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jueves, 4 de diciembre de 2025

Donde habitan las sirenas

María Martínez/ Editorial Crossbooks/ 448 páginas/ Donde habitan las sirrenas/ Tapa blanda/ Comprar aquí 




A veces, solo necesitas lanzarte a la deriva para encontrar tu lugar.

Lucía abandonó la isla en la que creció con una única promesa, no regresar jamás. El pasado que allí dejó anclado, aún la atormenta cuando cierra los ojos.

Sin embargo, su determinación se tambalea cuando el destino llama a su puerta y se empeña en devolverla a ese lugar que no consigue olvidar. Incapaz de ignorar la petición de su abuela, Lucía vuelve a Vila Mareva y sus playas bañadas por el sol y las aguas azules del Mediterráneo. Donde se enamoró por primera vez y aprendió lo crueles que pueden ser las personas.

Allí se reencontrará con Laura, su hermana, con la que lleva mucho tiempo distanciada y, mientras el verano se abre paso, Lucía intentará dejar el pasado atrás y derribar los muros que la separan de su familia.

Un encuentro inesperado.

Un secreto que sale a la luz.

Una historia sobre el amor, el destino y los nuevos comienzos.




¡Buenas mis queridas estrellas! Cuando salió esta novedad e informaron de que iba a salir este noviembre, yo ni siquiera me lo pensé dos veces. Las ganas que tenía de descubrir esta historia y reencontrarme con la pluma de María era mucho más grande que retomar mis pendientes. Y la verdad es que estoy contenta, ya que luego de las dos últimas malas experiencias que había tenido con la autora, en este libro he vuelto a sentir la chispa con la que la conocí con mis dos libros favoritos de ella. Y aunque no es mi favorito de todos los que tiene, este ha sido un abrazo al corazón en todos los sentidos.

"Donde habitan las sirenas" nos cuenta la historia de Lucía, que abandonó la isla en la que creció para alejarse de un pasado que aun la atormenta en la actualidad. Y es que por mucho que lo ha intentado, es incapaz de permanecer en el mismo lugar que su familia, los cuales la dañaron horriblemente, y de la isla donde perdió a su primer amor. Sin embargo, cuando una llamada de su abuela dándole la mala noticia de que está enferma y la necesita, Lucía dejará a un lado su rencor y dolor y parte de vuelta al hogar que dejó atrás hace tantos años. Allí no tardará en revivir todo aquello que creía olvidado y también se reencontrará con Román, el hermano de su primer amor, con quien empieza con muy mal pie. Quizá es el momento de limar asperezas y tratar de dejar el pasado atrás para dejar de arrastrarlo como lleva haciendo tantos años. ¿Pero se puede olvidar aquello que todavía duele? ¿Incluso cuando hay tantos secretos a su alrededor que le están ocultando?

Este es un libro que en cuanto lo anunciaron fui corriendo a hacerme con él. Echaba mucho de menos leer un libro de María y ver con qué iba a encontrarme esta vez. Desde que leí mi primer libro de ella se convirtió en una autora confort para mí, a la que siempre recurro cuando quiero uno de esos libros que me abracen el corazón y me hagan sentir en casa. No es mi favorito de la autora, pero sí pienso que a diferencia de los dos anteriores que publicó, aquí he vuelto a sentir esa chispa de ella con la que la descubrí por primera vez y es algo que me ha hecho muy feliz.

La trama me ha gustado muchísimo y es que he notado que la autora volcaba mucha más profundidad en todo el tema familiar de la protagonista y lo que ocurría en esta que en toda la parte romántica. Así que me atrevería a decir que es su novela menos romántica (y aun así tiene mucho romance, que no se me malinterprete). Me ha gustado la visibilidad que le ha dado a tantos temas que creo que son bastante reales. Por ejemplo el sentir como desconocidos a personas que pertenecen a tu misma sangre. O la dificultad de seguir adelante cuando esas personas que deberían protegerte te lanzan al vacío porque consideran que no eres lo que ellos esperaban de ti.

