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viernes, 27 de septiembre de 2024

Doce años y un instante

Anna Casanovas/ Editorial Penguin/ 328 páginas/ Doce años y un instante/ Tapa blanda/ Comprar aquí [Inglés]




Sebastián Nualart cometió un grave error en su adolescencia, y a causa de ello su familia tuvo que mudarse a Cádiz para que empezase de cero. Fueron tiempos difíciles, pero después de recuperar el cariño de sus hermanos y conocer a Cecilia, Sebastián pensó que el sacrificio había valido la pena. Pero el pasado no ha quedado atrás, y la mejor noche de su vida acaba por convertirse en un infierno. Sebastián se ve obligado a huir de nuevo, esta vez mucho más lejos y con la certeza de que no podrá regresar jamás. Doce años más tarde, Cecilia es una mujer fuerte y decidida, que no está dispuesta a ceder ante el hombre que la abandonó sin darle la menor explicación. Pero Sebastián ha estado esos doce años luchando por volver a verla, y ni ella ni nadie van a impedírselo.



¡Buenas mis queridas estrellas! Ya había pasado un tiempo desde la última vez que me leí a Anna Casanovas y sabía que tenía que ponerme con su siguiente libro sin importar qué. Algo que me ha llamado la atención es que parece que este libro está vinculado con "Saltar al vacío" pues las protagonistas de cada uno de los libros son hermanas. Aun así, he de decir que puedes leerlos en el orden que quieras, ya que no contiene ningún tipo de spoiler que te adelante nada del otro.

"Doce años y un instante" nos cuenta la historia de Cecilia y Sebastián, dos personas que se amaron más de lo que nadie llegó a hacerlo nunca y crearon juntos una promesa de que nadie volvería a separarlos sin importar lo que pasase. Sin embargo, la noche en que sus corazones deciden empezar su propia historia juntos, Sebastián se va sin decir nada y deja a Cecilia sola que no consigue entender por qué el hombre que ama la ha abandonado. Doce años después, ella vive con el rencor acumulado en su corazón y la certeza de que no quiere volver a saber nada de Sebastián sin importar lo que pase. Él solo puede pensar en que quiere volver al lado de Cecilia y recuperarla, arreglar y explicar la razón de que desapareciese sin dejar rastro en uno de los momentos más importantes de sus vidas. ¿Podrán recuperar esa unión otra vez o ya es demasiado tarde para volver a intentarlo juntos?

Este es un libro que creo que, si no estoy equivocada, tiene una leve vinculación con el libro de "Saltar al vacío", pues los personajes principales de ese libro salen también en este porque tienen los mismos nombres. Dejando eso a un lado, tenía muchas ganas de volver a leerme a Anna Casanovas, pues siempre que me sumerjo en un libro suyo, me deja el corazón calentito con su pluma tan profunda, reflexiva y bonita. Pero no sé si es que al ser libros antiguos o qué, pero siento que no me he leído un libro de ella.

La trama no me ha convencido y eso que cuando inicié el libro me pensaba que iba a conectar bastante por lo bonito que empieza con su prólogo. Pero entonces empieza a desarrollarse un excesivo drama que me tuvo en un estrés constante. Es que ni siquiera lo que ocurre tiene lógica y parecía más bien una telenovela donde iban sucediendo cosas sobre la marcha como si fuera un cóctel de diferentes dramas que iban apareciendo uno tras otro sin orden ni sentido alguno. Quizá me ha faltado que se ahondase más en los mensajes que quería lanzar la autora y no tanto en el drama principal del que abusaron demasiado para hacer la historia larga.

Los personajes parecían apuntar a algo profundo, filosófico incluso, pero resulta que terminan desarrollándose en una especie de círculo vicioso que me impidió conectar como habría querido. Al principio era interesante, sobre todo porque te hace preguntarte si tú serías capaz de perdonar algo así, pero es que se pasan TODO el libro con un "ahora sí, ahora no" que me exasperaba. Encima no había comunicación alguna y eso terminaba por extender el drama hasta ocupar casi todo el libro. El romance no me ha terminado de convencer, en el prólogo me dieron ternura, pero luego pasa a ser todo demasiado dramático y exagerado para mi gusto.

