Lucy Maud Montgomery/ Editorial Toromítico/ 368 páginas/ Rilla, la de Ingleside [Ana, la de Tejas Verdes #8]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Ha pasado casi una década desde el final del libro anterior, y los hijos de Ana ya se han hecho mayores, todos excepto Rilla, quien a sus quince años es una joven coqueta, de encantadora sonrisa e irreprimible entusiasmo, cuya única ilusión es acudir a su primer baile en el faro de Cuatro Vientos. Ana y sobre todo Gilbert, están preocupados por la falta de expectativas de su hija menor y por el hecho de que su única preocupación sea divertirse. Pero el mundo de sueños e ilusiones de Rilla, comienza a resquebrajarse la misma noche del baile, cuando la sombría música del Flautista comienza a sonar, arrastrando todo lo que conoce y ama hacia el abismo de la guerra. Pronto sus amigos y hermanos se marchan a los frentes europeos, sus hermanas estudian en la universidad o se alistan como enfermeras de la Cruz Roja, mientras Rilla se queda sola en casa con sus padres. Sin embargo a medida que la guerra avanza Rilla comienza a madurar, crea la organización de la Cruz Roja Juvenil en Glen y acoge a un huérfano recién nacido. Junto con el resto de su familia, Rilla debe enfrentarse con la extensión de la guerra, la continua existencia en completa tensión y temor, y la muerte de millones de personas, algunas de ellas demasiado cercanas. Mientras tanto, el chico del que siempre ha estado enamorada Kenneth Ford (hijo de Leslie y Owen Ford), comienza a cortejarla, justo antes de ser llamado a filas, dejando a Rilla aún más ansiosa y deprimida, esperando noticias en casa.
¡Buenas mis queridas estrellas! He aquí el último libro de la saga "Ana, la de Tejas Verdes", aunque todavía me queda por leer uno más que hay después de este y que descubrí de casualidad esta mañana. Por lo visto es casi un relato que cuenta los sucesos tras este final y todo lo que sucede con la familia Blythe después de los acontecimientos de la guerra. Así que creo que es evidente cuál será mi siguiente libro después de este.
"Rilla, la de Ingleside" sigue con la historia de Ana, pero esta vez desde la perspectiva de Rilla, su hija pequeña y la más vanidosa de todas. Hasta ahora, la vida de Rilla ha sido feliz y justa, sin nada que pudiera corromper la alegría de su día a día. Lo único que desea en su juventud es divertirse y no le interesa nada más que ello y el baile que se presenta en Cuatro Vientos. Sin embargo, un día todo se rompe cuando la guerra estalla y aquellos que Rilla ama son llamados para alistarse a ella. A partir de ese momento, su vida da un giro radical donde debe hacer frente a un futuro incierto que nadie sabe si llegarán a tener alguna vez. Por no hablar de que hasta el hombre que ama ha decidido alistarse a la guerra luego de hacerle saber lo que siente por ella. ¿Podrá Rilla sobrellevar las posibles pérdidas que se llevará esa guerra consigo? ¿Y qué sucederá con Rilla ahora que debe hacer frente, no solo a una guerra, sino a los inicios de la maternidad?
Este es un libro que forma parte de la saga "Ana, la de Tejas Verdes" como el octavo libro y no os puedo explicar hasta qué punto me ha gustado. Eso sí, a diferencia del resto es de los más duros de leer por los temas que trata. En este punto de la historia veremos cómo la dulzura de los anteriores se pierde para mostrar la crudeza de la época.
La trama me ha gustado bastante, dentro de todo lo que he leído de la saga creo que es el libro más duro de todos. Me he pasado la historia entera con un nudo en la garganta porque la situación era desalentadora. Se pierde bastante la esencia dulce de toda la saga hasta ahora y te enseña lo difícil que es vivir en medio de una guerra, la incertidumbre de qué pasará y a dónde les llevará toda la situación. El romance está un poco más presente en este libro, pero no demasiado, pues los mensajes del libro van más enfocados en toda la crudeza de la guerra y el dolor que eso provoca.
Los personajes me han roto el corazón en todos los aspectos posibles. Conocer una saga donde estos pueden hacerte sentir tantísimo y ver que de un momento a otro se encuentran en peligro o en riesgo de morir y sufrir miles de situaciones diferentes hace que comprendas hasta qué punto te llegan al corazón todos ellos. Los he amado demasiado y es ahora que veo que la saga está prácticamente acabada para mí (solo quedándome uno), que me doy cuenta de que nunca voy a poder olvidarlos. Todos ellos están grabados en mi corazón por y para siempre.
La pluma de la autora sigue siendo una completa maravilla, en ningún momento se te hace pesado leerla a pesar de que hace varias descripciones y narrativa. Me ha encantado seguir descubriendo qué más puede hacerme sentir con sus libros y ahora puedo decir que ha conseguido arrancarme las lágrimas y dejarme totalmente blandita con la situación.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Rilla, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre ha vivido en absoluta felicidad y sin preocupaciones. Su día a día quiere vivirlo sin pensar en el mañana o en qué desea hacer o qué quiere ser, su única aspiración en ese momento es vivir el momento y experimentar el baile que habrá en Cuatro Vientos junto al chico que ama. Pero esa última noche llena de felicidad termina de forma abrupta cuando estalla una guerra que se lleva a todos cuanto ella quiere de su lado. Sus hermanos, el hombre que ama, sus amigos..., todos parten a la guerra sin la certeza de que regresarán de vuelta y lo único que Rilla espera cada día con desesperación es una carta que le haga saber que están bien, que han sobrevivido otro de los brutales ataques. Su único propósito ahora es ayudar en lo que puede, sobrellevar el inicio de la maternidad en su vida y tratar de encontrar el sentido a lo que Ken, su amado Ken, le dijo antes de partir tras cortejarla, ¿eso significa que son novios? ¿Que si le espera tendrá un futuro con él? Los días avanzan de forma dolorosa y lo único que todos ellos saben es que el mañana es incierto, especialmente cuando la muerte azote sus vidas sin piedad y todos deban aprender a levantarse para ver un nuevo mañana.
