Jennifer L. Armentrout/ Editorial Kiwi/ 412 páginas/ Deidad [Saga Covenant #3]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Alexandria no está muy segura de si llegará a su dieciocho cumpleaños, a su Despertar. Una orden de fanáticos ya olvidada quiere matarla y, si el consejo descubre lo que realmente ocurrió en las Catskills, todo habrá terminado para ella y también para Aiden. Por si eso no fuera suficiente, a medida que Seth y Álex pasan tiempo «entrenando» -que realmente es el eufemismo con el que Seth define estar muy cerca y mucho contacto cuerpo a cuerpo-, otra marca del Apollyon aparece en su cuerpo, dejándola, antes de lo esperado, más cerca de Despertar. A medida que su cumpleaños se acerca, todo su mundo se resquebraja ante una sorprendente revelación, dejándola atrapada entre el amor y el destino. Uno hará todo lo posible para protegerla. El otro ha estado mintiéndole desde el principio. Ahora que los dioses se han dejado ver, desatando su ira, muchas vidas cambiarán de forma irrevocable..., o serán destruidas. Aquellos que sigan en pie podrán descubrir si el amor es realmente más fuerte que el destino.
¡Buenas mis queridas estrellas! Por fin continuamos con esta saga que ya tocaba poner al día de a poco. Si os soy sincera sigo sin terminar de engancharme del todo, sí que es cierto que hay momentos muy buenos, pero fuera de eso se me está haciendo una historia demasiado típica y eso me está decepcionando un poco.
"Deidad" sigue con la historia de Alex, quien ha tenido que huir temporalmente del Covenant para protegerse de las repercusiones de sus acciones. Haber matado a un puro puede acabar con todo lo que ella ha conseguido y sabe que si quiere evitarlo debe ser cuidadosa, sobre todo cuando ahora Aiden también está involucrado por haberla protegido. Sin embargo, sus preocupaciones son otras mucho mayores y es que su Despertar está cerca y cada vez el tiempo se acorta más cuando la presencia de Seth los hace terminar demasiado cerca al punto de crear nuevas runas que hacen más rápido el proceso al que Alex no quiere llegar, porque hacerlo supondrá dejar de ser ella misma. Todavía no ha hecho frente a lo que siente en realidad, si puede estar con Seth sin ser capaz de olvidar a Aiden, y eso sin contar que ni siquiera sabe si logrará salir viva de todo lo que amenaza con acabar con ella. ¿Podrá encontrar la solución a las palabras del Oráculo que le dijo en aquella ocasión? ¿Cuál es realmente la decisión correcta: seguir el amor que de verdad siente o cumplir lo que el mundo considera su destino y la razón por la cual ha nacido?
Este es un libro que en mi opinión se me ha hecho muy cuesta arriba hasta que no he llegado a la recta final donde ya empiezan a pasar cosas más interesantes. Siento que es un libro bastante introductorio para meternos en la parte emocionante de la historia y es lo que me ha demostrado la recta final y ese final concretamente de infarto que te deja con muchas ganas de más.
La trama es bastante lenta, si en el segundo ya me costaba un poco internarme en la historia, aquí me ha costado el doble. Tiene momentos que han estado guay, sobre todo donde ya empieza a tomar más protagonismo lo relacionado con los Dioses o esa recta final que da un giro de trama inesperado que me ha gustado mucho, pero fuera de eso ha sido muy lento pasarme casi doscientas páginas para que pasase algo mínimamente emocionante. Lo que sí he sentido que hay bastante información en este libro que considero necesaria para conocer bien lo que nos va a deparar en los dos últimos libros que tienen pinta de ser los más intensos.
Los personajes se me han hecho entretenidos, resolviendo un conflicto que ya iba siendo hora de ponerle una solución porque era evidente lo que iba a suceder, pero también reconozco que no me están fascinando tanto como me gustaría. Hay momentos donde sentía que la evolución de ellos no avanzaba, que se quedaban estancados en la misma monotonía durante tres libros seguidos y eso me ha aburrido mucho. El romance es tan obvio que exaspera un poco la manera en que intentan arreglarlo todo cuando solo terminan siendo muy mezquinos con esa forma de proceder.
