María Martínez/ Editorial Crossbooks/ 448 páginas/ Lo que la nieve susurra al caer/ Tapa blanda/ Comprar aquí
¿Y si para seguir adelante tuvieras que retroceder al punto donde todo comenzó? Para Hunter, la música es mucho más que un conjunto de notas dando forma a una melodía. Las canciones que compone son un refugio. Acordes que hablan de sueños y miedos. De ganas y carencias. Compases que iluminan las sombras del frío y solitario mundo en el que ha crecido. Musas que han transformado su pasado en un presente brillante. Sin embargo, esa inspiración enmudece cuando encuentra una carta manuscrita en su buzón, que lo obliga a cuestionarse todo lo que sabe sobre sí mismo. La vida de Willow se ha convertido en una caja de momentos desordenados y sueños frustrados. Siente que ha perdido su lugar en el mundo y ya no recuerda a esa persona que siempre quiso ser. Mientras la nieve cae silenciosa, Hunter y Willow descubrirán que el destino no siempre tiene la última palabra y que los momentos, buenos o malos, nos van convirtiendo en todo lo que somos. Que a veces basta con escuchar al corazón para encontrarse a uno mismo. Y que hay amores de invierno, capaces de sobrevivir al deshielo y convertirse en canciones eternas.
¡Buenas mis queridas estrellas! Esta novedad la esperaba con todas mis ganas, ya que todo lo que escriba María Martínez cae de cabeza a mis pendientes sin dudarlo un segundo. Además, me parecía el libro idóneo para estas fechas, tomando en cuenta que se desarrollaría en invierno y en fechas navideñas, lo que me ha hecho disfrutarlo mucho más.
"Lo que la nieve susurra al caer" nos cuenta la historia de Hunter y Willow, dos personas rotas y perdidas antes de conocerse que encuentran su rayo de luz en medio de la oscuridad de la mano del otro. Hunter ha vivido una mentira toda su vida y ahora que sabe la verdad, hasta su música se ha convertido en un completo silencio. Una sola carta ha tambaleado sus cimientos y le ha quitado lo único que lo mantenía vivo: la música. Ahora, la única forma de recuperarla, es viajando al lugar que indica ese trozo de papel y tener las respuestas que ha merecido desde hace tantos años. Willow ha vivido siempre siendo la sombra de lo que alguna vez pudo ser. Agachar la cabeza y asentir en silencio ha sido su monotonía desde que tiene uso de razón para todo lo que la rodea. Sin embargo, una pequeña mecha repentina hará que lo haga estallar todo y huya como debió hacer mucho tiempo atrás para encontrarse a sí misma. Tanto Hunter como Willow no sabe quiénes son realmente ni qué les deparará el destino, pero cuando se encuentren por medio del destino, se darán cuenta de que a veces, solo a veces, hay que permitirse escuchar lo que la nieve susurra al caer para entender el significado de un verdadero latido.
Este es un libro que esperaba con muchas ganas y con bastante impaciencia, pues todo libro de María Martínez es bien recibido para mí. Esta autora es mi refugio a nivel romántico y todo lo que vaya a escribir lo leeré, me guste más o me guste menos. Esta historia me ha gustado y aunque no es mi favorita de la autora sí que me ha emocionado en algunos momentos y me ha hecho sonreír en muchos otros.
La trama es bonita, sobre todo por el mensaje fuerte que deja de aprender a perdonar el pasado y seguir adelante soltando los fantasmas que te oprimen la respiración. Si os soy sincera, hay cosas que me han convencido, entre ellas lo rápida que he sentido la historia y lo que pasaba o el hecho de que me han faltado muchas escenas entre los protagonistas y que me ha flojeado un poco a nivel romántico. Sin embargo, dejando a un lado todos esas partes negativas, el resto me ha parecido un viaje precioso bajo la nieve, donde dos personas rotas encuentran la luz que les fue arrebatada y se descubren a sí mismos.
Los personajes me han gustado mucho, pero quizá se me han quedado algo cortos. Conociendo a María Martínez y lo mucho que ahonda en sus personajes, me esperaba un crecimiento mucho más profundo y no sentir solo la superficie de ese proceso. ¿Me ha gustado? Mucho, de hecho me ha durado muy poco tiempo por eso mismo. Pero he sentido que por momentos no estaba leyendo a la autora que me ha hecho sufrir y sentir tanto en su pluma y eso, junto a su romance tan repentino y brusco en este libro, ha hecho que no conecte tanto como me habría gustado.