Rilla es un personaje que de primeras creía que no me iba a convencer. No porque me pareciera una mala protagonista, sino porque el detalle de que fuese muy vanidosa y muy despreocupada me hacía pensar que iba a terminar siendo algo irritante con su manera de sobrellevar las cosas. Pero no ha sido así, de hecho me ha parecido aún más humana y diferente gracias a eso. Además que ver cómo toda esa parte de ella iba cambiando y madurando debido a la guerra que le arrebataba su niñez me ha destrozado. Solo de pensar en cuántos niños han visto esa situación y han vivido en una época así hace que te dés cuenta de lo afortunadx que puedes llegar a ser, de no tener que experimentar de primera mano el cómo todos aquellos que has amado se marchan a una guerra de la que no sabes si volverán pronto o si siquiera lo harán. Rilla me ha parecido muy valiente y muy fuerte, porque a pesar de haberse roto en muchos momentos, decidió luchar y seguir adelante a su manera, proporcionando su ayuda con lo que podía y eso, solo ese detalle, ya demuestra que a diferencia de muchas otras personas ella jamás se ha rendido.
Aparte de ella tenemos muchos personajes importantes de los que hablaré brevemente para no hacer ningún spoiler grande.
Ana me ha tenido devastada en este último libro, ya que ver cómo perdía la esperanza a cada página del libro y el miedo le quitaba las fuerzas de seguir adelante me dolía muchísimo. Ella siempre ha sido la clase de chica que nunca desistía ni se rendía ante nada, valiente, decidida y tenaz, pero ¿qué madre puede serlo cuando ve a sus hijos marcharse sin la certeza de que volverán a casa? Aquí he visto la versión más frágil de mi niña y lo único que deseaba era abrazarla y asegurarle que sí, que regresarían para estar de nuevo con ellos y que nunca más volverían a arrebatarle a sus hijos de su lado.
Susan me ha llenado de orgullo en este libro. Siempre me ha gustado mucho su personaje, pero aquí siento que ha sido el pilar que sostenía a la familia en los momentos más duros. He comprendido a la perfección el dolor que llevaba dentro y cómo aun así no perdía la esperanza de que las cosas pudieran solucionarse aunque eso pareciese imposible de primeras. He querido abrazarla en más de una ocasión por no perder la esperanza y creer hasta el final que sus pequeños, los cuales ya no lo eran tanto, regresarían al fin a casa.
Walter me ha destrozado en este libro. Lo muchísimo que le quiero y la sensación de desazón que me ha causado pensar que su desarrollo se ha llevado de esta manera. Pienso que al final ha hecho aún más increíble a su personaje, pero sin duda lo que sucede me ha roto como nunca y ojalá no hubiera ocurrido algo así en esta historia porque ha sido desgarrador.
Jem me ha tenido también en una angustia constante, porque en ningún momento te esperas que su evolución vaya a tirar por esos puntos. Sí que me esperaba el hecho de que se alistaría a la guerra, pues el final del anterior libro te avisa de que eso va a suceder por cómo es él. Pero para nada imaginaba que sería tan doloroso verlo partir sin saber qué será de él y cómo le estará yendo salvo por esas cartas que de vez en cuando recibía su familia de él.
El resto de los personajes tendrán poco peso, como los hijos de Meredith o el resto de hijos de Ana, ya que estarán menos presente en el libro por sus propios quehaceres en medio de dicha guerra. Aun así, seguirán estando a su manera y dando dolor y luz a una entrega final que llega a romperte el corazón y dejarte sensaciones muy agridulces en el alma.
En resumen, "Rilla, la de Ingleside" es el último libro de una saga que me ha conmovido y roto de miles de formas diferentes. No me esperaba que una recta final llegaría a resultarme tan agridulce como esta y aunque me ha encantado, eso no hace que la historia sea menos dura de leer. La trama es mucho más oscura que los anteriores libros, ya que se desarrolla en medio de una guerra donde todos nuestros personajes tendrán que hacer frente a dicha situación. Por una parte aquellos que se alistan a la guerra sin la seguridad de si volverán a casa alguna vez y por el otro aquellos que se quedan en sus casas, luchando con lo que pueden desde donde están y tratando de no perder la esperanza cada vez que las noticias son malas o las llamadas de teléfono pasan a ser uno de los momentos más desesperados y angustiantes de sus vidas. Los personajes tampoco se quedan atrás y es que vemos cómo maduran de forma abrupta debido a esa brutal guerra, cómo tienen que crecer para ser capaces de sobrellevar algo tan crudo como ese destino que nadie imagina si será o no positivo al final. Las evoluciones son increíbles y me han dolido mucho porque he visto muy humano cada uno de los sentimientos que reflejaban, incluso aquellos que más dolorosos destinos tienen. El romance no está tan presente en este libro, pero sigue manteniéndose en un plano secundario igual de importante. Y a mí, en lo personal, me ha terminado gustando mucho, aunque no tanto como el de Ana y Gilbert que siempre estarán en mi corazón. La pluma de la autora sigue siendo una completa delicia y aquí se supera una vez más. Cuando creía que los anteriores libros ya eran brutales a nivel narrativo, aquí nos demuestra que aun tenía mucho para sorprendernos con este matiz crudo que refleja unas emociones que pocas veces consiguen plasmar tan bien y que yo, desde el fondo del corazón, me han roto en todos los sentidos posibles.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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