La pluma de la autora mantiene su esencia amena que te hace leer sus libros en cuestión de horas, pero sigo notando esa falta de enganche que tienen ahora sus libros. Aquí se extiende demasiado en narrar situaciones algo innecesarias que se pueden hacer un poco cuesta arriba para mi gusto.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Alexandria, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que luego de haber descubierto el destino con el que ha quedado sellado su futuro, debe hacerse a la idea de que Seth es ahora la persona en la que tiene que pensar y con el que debe quedarse. Aun así una parte de ella sabe que todo eso es engañarse a sí misma, especialmente cuando su amor solo va dirigido a Aiden, un puro que está totalmente prohibido para ella. Sin embargo, eso no es el mayor de sus problemas cuando el peor empieza con que su Despertar, que cada vez está más cerca, empieza a acortar su tiempo a causa de las incontables cercanías que están teniendo Seth y ella. Alex sabe que ambos deben controlarse para que ese Despertar no llegue antes de nuevo, ya que no quiere tener que renunciar a toda su vida tan pronto. Pero cuando toda la situación se sale de control y el mundo amenaza con acabar con ella y la otra sospecha de que ella haya tenido algo que ver con el puro que ha sido asesinado, Alex sabe que el tiempo empieza a ser cada vez menor, obligándola a decidir qué camino tomar: si seguir su Destino o lo que realmente desea con todo su corazón.
Alexandria es un personaje que en todos los libros que llevo con ella sigue chocándome un poco su manera impulsiva de ser. No me desagrada que sea tan luchadora, porque creo que eso también la ha ayudado a salir de muchas situaciones horribles, pero hay ocasiones donde me exaspera su nivel incansable de meterse en problemas y no pensar un solo segundos en las repercusiones que pueden ocurrir por su elección. Tampoco me gusta su manera de pensar a determinadas situaciones, como el dejarse llevar con otro chico cuando sabe perfectamente que está enamorada de otro y actuar sin pensar en absoluto en cómo eso llega a ser muy egoísta de su parte. Me habría gustado ver un poco más de crecimiento en ella en este libro y no solo sus dramas amorosos que ya ha durado demasiado para mi gusto y que, me alegro, se haya terminado por fin. Lo que más me ha gustado de ella son esos momentos donde sí reacciona impulsivamente cuando debe hacerlo o ese final de libro donde me he quedado boquiabierta y con muchas ganas de ver qué va a suceder a continuación con ella.
Luego de ella tenemos a nuestros dos chicos protagonistas, Aiden y Seth, de quien no puedo hablaros mucho para no haceros spoilers. Aun así os explicaré un poco de ellos y de lo que me han parecido cada uno en este tercer libro.
Aiden es un personaje que me ha gustado un poco más aquí, pero sigue siendo un poco indiferente para mi gusto. No es que me caiga mal, pero su manera de ser y su carácter no me convencen del todo. A veces lo siento demasiado hermético, como que no fluye su personaje más que para darle a Alex sus momentos de dudas existenciales de si deberían arriesgarse o no y era un poco estresante la idea de que solo conozca al personaje en ese ámbito pero apenas en ninguno más. Sí que reconozco que si debo quedarme con uno de los dos para Alex, él es el mejor porque hace mejor pareja con ella que Seth.
Seth es un personaje que siempre ha sido el que más me ha gustado de los dos en esta saga, pero reconozco que su evolución en este libro no me la esperaba y me ha dejado un poco en shock. Hay situaciones que no me veía venir con él y me ha dado hasta cierto miedo y respeto, pero a la vez entiendo el por qué está sucediendo y siento mucha impotencia por él y lo que sucede. Tengo el pálpito de que en el siguiente libro voy a conocer a Seth de la forma que no lo he conocido en los primeros libros y tengo curiosidad de ver cómo la autora va a desarrollarlo ahí con todo lo que está pasando. Lo que sí puedo decir, es que no pierdo la esperanza con él y que sé, muy en el fondo, que todo tiene un inmenso por qué detrás para lo que está sucediendo.
En resumen, "Deidad" es el tercer libro de una saga que se me está haciendo un poco cuesta arriba salvo por los momentos medianamente emocionantes que me ha proporcionado. La trama en este libro es casi inexistente, gran parte de la historia aquí se basa en el triángulo amoroso (otra vez), para darle POR FIN un desenlace, pero luego de ello la historia pilla cierta monotonía hasta que te pone algún que otro momento emocionante hasta esa recta final donde sí me he enganchado un poco más. El final ha sido lo mejor de este libro hasta ahora y tengo mucha curiosidad de ver cómo se va a desarrollar el siguiente luego de todo lo que ha pasado. Los personajes siguen manteniendo la misma línea, en algunos momentos se hacen muy interesantes con su manera de actuar o pensar, pero luego vuelven a ese estado de idiotez que te pone de los nervios, porque parecen dos personas totalmente opuestas variando a cada segundo. El romance era evidente desde el primer libro, pero aun así me alegra de que al menos le hayan dado una resolución por fin por el bien de mi mente que ya se estaba estresando con tantas vueltas y dramas adolescentes. La pluma de la autora sigue manteniendo esa esencia suya que hace sus libros siempre tan amenos, pero reconozco que en esta saga concretamente se nota que al ser de las primeras la narración se hace por momentos muy densa y algo pesada para mi propio gusto.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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