Blue Jeans/ Editorial Planeta/ 560 páginas/ Algo tan sencillo como estar contigo [Algo tan sencillo #3]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Los chicos del pasillo 1B acaban de regresar de las vacaciones de Semana Santa para afrontar el final de su primer año universitario. No están todos los que empezaron, ya que Manu lleva más de dos meses sin aparecer por la residencia Benjamin Franklin. El malagueño le ha dicho a Iria que volvería, pero no ha cumplido con su palabra.Esos últimos meses de curso prometen ser muy agitados. Óscar y Ainhoa parecen ser de nuevo amigos, aunque uno de ellos necesite más; Julen ha encontrado el amor, como Toni, a quien Isa come Pizza le plantea un reto imposible para ser su novia.Además, la habitación 1155 tiene nueva inquilina. La extremeña Silvia se pasa las horas entregada a su carrera, Arquitectura, pero esconde un secreto, que termina contando a David. ¿Surgirá algo entre ellos? A Elena, quizás, no le haga demasiada gracia, porque después de que su hermana cortara con el sevillano, se replantea sus sentimientos hacia él, día tras día.
¡Buenas mis queridas estrellas! Por fin traigo el desenlace de otra de las trilogías de Blue Jeans. Los que me conocéis ya sabéis mi cariño hacia este escritor, ya que me acompañó desde niña y leerle siempre me transporta a esos días. Esta trilogía, si bien la he leído con una edad más adulta y una mentalidad más madura, Blue Jeans es capaz de que sueñes y te imagines casa situación como si la vivieses tú. Y aunque este final ha sido un tanto flojo comparándolo con otras de sus historias, me alegro de haberle dado la oportunidad a esta historia.
“Algo tan sencillo como estar contigo” nos cuenta la historia de estos adolescentes universitarios. Elena y David siguen en un tira y afloja donde los sentimientos permanecen pero ninguno da el salto. Aunque quizá ahora, con la llegada de una nueva compañera de pasillo llamada Silvia, gire un poco las tornas entre ellos. Manu ha desaparecido sin dejar rastro tras todos los acontecimientos del libro anterior y se desconoce si está bien o a salvo. Iria se ha decidido a hacer desaparecer sus sentimientos por Manu, dando un cambio radical a su vida y volviendo a tomar las riendas de esta. Julen ha empezado una relación con Marc, ese encantador chico que le hizo olvidar su mal de amores con sus antiguo profesor. Ahora ambos deben tomar el paso de reconocer su condición sexual ante los padres de este y que todo salga bien. Isa y Toni tienen una relación especial de no-novios, a pesar de que el segundo esté bastante pillado por ella. Sin embargo, Isa está dispuesta a ser su novia si él consigue superar un reto imposible de llevar a cabo. Por últimos tenemos a Ainhoa y Óscar, los cuales han vuelto a retomar esa amistad especial con la que empezó todo. A pesar de que ella sea incapaz de renunciar a lo que siente por ese chico que la aceptó con todo lo que era. Todos ellos deben hacer frente a su dolor, al igual que ayudarán de alguna forma a que la situación de Nicole, la cual se tuvo que ir por la agresión que vivió y la cual ahora no puede volver por la sobreprotección de su madre, mejore y consigan hacer que su madre entienda los auténticos sentimientos de su hija.
