Alice Kellen/ Editorial Neo/ 360 páginas/ Llévame a cualquier lugar/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Léane, francesa, y Blake, inglés, no son dos piezas de un puzle destinadas a encajar. En realidad, ni siquiera se soportan cuando el concurso de periodismo de la universidad los sitúa en el mismo punto de partida. Él valora sus sueños por encima de todo y no dejará que nada se interponga en el camino hacia la meta, ni siquiera el seductor acento de Léane. Ella necesita el dinero del premio y utilizará todos sus encantos para convertirse en ganadora. Ambos están dispuestos a todo, incluso a ignorar el magnetismo que poco a poco surge entre sus artimañas y discusiones.
¡Buenas mis queridas estrellas! Este libro era uno de mis eternos pendientes de Alice Kellen y también uno de los que más me imponía por ser el más antiguo de la autora. Después de todo, yo empecé a leerla con su libro de "El chico que dibujaba constelaciones" y para entonces ya era capaz de transmitir demasiadas cosas con su forma de escribir. Y es que en esta historia, aunque es muy amena de leer, no he conectado como con sus otros libros, ni tampoco he sentido a Alice Kellen en la narrativa, lo cual me ha resultado muy triste.
"Llévame a cualquier lugar" nos cuenta la historia de Léane y Blake, dos personas que no pueden ser más opuestas en todos los sentidos posibles. Lo único que tienen en común es su amor por el periodismo y su deseo de ganar el primer lugar en su carrera. Para ella el deseo de tener el dinero del premio es crucial. Él, solo quiere demostrar que en todo momento seguirá siendo el número uno en todo lo que se proponga. Y aunque quieren evitarse, es como si sus mentes fueran incapaces de frenar el odio y el magnetismo que se enciende en sus pieles cuando el otro está cerca. Ninguno de los dos sabe qué va a suceder cuando esa atracción llegue al límite ni cuánto podrá aguantar la cuerda de su cordura si siguen tirando de ella con cada discusión... ¿Podrán frenar eso que sienten o la química los hará saltar por los aires a los brazos del otro?
Este es un libro que era uno de mis eternos pendientes de la autora, ya que es de los primeros libros que escribió y nunca me había animado a leerlo. No os voy a mentir, pero he notado desde el inicio que era de los primeros porque me ha costado sentir a Alice Kellen en esta novela. Me ha faltado tanto sentimiento, toda esa química que hace ella al unir a los personajes que me he sentido hasta algo decepcionada con el transcurso de esta historia y todo lo que cuenta.
La trama ha estado bien, pero siendo la autora que es me esperaba muchísimo más de lo que me he encontrado. En parte no quiero ser muy crítica porque sé que es la primera novela que escribió y al final comparar sus libros recientes con este no sería justo, pero no negaré que me ha costado ver la esencia de Alice Kellen en esta novela. Se me ha hecho larga por momentos y también he sido incapaz de comprender muchas de las actitudes que se presentaban en la historia, junto a los mensajes dramáticos que había un poco a la carrera, impidiéndome disfrutar como me gustaría del libro.
Los personajes no han sido lo que me esperaba. Viniendo de Alice Kellen siempre me espero algo profundo, unos personajes que te dejen sin aliento y te hagan vibrar con cada palabra, pero con ellos no he podido empatizar ni entender la mitad de sus intenciones. Hay mensajes bonitos, sí, pero es que todo pasa tan rápido, tan por encima y sin profundizar bien en la intención principal de la novela, que he terminado el libro sintiendo que no los he conocido realmente. El romance también es un poco lineal, mantiene la esencia de muchos libros que he leído antes, pero sin la intensidad y la química que siempre gusta leer en un romance donde los personajes te hagan sentir miles de emociones.
