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jueves, 12 de diciembre de 2024

Quedará el amor

Alice Kellen/ Editorial Planeta/ 400 páginas/ Quedará el amor/ Tapa blanda/ Comprar aquí




El sol baña los acantilados y las aguas turquesas del mar de Cornualles cuando Jane Bellamy y Cedric Stone se conocen en el verano de 1939. No están destinados a ser una ecuación perfecta, pero son jóvenes y el amor lo arrolla todo a su paso. Así que esta historia comienza como otras muchas: él y ella se enamoran. Hay primeras palabras, primeras miradas y primeros besos. Y luego la guerra, la nada. Solo oscuridad. Todo cambia.

Años más tarde, en un hospital de Edimburgo, Margot Abbot sostiene en la mano un anillo que pertenece al paciente que dormita en la cama, Cedric Stone. Ella todavía no lo sabe, pero está a punto de abrir un baúl de recuerdos y descubrir qué ocurrió tras aquellos luminosos días de estío que quedaron atrás.




¡Buenas mis queridas estrellas! Las ganas que tenía de que saliera de una vez este libro para poder leerlo y descubrir qué había entre sus páginas. Me pasaba los días viendo cuándo tiempo quedaba para que saliera en físico y en cuanto pude hacerme con él me metí de cabeza a su historia para ver qué me estaba perdiendo. Y, de verdad, una vez más Alice Kellen lo ha vuelto a hacer. Ha creado otra de esas historias que se incrustan en tu alma y le dan un poderoso sentido a todo.

"Quedará el amor" nos cuenta la historia de Margot, una mujer que vive cada día en la cuerda floja, tratando de subsistir junto a sus dos hijos a los que quiere darles las alas que ella no consiguió tener por sus propias circunstancias. Un día, la posibilidad de un nuevo trabajo llega a su vida para facilitarle las cosas, pero jamás imaginó que este vendría de la mano de Cedric Stone, ese taciturno paciente que conoció en el hospital y que parece llevar el orgullo pintado en la piel. Lo que parece que va a ser una convivencia complicada y quizá algo tensa, se convierte en algo más cuando Cedric decide contarle su historia, esa que nadie más sabe y que Margot cree que le hará entender mejor a ese hombre hosco. Así es como comienza la historia de Cedric y Jane, dos jóvenes que se enamoraron a las puertas de una guerra..., pero que siempre intentaron que, ante todo, siempre les quedase el amor.

Este es un libro que desde el momento en que salió, supe que tenía que leerlo. Era un presentimiento enorme que me repetía una y otra vez que esta historia iba a regalarme a esa Alice Kellen que conocí la primera vez con sus primeros libros y que siempre lograba estremecerme el alma con sus historias. Y así fue, con este libro me sentía como cuando leí "El chico que dibujaba constelaciones" y algo dentro de mí se reparaba inmediatamente. Porque ha pasado a convertirse en otro de mis favoritos de la vida de ella, sin ninguna duda.

La trama no os voy a mentir, sabía que iba  ser intensa, pero no me la esperaba así. Me ha pillado por sorpresa que no solo descubriésemos la historia de amor entre Cedric y Jane, sino también el camino de Margot y sus hijos en busca de su propia felicidad. Y ver como ambos hilos se iban entrelazando hasta cobrar un sentido cara al final consiguió emocionarme como pocas historias lo hacen. Y es que nunca creí que habría un libro capaz de removerme tanto como el de "El chico que dibujaba constelaciones", pero Alice Kellen lo ha vuelto a hacer con esta fascinante y emotiva historia.

Los personajes me han enamorado y es que hay tanta variedad de ellos. No solo conocemos a los protagonistas, sino también a otros personajes importantes que influyen en la vida de los dos. Además se desarrollan dos historias al mismo tiempo, alternando presente y pasado que te hace descubrir las dos historias de amor más intensas del mundo. Pero a la vez, también te refleja una época muy dura, y que influye sobre la vida de una de esas historias. El romance me ha dejado sin aliento, es imposible que no pudiera encariñarme de ellos cuando ves tantas aristas y tantos retazos de todos a lo largo de la historia tan preciosa.

La pluma de la autora siempre es un sí rotundo. Da igual lo que leas de ella, aunque la historia no te guste nada, siempre su forma de narrarlo todo consigue golpearte directamente en el pecho. Me he pasado todo el libro con la sensación certera de que jamás me iba a olvidar de todo lo que me ha hecho sentir. De que cada página ha conseguido incrustarse en mi corazón y dejarme sin aliento. Y que el final es perfecto, es el cierre que esta historia necesitaba y que ha conseguido arrancarme las lágrimas como solo Alice Kellen es capaz de hacer. 

