cuatro en general. La trama no es mala, pero sí que es verdad que se puede hacer un poco densa con el estilo epistolar que tiene de forma bastante constante al inicio. Entiendo el punto de la autora, ya que al final es la forma de comunicarse que tienen nuestros protagonistas, pero me habría gustado que en lugar de contarme todo un acontecimiento por cartas, lo hicieran narrado y luego en las cartas se viera reflejado otra cosa como las emociones de ambos o así. También siento que me ha fallado no tener las cartas de él mientras que las de ella eran las únicas que estaban. Los personajes me han encantado y es, como en toda la saga, el punto fuerte de la historia. Aunque ya os advierto que aquí tenemos personajes nuevos y ninguno es de los que conocemos, pues a estos los veremos una o dos veces en todo el libro y, sí, los echas muchísimo de menos. El romance no es tan profundo ni está tan presente como en el anterior libro, pero me ha resultado tierno ver a la autora tratar el tema de la distancia y que no hubiera esos dramas habituales en otro romance, sino que la relación de ambos fuera viento en popa de esa forma tan adorable que son ellos. La pluma de la autora es una auténtica delicia y siempre que la leo me siento como en casa. Aquí no ha sido la excepción, aunque obviamente sin contar la parte epistolar, que es lo único que se me ha atragantado bastante de la novela.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!