Andrea Longarela/ Editorial Esencia/ 448 páginas/ Tú y yo en el corazón de Brooklyn/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Me llamo Aurora y estoy a punto de entrar en una iglesia para detener una boda. ¿Que no te lo crees? Pues siéntate, porque eso no es lo peor que he hecho en mi vida. Ojalá lo fuera. Ojalá no se tratara de una estupidez más que añadir a una lista. En realidad, si estoy a punto de provocar un nuevo desastre, la culpa es solo suya. De sus ojos azules. De su voz de encantador de serpientes. De su innegable talento. De todo lo que esconde bajo esas prendas horteras y esa mirada airada. De la única persona del planeta que ha conseguido derretir a la Aurora más fría. Del maldito Evan Bradley. Pero, espera, creo que me estoy adelantando. Para entender esto debemos retroceder un poco, justo hasta el día en que cumplí veintiocho años. Imagínate una mesa con una tarta de arándanos en el centro. A un lado, mi vecino octogenario; al otro, su gato. Ningún invitado más. No sientas lástima por mí, porque cuando sople las velas, pediré un deseo. Y se va a cumplir…
¡Buenas mis queridas estrellas! Con este libro acabo otra historia más de las antiguas de Andrea Longarela y he de decir que con este libro me he llevado una gran sorpresa. Y es que creo que es la historia más diferente que he leído de la autora y que más me ha chocado por lo oscuro que llega a ser por momentos el romance que te cuentan y todo lo que aguarda detrás.
"Tú y yo en el corazón de Brooklyn" nos cuenta la historia de Aurora, una mujer que está más que dispuesta a detener una boda que se niega que se lleve a cabo. Sin embargo, quizá debamos retroceder un poco en el tiempo para entender bien la razón de esa situación. Y es que Aurora vive sus días pagando los errores que cometió en su adolescencia, los cuales la han dejado completamente sola y sin nadie a su lado. Todo eso cambia cuando en su trabajo ocurre lo inesperado. No solo van a trabajar para entrevistar a una de las estrellas del momento... Sino que él parece totalmente dispuesto a que sea ella la que se encargue de todo ello. ¿Qué ocurrirá en ese transcurso cuando entre los dos solo parece existir un inmenso odio?
Este es un libro que no tenía ni idea de lo que trataba cuando me animé a empezarlo y siendo sincera no me esperaba que iba a terminar siendo así. Al estar acostumbrada a los libros tiernos y dulces de Andrea Longarela, empezarme uno suyo donde hay tantos temas cuestionables y actitudes tóxicas se me hizo raro. No considero que haya sido un mal libro, pero también reconozco que no es del todo mi estilo y esa es la razón de que no se haya llevado más nota de la que podría haber tenido en otras circunstancias.
La trama es compleja, pero porque los protagonistas lo hacen así desde el minuto uno. Hay temas muy variados en el libro donde te hace replantearte muchas cosas, entre ellas si es algo bueno o no tomar algunas decisiones tomando en cuenta tu propio dolor, la venganza, el tratar de avanzar tras sufrir un trauma y qué es aquello que hace a una persona buena o mala. A la hora de reflejar todo ello me ha parecido un buen libro. Mi problema ha ido más bien a ese "final feliz" que, conociendo todo lo ocurrido y lo crudo de la situación, me ha costado bastante creerme en general.
Los personajes me han parecido muy viscerales y reales, pero a la vez de los más complejos que he leído en un romance por la moralidad tan cuestionable que tienen. Desde el inicio la dinámica que tienen es complicada, incluso diría que algo turbia porque buscan dañarse sin pensarlo dos veces. Lo que me ha gustado ha sido el realismo en las interacciones que tenían, ver el lado oscuro en una relación cuando ambas partes están rotas. Pero lo que no me ha convencido es que hayan querido venderme algo feliz al final pese a todo. El romance es complicado, pero no negaré que me ha mantenido bastante intrigada por saber qué iba a pasar entre ellos.
