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jueves, 12 de diciembre de 2024

Bajo el muérdago

Beth O'Leary/ Editorial Suma/ 392 páginas/ Bajo el muérdago/ Tapa blanda/ Comprar aquí 




Bienvenidos al hotel Forest Manor, un encantador establecimiento en el que tanto los huéspedes como el personal son como de la familia. Excepto Izzy y Lucas, claro, pues la rivalidad que hay entre ellos es tal que incluso les han prohibido coincidir en el mismo turno.

Tras dos años de penurias, tal vez haya llegado el momento de que el hotel cierre sus puertas para siempre. Pero entonces Izzy devuelve un anillo perdido a su dueño y la recompensa que recibe convence a la dirección de que tal vez hayan encontrado la solución a sus problemas. Quedan cuatro anillos más en la caja de objetos perdidos, y recae sobre Lucas y ella la responsabilidad de salvar sus empleos.

Conforme su amarga enemistad va tornándose en algo diferente (y mucho más complicado), ambos comienzan a preguntarse si podría estar en juego mucho más que el destino de su querido hotel... ¿Podrán salir de diciembre con el corazón intacto?





¡Buenas mis queridas estrellas! Tenía infinitas ganas de leerme por fin el nuevo libro de Beth O'Leary, pues cada historia que leo suya me sumerge de lleno en miles de emociones. Y esta historia me ha gustado, aunque debo reconocer que no ha sido del todo lo que me esperaba y eso quizá ha impedido que lo disfrutase tanto como me habría gustado.

"Bajo el muérdago" nos cuenta la historia de Izzy y Lucas, dos personas incapaces de permanecer cerca del otro más tiempo del debido sin querer tirarse de los pelos. El problema es que trabajan juntos en el hotel Forest Manor y deben cooperar para seguir trayendo fortuna a la empresa. Sin embargo, en el último tiempo la situación en el hotel es algo complicada y termina de retorcerse cuando un derrumbamiento deja el hotel con menos habitaciones en uso de lo normal. Lucas e Izzy sabe que deben cooperar para salvar al hotel, especialmente cuando unos anillos pueden ser la salvación de la empresa y de sus futuros. Pero, ¿podrán mantener el odio que se tienen a raya mientras buscan a los dueños de los anillos? ¿O es posible que su enemistad termine por destruir del todo la esperanza de Forest Manor?

Este es un libro que estaba esperando con infinitas ganas, porque hacía un tiempo que no leía un nuevo libro de la autora. Cuando supe que estaba ambientado en Navidad y, encima, que se desarrollaba por medio de un enemies to lovers, sentía que tenía todo el material para engancharme y dejarme con la intriga y las ganas de más en cada página. Y hasta cierto punto, así fue. El problema es que luego de haberme leído libros de la autora que me han tenido en una montaña rusa de emociones a cada minuto, esperaba encontrarme lo mismo aquí y no ha sido el caso. En algunos aspectos se me ha hecho algo lineal y un poco repetitivo.

La trama es sencilla pero tiene su toque bonito que te mantiene con ganas de leer más. Me ha gustado la ambientación navideña al igual que momentos concretos del libro que sentía que estaban muy bien desarrollados. El problema viene después, cuando he sentido que la historia repetía lo mismo una y otra vez y que los protagonistas no dejaban de repetir el círculo vicioso hasta ser cansino de leer. Creo sinceramente que la historia no es mala en absoluto, pero sí muy larga para lo que te quieren contar y enseñar. Había momentos incluso donde sentía que solo metían relleno de drama para darle más bombo a lo que estaba sucediendo entre ellos.

Los personajes me estaban gustando, al menos en momentos muy concretos porque sentía que los temas que trataban con ellos eran muy interesantes. Pero es que hay otros donde siento que para la edad que tienen son la mar de inmaduros. No hay comunicación alguna, se la pasan haciendo el idiota todo el tiempo y el drama que tienen se alarga un poco porque sí, porque de verdad que no le veía el sentido a que se pasen TODO el libro arrastrando la situación de esa manera. El romance no ha estado nada mal, al menos ha tenido momentos muy intensos donde los personajes realmente me calaban con sus sentimientos, pero no es mi favorito de la autora ni de lejos.

