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martes, 23 de marzo de 2021

El día que dejó de nevar en Alaska

 Alice Kellen/ Editorial Titania/ 352 páginas/ El día que dejó de nevar en Alaska/ Tapa blanda/ Comprar aquí



Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás. Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad. La nieve empieza a derretirse. Y todo encaja.

¡Buenas mis queridas estrellas! Echaba en falta leer algo que me tocase el corazón completamente y qué mejor lectura que una de Alice Kellen quien siempre consigue transmitirte eso y más. No podía esperar a internarme entre sus páginas luego de saber que era uno de sus libros más aclamados y especiales...y qué orgullosa me siento de haberlo hecho al fin.

“El día que dejó de nevar en Alaska” nos cuenta la historia de Heather y Nilak, dos personas rotas que se encuentran en medio de Alaska y empiezan a sanarse poco a poco. Heather huye a Alaska de un pasado y una culpa que la reconcome. Es incapaz de olvidar el daño que ha causado y eso la asfixia al punto de odiarse. En Alaska conoce a varias personas que empiezan a cambiar su vida lentamente, entre ellas a Nilak, un joven cascarrabias y poco hablador que parece cargar una dolorosa historia a sus espaldas. Ambos empiezan a conocerse entre nieve y a descubrir que las más grandes cicatrices pueden empezar a cicatrizar con los brazos adecuados.

Este es un libro que me ha hecho suspirar en cada capítulo. Ha sido como viajar a otro mundo y descubrir a unos personajes que en mis sueños esperaba encontrar. Alice tiene un don para internarse en mi alma y hacer que sus libros me duren un segundo. A lo largo de la historia me he visto venir muchas cosas, pero ni siquiera eso ha logrado que lo disfrutase menos y es que todo está tan perfectamente hilado que terminas el libro con una sonrisa satisfecha. La trama va evolucionando poco a poco, haciendo que descubras los secretos de los personajes muy lentamente y eso me ha gustado, porque lo ha hecho más real y auténtico. La narrativa es preciosa, pero eso es en todos los libros de la autora que he tenido el gusto de leer, muestra tan bien las emociones de los personajes y enseña mensajes tan bonitos con verdades como puños que te hacen reflexionar mucho sobre la vida misma. Ningún capítulo me ha sobrado y es que de inicio a fin consigue engancharte por completo ante el ligero misterio que envuelve al pasado de los protagonistas. Lo más negativo ha sido la propia Heather de cara al final en algunos comportamientos. Es comprensible que al tener poca autoestima reaccione como si el mundo estuviese en su contra y la odiase, pero me ha parecido muy insensible y cruel de su parte tratar a Nilak como si solo ella fuese la única sufriendo allí. Sin pensar que él estaba cargando suficiente y obligarlo a confesar solo haría más daño. Por lo demás me ha encantado, incluso diría que hubo un plot-twist final que no me esperaba en absoluto y que hiló toda la historia por completo dejándome devastada.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales. Por un lado tenemos a Heather, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que huye de un pasado que es incapaz de perdonarse. Lo único que hay en su mente es un nombre que desearía borrar en su ser por su inmenso odio hacia este. Es incapaz de perdonarse todo el daño que ha provocado a su alrededor, queriendo seguir unos pasos que no le pertenecían, que eran demasiado grandes y demasiado arriesgados. En su huida termina en Alaska, el último lugar que se habría imaginado llegar y así es como da paso a su historia encontrándose en medio de un lugar inhóspito y tranquilo. Allí conocerá a varias personas que van a ir llenando su vida y curando ese corazón sangrante con sus sonrisas y luz. En medio de todos ellos, Heather encuentra a alguien muy similar a ella, pero que vive encerrado en sí mismo. Un hombre gruñón y silencioso que oculta más de lo que muestra su mirada. Ella solo quiere descubrir la verdad tras esos ojos que le atraen irremediablemente como nunca antes le había sucedido. Heather es un personaje con el que empatizas desde el primer momento. Una chica que es muy humana y que no es la típica protagonista perfecta que nos venden en muchos romances. Ha cometido errores, muchos, demasiados, y eso la ha llevado a odiarse y huir de todo ello. No se siente orgullosa de lo que es ni tampoco se ama a sí misma lo suficiente. Eso la llevó a un bucle de depresión constante que es incapaz de superar. Solo cuando llega a Alaska se siente más viva de lo que se ha sentido en los últimos años y es incapaz de detener cada una de sus emociones. Me ha gustado que su evolución fuese creciendo a cada capítulo y que cada una de sus acciones fuesen tan humanas y llenas de errores comunes. Cierto es que ha habido maneras de actuar suyas que no me han gustado nada de cara al final, pero que no deja de ser una parte de su baja autoestima que tiene que controlar y seguir sanando. Por otro lado tenemos a Nilak, nuestro protagonista masculino. De él no puedo hablar demasiado, ya que casi todo lo que os cuente será spoiler. Desde el punto de vista de Heather veremos a un hombre malhumorado y callado que prefiere no relacionarse con nadie de su entorno salvo lo justo y necesario. Cuando Heather empieza a trabajar en el bar que él maneja por petición de John, Nilak no puede negarse y así empiezan su relación de odio constante donde apenas pueden verse más de dos segundos. Es un personaje con el que te vas a encariñar según lo sigues conociendo y me ha encantado ver que la historia no pierde esa esencia enternecedora a pesar de algunas escenas tensas y dolorosas, ya que la autora y su pluma son capaces de atravesarte completamente.

En resumen, “El día que dejó de nevar en Alaska” es una novela que disfrutas sobre todo en esta temporada del año. Un libro lleno de mensajes preciosos y unos personajes conmovedores que te tocarán el corazón. Tiene una trama que te envuelve y no te pesa ni un solo capítulo por lo ameno que resulta, se me ha hecho hasta corto. La forma de actuar de los protagonistas es muy humana y es un detalle que he disfrutado más si cabe, junto con el leve halo de misterio que envuelve sus pasados. El único pero que he podido verle ha sido algunas de las actuaciones de la protagonista de cara al final del libro, me ha molestado sobremanera que se comportase como la única víctima de la historia y no pensase un poco en lo que podría estar atormentando a los demás. Un libro que leeré sin duda el próximo diciembre.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela con un mensaje de lo más conmovedor situado en Alaska? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!















 



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