La pluma de la autora en este libro sí que he sentido que mantiene parte de la esencia con la que la conocí por primera vez, esa chispa que la hace ella y que a mí me gusta tanto de Andrea. Siento que las emociones en este libro son bastante profundas y consiguen captar el dolor y cada retazo de lo que están experimentando. De hecho los dos protagonistas son tan moralmente cuestionables que a veces te cuesta entenderlos, pero por lo humanos que llegan a ser con todos sus errores y defectos.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Aurora, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que se encuentra en uno de los momentos clave de su vida a punto de detener una boda, aunque para entender las razones de ello, será necesario retroceder un poco al primer punto de su historia. Para ella la vida había dejado de pertenecerle mucho tiempo atrás cuando sus inmensos errores la castigaron a una vida eterna llena de culpa y dolor. Si algo tiene claro es que se niega a volver a ser la chica que un día dañó a tantas personas sin pensar en las consecuencias de sus propios actos. Por eso mismo tomó la radical decisión de apagarse, de silenciar esa llama que arde en su interior y que la volvió durante muchos años en una persona sin escrúpulos capaz de romper a otras sin titubear. Ahora, en cambio, Aurora no quiere volver a ser la persona que un día fue, de hecho la odia más que nunca y sabe que todo lo que está viviendo es el pago de sus propios crímenes. Hasta que llega su cumpleaños, sopla las velas pidiendo un deseo y... Todo cambia de un momento a otro. De repente se encuentra a sí misma a punto de entrevistar a uno de los actores del momento a pesar de que no se cree capaz de manejarlo. Por si eso no fuera suficiente, él la odia y ella... Ella tampoco puede soportar tenerle cerca aunque sienta una irreflenable atracción por él. ¿Qué ocurre entonces cuando dos personas tan opuestas chocan entre sí y deciden hacerse la vida imposible? ¿Se puede salir indemne de algo así?
Aurora es un personaje que es difícil de digerir porque estás conociendo a una persona que ha sido mala en todos los aspectos posibles de su vida y que está pagando por todo ello. Una parte de mí le cuesta perdonarla por algunas cosas que hizo y que yo, en la situación de la víctima, no podría perdonar para mantener una relación con ella como si nada. Pero claro, luego la otra parte de mí se ha sentido muy incómoda al descubrir algunas de las cosas que le hicieron a ella en venganza, devolviéndole el daño que ella provocó a un nivel casi enfermizo. Eso es lo que te hace preguntarte, ¿quién es peor ahí? ¿El que hace daño o el que ha sufrido ese daño y decide devolverlo? Porque eso no te hace mejor persona que el que te ha hecho lo que tanto te rompió. Por eso tengo una dualidad complicada con Aurora y no sabría decir si me cae bien o me cae mal, porque hay partes de ella que odié y partes de ella que sí conseguí empatizar con ella. Sus sentimientos hacia Evan eran de lo más extraños, porque aunque una parte de ella te hacía ver la profundidad de lo que empezaba a sentir, la otra sacaba ese lado dañino con el que me ha costado bastante empatizar y me hacía sentir hasta incómoda con ella. Quizá es debido a que Aurora es mi completo opuesto y eso me ha hecho más difícil entenderla o conseguir ponerme de su parte en gran parte de la historia, porque vamos, la situación que te vende por la que está completamente sola es bastante turbia de por sí.
Por otro lado tenemos a Evan, nuestro protagonista masculino. De él no os puedo hablar demasiado ya que lo que os cuente puede ser considerado spoiler porque no tiene punto de vista. Así que os contaré un poco sobre él y mi opinión general del personaje.
