Holly Black/ Editorial Puck/ 384 páginas/ El trono del prisionero [The Stolen Heir #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Un príncipe enjaulado. Una reina vengativa. Una batalla que determinará el futuro de Elfhame.El príncipe Oak está pagando por su traición. Encarcelado en el helado norte y ligado a la voluntad de una nueva reina monstruosa, tendrá que valerse del encanto y la astucia para sobrevivir. Cuando el rey supremo Cardan y la reina suprema Jude toman medidas extremas para rescatar a su heredero robado, Oak deberá decidir si intenta recuperar la confianza de la chica a la que siempre ha amado o si permanece leal a Elfhame y acaba con el reinado de Wren, aunque eso signifique acabar también con ella. Mientras una nueva guerra amenaza en el horizonte y las traiciones acechan en cada esquina, ni la astucia ni el ingenio de Oak bastarán para mantener con vida a todos sus seres queridos. La cuestión es saber a quién condenará.
¡Buenas mis queridas estrellas! Con este libro finalmente le pongo fin al mundo de Oak y todas las historias que al menos hasta ahora están disponibles. Si soy sincera me esperaba que con el desastre que fue el primer libro, me iba a pasar lo mismo aquí, pero me ha sorprendido. Aunque no ha sido una completa maravilla, al menos he podido disfrutarlo como es debido.
"El trono del prisionero" finaliza la historia de Oak y Wren, quienes han dejado salir por fin aquello que llevaban escondiendo durante tanto tiempo. Ahora Wren parece dispuesta a vengarse de todo el sufrimiento que ha cargado durante años y castigar a Oak por sus mentiras. Oak es prisionero de la mujer que ama y aunque quiera cambiar las cosas, sabe que debe recuperar su confianza antes que cualquier cosa. Pero el tiempo no espera y su familia parece dispuesta a empezar una guerra con tal de recuperar al príncipe heredero. Y aunque Oak sabe que no será fácil, se niega a permitir que Wren muera por ello. Quiere confiar en ella, en que lo que ambos tienen es más importante que una venganza. ¿Será realmente buena idea confiar en ella? ¿O la decisión de Oak provocará la destrucción de todo aquello cuanto ama?
Este es un libro que forma parte de la bilogía "The Stolen Heir" como su segunda parte, la cual a su vez es un Spin-Off de la trilogía "El príncipe cruel", la cual tenéis también reseñada en mi blog. Si os soy sincera no tenía expectativas con esta segunda parte, porque la primera fue una completa decepción y no me gustó nada. Pero al igual que me pasó con "El príncipe cruel", los siguientes libros mejoran un poco a diferencia del primero y esta segunda parte ha sido más entretenida y no me ha costado casi nada leerla.
La trama me ha gustado más en este segundo libro y hasta diría que me ha pillado de sorpresa algunas situaciones que no me esperaba. Sigo diciendo que de haber hecho esto en el primer libro y haber hecho un solo libro para toda la historia, probablemente me habría flipado desde el minuto uno. De hecho el punto de vista de Oak me ha tenido con tensión e intriga todo el rato, ya que no sabía las mil cosas que escondía este personaje. Hay muchos plot-twist a diferencia del primer libro y me los he disfrutado en todo momento. Quizá me ha seguido faltando más movimiento y acción, pero al menos ha sido una mejora notable del primer libro a este.
Los personajes me han gustado más en esta segunda parte. La moralidad gris ya se notaba desde el principio en ellos y eso era algo que me gustaba porque era original, ninguno de ellos era bueno ni tenía intenciones de serlo. En la trilogía principal también se percibía la maldad en sus acciones, pero en el primer libro fallaron mucho en cómo lo manejó la autora. Faltaba más vida, más química entre ellos y ver unas interacciones más intensas y no tan superficiales. Aquí lo he sentido y por eso he disfrutado más de esta segunda parte. El romance no ha estado mal, pero sí que es verdad que no ha sido el punto fuerte de esta bilogía bajo mi punto de vista.
La pluma de la autora ha mejorado un poco en este segundo libro y no se me ha hecho tan cuesta arriba y aburrido. Aquí las emociones están un poco mejor desarrolladas y la actitud de los personajes junto a los escenarios, tienen un ambiente mucho más detallado. Quizá me sigue faltando más profundidad, más sentimientos y no tanto la parte grotesca del libro, pero al menos he sentido un avance luego de la decepción del primero.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Oak, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que después de haber cometido el gran error de mentirle a la chica que quería, ahora está pagando por esas consecuencias. Convertido en el prisionero de Wren, Oak sabe que debe usar su ingenio y sus encantos para ablandarla y no permitir que lo que ambos habían creado se termine de romper por su culpa. Y es que ella quiere venganza, lo sabe desde que se conocieron, por todo el daño que le hicieron pasar. Por eso ahora Oak no tiene voluntad, pues está ligado a Wren y cada una de sus peticiones y órdenes serán obedecidas sin que pueda rechistar. Él está seguro de que puede cambiar su manera de pensar, que puede solucionar su error, pero cuando su familia decide actuar de forma repentina, Oak sabe que tiene poco tiempo. Jude y Cardan están dispuestos a empezar una guerra para recuperarle y es consciente de que si no lo frena a tiempo, Wren morirá. Pero para hacer algo debe recuperar el vínculo entre ambos y, sobre todo, debe confiar en que Wren no va a hacerle daño ni a traicionarlo. Que de verdad desea esto tanto como él desde que eran niños. ¿Será una buena idea confiar en ella? ¿Y está dispuesto a los riesgos que pueda suponer hacerlo? ¿Incluso si con ello puede provocar que pierda todo aquello cuanto ama?