La pluma de la autora transmite que es su primer libro, porque de verdad que me ha costado reconocerla de los demás libros que he leído suyos. Me ha faltado transfondo, evolución, el sentimiento visceral que Alice Kellen crea en sus historias y que son como un volcán capaz de arrasar contigo emocionalmente. No me ha convencido la esencia y la forma en que ha ido desarrollándose el romance, porque incluso en eso la química ha sido bastante incoherente y lineal.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Léane, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre ha vivido con el lema de que quiere llegar a conseguir todo lo que se ha propuesto, entre ello hacer que sus padres estén orgullosos de ella y de su inmensa carrera como futura periodista. Sabe que no será sencillo, especialmente cuando todos los demás contrincantes son muy buenos y tienen distintas habilidades capaces de hacer tambalear su seguridad. Pero el peor es él. Blake. Es increíble cómo solo cinco letras son capaces de hacer tambalear sus cimientos y enfurecerla al mismo tiempo con su arrogancia y su poco tacto a la hora de hablar con ella. Y es que por muy guapo que sea, Léane no ve nada especial en Blake, solo a una persona que no mira más allá de su propio ombligo y que no le importa pisotear al resto para obtener su ansiada victoria. Pero ella quiere demostrarle que hace falta mucho más que todo eso para conseguir llegar lejos en el mundo del periodismo. Hará todo lo posible por vencer, por ganar ese premio y el dinero que este le dará. Incluso si para ello debe soportar todas las provocaciones de Blake, el cual odia al mismo tiempo que estremece su ser de formas que jamás creyó posibles. ¿Acaso se puede odiar y querer al mismo nivel a una persona?
Léane es un personaje que no he conseguido entender y me ha frustrado no poder hacerlo. En gran parte del libro, he sentido que cambiaba de pensamientos a cada rato y que no era firme con absolutamente nada. Primero quería mantenerse lejos de aquello en lo que no confiaba, luego quería acercarse, pero luego se lo pensaba mejor y prefería que no y así es en toda la novela sin sentir que hubiese un ápice de orgullo en ella pese a que la autora no dejaba de remarcarlo. Lo que sí me ha gustado, y habría adorado que se ahondase más en ello, es en la relación que tenía con sus padres y la cercanía que había entre ellos. Se notaba que la complicidad existía y que lo que Léane buscaba era encontrar un amor tan profundo y sincero como el que sus padres se tenían entre ellos. Me ha dado mucha ternura, porque realmente a todos nos pasa que cuando somos pequeños y tenemos delante un ejemplo precioso de lo que es amar y ser amado, deseamos conseguir en la vida a alguien que nos mire y nos haga sentir de la misma forma. Ahora bien, ¿su relación con Blake?, no he conseguido entenderla ni conectar con ella. Me frustraba tan poca empatía de parte de ella y también que la mayoría de las veces no mostrase un poco más de amor propio y le dejase las cosas claras al susodicho. Porque una cosa es entenderle y empatizar en ciertas cosas que ella veía de una forma muy fría y cruel, y otra es perdonarle actitudes que llego a ser yo y es para mandarle a la mierda directamente por ser una red flag andante.
Por otro lado tenemos a Blake, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que toda su vida ha tenido un solo lema para cada cosa que hacía: demostrar que es el mejor y que nadie puede vencerle sin importar cuánto lo intente. Con esas palabras en mente, trata de sobrevivir diariamente con el peso que carga a sus espaldas por la situación en casa y la ausencia de un padre que odia con todas sus fuerzas. Lo único que tiene seguro es que el periodismo es lo que puede obtener y salir victorioso... Hasta que llega ella. Léane es todo aquello que le parece seductor y, al mismo tiempo, muy irritante. No soporta escucharla, pues el acento francés de su voz puede llegar a ser su total perdición, y tampoco le gusta lo bien que sabe manejarse en cada prueba del concurso que está llevándose a cabo. Como si el periodismo lo tuviese en la sangre desde antes de nacer. Porque aunque sabe que es imposible que le venza, tampoco puede negar que le pone empeño y sabe defenderse de cada una de las brillantes pruebas que él hace. Por eso cuando una situación entre ambos haga estallar su convivencia, Blake hará lo posible para hacer que la estancia de Léane en la universidad sea un completo infierno. Quiere verla caer y desea dejarle claro que el único que puede ganar en ese lugar es él y nadie más. Que ella sobra en ese lugar. Entonces, ¿por qué no puede dejar de pensar en ella? ¿Qué tiene esa chica que es capaz de provocarle el magnetismo suficiente para no poder desviar la mirada de donde se encuentra? ¿Quizá es el momento de admitir que no es tan invencible como se hace creer a sí mismo?
