Myriam M. Lejardi/ Editorial Elastic Books/ 480 páginas/ Tres (no) son multitud/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Natán tiene tres noticias. La buena es que se va cuatro días de vacaciones con su grupo de amigos. La regulera es que también va a estar Lía, con la que se ha acostado hace poco y con quien no tiene ni idea de cómo actuar. No solo eso, también es la hermana mayor de su exnovia. La mala es que, además, se ha enrollado con otro miembro del grupo. Concretamente con el follamigo de Lía, Rodri. Y eso lo complica TODO. Ahora Natán se debate entre huir del país o asumir lo que ha pasado y tratar de encontrarle una solución. Quizá donde caben dos… caben tres.
¡Buenas mis queridas estrellas! La verdad es que tenía ganas (y a la vez algo de miedo) de leerme este libro, ya que no suelo ser muy dada a consumir historias donde la relación no es monógama. No porque me disguste, sino porque suelo disfrutar más los romances de dos. Aun así, he de decir que me ha sorprendido lo que he encontrado aquí y aunque han habido algunos detalles que no me han gustado, he disfrutado bastante de la historia.
"Tres (no) son multitud" nos cuenta la historia de Natán, Lía y Rodrigo, quienes se han metido en un buen lío sin darse cuenta. Natán está seguro de que en su lista de problemas, nunca pensó sumar a la ecuación que acabaría liándose con sus dos amigos y que se formaría una tensa situación entre ellos donde no sabrían cómo escapar. Rodrigo lleva mucho tiempo enamorado de Lía, pero sabe que ella nunca le va a decir lo que siente, algo que lo lleva a seguir adelante y experimentar un contacto con Natán explosivo que lo tiene loco. Lía, por otro lado, no sabe lo que quiere. Sabe lo que siente por Rodrigo, pero sabe que no puede ser y ahora que Natán se ha sumado a la situación, es incapaz de negar que siente una atracción inesperada por ese chico de tatuajes que balbucea cosas sin sentido cuando se pone nervioso. Ninguno de los tres imaginará que un viaje les llevará a vivir una aventura en su relación que puede tambalear todo lo que creían cierto. ¿Tres son o no son multitud en una relación?
Este es un libro que, aunque no está enfocado en el mismo punto, sí que tiene cierta relación con "Cómo (no) enamorarse" y es que los personajes de ese libro salen también en este, incluidos los que son protagonistas. No es necesario leerse el otro para entender esta historia, pero si quieres evitar descubrir breves detalles de la otra historia, creo necesario leerse ese antes de este, por disfrutar bien de ambos libros.
La trama me ha gustado bastante, sobre todo porque aunque me esperaba lo que me iba a encontrar entre sus páginas, no esperaba que se iba a ahondar tantos temas como lo importante que es aceptar que si tienes una relación de más de dos personas NO es malo. Que al final cada quien hace y siente lo que quiere y que nadie tiene derecho a decidir por ti lo que debes sentir o no. Además que me ha gustado la manera en que se ha desarrollado toda la historia y la evolución de cada uno de los protagonistas.
Los personajes me han pillado de sorpresa, porque me han hecho reír y los he disfrutado un montón. Sobre todo Rodrigo y Natán, que han sido mis favoritos con muchísima diferencia y que me han dado la vida con su locura. Lía ha terminado gustándome más al final, pero reconozco que me he exasperado una barbaridad con ella y hasta me he cabreado a malas con ella por su manera de hacer las cosas. El romance me ha sorprendido, porque aunque es una relación de tres y yo no suelo consumir ese tipo de historias, me ha encantado la relación de estos tres tan locos y apasionados.