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Margot, nuestra protagonista femenina. Ella es una mujer que durante toda su vida se ha movido en pos de lo que sus hijos necesiten para brindarles las alas que les permita volar muy alto. El problema es que su situación económica y el punto en que se ha estancado le impide conseguirlo con tanta facilidad, lo que hace que deba esforzarse el doble. Todo eso cambia cuando conoce a Cedric Stone, uno de los pacientes del hospital en el que trabaja. Un hombre mayor taciturno, orgulloso y perdido en los recuerdos de un ayer que lo significó todo y del que ahora solo queda el polvo que se está desintegrando junto a sus últimos soplos de vida. La sorpresa llega cuando consigue trabajo con él y es que ahora Margot tendrá que cuidarlo y permanecer a su lado cada día, asegurándose de que no le ocurra nada mientras él le cuenta la historia de su vida. Aquello que nadie más sabe a excepción de los involucrados. Y aunque Margot no puede evitar preguntarse por qué le confía algo así a ella, otra parte de su interior siente una curiosidad insana a la historia de un hombre que vivió y sufrió demasiado, pero que en medio de esa guerra sin fin, encontró uno de esos amores que le dan un sentido inmenso a todo. Y mientras todo ello empieza a cobrar un peso inmenso en su día a día, también le hará replantearse el estilo de vida que lleva, las miles de cosas a las que ha renunciado... y le hará recordar que, a veces, creemos que nuestro corazón está muerto por las heridas, pero en realidad sigue latiendo. Sigue respirando... Y desea amar y ser amado con cada pedazo de nuestra esencia. ¿Y si su felicidad se encuentra más cerca de lo que ella misma cree?

Margot es un personaje que me ha encantado, porque la he visto muy humana y real. En lugar de mostrarme a alguien sin mucho transfondo, pues la historia se enfocaba principalmente en Cedric y Jane, Alice decidió darle vida a Margot y hacerle una profundidad muy dolorosa y valiente al mismo tiempo. Ver a una mujer como ella tener que sobrevivir día a día con dos hijos, con un sueldo pequeño y un trabajo que suprimía gran parte de su tiempo diario, era doloroso. Porque te hace darte cuenta de que todos tenemos problemas, de que a veces hasta la persona más buena y alegre tiene un dolor inmenso anclado en su corazón. Me dolió en el alma saber que ella estaba sola, a excepción de sus hijos, por culpa de que su última relación había sido horrible. Que el padre de sus hijos fuera un monstruo y que encima la lastimase a la menor oportunidad, me encogía el corazón porque me hacía comprender la razón de que tuviera miedo a arriesgarse. A dar el salto definitivo para ser feliz. Considero que es una madre increíble, que es alguien que hace lo imposible cada día por hacer feliz a sus hijos y que me alegra que su transcurso de la historia le vayan dando esos retazos de felicidad que se merece y que ya era hora de que alguien se lo diese a ella también.

Por otro lado tenemos a varios personajes igual de importantes, pero de los que no puedo hablar demasiado porque no se profundiza demasiado de ellos hasta más adelante, pero os contaré brevemente sobre ellos para que sepáis mi opinión y lo que os encontraréis de forma breve para evitar los spoilers.

Graham es un personaje que me ha sorprendido bastante, porque aunque iba con la idea de que quizá no me gustaba su persona, al final me he encariñado con él. Creo que tiene un peso primordial en la historia y que a veces creemos que las apariencias dicen algo de una persona y eso no es así. Por eso me ha gustado que él fuera así y que hubiese esos prejuicios que, a la larga, les hizo ver que la persona que tenían delante poseía cualidades muy diferentes a donde lo habían encasillado. También reconozco que me sorprendió un poco cuando supe que iba a ser el interés amoroso de la protagonista, pero me ha gustado y creo sinceramente que, cuando los vas viendo interactuar juntos, pegan bastante.