La pluma de la autora me ha fallado muchísimo, toda la trama está demasiado resumida y los pocos momentos donde parece que va a ponerse profundo y que aportará varias emociones en la trama, resulta que todo está escrito a correr o sin profundizar en los temas tan serios que quiere reflejar la autora. Otro fallo que he notado es lo excesivamente denso que ha sido de leer, muy pocos diálogos y demasiados pensamientos internos, al punto de que cuando no dejaban de pensar lo mismo y se repetían, ya hasta se me hacía muy monótono.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Cecilia, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que con solo dieciséis años, se enamoró profundamente de un chico que creyó que jamás iba a voltearse a mirarla por ser más pequeña. Por eso cuando cumplió los dieciocho años y ambos se vieron en la playa, lo que menos se imaginó es que él iba a confesarle que llevaba toda la vida enamorado de ella. Su historia va a comenzar y Cecilia no puede llegar a expresar la absoluta felicidad que no deja de embargarla desde que tuvo a Sebastián delante por primera vez. Por fin podrán crear una historia juntos y luchar por el amor que se llevaban teniendo tantos años. Pero entonces, todo se tuerce. Cuando Cecilia creyó que la vida le estaba sonriendo, la hace caer de golpe en la vida real y descubrir a la mañana siguiente que Sebastián se ha ido y no piensa volver. Todos aquellos sueños que había empezado a crear con él, se rompen en mil pedazos con cada año que va pasando, hasta que doce años después, teniendo treinta años, Cecilia sabe que nunca podrá perdonar a Sebastián por el daño que le ha hecho. Le entregó su corazón sin pensarlo dos veces y este ha decidido que nada de eso parece valer lo suficiente la pena para quedarse. Pero entonces, Sebastián vuelve y quiere que Cecilia escuche sus razones para haberse marchado sin un por qué. Y aunque una parte de ella tiene curiosidad y sigue amando al hombre que una vez quiso con todo su ser, la otra se niega rotundamente a dejar que Sebastián vuelva a entrar en su vida para darle el poder de destrozársela una vez más. Ella solo quiere seguir su vida lejos de él, luchar contra ese hombre cabezota que no parece rendirse ante nada. ¿Logrará romper su esperanza y dejarle claro que entre ellos ya no hay ni volverá a existir nada? ¿O quizá el que se esté engañando a sí misma complicará demasiado las cosas?

Cecilia es un personaje que no he conseguido entender ni conectar con ella. No me malinterpretéis, hasta cierto punto la he comprendido y hasta me dio pena que hubiese recibido una decepción tan enorme de dos personas tan vitales en su vida. Pero cuando todo el libro se limita a regodearse en su propia miseria y no se para a mirar más allá o entender el resto de puntos de vista, pues terminó por exasperarme. El nivel de orgullo al que llega la lleva a que cuando él le cuenta lo que vivió (una situación algo telenovelesca, pero bueno, que es bastante heavy), ella se limita a pensar en sí misma y decir: "Ah bueno, pero es que no me llamaste ni comentaste nada". Luego es gracioso porque al final hasta ella se da cuenta de lo ridícula que estaba siendo al pedirle a una persona que es demasiado joven para tomar decisiones tan importantes o pensar en una situación de lo más horrible, que nada iba a ocurrir como temía. Es que es como pedirle a un niño de tres años que no se traumatice tras ver lo que vio Sebastián ese día y exigirle que tenga lucidez para pensar como un adulto. ¿Nos damos cuenta de la idiotez tan tremenda? Encima es que se pasa todo el libro repitiéndose hasta la saciedad que la dejó sola, que se fue, que le hizo mucho daño y un montón de quejas, pero no es hasta las últimas páginas que no la vi, de verdad, pensando un segundo en cómo debió de sentirse él con toda la responsabilidad que le tocó asumir siendo tan joven y estando tan asustado. Vaya, que la sensibilidad de esta chica se quedó en casa ese día o decidieron no venderle una, porque más cero empática no se puede ser en la vida. 

Por otro lado tenemos a Sebastián, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que un día, sin ni siquiera planearlo, se enamoró perdidamente de una chica de dieciséis años cuando él estaba demasiado roto para encontrarle sentido a la vida. Ella, con su sola existencia y la sonrisa más bonita del mundo, le devolvió el corazón que creía haber perdido para siempre. Hizo que todo cobrase otro color y que dejase de ahogarse en pensamientos intrusivos que solo aumentaban su miedo y dolor. Y solo cuando ella cumplió la mayoría de edad, se atrevió a decirle todo aquello que se había guardado por miedo a no ser correspondido, a asustarla por ver que alguien tan desastroso se había enamorado perdidamente de ella. ¿Quién le habría dicho que ella sentía lo mismo? ¿Que esa noche se volvería la primera en que podría sentir el beso que le devolvió el oxígeno y lo convirtió en el chico más afortunado del mundo? Sabía que tanta felicidad no podía ser buena... Y lamentó haber descubierto que estaba en lo cierto, ya que esa misma noche, todo cambió en todos los aspectos para él. Le llevó a tomar la decisión más dolorosa de su vida: marcharse sin dar explicaciones a nadie y abandonarlos a todos a su paso. Ahora, doce años después, Sebastián ha tomado la decisión de volver para recuperar a sus hermanos y a la mujer que ama y darles a todos las explicaciones correspondientes de por qué había decidido marcharse tan de repente de un momento a otro y sin decir nada. Pero cuando ve a Cecilia, ella no quiere saber nada de él. De hecho, le odia como nunca antes había sido odiado por alguien, y se niega a escuchar las explicaciones que tenga del por qué hizo lo que hizo. Ella está dispuesta a negar lo que existió entre los dos y él no piensa rendirse hasta demostrarle que ellos siempre debieron ser un para siempre. ¿Logrará entrar una vez más en el corazón de la mujer que ama y crear ese nuevo comienzo juntos?