La pluma de la autora siempre es un auténtico deleite, de verdad os lo digo. Todo lo que escribe esta mujer es poético hasta la saciedad, te deja huella y hace que sanes cosas de ti que no sabías que necesitabas hasta que reflexionas con ella. Me he quedado con el corazón blandito una vez más, porque puede tener mejores o peores libros, pero su narrativa siempre va a ser un diez para mí.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Willow, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre ha vivido conformándose con lo que los demás esperaban de ella. Jamás ha alzado la voz para defenderse y las pocas veces que lo ha intentado ha sido un auténtico fracaso con ella volviendo a caer en el mismo círculo vicioso una y otra vez. Su familia y su pareja no la entienden, no pueden valorar sus propios sentimientos o la manera en que ella quiere manejar su vida sin que otros traten de llevarla a su antojo. Por eso cuando un suceso haga estallar todo lo que lleva conteniendo en su interior durante tantos años, Willow huirá lejos para encontrarse a sí misma. De esa forma llegará a su verdadero hogar, junto a su abuela, donde tratará de encontrar las respuestas que nunca se permitió pensar, como el simple hecho de analizar quién es ella de verdad y quién es solo una creación de lo que otros esperaron de ella. Y será en medio de ese caos de emociones que llegará él, Hunter, el chico que hará que sienta como nunca antes lo ha hecho y que la haga expresarse sin morderse la lengua como lo hizo tantas veces en el pasado. ¿Tendrá acaso él las respuestas a todas sus preguntas?
Willow es un personaje que a nivel personal me ha calado mucho porque he empatizado bastante con lo que ella sufría y vivía en general. Ser una persona que lo entrega todo por los demás hasta el punto de olvidarte a ti misma, es uno de los sucesos más dolorosos que hay. Especialmente cuando llega el momento en que te quedas totalmente vacía, sin nada que entregar y dejas de ver quién eres porque te has amoldado a los deseos ajenos para no molestar o hacer daño. En más de una ocasión quería abrazar a su personaje para hacerle ver que ella no era menos por pensar de una forma u otra y que sus sueños o deseos eran tan válidos como cualquier otro. Pero aun así, a pesar de que he conectado mucho en ese punto de ella, no he podido empatizar con la forma en que la autora lo ha plasmado y transmitido. Siento que muchas cosas se han quedado atrás y que podría haber dado mucho más de sí de lo que lo ha hecho. Es como que he sentido al personaje arañar la superficie pero no ir más hondo con ello, sí, ha sido bonito conocerla y creo que el mensaje de aprender a quererte a ti mismx antes de querer a alguien más es muy acertado y necesario, pero su transfondo podría haber hecho más y no conformarse con el mensaje inicial y final que solo ha tenido unas pocas páginas para expandirse.
Por otro lado tenemos a Hunter, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que siempre ha vivido por y para la música, era el sustento de su alma y también aquello que lo mantenía vivo dentro de la vorágine de dolor en su vida. Sin embargo, de un momento a otro todo eso queda destruido cuando se entera de una verdad desoladora a través de una carta. Algo que rompe toda su vida en pedazos que creía real a pesar de no ser ni de lejos perfecta o maravillosa. Aquellos que creía sus padres, nunca lo fueron para empezar y ahora Hunter necesita descubrir quién es la mujer de la carta que dice ser su madre, aunque una parte de él no quiera saber nada de ello. Pero aunque una parte de él no quiera saberlo, necesita hacerlo para recuperar su música, la cual ha quedado silenciada desde que recibió esa dolorosa carta. Y es ese anhelo desconocido lo que le lleva a emprender un viaje a lo desconocido. Un viaje donde aguardan las respuestas a todas sus dudas más complicadas. Ahora Hunter debe afrontar todo lo que hallará a través de esa verdad, aunque esta pueda destruirlo en mil pedazos. Sin embargo, en medio de esa confusión aparece Willow, una chica totalmente opuesta a lo que nunca esperó hallar en su vida que le da aquello que jamás esperó recibir de alguien en toda su vida: sinceridad y cariño. ¿Y cómo puede explicar eso que arde en su pecho cada vez que la ve y que no le permite respirar?