La pluma de la autora me sigue pareciendo muy amena y creo que es uno de sus puntos fuertes en los libros. Me encanta cómo puede crear personajes tan variados, dispares y complejos, al punto de conseguir que te molestes con ellos o que experimentes todos los sentimientos que los están invadiendo. Me ha sorprendido mucho y diría que hasta más que con el otro libro.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Lía, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre ha vivido sin ataduras. Para ella estar con un chico era el disfrute de una noche y poco más, no se encariñaba y no quería nada más allá que el placer momentáneo del sexo y poco más. Sin embargo, las cosas se tuercen cuando Rodrigo y ella se acuestan y aunque le ha dejado claro que no volverá a suceder, no puede negar los sentimientos que la invaden de forma inesperada por su mejor amigo. Sabe que si quiere proteger su amistad con él y no perderle, debe soportar los sentimientos que le oprimen el pecho y llevar su atención a otra dirección... Concretamente en Natán, quien encima es el nuevo interés de Rodrigo. Lo que nunca esperó es que de una noche loca acabaría deseando más y que lo que empezaría siendo como una vía de escape se volvería algo tan vital e importante en su vida. ¿Se puede querer a dos personas a la vez? ¿O acaso eso es una completa estupidez?
Lía es un personaje que me ha puesto bastante de los nervios, no os voy a engañar. Me ha costado un mundo conectar con ella porque hacía cosas que daban ganas de darle una buena bofetada para que espabilase. He entendido sus motivos y hasta cierto punto empaticé con ella, pero me ha costado hacerlo porque hay gestos de este personaje que, da igual cuánto hayas sufrido o vivido, no te da el derecho a ser como ella lo era con el resto. También me ha sorprendido ver que la evolución que tiene es tan realista y que lejos de quedarse en la superficie, te muestran como consigue salir de ese agujero a pesar de las dificultades. Como a pesar de haberlo logrado, sigue tratándose para no volver a caer y hundirse en lo más hondo. Además, tirando al final, tiene una actitud mucho más agradable de leer y no he tenido ganas de decirle cuatro cosas a su actitud tan infantil y hasta cruel e inhumana que tiene en casi todo el libro. Así que sí, a pesar de lo insufrible que es durante gran parte de la historia, al final vale la pena para ver el progreso tan grande que toma para no seguir cometiendo los grandes errores que estaba teniendo con todo el mundo.
Por otro lado tenemos a Rodrigo, uno de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que nunca ha tenido dificultades para enamorarse, de hecho sus sentimientos siempre son muy repentinos, intensos y volátiles..., hasta que Lía se acuesta con él y todo cambia. Aunque Rodrigo sabe que puede rehacer su vida y luchar por olvidarla, es incapaz de hacerlo. Lía se ha metido tan profundamente en su piel que es incapaz de olvidar la intensidad de esos sentimientos que se niega a decir en voz alta. ¿De qué serviría salvo para ser rechazado? Por eso busca refugio donde puede y así es como conoce a Natán, un chico peculiar, con tatuajes y que cuando bebe un poco de más, se convierte en todo lo que Rodrigo adora en la cama. Quiere ahondar más profundamente en la relación de ambos, saber si a ese chico le interesan los chicos también o si solo se mueve en torno a las mujeres. Sin embargo, antes de que pueda comprobarlo, Lía mueve ficha y el dolor invade todo su corazón. Para Rodrigo todo ha sido siempre sencillo, nunca ha tenido dificultades para reconocer lo que quiere o desea, pero con ellos dos las posibilidades se le escapan de los dedos y apenas pude sostenerlo. ¿Es posible enfrentar lo que tanto miedo tiene de plantar cara aunque eso suponga un corazón roto?
Rodrigo es un personaje que me ha sorprendido para bien y es que ya en el libro de "Cómo (no) enamorarse" que lo conocí de una forma más breve llegué a adorarlo, pero aquí ha sido superior. Me encanta la forma en que lo siente todo y como quiere seguir adelante a pesar de que el miedo y las dudas se lo impiden. Me ha dado mucha pena porque se notaba que intentaba contentar a Lía como fuera y se olvidó de pensar en sí mismo o en lo que necesitaba. Por eso se aferró a lo primero que podía para no liberar esos sentimientos que le quemaban en la punta de la lengua, pero que sabía que decirlos solo haría que terminase perdiéndola a ella para siempre. He conectado mucho con todo lo que estaba sintiendo y me dolía en el alma ver que sus emociones eran tan fuertes pero al mismo tiempo le aterraba la idea de que le olvidasen, de quedar relegado a un lado puesto que apenas podía ver el final de túnel cuando tenía a las dos personas que más afectaban a su corazón y alma. Para mí es uno de los mejores personajes que me llevo de este libro y a uno de los que más cariño le he cogido sin dudarlo un segundo.
