Chloe Walsh/ Editorial Montena/ 784 páginas/ Releasing 10 [Los chicos de Tommen #6]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Lizzie Young siempre ha sentido que era demasiado en todos los sentidos. Diagnosticada con trastorno bipolar a una edad temprana, nunca ha encajado en su familia, con sus amigos ni en su comunidad. Lizzie quiere que la acepten y la entiendan, pero como cuenta con poca gente de su lado, ha llevado sola el peso de sus cargas y traumas.Cuando conoce a un chico atento en el autobús del instituto, parece que las cosas comienzan a mejorar por primera vez en su vida…Hugh Biggs tiene la madurez y la sabiduría de alguien mucho más mayor. Un joven con una mente aguda y un firme código ético que ve algo en Lizzie Young a lo que no se puede resistir. Quiere serlo todo para ella y ayudarla a sobrellevar su carga. Y Lizzie quiere lo mismo.
¡Buenas mis queridas estrellas! En cuanto me enteré de que este libro había salido ni siquiera me lo pensé y me puse de lleno con él. No os voy a mentir, no es el que esperaba con más ansias (todavía mantengo la esperanza de que hagan un segundo libro a Gibsie porque se lo merece) y es que Lizzie siempre fue un "si pero no" para mí por toda la complejidad que tenía su personaje y por sus conductas en libros anteriores. Pero no negaré que me daba curiosidad entender un poco lo que había al otro lado. Eso sí, sinceramente aunque me esperaba algo duro, creo que la autora ha sido excesivamente cruel, porque de verdad que no me esperaba este nivel de drama y horror en su transfondo.
"Releasing 10" nos cuenta la historia de Lizzie y Hugh, dos personas que se encontraron en la infancia y que formaron una de esas amistades que pocas veces encuentras en la vida. Lizzie ha tenido que cargar con el peso de un trastorno bipolar desde muy pequeña y esa condición le ha perjudicado en todos los aspectos de su vida, incluido su vida familiar y de amistad. Hugh siempre ha sobresalido en todo y ha luchado por convertirse en un hijo ejemplar del que sus padres se sientan orgullosos. Cuando los dos se conocen en el autobús, el vínculo que se forma es completamente indestructible, al igual que la atracción que sienten por el otro y que nadie puede negar jamás. Pero según van creciendo, las circunstancias en sus vidas se van complicando y torciendo más, porque aunque Lizzie intente mantener a raya todos sus demonios, ¿estarán preparados para afrontarlos todos en el momento que decidan volver a salir?
Este es un libro que forma parte de una saga llamada "Los chicos de Tommen" y este es el sexto libro y el primero que nos cuenta la historia de Lizzie y Hugh, secundarios de libros anteriores. Ya cuando te lees los primeros sabes que entre ellos dos hubo una historia y una relación que no terminó bien, pero nunca se entró en detalles que explicasen la razón de por qué todo se fue al traste entre los dos. En el libro de Gibsie se profundiza un poco más en ella y en algunas de sus emociones, pero os voy avisando de que ningún libro te prepara para lo que realmente pasa con ella. Y os prometo que si me ha costado acabar el libro ha sido, principalmente, por lo exageradamente doloroso y horrible que es en muchos momentos.
La trama me ha gustado por la visibilidad que da, pero ya os voy avisando de que incluso la he sentido mucho más explícita que los anteriores libros. Quizá es porque aborda ciertos temas que se tiene que mostrar bien para ver la crudeza de la situación, pero sin duda es el que más drama contiene hasta ahora y también el que toca temas más difíciles de leer con bastante diferencia. Me gustado que en ese aspecto la autora se redimiera un poco, porque en este libro ha abordado bien el tema que sentí que no manejó correctamente en el de Gibsie y Claire (algo que espero que se resuelva próximamente), así que eso me ha permitido conectar más con todo lo que iba contando y todas las situaciones que se reflejaban y que, desgraciadamente, son muy reales.