Blake es un personaje que no me ha convencido y hasta ahora es el que menos me gusta de los chicos que ha creado Alice Kellen. Es que me siento confusa, porque por una parte entiendo el drama de su vida y lo duro que eso puede ser, pero por otra odio la actitud que tiene en gran parte del libro donde hace cosas muy cuestionables que siendo yo no le habría perdonado jamás. Porque todos podemos estar heridos y dañados y no ser capaces de confiar, pero una cosa es esa y otra es pagarlo con quienes no lo merecen y no ser ni capaces de reconocerlo cuando es el momento. Me ha parecido alguien excesivamente orgulloso y cruel, con una tendencia a destruir todo a su paso que me ha puesto de los nervios en TODA la novela. ¿Sabéis ese dicho de "ni contigo ni sin ti"? ¿O el que dice "no sabía lo que tenía hasta que lo perdí"?, pues ambas pegan mucho con cómo es Blake en todo el libro. Ha sido agotador pasarme toda la novela leyendo los mismos pensamientos de su parte en un bucle infinito, no poder entender las razones que lo llevaban a ser tan hiriente con Léane y a tratar a los demás como si fueran su saco de boxeo personal. Vuelvo a recalcarlo, entiendo que su vida no es fácil y que está pasando por un proceso muy duro que nadie merece experimentar, pero eso nunca te dará el derecho de hacer lo que te dé la gana y tratar a los demás de formas tan crueles como Blake no deja de hacerlo en el libro.
En resumen, "Llévame a cualquier lugar" es un libro que iba con la idea de que quizá no terminaría de conectar del todo porque era de los primeros libros que escribió la autora y tomando en cuenta que yo ya estoy familiarizada con su pluma más reciente, se me iba a hacer raro leer un estilo tan distinto suyo. Y desgraciadamente, así fue. La trama no es mala, pero es que tampoco me ha aportado nada nuevo. Me he sentido como si retrocediera a esa época en la que los libros donde la chica es medio inocente y el chico es el malote con muchos traumas hubiera regresado en pleno 2024 y no me ha gustado. Ya de por sí no soy fanática de esos clichés, pero leerlo de la propia Alice Kellen y encima sentir que no existía esa chispa de ella que a mí tanto me encanta, ha hecho que el libro fuese cuesta abajo y sin frenos para mí. Me ha faltado muchísimo para conectar, todas esas emociones y mensajes que Alice tiene y que te deja sin aliento o con el corazón en un puño. En este libro no he visto nada de eso y me ha dado muchísima pena, porque lo he echado bastante de menos. Los personajes no han sido para mí y es que no he sentido la menor química entre ellos. Aunque la narrativa no deja de remarcarte que hay algo entre ellos, que se gustan, que se atraen, yo no he sentido nada de ello. Me ha faltado esa complicidad entre ellos o la sensación de que está crecimiento un sentimiento más allá del odio inicial que se tienen y que nace en base a muchos malentendidos. De hecho se me ha hecho hasta algo repetitiva la dinámica, porque hay una falta de comunicación entre ambos muy severa que te impide entenderles y por qué no dejan de darle vueltas a lo mismo una y otra vez sin parar. El romance me ha resultado un tanto tóxico, de hecho él hace ciertas cosas que me han parecido muy red flag andante que me ha puesto de los nervios, y ella aunque dicen que es muy orgullosa en el libro, yo no he visto eso. Perdona todo muy fácil y sentía una falta de amor propio de su parte bastante preocupante. La pluma de la autora me ha fallado y no os puedo explicar lo que me entristece decir esto. No quiero ser dura en este punto porque como dije arriba, es la primera novela de la autora y entiendo que no es comparable a los libros recientes, pero pienso que siempre, de una forma u otra, se puede sentir una leve chispa de la autora que ya conoces en el presente en cada uno de sus libros. Con esta historia no he sentido eso y de no haber leído en la portada que era de ella, os prometo que me habría pensado que estaba leyendo a otra autora diferente. Me ha faltado su profundidad, su delicadeza en la narrativa, esa sensibilidad que Alice Kellen siempre transmite y no tenerlo en uno de sus libros ha logrado que todo lo demás me sepa a muy poco.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
No hay comentarios:
Publicar un comentario