Cedric es un personaje que me ha hecho quererlo a unos niveles que no creía posibles. Sabía, desde que apareció en la primera escena tumbado en esa camilla, que iba a encariñarme de ese señor gruñón y orgulloso, que muy en el fondo posee un corazón inmenso y lleno de amor. Sabía que su historia iba a ser dura, era imposible no pensarlo cuando su transfondo se desarrolla en medio de una guerra, pero aun así ha sido intensa y sanadora en todos los aspectos posibles. El final no es sorpresa, desde el principio sabes cómo va a terminar su trayecto y, aun así, he llorado como una niña pequeña por el deseo que tenía de cobijarle en mis brazos y recordarle que iba a ser eterno en mi memoria y en la de todos aquellos que lo quisieron. Que Cedric Stone es, hoy y siempre, un hermoso para siempre.

Peter y Anna son unos personajes que me han dado muchísima ternura y es que no me esperaba para nada que habría dos niños en la historia. No os negaré que tienen sus más y sus menos, que te pueden gustar más o exasperarte en su lugar, pero a mí en líneas generales me ha sorprendido mucho lo humanos y reales que me han parecido. Por parte de Peter, conocer su profundidad, entender lo que escondía dentro, me ha sorprendido, pero a la vez me ha parecido uno de los transfondos más necesarios porque le ha dado ese realismo que muchos niños experimentan y que es una realidad. Por parte de Anna quizá sí que me ha faltado algo más, ya que siento que no tiene tanto protagonismo como Peter, pero me ha gustado esa personalidad suya tan diferente y especial, que la hacía verse tan inmensa e infinita con sus miles de preguntas y costumbres.

Jane es un personaje que me ha gustado mucho, porque me ha parecido igual de real que Cedric. Seguramente los haya quienes la han odiado o se han enfadado con ella y sus decisiones, pero yo creo que es algo inevitable, que no puedes pedirle a una persona que tenga esperanza constante y eterna cuando encima están en plena guerra, en una situación que debilita ese sentimiento en todo el mundo. Su desarrollo final es precioso, es el necesario y ha hecho que quisiera sostener el tiempo y detenerlo, para que ese instante durase más y más tiempo. Para que nunca terminase y pudieran anclarse a esa felicidad un poco más. Me pareció una chica sumamente valiente y fuerte, que no dudaba en luchar y enfrentar las situaciones por muy difíciles que fueran y que se merecía esa felicidad y esas sonrisas cada segundo de su vida.

En resumen, "Quedará el amor" es un libro que estaba ansiosa por empezar y que sabía que una vez que me internase entre sus páginas ya no iba a ser capaz de soltar el libro de ninguna de las formas. Es una historia con muchísimas aristas y aun así Alice Kellen ha sido capaz de hacerla hermosa a su manera, con esa delicadeza y esa profundidad que tan bien la definen. La trama contiene temas muy duros, especialmente tomando en cuenta que se desarrollan en medio de una guerra y que una de las dos historias de amor están desarrolladas en esa misma época. Me ha parecido esperanzador y doloroso darme cuenta de la cantidad de veces que creemos que la felicidad es eterna o que cualquier situación es superable, hasta que nos encontramos en una tesitura como la de dos de los cuatro protagonistas, que dejan ver lo complicado que es amar cuando el mundo parece dispuesto a alejaros. Y aun así ver cómo pese a ello no se rendían a la hora de luchar, es lo que te permite ver qué tan real es el amor cuando estás dispuesto a lo que sea con tal de estar al lado de la persona con la que quieres compartir tu día a día. Los personajes son un frenesí de sentimientos como todos los que hace la autora. No soy capaz de quedarme con uno solo de ellos, porque todos tienen un crecimiento muy notorio que te hace quererlos y desear abrazarlos con todo tu ser. Todo lo que ocurre, las historias de amor, la forma en que desarrollan el ámbito familiar, la guerra, el desarrollo de cada pasado y la manera en que cada hilo se va entrelazando con el otro hasta vincular todo pedazo del principio con el final, tiene un propósito y un sentido que hace que los últimos capítulos te golpeen más fuerte de lo normal. El romance es precioso y muy doloroso, pero que es acorde con todo lo que ha sucedido y lo que esperabas que fuese a suceder entre todos ellos. No podría haber elegido mejor final para todos ellos y aun así, ojalá haber tenido un poco más por el simple hecho de que ya los estoy echando de menos. La pluma de la autora siempre es un acierto, da igual si el libro es horrible o hermoso, este apartado nunca cambia porque la forma en que escribe Alice Kellen es preciosa y perfecta. Incluso los libros de ella que menos he disfrutado me han hecho aprender algo y, a la vez, me han ayudado a sanar y encariñarme con los personajes que iba creando sobre la marcha. 

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!




 












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