La pluma de la autora siempre es un acierto y es que da igual el libro que haga siempre me resulta muy amena de leer. Tiene un estilo de escritura muy directo, sencillo y que encima te mantiene con esa pequeña intriga de lo que esconden sus personajes y todo lo que hay detrás de la trama. Quizá el problema que he tenido es que lo he sentido algo largo de más para lo que querían contar. Se hacía repetitivo de leer y al final era algo que afectaba bastante a la narrativa y que me impedía disfrutarlo tanto como en otros libros de ella.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Izzy, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre ha sido conocida como alguien alegre, paciente y llena de energía porque así se ha esforzado ella en que fuera. El problema es que esa situación siempre la ha desgastado más rápido de lo normal, ya que dejar a un lado la forma en que realmente es nunca es sencillo. Pero con Lucas no es así, con él siempre ha podido sacar su verdadero yo y en parte se lo tiene bien merecido. Después de que le rompiera el corazón de forma muy miserable cuando ella había dejado salir sus más profundos sentimientos por él, Izzy sabe que no quiere nada con él ya. Le odia profundamente, aunque no pueda evitar que la atracción siga moviéndola hacia donde se encuentra Lucas. Aun así, cree que mientras mantenga cierta distancia en el trabajo podrá evitar las confrontaciones con él en la mayor medida de lo posible. ¿El problema? Que al poco de llegar la navidad, el hotel se desmorona y ahora todos deben encontrar la manera de arreglarlo y conseguir el dinero que les permita cubrir todos los desperfectos. Y es así como dan con una posible solución: unos anillos que están guardados en el cajón de objetos perdidos. Izzy está más que dispuesta a encontrar a los dueños de esa muestra absoluta de amor y quizá conseguir con ello que el karma les devuelva su buena acción con algo de buena suerte. Pero cuando Lucas decida inmiscuirse en sus planes, Izzy terminará creando un reto que no podrá rechazar. El primero que consiga devolver el anillo, tendrá el obsequio de poder mandarle al otro por un día entero. ¿Logrará vencer a ese robot humano que odia con todo su ser?

Izzy es un personaje que empezó generándome cierta indiferencia, no os voy a mentir, especialmente porque su manera de ver las cosas o de actuar me parecía muy poco acorde a su edad. Yo puedo entender que si te rompen el corazón y el orgullo, te retraigas y no quieras hablar de ello, pero me molestaba mucho la incapacidad que tenía de pensar que quizá las cosas no eran como las estaba intuyendo ella. Que a veces basta con preguntar para encontrar respuestas que a veces no somos conscientes de que están ahí, esperando que las veamos.  Y Izzy es la clase de personaje que no veía las señales y aunque las encontrase, decidía rehuir de ellas porque era mucho mejor permanecer con su actitud de víctima, en lugar de intentar entender que las cosas no eran como se las imaginaba. Además que tenía momentos muy desagradables y soltaba cada comentario que me dolía por Lucas de una forma inimaginable. Porque esa es otra, hasta que no se descubre la verdad, prácticamente te tienes que comer casi todo el libro con un círculo vicioso permanente de una Izzy que no quiere aceptar que, quizá, se ha equivocado y darle el beneficio de la duda a Lucas. Sus sentimientos eran intensos, sí, y sinceramente creo que hay momentos de ella donde he podido empatizar y sentir deseos de abrazarla por el crecimiento que va formándose a su alrededor. Pero dejando eso a un lado por completo..., era asfixiante darme cuenta de lo poco que se paraba a escuchar a los demás por mucho que luego la tachasen como una chica paciente y comprensiva.

Por otro lado tenemos a Lucas, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que encontró una especie de hogar en aquel hotel al que entró sin muchas expectativas y sin el que ahora no se imagina viviendo lejos. Aunque tenga que sufrir el carácter desagradable de su compañera Izzy, la cual parece odiarle sin motivo aparente, sabe que no cambiaría su estilo de vida ante nada. Ama lo que hace y le gustaría poder hacer mucho más. Sin embargo, su forma de ser siempre le ha dado muchos problemas y es que le cuesta expresar y liberar las emociones que tiene dentro, al punto de que durante toda su vida lo han tachado como alguien insensible, sin emociones y que es prácticamente como un robot. Esas inseguridades lo han hecho retraerse más en sí mismo, al punto de que ya no se imagina a sí mismo encontrando la felicidad con alguien más. Y aunque sabe que eso va a ser así siempre, no puede evitar que algo en su interior salte cada vez que Izzy está cerca. Sabe que ella le odia y él apenas puede soportarla con esa actitud suya llena de tanta crueldad y desdén, pero hay algo en esa chica que le impide apartar la mirada. Por eso cuando el plan de los anillos surja gracias a ella y dé paso a una competición entre los dos, Lucas no perderá el tiempo. Está dispuesto a demostrarle a esa chica que no va a dejarse ganar ni pisotear por ella mucho más tiempo. El problema es... ¿Podrá mantener sus emociones neutrales cada vez que la tenga cerca? ¿Incluso aunque con ello no pare de acelerarse su corazón?