Sebastián es un personaje que me dio cierta lástima, porque hay que reconocer que la autora la tomó un poco con él al meterle un transfondo tan de telenovela (no exagero, lo que sucede en su pasado habrá pasado en miles de telenovelas) y también decidió que nadie se parase a pensar un poco en la situación de él más allá de la frase: "Pobrecito Sebastián, pero igual deberías luchar más por recuperar a Cecilia", cuando sin exagerar él es el único que va detrás del otro para darle explicaciones que ella no quiere escuchar. Era increíble como él tenía que perder su orgullo toooodo el tiempo, pero ella no reculaba ni un segundo para al menos escuchar las razones y ya luego sacar las conclusiones que le diese la gana. Al principio lo podía entender, porque que venga la persona que te dejó tirada de un día a otro doce años después para intentar arreglar lo vuestro y explicarte lo que pasó, impacta y tu primera reacción es decirle que se vaya. Pero cuando pasan los días, creo que no le habría costado nada escuchar el motivo, de hecho es que era algo que hasta ella misma quería saber por mucho que se dijera a sí misma que no. Por eso me ha dado lástima la falta de orgullo que ha tenido Sebastián y al mismo tiempo me ha molestado la poca empatía y delicadeza que se le ha dado a su transfondo. Se cuenta cuando llega el momento, pero ni siquiera hay represalias de ello. No ves que nadie reaccione más allá de un "Oh Dios mío" y hala, a seguir con sus vidas como si la persona que tanto os importa no os hubiese dicho la razón de que toda su vida se fuera a la mierda. No sé, creo que este personaje lo han maltratado mucho en este libro y lo único que he podido sentir por él es mucha lástima, porque no le han sabido dar la prioridad que se merecía para contar su propia historia y toda la carga que llevaba encima.

En resumen, "Doce años y un instante" es un libro que si no voy desencaminada, está relacionado con el libro de "Saltar al vacío", pues las dos protagonistas de cada uno son hermanas. Al menos tendría sentido tomando en cuenta que los nombres de la chica y su interés amoroso son los mismos que los de ese otro libro. La trama no me ha gustado y es que al igual que pasó con el libro de la hermana de Cecilia, siento que el abuso de drama ha sido muy severo y he terminado hasta saturada de ello. Al principio la idea general me gustaba, porque creo que es un tema que contado con delicadeza y bien puede formar una buena historia. Pero mi problema ha sido que el drama dura TODO el libro. Se pasan todo el libro con un "ahora sí y ahora no", sumado a que no hay más interacción que reproches constantemente y repetir el mismo ciclo a cada segundo. Es que por mucho que la idea fuera buena, que cojas y todo el libro lo resumas a repetir las mismas escenas hasta llegar al final y meterle la resolución de este, pues seguramente solo vas a conseguir que la historia quede sobrecargada por el drama y la repetición de situaciones todo el tiempo. Los personajes no me han convencido y eso que empezó con una buena idea en general. Me gustaba que el conflicto se enfocase en si serías capaz de perdonar a una persona que amas si esta te hubiese abandonado sin darte explicaciones. Y al principio no estaba mal, tenía un estilo interesante y me llamaba mucho la atención. Pero cuando llegue a la mitad del libro y vi que los dos seguían siendo unos orgullosos, que estaban repitiendo el ciclo de discusión, discusión y discusión TODO el rato, me cansé y el libro se me empezó a volver muy denso. Creo sinceramente que si hubiesen tenido una evolución más significativa y no solo al final del libro, habría disfrutado mejor de ellos dos. El romance ha sido un quebradero de cabeza, es que ni ellos mismos se entendían yo creo, porque se pasaban el libro a base de reproches y una cero comunicación muy preocupante. Me ponía de los nervios que teniendo las cosas tan obvias y tan sencillas, se la complicasen ellos solos todo el tiempo hasta volverlo cansino. La pluma de la autora no ha salvado el libro y me duele decirlo porque me encanta como escribe esta autora desde que leí "La partitura. Música para Adam", el cual es uno de mis libros favoritos de la vida. Ver lo poco que se ahondaba en los sentimientos de los personajes en este libro o la cero empatía que sentía en los transfondos y traumas que eran pasados tan por encima, me molesta, porque en mi libro favorito de ella sí que se trata todo eso con mucha delicadeza y cariño. Me ha faltado la fuerza y la vida emocional que Anna Casanovas es capaz de plasmar cuando escribe y sin eso, esta narrativa no me ha aportado nada significativo para destacar.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!





 




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