Con este libro se cierra esta trilogía y no tengo palabras para expresar lo mucho que me alegro de haberlo leído. Bien es cierto que este último libro se me ha hecho un poco repetitivo en algunos detalles e incluso he terminado exasperándome con ciertos personajes que ya no daban más de sí, pero otra parte de mí se apena de que haya terminado. Los libros de Blue Jeans siempre consiguen internarme del todo en sus historia y su pluma es tan amena y cercana que te lo terminas perfectamente en una tarde, cosa que me pasa a mí siempre con sus libros. Centrándome en este libro en cuestión, considero que Blue Jeans ha querido jugar con un toque más turbio y oscuro que pocas veces se ven en sus historias. A mi parecer han habido desenlaces con algunos personajes o evoluciones un tanto surrealistas o precipitadas que no me he terminado de creer, como que todo eso iba forzado para dar a los lectores lo que llevaban toda la trilogía esperando. De la narrativa no tengo nada que decir, pues si te ha gustado leer a Blue Jeans antes, esta mantiene su misma esencia y hace que los libros te vuelen de las manos.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Elena y David. Ambos siguen alejándose del otro, ahora más que nunca, y es que Elena es incapaz de arriesgarse a estar con él sabiendo el daño que siente su hermana. David ha puesto el ultimátum: no piensa seguir esperándola toda la vida. Ahora Elena debe poner en orden sus sentimientos y entender qué es lo que quiere hacer, tanto en un sentido amoroso como en lo que respecta a su carrera. Mientras que David se verá envuelto con una chica nueva, que ha ocupado el lugar de Nicole en su habitación y la cual empezará a llamar su atención. Esta pareja siempre ha sido una de las que más me llamaba la atención, aunque no negaré que me ponen mucho de los nervios con sus vaivénes de ahora sí, ahora no. En este libro he entendido muchísimo a Elena, su decisión, el que quisiera anteponer a su familia por encima de un enamoramiento y eso me ha demostrado lo buena persona que es realmente. Sin embargo, David ha tenido momentos en los cuales no he conseguido entenderle, ha sido muy poco comprensivo y a veces me daba la sensación de que solo pensaba en él mismo y no en lo difícil que podría ser para Elena hacer daño a su hermana pequeña. Por otro lado tenemos a Ainhoa y a Óscar. Ambos han alzado la bandera de paz y han vuelto a ser amigos. Óscar ha sido el apoyo de Ainhoa cuando tuvo los problemas de comida y le ha dado todo su apoyo y compañía. Sin embargo, Ainhoa sigue queriéndole más allá de una simple amistad. No puede olvidarle y menos cuando él la ha apoyado tanto los últimos meses y ha sido tan bueno y dulce con ella. Ahora debe hacerse a la idea de que no puede esperar más de él y que lo suyo no va a ser correspondido. Aunque no es tarea fácil, sobre todo cuando Óscar parece ocultarle demasiadas cosas para no hacerle daño. Estos dos personajes siempre van a ocupar un lugar en mi corazón, ya que a veces me recordaban a lo que Mario y Diana, personajes de otra de las trilogías de este autor, eran junto al otro y el duelo que tuvieron que enfrentar juntos. A pesar de que en este libro Ainhoa ha conseguido exasperarme durante gran parte de la historia, por su dependencia tan tóxica hacia Óscar, me ha gustado ver su evolución hacia el final y todo su trayecto para llegar a donde logró llegar. Y algo igual que ella, Óscar nos muestra esa otra cara, lo que significa para alguien ver a una persona importante marchitarse, sufrir y todas las represalias que supone para los que le rodean. Ha sido un punto de vista bastante importante y que me ha gustado ver aquí, por todos los mensajes que deja. Después tenemos a Iria y Manu. Si los anteriores dije que me exasperaron, estos dos se han llevado el premio en ello. En parte comprendo muchas de las cosas que vivieron y que a veces eso, depende de la firmeza de cada persona que no puede enfrentarlo, te consume y rompe. Sin embargo, con Manu e Iria he tenido demasiados problemas en este libro. Iria siempre nos la han presentado como una chica con carácter, dura y sin titubeos. Pero en cuanto nos presentan su enamoramiento hacia Manu, todo eso parece desinflarse como un globo. Pasamos de ver a esa Iria tenaz, a una chica vulnerable que deja que el amor la rompa en pedazos y la intoxique como le venga en gana. He sentido