Lucas es un personaje que consiguió que le tomase cierto cariño en gran parte del libro por la situación que se le presentaba a cada minuto. Me daba bastante rabia e impotencia que le juzgasen todo el tiempo por su forma de sentir o expresar las cosas y no me parecía algo justo. Es decir, que él sea menos expresivo no invalida sus sentimientos ni pasa a convertirlo en un "robot sin sentimientos", era algo que cada vez que lo leía me enervaba. Y eso que yo soy un completo oso amoroso, pero aun así pienso que todo tipo de amor, siempre que sea sano y no dañe a nadie más, es válido. Incluso el de aquellas personas que les cueste más expresarlo, porque incluso ellos se molestan en demostrar las cosas cuando realmente les nace del corazón. Me daba mucha lástima ver sus inseguridades y que todas ellas era por culpa de Izzy o de las miles de personas que lo hicieron ver menos. Es que no entiendo la necesidad de rebajar a una persona por algo así, ¿acaso te crees mejor por sentir las cosas más intensamente o por demostrar el amor a todas horas? Pues no es así, lo siento, todos queremos de forma bonita, sea en mayor o menos medida. También reconozco que algo que me gustaba de Lucas era su forma de crecer a lo largo de la historia. Quería protegerlo cada vez que dejaba ver su amor por su familia o esos sueños que tenía y con los que se sentía tan inseguro por no saber cómo resultarían. Siento que se han quedado muchas cosas en el aire con él y me habría gustado ver más su trayectoria individual y no tanto énfasis al drama que se desarrollaba entre Izzy y él.

En resumen, "Bajo el muérdago" es un libro que tenía infinitas ganas de leer porque todo lo que escriba esta autora me lo voy a leer de cabeza y sin dudarlo un segundo. Encima era navideño y eso ya me atraía más de lo normal. Pero aunque me ha gustado y ha sido entretenido, no ha sido ni mi favorito ni me ha encantado como otros muchos libros de la autora que me mantuvieron enganchada a sus páginas. La trama es bastante sencilla y en general no tiene nada que la haga destacar. Aun así se hace cuqui de leer y tiene momentos graciosos y bonitos que te hacen tener el corazón algo más calentito. El problema es que siento que es un libro demasiado largo para lo que cuenta, porque de verdad que sentía que todo el drama entre los protagonistas se podía haber resuelto en pocos capítulos y no alargarlo hasta la saciedad solo porque sí. Se me ha hecho bastante repetitivo y llegaba un momento que no terminaba de disfrutar los momentos bonitos entre ellos por el énfasis que le daban continuamente al drama. Los personajes me gustaron en momentos muy concretos, sobre todo cuando se desarrollaban sus evoluciones por individual y todo aquello que cargaban dentro. Pero es que luego volvían a ser dos personas ultra orgullosas y cabezotas y se me atragantaba mucho el libro. No me parecía lógico y menos aún para la edad que tenían, que creo que es la suficiente para ser capaz de pensar con lógica y hablar las cosas como personas adulas y civilizadas. Ver que durante todo el libro se la pasan dando vueltas de peonza todo el tiempo me aburría bastante. El romance es bonito y tiene momentos donde se me ha escapado la sonrisa por la ternura, pero es que aparte de esos momentos concretos, se me ha hecho bola lo poco comunicativos que eran, especialmente ella que era la que debería haber ido a preguntar las cosas y no quedarse ahí, interpretando cosas que se veían de lejos que no era como las creía. La pluma de la autora siempre es un acierto y es que da igual que libro lea de ella, siempre me va a tener con toda la intriga y la necesidad de más. Sí que es cierto que con este me ha costado y lo he sentido muy largo e interminable a pesar de que tiene muy pocas páginas, pero porque siento que la propia historia en sí no era para meter ese número de páginas. Fuera de eso, su forma de expresar las emociones mantiene esa esencia tan ella y hace que la historia se te haga amena, divertida y tierna, independientemente de si luego no te ha gustado la trama.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!





 






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