Los personajes me han gustado más de lo que esperaba, aunque también os voy a decir que no os esperéis una protagonista como Shannon o como Claire. Lizzie es bastante gris, no solo por lo que guarda dentro y lo que ha vivido, sino porque en general es una persona explosiva, intensa e incapaz de controlar sus impulsos a causa de su enfermedad. Algo que me ha gustado de este libro es que me ha permitido conocerla y entenderla mejor, pero a diferencia de lo que dicen muchas otras personas, yo creo de verdad que aunque hay cosas que justifican sus acciones, otras no lo hacen. Hugh me ha gustado muchísimo al poder conocerlo en su punto de vista, creo que es un ser de luz, que ha luchado con uñas y dientes por la mujer que ama y que es un cabellero valiente y honorable que ha demostrado cómo se debe amar. Sinceramente no tengo absolutamente nada negativo que decir sobre él.
La pluma de la autora sigue siendo igual que en los anteriores libros y es que a pesar de que contiene una sobrecarga excesiva de drama, su narrativa se lee en un suspiro al igual que sus historias. No sé cómo lo hace, pero me resulta imposible soltar alguno de sus libros hasta acabarlo y eso que cuando hay mucho sufrimiento y drama necesito reposar la historia un poco, pero con ella no soy capaz. Creo que a diferencia de lo que me pasó con la historia de Gibsie y Claire, aquí he vuelto a sentir a la autora que yo conocí con los primeros libros, mostrándonos una trayectoria más visceral donde el proceso de los protagonistas es lento y va evolucionando de forma progresiva y a fuego lento. Algo que fue muy diferente en el quinto libro y que sigo esperando que se solucione en un segundo libro de Gibsie y Claire (mi niño se merece tener un libro como debe ser, ahondando bien en todo lo que guarda dentro).
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Lizzie, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que desde que era muy pequeña fue diagnosticada con un trastorno de bipolaridad que ha arruinado su vida y la de todos los de su entorno una y otra vez. No solo tiene problemas en la escuela y es incapaz de hacer amistades por causa de sus arrebatos, sino que en su casa su padre y su hermana son incapaces de soportarla por la vergüenza que les supone su actitud. Aunque la medican y tratan todo lo posible, nada puede detener la oscuridad que se cierne sobre ella o la presencia de la mujer siniestra o del monstruo que la acechan cada noche en la oscuridad. Lo único que consigue aplacar un poco esas sensaciones y mitigarlas es el momento en que conoció a ese chico en el autobús. Un chico que despierta una emoción desconocida en su pecho, un chico que le gusta y que le hace desear saber más y más de él. Lo que nunca esperó es que ese chico terminaría convirtiéndose en su mejor amigo y en la persona más importante de su vida. Aunque es el hermano mayor de una de sus mejores amigas, Lizzie se niega a renunciar a lo que siente, a esa luz que ha aparecido ante ella y la cual no piensa soltar por nada del mundo, sobre todo cuando poco a poco ha empezado a encontrar su lugar en el mundo y a formar su propio grupo de amigos que la hacen sentir feliz. Pero cuando la burbuja de tranquilidad se rompa a su alrededor, ¿será Lizzie capaz de escapar de las garras de la oscuridad que no deja de acecharla?