Evan es un personaje que me ha parecido de lo más difícil de entender. Desde el minuto uno me estresaba con sus cambios constantes de personalidad y humor, actuando igual o peor que todo lo que él vivió. Por una parte puedo entender el odio y el deseo de hacerle sentir a la persona causante de tu dolor lo que tú sentiste... Pero es que con sus respuestas, él no estaba demostrando ser mejor persona que ella y que nadie. Me ponía de los nervios su conducta de creído, que tratase a los demás como si no valiesen lo mismo que él y aunque pude entender algunas partes de su actitud, las otras me ponían de los nervios. Creo que es un personaje demasiado complicado, casi como un laberinto sin final en el que no dejas de dar vueltas buscándole un sentido a todo lo que está sucediendo. Así era él y los sentimientos que mostraba hacia Aurora, que aunque no los conocía de primera mano porque no tenía punto de vista, sí se dejaba ver lo difícil que era en todo momento por lo bipolar que llegaba a ser. No sabría decir si me ha gustado o no, porque al final no me ha demostrado ser mejor persona que Aurora y eso me ha llevado a no conectar del todo con su situación a la hora de descubrirse ese plot-twist final que ya me olía desde el primer comentario sobre ello. Creo sinceramente que este personaje tenía un desarrollo para otro tipo de desenlace y que viendo cómo termina todo y la forma en que se desarrolla de un segundo a otro su crecimiento personal hace que me sea imposible conectar con él y entenderle. Quizá es por culpa de que no he tenido punto de vista suyo y eso igual me habría ayudado a entenderle mejor.
En resumen, "Tú y yo en el corazón de Brooklyn" es un libro que no me esperaba leer en estos momentos y que me ha pillado algo por sorpresa. Y es que no me esperaba en absoluto que el libro se iba a desarrollar de la forma que lo ha hecho, ya que conozco a Andrea Longarela por escribir historias que conmueven y te dejan el corazón blandito, no con esta dualidad tan extraña y estos comportamientos tan moralmente cuestionables. La trama es complicada, pero porque desde el inicio sabes que no vas a leer una historia de amor bonita donde todos son adorables y se dan muchos besitos. Aquí te encuentras algo visceral, crudo y con unas actitudes que rozan lo tóxico en varios momentos. Creo que es una historia que hay que leer sabiendo lo que estás empezando, ya que yo que voy habituada a un estilo concreto de Andrea, me ha dejado algo extrañada este tipo de historia escrito por ella. ¿Me parece un mal libro por ello? En absoluto, pero tampoco ha sido mi favorito porque me ha costado conectar con ese desenlace tomando en cuenta todas las circunstancias que hay detrás antes de llegar a él. No me ha parecido algo realista o que ocurriría en la vida real sabiendo las cosas que hay detrás de todo eso. Los personajes tampoco se quedan atrás y es que son de lo más oscuros y turbios. Tienen actitudes que te hacen llevarte las manos a la cabeza cada dos minutos y que te dejan con la boca abierta por la situación. Hay muchos momentos tóxicos y algunos cuestionables que te dejan pensando en cómo actuarías tú en el lugar de ellos. Lo que más me molestó es que quizá toda la historia tuvo un desarrollo muy concreto que me estaba convenciendo hasta que llegó la evolución final y todo se arruinó. Fue el mismo sentimiento que tuve con "Tú y yo invencibles", que aportaba una relación muy compleja como la de estos dos y que buscaba culminarse con ese "felices para siempre" que a mí me parece tan anticlimático y tan poco realista tomando en cuenta las circunstancias de todo lo que han vivido los personajes y que en la vida real no se perdona tan fácil. La pluma de la autora mantiene esa esencia suya que yo conozco aunque sea de forma sutil, pero solo a nivel narrativo, pues con la historia todo cambia radicalmente. Jamás me esperé leer una ambientación tan oscura y cruel desde la escritura de Andrea Longarela y me ha chocado bastante por lo poco acostumbrada que estoy a algo así. Aun así, no me ha parecido un mal desarrollo para ser el primero, obviamente dejando a un lado ese final feliz que a mí no me ha convencido para nada.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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