Hunter es un personaje que me ha gustado muchísimo y en general creo que es el que más ha evolucionado de los dos. Ver como todo su mundo se desmorona y trata de salir a flote como puede, como alguien que jamás ha sido querido hiciera lo que hiciese te rompe en pedazos. Por no hablar de que una de las cosas más dolorosas de su personaje es darte cuenta de que lo que más desea en el mundo es que le vean de verdad, que encuentren en él ese algo que valga la pena y que nadie más ha visto nunca. Además que el crecimiento que tiene es mucho más significativa, pues se va para encontrarse a sí mismo y hallar las respuestas que nadie le ha brindado antes. Creo que lo que más me ha fallado es que me ha faltado más, quizá un acercamiento más profundo a los sentimientos que le despertaba el que su vida cambiase de forma abrupta o un vínculo más estrecho con su familia real y con su madre. Y ya lo que más me ha faltado es ver más de cerca los sentimientos que se despertaban con Willow por su parte. Eran profundos y empezaba a sentirse algo grande entre ellos, pero no ha sido suficiente o lo que me habría gustado, porque apenas han pasado cosas entre ellos como tal. Así que creo que es el mejor de los dos con mucha diferencia, pero que ha quedado muy en la superficie cuando podría haber dado mucho más de por sí.
Y aparte de ellos conoceremos a Erin muy brevemente, de la que no puedo hablaros porque sería un spoiler fuerte sobre su transfondo, pero sí que descubriremos como la verdadera madre de Hunter nos cuenta su historia, todo lo que vivió y el por qué de haber abandonado a Hunter a través de unos diarios que contarán su historia. Sinceramente, esto se me ha quedado algo corto también, quizá me hubiese gustado ver más partes del diario y conocer en mayor profundidad a la madre para sufrir y sentir más todo lo que vivió o sentía. Pero dejando eso a un lado sí que reconozco que me ha gustado lo poco que se ha atisbado aunque no fuera suficiente para romperme.
En resumen, "Lo que la nieve susurra al caer" es un libro que me ha parecido un gran acierto leerlo en esta fechas, ya que se desarrolla en un entorno navideño. Sin embargo, creo que mi fallo ha sido esperar este libro con tantas ganas que me ha creado ciertas expectativas que el libro no ha podido cumplir. La trama me ha gustado mucho, en sí no deja de ser una historia tierna donde ya no solo ahondan en el romance sino también en encontrarse a uno mismo, aprender a soltar el dolor y el pasado y perdonar y perdonarse a uno mismo. Además que veremos el camino de dos personas que han visto su mundo desmoronarse y se acercan al otro para encontrarse en medio de la tormenta. El problema que he tenido con ella no es tanto lo que cuenta, sino cómo se ha contado. El ritmo de la historia es demasiado apresurada para todo lo que quiere contar, sobre todo siendo un tema tan complejo como el abandono o el descubrirte a ti mismo que son procesos tan lentos y dolorosos. Me habría gustado un proceso más realista y no tan abrupto o que fuera todo tan deprisa que apenas pudieses ver lo más hondo de sus protagonistas. Los personajes me han gustado y creo que tienen un transfondo muy humano y real que muchas personas sufren en su vida. Pero no ha sido desarrollado de la forma que, bajo mi punto de vista, se debería haber hecho. Creo que hay procesos y obviamente hay quienes sanan antes que otros, pero es que aquí no he sentido que hubiese esa evolución inicial, sino que los personajes avanzaban sin mucho más que contar. Además, el romance en sí me ha parecido algo abrupto y también muy ausente. Apenas ocurren cosas en la pareja y lo poco que pasa es tan escueto y breve que no te permite empatizar con el sentimiento que les invade a ambos, porque no lo sientes real, porque se queda muy en la superficie. La pluma de la autora siempre va a ser lo mejor de sus libros, independientemente de si la historia me gusta o no, es su forma de contarlo todo y expresar las emociones las que me parecen tan preciosas. Tiene una manera de narrarlo que se te agarra por dentro y te deja sin respiración por lo bonito que sienten sus personajes y lo mucho que logra curarte emociones que tenías dentro y no sabías que existían.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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