Lizzie es un personaje que antes de este libro no me terminaba de caer en gracia. No es que la odiara, pero me costaba perdonarle ciertos comportamientos que tuvo en libros anteriores. Especialmente los que iban dirigidos a Gibsie y que me parecían muy crueles e injustos. Ahora que me he leído el libro he podido entenderla mucho más y comprender que el presentimiento que tenía de que había mucho más detrás de esa personalidad suya tan mordaz no iba muy desencaminado. He podido entenderla porque os aseguro que todo lo que vive este personaje es inhumano y te deja con el corazón destrozado en cada capítulo. Nadie debería vivir algo así y nadie debería tener que aprender a sobrevivir a cosas de ese calibre a ninguna edad, especialmente a una que tuvo ella cuando todo pasó. Se me ha revuelto el estómago en muchas partes, porque creo que el libro llega a ser el más explícito de todos hasta ahora, o quizá es porque es uno de los temas más duros que he leído de la saga y eso hace que sea horrible de leer por todo lo que te genera en el pecho hacerlo. Porque ahora la entiendo y quisiera abrazarla y asegurarle que todo irá bien. Impedir que nadie vuelva a hacerle daño. Algo que sí he de decir y que es lo único que no comparto con otras personas, es que entenderla no significa justificar ciertas acciones. Algunas de las cosas que hizo sí que creo que están justificadas por las circunstancias, pero otras a mi opinión no lo están. Aunque me ha gustado que la autora hiciera a un personaje con una reacción distinta cuando las cosas son demasiado abrumadoras ya, eso no quita que sus acciones hacia las personas equivocadas está muy mal y que para mí no tiene justificación posible. Algo que sé que, cuando llegue el momento de leer el desenlace, la autora tendrá en cuenta y espero que le ponga remedio en ese libro.
Por otro lado tenemos a Hugh, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que siempre ha sobresalido en todo lo que hace, pues su propósito es ser un hijo ejemplar del que sus padres estén siempre orgullosos. Tiene buenas notas, no rompe ninguna norma, se asegura de mantener la confianza de sus padres y no hace absolutamente nada que pueda resultar peligroso. Hugh no tiene interés en nada más que eso, en ser el mejor y no dejar de mejorar cada día un poco más. Y para él eso era suficiente. Hasta que la conoció a ella y fue entonces cuando Hugh empezó a desear algo más que jamás había querido antes. Lizzie es puro fuego, una de las personas más directas y sinceras que ha conocido, por no hablar de lo lista que es y de las muchas cosas que tienen en común. También le parece una de las chicas más guapas que ha visto en su vida y esas sensaciones nuevas lo confunden y lo ponen muy nervioso, porque no sabe cómo actuar frente a ella. Por eso cuando su relación se va afianzando y ella se convierte en su mejor amiga, Hugh se siente completo, pletórico, aunque siga sintiendo que falta algo más. Que hay algo en él que no tiene suficiente con solo ser amigo de esa increíble chica. Y es que aunque los dos saben que hay algo más entre los dos, Hugh nunca se siente capaz de dar el paso con ella, pues tiene miedo de lo que pueda pasar. Según crecen y las cosas entre ellos van cambiando con la edad, Hugh se dará cuenta también de que no todo es tan perfecto como creía. Y es que aunque Lizzie es todo cuanto ha soñado, cuando se encuentra de cara con la oscuridad que esconde, Hugh tendrá que mantenerse firme y luchar con todo lo que tiene para no dejarla caer. ¿Será capaz de soportar el peso de ambos hasta que amaine la tormenta?
Hugh es un personaje que en libros anteriores me parecía tierno pero tampoco me llamaba demasiado la atención como otros del grupo. Aun así he de reconocer que me ha sorprendido bastante todo lo que he ido viendo de él a lo largo del libro. Al igual que los anteriores libros, siempre hay uno que tiene toda la carga de demonios y el otro que trata de mantenerlo en pie y estar ahí como hombro en el que apoyarse y en este caso Hugh es el segundo. Sí que es verdad que tenía algunas cosas dolorosas en su vida, como el caso de su padre y su ausencia, pero en general tiene una vida tranquila y sin demasiado drama a su alrededor, cosa que se agradece tomando en cuenta todo lo que tiene Lizzie detrás. Creo que es un personaje que se merece todo lo bueno de este mundo por la cantidad de veces que me ha demostrado en este libro que es una pareja increíble y que todos merecemos a alguien como Hugh en nuestra vida. Pero al mismo tiempo me ha roto en miles de pedazos hasta qué punto se ha sacrificado cada dos por tres para salvar a la chica que ama. Obviamente cuando se quiere a alguien se hace lo imposible por él o ella, pero es que en el libro ves como los años haciendo todo eso van desgastando poco a poco a Hugh, apagando su brillo y dejándolo sin forma de avanzar. Y aun así, incluso cuando todo se va a la mierda, Hugh demuestra una vez más hasta qué punto la ha amado, que hasta el final sigue preocupándose por su bienestar y por cuidarla en todo lo posible. No sé qué me deparará con él en el segundo libro, pero lo que sí sé es que espero que la autora le dé la mayor felicidad de todas, porque es uno de los más valientes de la saga por no rendirse en medio de la tormenta y nadie me hará pensar lo contrario.