Los personajes me han encantado y eso que no sabía lo que iba a encontrar cuando lo empecé. Sabía que iba a ser un libro duro, ya que había visto por ahí que se centraba mucho en el ámbito familiar y cómo es vivir en una familia rota y desestructurada como la que tiene la protagonista y eso me ha hecho empatizar mucho. Lucía me ha parecido un amor, una chica que tiene el cielo ganado por todo lo que ha aguantado a lo largo de su vida. Más de una vez he querido abrazarla y protegerla de todo el daño que no dejaban de hacerle, porque a pesar de las patadas que recibía, ella nunca dejó de ser justa y una buena persona. Y Román me ha sorprendido mucho, aunque al principio me preocupaba que no me cayera bien, al final se ha ido ganando mi corazón según avanzaba la novela.

La pluma de la autora me encanta y aquí la he vuelto a sentir muy ella. No solo te llena de reflexiones que te dejan pensando o que te ayudan a sanar con cosas tuyas que no sabías que tenías, sino que también es un abrazo constante al corazón. En este libro he notado que la narrativa era mucho más fluida que sus dos anteriores novedades, donde también he visto más ternura en lo que sucedía y un cúmulo mayor de emociones. Además que la química romántica que refleja en este libro me ha parecido más bonita y sentida que en esos libros. 

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Lucía, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que durante parte de su infancia fue feliz, pues tenía todo aquello que creía que jamás iba a faltarle. Sin embargo, los años y las dificultades le demostraron lo equivocada que estaba. Y es que todo es efímero, incluso las relaciones con personas que tienen tu misma sangre, y Lucía aprendió a las malas que hasta aquellos que más quieres pueden romperte el corazón y decepcionarte. Ahora han pasado muchos años desde que Lucía abandonó aquella isla donde dejó a su familia y su pasado atrás, ese que lucha por olvidar para que deje de atormentarla. Pero aunque lo intenta, la vida no le da ni un poco de tregua para ser feliz. Sin novio y habiendo perdido su trabajo, lo último que le faltaba era recibir una llamada de su abuela confesándole que está enferma, que es muy grave, y que la necesita. Y aunque el dolor sigue pesando en su corazón, Lucía hace las maletas y parte de vuelta a esa isla que dejó atrás para recomponerse. Allí no tarda en revivir aquellos días olvidados, esos donde vivió días infernales en el colegio y en su propia casa. Pero también le recordó al único amigo que tuvo, ese que la entendía mejor que nadie, y que se convirtió en su primer amor antes de perderlo para siempre. Muchos recuerdos dolorosos la invaden, por eso no está preparada para reencontrarse con la familia de ese chico, ni tampoco con el hermano de este, Román, quien parece odiarla por motivos que es incapaz de entender. ¿Se puede dejar el pasado atrás y volver a empezar aunque exista tanto dolor y tantas cicatrices? ¿Y si la vida les está dando la oportunidad de redimirse antes de que sea demasiado tarde?

Lucía es un personaje que me ha encantado y a la que le he tomado muchísimo cariño. Desde el minuto uno supe que era un ser de luz que no se merecía nadie, porque de verdad que todo lo que hace y lo mucho que da por los demás sin pedir nada a cambio te demuestra el buen corazón que tiene. Me daba rabia ver la cantidad de personas que infravaloraban su presencia, como en el colegio sufría de un bullying constante o el haber perdido a su único confidente en medio de un mar de desconocidos pérfidos. Lucía me ha demostrado lo valioso que es dejar ir el rencor, ya no solo porque odiar te pudre por dentro y provoca que no seas capaz de avanzar, sino porque es importante cuidarnos a nosotros mismos, no permitir que una emoción tan oscura nos cargue y nos impida salir adelante. La forma en que van surgiendo los sentimientos que tiene por Román me han parecido muy entrañables. Creo que lo que más he disfrutado es que aquí la autora no pretendía en ningún momento que Lucía sanase gracias a Román, sino ver como ella misma iba dando pasos hacia adelante para reencontrarse mientras la presencia de Román estaba ahí para escucharla cuando necesitase un pequeño empujón. 

Por otro lado tenemos a Román, nuestro protagonista masculino. De él no os puedo hablar demasiado ya que lo que os cuente puede ser considerado spoiler porque no tiene punto de vista. Así que os contaré un poco sobre él y mi opinión general del personaje.