mucha impotencia de ver hasta que punto se rebaja por Manu y todo lo que aguanta de él solo porque “el pobre” sufre mucho. Manu nunca ha sido mi personaje favorito. Su carácter, su personalidad y sobre todo el cómo actúa siempre me ha provocado rechazo directo. Y aunque he empatizado con el por qué de muchas cosas suyas, siento que su final debió ir por otro camino y no el que Blue Jeans nos ha dado. No digo que terminase mal para ellos, pero sí un punto de inflexión donde pudieran darse cuenta de todo lo que se habían hecho al otro. Los siguientes son Julen y Marc, la pareja de año que tanta ternura me han transmitido. Aunque no puedo decir demasiado de ellos, ya que aparecen poquito en comparación, me ha gustado el cómo se ha llevado el camino de ambos. Desde el segundo libro que nos presentan ese “puede” entre ambos me han parecido de lo más encantador y necesitaba que sí o sí estuvieran juntos. Y ualá, Blue Jeans me lo ha concedido. En la historia de ambos vamos a ver cómo es enfrentarte a un mundo donde no eres aceptado solo por tener una condición sexual que debería ser normal como cualquier otra. Julen tendrá que conocer a los padres de Marc y deberá hacer frente a un padre que le cuesta ver eso del todo correcto. Por último tenemos a Toni e Isa que siguen en su pelea constante y que nunca termina. Ahora Isa le ha planteado un reto personal, si Toni es capaz de superar su número de seguidores aceptará ser su novia de forma oficial. A pesar de que Toni me encanta por esa inocencia y por todo lo que ha vivido, Isa no me agrada en ningún aspecto. Es demasiado bipolar y estresante en tantos aspectos que no sé ni por dónde empezar. El cómo trata a todo el mundo, incluso a Toni que solo quiere estar a su lado y ser feliz con ella me ha puesto de los nervios y me hubiese gustado que hubiera perdido su oportunidad para darse cuenta de lo preciado que ha perdido. No es de mis parejas favoritas y lo poco que me ha gustado de ellos ha sido algunas escenas entre ambos donde Isa decidía ser menos cruel y borde con una persona que solo quería acercarse a ella. Y luego quiero resaltar a otros personajes importantes que, aunque salen muy poco también tienen su propia importancia en la trama. Nicole volverá a la historia y la veremos un poco más gracias Ainhoa y Óscar. Es de mis personajes favoritos y no puedo quererla más por toda la dulzura y optimismo que rebosa. Silvia es otro de los pilares en este libro y es que será la chica que ocupe la plaza de Nicole en la residencia. Una chica que lleva una relación a distancia muy complicada y que ha huido de sus anteriores estudios por culpa de sus compañeras. Solo quiere empezar de cero y que sus nuevos compañeros sean más agradables y buenos con ella y de paso, poder conocer al chico que quiere lo más pronto posible. Y finalmente Marta, la hermana pequeña de Elena, que aunque en este libro no sale demasiado sigue teniendo algo de relevancia para la historia de Elena y David. Es una niña que en mi opinión le falta aprender demasiado en la vida y que la veo bastante perdida en casi todo el libro. Demasiado caprichosa, dramática, maleducada y consentida, que es incapaz de ponerse a pensar en cómo se pueden sentir los de su alrededor por las acciones que toma sin pensar. Al menos agradezco la evolución que ha tenido de cara al final.
En resumen, “Algo tan sencillo como estar contigo” es el cierre de una trilogía que me llevo de recuerdo con cariño. Tiene detalles que comparándolos con otras historias suyas no llega a la altura, pero me ha encantado conocer a sus personajes. Hay sucesos un tanto precipitados o surrealistas que no terminan de convencerme y que se nota que han sido para dar ciertos finales con ciertos personajes. Me hubiese gustado encontrarme con alguna sorpresa y no que todo terminase tan “vivieron felices para siempre” como si hubiera pasado nada. Algunos comportamientos de los personajes me han puesto de los nervios, sobre todo por las decisiones que tomaban sin pensar un segundo en las consecuencias que eso provocaba y me he llevado a unos cuantos que recordaré como mis menos favoritos.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya este libro que toma el desenlace de estos universitarios llenos de sentimientos e historias? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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