En resumen, "Releasing 10" es el sexto libro de una saga que me ha parecido de los más horribles de la saga hasta ahora por el peso que supone y toda la carga emocional que tiene detrás. No sabría explicaros con palabras la cantidad de veces que tuve que parar para digerir lo que estaba leyendo, porque es un libro excesivamente duro y, también uno de los que más advertencias debería tener antes de leerlo, porque es de los que peor te deja en mi opinión. La trama es la más difícil y es que ya empieza a ser crudo desde la primera página y no para hasta el final. Los otros libros aunque eran muy duros sí que es cierto que sentía que te daban algo de tregua por momentos, pero en este siento que apenas han habido momentos de felicidad. Todo el libro es un constante frenesí de dolor y sufrimiento donde los protagonistas no tienen ni un pequeño resquicio de felicidad más allá de su relación y ciertos momentos que viven en el grupo de amigos. Los temas que se trata creo que son los más horribles de la saga y a la vez creo que es importante dar visibilidad a una realidad que viven muchas personas y por las que hay que alzar la voz cuando son incapaces. Siento que este libro ha sido un poco una redención de la autora para mí, pues luego del quinto libro, donde sentí que no abordaba bien todo el tema de Gibsie, aquí lo ha manejado mucho mejor y de la forma que estoy acostumbrada a leer de ella, que es poco a poco. Los personajes no se quedan atrás y es que aunque tienen un enamoramiento muy directo, eso no quita que toda la trayectoria que viven es intensa y puedes llegar a empatizar bastante con toda la situación de ambos. Lizzie me costaba entenderla aunque sabía que debía tener una gran carga detrás, pero cuando lees su libro te das cuenta de verdad de la cantidad de dolor y situaciones que ha tenido que vivir. Solo he querido protegerla, porque nadie en este mundo merece vivir lo que ha tenido que experimentar ella desde tan temprana edad. Hugh es un caballero valiente y hermoso que quiero proteger y abrazar con todas mis fuerzas. Cuando lo conocí como secundario no me decía nada en especial, pero viendo su trayectoria y comprendiendo la lucha inmensa que hizo solo por querer ver bien y feliz a la chica que amaba fue suficiente para enamorarme de él y tener claro que pase lo que pase entre ellos, yo solo deseo que este chico sea feliz con toda mi alma. El romance es muy intenso, pero también de los más dolorosos. Ya os aviso que aunque estaréis acostumbradxs al drama de Chloe después de cinco libros, este siento que es el romance más excesivamente visceral de la autora, donde más puedes ponerte en la piel de ambos y sufrir con lo injusto y cruel que ha sido todo para ellos. La pluma de la autora se mantiene en su línea y es que me sigue pareciendo sorprendente como un libro con tantísima cantidad de drama puede tener una narrativa tan amena y fácil de leer. Es que os aseguro que según voy leyendo me doy cuenta de que no puedo parar y me acabo ventilando el libro en nada por eso mismo. Sí que es verdad que a veces tienes que parar, porque el dolor es tan inmenso y las emociones tan viscerales que es imposible seguir la lectura. Pero en general creo que todo el progreso que ha tenido la autora desde el primer libro a este ha sido notorio y, en mi opinión, es difícil que los potentes mensajes que deja en sus libros no te lleguen aunque sea un poco.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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