May Boeken/ Editorial Grijalbo/ 592 páginas/ Tus noches y mis días [Mediterráneo #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Para Unai, ella siempre fue la niña más bonita del mundo: el sol de todos los veranos. Ahora es una mujer que ha renunciado a demasiadas cosas. Para Lorena, él era el chico de las cien sonrisas: tan sinvergüenza como adorable. Ahora es un hombre que no sabe qué camino tomar.Unai Azurmendi y Lorena Segarra se conocieron en el camping Voramar, a orillas del Mediterráneo, cuando los días de vacaciones parecían interminables. Y en una de esas noches cargadas de estrellas, ambos se juraron amistad eterna. Años después, cuando sus caminos se cruzan en el mismo lugar, las circunstancias han cambiado para los dos. Sin embargo, allí siguen la playa, los recuerdos compartidos y unos secretos que no se atreven a revelar porque hacerlo podría nublar los cielos y desatar una tormenta salvaje.
¡Buenas mis queridas estrellas! Las ganas que tenía de leerme este libro por lo mucho que me gustó el primero eran muy intensas. Os prometo que no sabía de lo que iba a tratar, ya que nunca leo sinopsis para no adelantarme cosas, así que cuando vi que los protagonistas eran ellos dos me sorprendió mucho y me mantuvo con toda la intriga de saber qué fue lo que había entre ellos dos y que ocultaban tan bien al punto de no dejarte atisbar ni un pedacito anteriormente.
"Tus noches y mis días" nos cuenta la historia de Lorena y Unai, dos personas que crecieron con la firme convicción de que su amistad no se rompería con absolutamente nada, hasta que el sentimiento creció a algo más y sus caminos colisionaron hasta arder de la peor forma posible cuando se rompió. Ahora, años después, Unai está casado, con dos hijas y trata de arreglar su matrimonio que no deja de caerse a pedazos, y no sabe qué hacer para recuperar lo que se está muriendo ante él. Lorena trata de seguir adelante, aunque su corazón sufra en silencio cada día debido al error que cometió y que nunca ha podido perdonarse. Ninguno de los dos sabe cómo afrontar la situación y menos cuando sus vidas ya no son como antes y que su amistad se sostiene bajo los cimientos que un día se vinieron abajo. Pero lo peor no es eso, sino los secretos que esconden por dentro por el bien de que las cosas no terminen saltando por los aires debido a la situación. ¿Existe siquiera una oportunidad a lo que un día fueron o esa carta ya ha desaparecido del mazo que posee el destino?
Este es un libro que forma parte de la trilogía "Mediterráneo" como el segundo libro y en este caso acompañamos a la hermana de Rubén y al hermano de Maider, protagonistas del primer libro. Después de haberme leído ese libro no os mentiré que no me imaginaba que la trama iba a tirar con ellos dos en este libro y que descubriría la de cosas que se ocultaban. Hasta ahora incluso diría que es mi favorito de la trilogía por la intensidad y la de mensajes que deja este libro desde el minuto uno que lo empiezas.
La trama me ha encantado en todos los aspectos posibles, pero por el simple hecho de que si el primero deja unos mensajes bastante potentes, este se supera con darte muchísimos más. No puedo explicar hasta qué punto es de realista los temas que aborda la autora en este libro, lo difícil que es avanzar cuando tú mismo te pones obstáculos o lo complicado que es aceptarte a ti mismo cuando lo único que escuchas del resto son comentarios despectivos que te obligan a esconderte. He empatizado mucho con las situaciones que ocurren en el libro y diría que, por ahora, este se ha convertido en mi favorito de la trilogía.
Los personajes han sido una bomba completa de emociones. Desde el minuto uno sabía que los iba a amar, pero que también que me iban a romper el corazón más de una vez por todo lo que se callaban. Les tomé tanto cariño que cuando explotó todo fue imposible para mí no sufrir con lo que ocurría, con cada palabra que se decían, que podría haberse evitado de haber tenido comunicación desde el principio. Pero tomando en cuenta cómo eran ellos dos, era evidente que aquello pasaría. El romance es increíble, si es que yo pensaba que Maider y Rubén ya habían superado la expectativa, pero entonces llegan estos dos y me rompen todos los esquemas y ahora mismo solo puedo pensar: qué bonito es amar cuando encuentras a la persona que es capaz de quererte con tus más y tus menos. Tal y como son Lorena y Unai.