Y por último tenemos a Natán, nuestro otro protagonista masculino. Él es un chico que perdió a la chica de la que estaba enamorado y ahora intenta salir adelante con todo lo que puede tras descubrir que lo han dejado por otro chico. La situación es tan deprimente que sabe que debe hacer frente a las consecuencias que eso ha dejado en su corazón, lo que le lleva a conocer a Lía y Rodrigo de una forma más profunda de lo que hubiese imaginado. Lo que empieza como una sencilla amistad, termina con él teniendo algo con ambos y ahora Natán no sabe cómo enfrentar lo que se le ha venido encima. De un momento a otro ha pasado de estar solo a tener a dos personas peleándose por él y su atención a un nivel bastante sexual. Y aunque a él no le importa lo más mínimo, eso no quita que es incómodo pensar que aquella situación pueda romper la frágil relación de amistad que los tres se tienen. ¿Está bien seguir adelante con lo que sea que ocurre entre ellos? ¿O acaso mantenerlo solo acabará rompiendo de nuevo su corazón a pesar de las advertencias?
Natán es un personaje que me ha fascinado y es que si Rodrigo es maravilloso, Natán es un completo amor y dulzura que merece todo lo bueno de este universo. He empatizado mucho con él y su nerviosismo que le hacía soltar frases sin sentido y a correr para expresarse, al punto de que nada de lo que decía tenía el menor sentido. A la vez me ha dado ternura porque quería abrazarle cada vez que eso le sucedía por lo adorable que era y lo pequeñito que parecía. Es un personaje al que le tomas cariño quieras o no, pero porque es entrañable de por sí. No deja de pensar en los demás y en hacer lo correcto, aunque eso suponga dañarse a sí mismo en el camino. Me ha dolido en el alma los momentos en que se ha infravalorado o se ha hecho ver como un estorbo, cuando nada más lejos de la realidad. Además que no dejaba de ser una persona llena de carencias y dudas para todo, puesto que la última vez que lo había dado todo, se le había roto el corazón en pedazos. Para mí se merece todo lo bueno de este mundo y, al mismo tiempo, que nadie le haga dudar nunca de lo increíble que es, porque es de esos personajes que marcan la diferencia hagan lo que hagan.
En resumen, "Tres (no) son multitud" es un libro que podría decirse que medio forma parte de "Cómo (no) enamorarse" al ser un spin-off de unos personajes que salen en ese libro. La trama es inesperada, ya que aunque te hueles cosas porque en ese libro te lo dicen, no te esperas todos los mensajes que va a tener el libro de por sí. Me ha encantado porque he sentido que cada cosa que les sucedía iba con un sentido de peso detrás que los ayudaba a evolucionar y crecer como personas. Lo que más me ha gustado es la mezcla de comedia con el romance, que no abusasen del drama y que fuera equilibrado para disfrutar de varios estilos en un solo libro. Los personajes tampoco se quedan atrás, aunque mis favoritos han sido Rodrigo y Natán concretamente. La forma en que ambos sienten o cómo desarrollan los sentimientos y los aprendizajes que viven en su día a día me ha gustado bastante. Con Lía he tenido más problemas, ya que tiene un carácter que choca mucho con el mío y con mi manera de ver las cosas. Aun así, al final evoluciona para bien y acabé empatizando más con ella. El romance me ha sorprendido para bien, ya que yo no soy muy partidaria de una relación a más de dos (las respeto, pero al ser monógama no suelo consumir mucho este estilo de libros), pero me ha acabado gustando mucho por el carácter tan peculiar de los personajes y su forma de sentir todo. La pluma de la autora me ha gustado mucho. Ya lo había sentido con su anterior libro, pero aquí me reafirmo al decir que tiene una forma de plasmarlo todo que te divierte a la vez que te engancha y te deja el corazoncito en un puño. Es algo que admiro bastante y que ella consigue sin la menor dificultad.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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