Román es un personaje que me ha demostrado mucho en muy pocas páginas. Aunque no tuviera punto de vista (sigo diciendo que ojalá esta autora hiciera todos sus libros con el punto de vista de él también), he sentido sus emociones muy notorias gracias a Lucía. Además de que había mucha comunicación entre los dos, he empatizado bastante con la situación de Román. Obvio, no justifico lo que hizo, porque creo que no contarlo no tiene ningún tipo de excusa y que debería haberlo hecho en el minuto uno. Pero sí puedo entender que le costase hacerlo. Al final en el propio libro te explican como Román nunca ha tenido a nadie que lo haya querido de verdad, una persona que lo viese, que encontrase algo valioso dentro de él que sintiera que era suficiente para estar a su lado. Y cuando lo encontró en Lucía, el miedo de sincerarle ese detalle de él lo aterraba por si esa razón era suficiente para decepcionarla y alejarla de él para siempre. Si me pongo a pensarlo seriamente, creo que es la reacción más lógica que tendría una persona como él, que era evidente que su estabilidad emocional no estaba bien y que la situación con su familia lo había roto al punto de no ver nada positivo en él para que eso hiciera a alguien creer que valía la pena. Y, aunque vuelvo a decir que no es excusa para mentirle a Lucía, esos pequeños detalles son los que me han ayudado a entenderle mucho más de lo que creía.

En resumen, "Donde habitan las sirenas" es un libro que tenía muchísimas ganas de leer, ya que llevaba mucho tiempo sin leer un libro de María Martínez y ya la echaba bastante de menos. También he de decir que cuando vi la portada de este libro me acordé de un libro de Andrea Longarela que fue de mis favoritos y es lo que me motivó un poquito más a leerlo. Además que yo soy muy fan del cliché de grumpy x sunshine, así que este tenía que leerlo sí o sí. La trama  me ha gustado mucho y creo sinceramente que este es el libro menos romántico de la autora, ya que se centra más en temas familiares, las relaciones entre todos ellos y la sanación personal hacia varios temas importantes. Y aun así tiene su buena dosis tierna de amor donde he conectado desde el minuto uno por la forma tan bonita que tiene siempre María Martínez de transmitir el amor y las conexiones que forma entre sus protagonistas. Me ha gustado la visibilidad que le ha dado a todos los temas que abundan en este libro, como los problemas familiares, las mentiras, el rencor que se acumula y eres incapaz de soltar, el sentir que tu familia es una desconocida para ti o el no ser lo suficientemente bueno para ellos, ya que nunca es suficiente hagas lo que hagas. Los personajes me han encantado y he empatizado del todo con los dos. De hecho hasta me atrevo a decir que siento que la química que tienen es muy buena y me han tenido con una sonrisa de oreja a oreja todo el libro. Lucía era mi protegida, no puedo explicarme cómo alguien puede ser tan buena persona y tener un corazón tan grande. Cualquier otra persona habría mantenido el rencor de por vida dentro suya o habría ignorado la mitad de las cosas que ella no hace, sino que trata de entenderlas y empatizar con la otra persona. Y Román ha sido un descubrimiento, no me esperaba para nada que iba a terminar queriéndole tanto. Pero es que cuando entiendes todo lo que esconde, la clase de vida que tuvo con esos padres miserables que no se merecen ni un ápice de cariño de parte de su hijo, es imposible que no se te rompa un poco el corazón. Me ha dado muchísima rabia todo lo que ha sufrido, porque aunque lo que hace no esté bien y la mentira que ocultaba es horrible, puedo llegar a entender las razones que lo llevaron a hacerlo. Y, sinceramente, en vista de lo que hay en este libro y en su familia, tampoco creo ser capaz de juzgarlo. La pluma de la autora ha sido un abrazo al corazón desde la primera a la última página y, dios, cómo echaba de menos decir esto de esta autora. Después de que sus dos anteriores novedades me decepcionasen, poder leer un libro actual suyo que me transmita emociones similares a la de mis dos libros favoritos de ella es una felicidad inigualable. Aunque tampoco os voy a mentir, no los supera, pero sí creo que en el top de mis favoritos de la autora, este estaría en el tercer lugar. Qué felicidad me da volver a leerla y cómo he notado que es mi autora confort por lo rápido que me he leído el libro tomando en cuenta el poco tiempo libre que tengo a lo largo del día.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!











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