La pluma de la autora me encanta y eso ya es un hecho que no puede cambiar por mucho que escriba otros libros. Tiene una forma de transmitir muy amena, pero que te agarra por dentro y te deja sin respiración. El realismo que tienen los protagonistas, esos sentimientos pasionales que se reflejan desde el principio y que logra que te encariñes como nunca de todos ellos, si es que lo tiene todo este libro. Creo sinceramente que con este libro ha superado al primero y mirad que ese era muy profundo también, pero es que los temas de este libro y lo visceral que es me ha golpeado más fuerte.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Lorena, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que siempre creyó que en circunstancias normales podría avanzar en su vida a pesar de los golpes que pudiera recibir, pero pensarlo y hacerlo son dos conceptos muy diferentes y para desgracia de ella su vida se había basado siempre en tomar la primera opción. Hubo un tiempo en que estuvo segura de amar a alguien, hasta que llegó Unai, todo sonrisas y con esos impresionantes ojos que brillaban bajo el sol, y algo en su interior titubeó por primera vez bajo esa imponente presencia. El problema es que aventurarse a descubrir más cuando tu corazón sigue sanando las heridas que alguien más dejó puede tener consecuencias fatales y eso la llevó a cometer el mayor error de su vida. Ahora, años después, debe contentarse con seguir cada paso sola y aceptar que Unai solo será su mejor amigo y nada más. Él ha rehecho su vida, tiene una familia, una mujer y dos hijas que lo adoran, y sabe que lo que un día fue dedicado para ella, ahora ya no lo es por culpa de sus propias elecciones. Pero entonces algo sucede y es que cuando Unai le admite que su matrimonio no está pasando por su mejor momento y que ya no sabe qué hacer para salvar su vida y lo que ha creado, Lorena ya no sabe qué hacer. Sufre por Unai, sufre por ella misma al no poder negarse a intentar ayudarle y sufre por los recuerdos de aquellos días donde los días y las noches se sucedían únicamente cuando los dos estaban juntos... ¿Nunca más volverían a coincidir como entonces?
Lorena es un personaje que me ha golpeado fuerte desde su primera aparición por los temas que abordan con ella. Me ha sido imposible no sentirme identificada, porque por desgracia, una de las situaciones que vive Lorena son demasiado comunes en el mundo. Ver que ella era incapaz de aceptarse a sí misma, de creerse merecedora de ser amada por culpa de esos comentarios maliciosos que la gente cree que se pueden usar con la excusa de que "es por tu bien". Sentía tanta impotencia y rabia de que una chica tan buena y tan dulce tuviera que sentir que ser amada por alguien guapo según el estándar era un regalo para alguien como ella. Porque no es justo, porque es horrible que si no sigues el canon de belleza establecido ya no puedes ser hermosa o ya no eres merecedora de según qué "privilegios". Por eso entendí las razones de que Lorena hiciera las cosas que hizo, ¿estuvieron bien? Evidentemente no, pero es que al final cuando el miedo es mayor que todo lo demás o las inseguridades te acechan hasta ahogarte, es imposible no hacer ciertas cosas de las que luego puedes arrepentirte. Y a mí Lorena me dieron muchas ganas de abrazarla y de protegerla de todo el mal que le hicieron y que no se merecía en absoluto, no cuando no hizo nada para recibirlo para empezar. Sus sentimientos por Unai me llegaron muy profundo, pero porque es complicado dejarte llevar por lo que crees correcto o lo que es conocido para ti y dejar atrás lo que no sabes si será igual de estable puesto que no lo conoces en esos ámbitos. Y el miedo es un mal aliado, porque te impide arriesgar y cuando sale mal sufres las consecuencias de ver marchar aquello que pudo ser tu para siempre.
Por otro lado tenemos a Unai, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que creció siendo una persona rebelde, complicada y hasta algo alocada al punto de desesperar a los que le rodeaban. En el camping se le conocía como uno de los mayores peligros del lugar, pues siempre se animaba a desarrollar bromas que cuestionaban severamente la profesionalidad del lugar. Pero también era un chico que poseía una increíble suerte, pues tenía una mejor amiga que siempre estaba a su lado para sostenerlo, incluso con sus mayores tonterías. Y podría haberse quedado ahí, como una historia bonita de dos personas que se querían como amigos, pero la historia siempre fue más complicada. Cuanto más crecía, más cambiaba aquello que le recorría el pecho y que solo podía significar que la forma en que miraba a Lorena ya no era igual que entonces. Y esa certeza fue la que le llevó a arriesgarse a pesar de que tenía todas las posibilidades en contra. Y así fue, el cuento se acabó, el sol se fue y algo en su ser se rompió. Años después, Unai ya tiene su vida hecha por completo. Tiene a sus dos hijas, a su mujer Sara y cree que su vida está completa. Lo cual es una mentira inmensa porque la realidad es que su matrimonio se está viniendo abajo y ya no sabe cómo seguir sosteniendo los pedazos de este él solo. Tiene miedo de perderlas, de que cualquier cosa que haga rompa ese sentimiento tan frágil que persiste entre los dos y no sabe qué hacer para solucionarlo, para recuperar esa relación que un día los convirtió en uno solo. Porque, ¿cómo va a seguir adelante si el hogar que ha formado tras romperse se desmorona también delante de sus ojos?
Unai es un personaje que me ha enamorado por completo, incluso en los momentos más complejos de su evolución, y es que entendí a la perfección lo que sentía, los miedos que le abrumaban y que se negase a sí mismo a admitir algo tan difícil. Porque vamos a ver, quiero ir por partes. Parémonos a pensar un momento en la situación que carga Unai por dentro. Ya no solo es el típico chico que se refugia en una sonrisa para no cargar a nadie con sus propios problemas, que se escuda en las bromas para aligerar su propio dolor y que intenta luchar con todas sus fuerzas, aunque se quede sin ellas, para recuperar aquello que le es importante. Sino que también es una persona que lo dio absolutamente todo sin titubear y fracasó de una forma dolorosa y hasta algo cruel. A veces es fácil ver las cosas desde fuera y no nos paramos a analizar en la herida que eso puede dejar en una persona. Que des tu todo a alguien creyendo que es posible un futuro y, de un día a otro, comprender que no sirvió para nada, que nunca fuiste una opción para empezar y que te han dejado atrás para volver con aquello que sí era la opción principal. Eso rompe a uno emocionalmente, y no hablo del orgullo, sino de las secuelas que te deja en el corazón. Unai comete muchos errores en el libro y no los voy a justificar, porque hay cosas que dice o hace al final que fueron muy crueles viniendo de él, pero al final, ¿qué esperas de alguien que ha contenido su dolor todo el tiempo, que se lo ha guardado muy hondo para no dañar a nadie más y solo ha decidido dañarse a sí mismo? Pues que esa burbuja llega un momento que explota lo quieras o no y acaba salpicando a todo el mundo que buscabas proteger de ti mismo. Y eso es lo que le pasó a Unai, por eso tampoco puedo enfadarme por sus acciones, porque aunque no fueron acertadas, eran inevitables viendo la trayectoria de su personaje.
En resumen, "Tus noches y mis días" es el segundo libro de una trilogía que me ha sorprendido más aún que su precesora y eso que ya era algo difícil con lo mucho que me gustó el anterior. Aun así la autora ha logrado mezclar tantos mensajes, tantos ingredientes y tanta variedad de emociones, que me ha sido imposible no enamorarme de este segundo libro que contiene todo lo que a mí me encanta, entre ellos unos protagonistas capaces de cortarte la respiración. La trama me ha encantado porque es el cóctel perfecto de temas más complejos y variados del mundo, se le da visibilidad a situaciones que pueden pasar perfectamente en la vida real y que te hace empatizar con los personajes y las situaciones tan complicadas que viven por todo lo que les sucede. Creo sinceramente que la forma en que se desarrolla todo es muy humana, que los sentimientos se reflejan a la perfección y que cualquiera reaccionaría de la forma en que sucede aquí cuando los miedos y las inseguridades son más grandes y fuertes que todo lo demás. Además que no puedo dejar de dar hincapié a que adoro lo bien llevado que está la ambientación de los noventa (salvo algunas licencias como dice la autora) y eso hace que meta más de lleno en ello. Los personajes son un completo amor y eso que son complejos como ellos solos. Pero es que desde el primer capítulo supe que los iba a amar, que iban a golpearme más fuerte que Maider y Rubén y así ha sido. He querido abrazarles y recordarles que ellos son valiosos por sí mismos y que nadie debe hacerles creer lo contrario. Me ha dolido en el alma ver como muchas veces las palabras ajenas tienen más poder que las nuestras o como tenemos la costumbre de aferrarnos a las cosas que nos duelen, cuando en el fondo sabemos que ya no nos hacen igual de felices. Pero es más sencillo aferrarse a lo cómodo, a lo fácil, y no enfrentarse a lo desconocido y aquello que da más miedo que la comodidad de lo que ya conoces. El romance me ha calado muy hondo y es que los dos sienten de una forma tan visceral y su relación de amigos y luego pareja es tan profunda que me ha sido imposible no enamorarme de ellos y de las situaciones surrealistas que creaban juntos de la mano. La pluma de la autora es una emoción tras otra, una marea de sensaciones que me ha dejado suspirando desde el minuto uno y que me ha hecho sonreír más que nunca. He adorado cada página, cada momento que creaba y, sobre todo, me ha hecho feliz darme cuenta de la unión tan preciosa que tenían los protagonistas y que ella supo hilar a la perfección con todo lo demás. Además debo dar un pequeño hincapié a la felicidad que me ha dado tener no solo a Lorena y Unai en este libro, sino también a mis queridos Maider y Rubén y ver lo que les ha deparado en el futuro.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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