Oak es un personaje que en el primer libro no conseguía entender ni empatizar con él y aquí en el segundo gracias a tener su punto de vista he podido ver más allá de esa máscara que carga encima. Darme cuenta de todos los miedos que escondía y de las razones por las que era de esa manera me ha hecho empatizar más con él y volver a encariñarme con ese Oak que me enterneció en la trilogía principal. No me ha enamorado, pero sí que me ha conmovido en varios momentos, sobre todo cuando dejaba de fingir y mostraba su auténtico yo, ese que tenía miedo de enseñar por si era rechazado. Creo que el mensaje que deja este personaje, fuera del mundo de fantasía en el que está enfocado, es muy humano y realista. Porque al final, ¿quién no desearía ser querido realmente por todo el mundo? Poder tener el aprecio de las personas y no recibir rechazo u odio, pero sobre todo tener esa certeza de que aquellas personas que quieres nunca te van a odiar. Aun así, ver el realismo de que el poder de Oak puede ser increíble a la hora de no recibir odio, pero ser una arma de doble filo porque puede ser un amor falso, es muy doloroso. Porque tener que replantearte si todo este tiempo te han querido por quien eres o por lo que tú has reflejado en ellos con tu poder es una de las cosas más duras que existe. Los sentimientos de Oak me han parecido muy dulces, sobre todo porque con Wren salía su auténtico yo, ese chico que tiene tanto miedo a ser odiado y que esconde tantas partes de sí mismo por el temor de ser considerado un monstruo.
Por otro lado tenemos a Wren, nuestra protagonista femenina. De ella no os puedo hablar demasiado ya que lo que os cuente puede ser considerado spoiler porque no tiene punto de vista. Así que os contaré un poco sobre ella y mi opinión general del personaje.
Wren es un personaje que en el primer libro despertó ciertos momentos de empatía en mí, sobre todo por ese pasado suyo tan doloroso y que nadie debería vivir, menos aún a la edad a la que ella le sucedió. Sin embargo, en este libro me ha costado entenderla por momentos. De hecho me he frustrado con su cabezonería y ese afán que tenía de dejarse llevar por una venganza que no traería nada bueno. Aunque ninguno de los dos actuó bien y entiendo que lo de Oak estuvo mal, tampoco he conseguido entender la necesidad de ella de llegar tan lejos para devolverle las cosas a Oak. Al final solo estaba demostrando ser igual que aquellos que la dañaron y no es algo en lo que yo pueda estar de acuerdo. Aun así, tiene algunos momentos en este libro que me ha parecido increíble, sobre todo porque se marcaba una escenas épicas dignas de admirar y que me dejaban con la boca abierta y la curiosidad de saber qué más podría hacer si la dejaban a su aire. Los sentimientos de Wren son más confusos en este libro, porque tampoco se ve gran cosa en ella por la máscara que carga encima. Me ha puesto de los nervios que tardase tanto en arreglarse las cosas entre ellos, porque realmente no termino de entender la necesidad de todo ese odio y que no pudieran ni estar cerca del otro sin antes dialogar como seres civilizados.
En resumen, "El trono del prisionero" es el segundo y último libro de una bilogía que no ha terminado de ser lo que yo me esperaba tomando en cuenta quienes eran los protagonistas, pero que al menos con este segundo libro ha conseguido mejorar lo suficiente para no llevarse una mala nota toda su historia. La trama en este libro ha sido más amena y entretenida, de hecho hay bastantes plot-twists y no tiene un ritmo tan confuso como el del primero, que tenía que parar varias veces porque no terminaba de entender la finalidad de todo lo que estaba ocurriendo. Aquí he disfrutado de cada situación y del viaje de los personajes que pasaba de ser lineal a volverse una completa montaña rusa de emociones. Me hubiese gustado quizá ver más momentos de acción y que no ocurriese todo de cara al final, pero tampoco me quejo, ya que al menos ha tenido más tensión y emoción que el primer libro, el cual solo le salvaba el primer capítulo y los últimos. Los personajes me han gustado más aquí porque he sentido una evolución más constante. De hecho algo que me ha sorprendido es que la moralidad gris que tenían, en este caso, estaba enfundada de una forma más lógica que la trilogía principal con sus protagonistas. Quizá me ha faltado ver más evolución en el romance, porque salvo algunos momentos que salvo y que sí me parecieron bastante emocionantes, no ha terminado de convencerme la química que tenían. Era como si a ratos viese un poco una copia de Cardan y Jude y en otros no pasase nada relevante entre ellos excepto cuando a la autora le interesaba que hubiera sentimientos. La pluma de la autora ha sido más entretenida en este libro. He sentido que la forma que tenía de plasmar los sentimientos de los personajes era más realista y no tan plana como en el primero. Que existían momentos donde se comunicaban más y había una interacción más constante, a diferencia de en la primera parte que no pasaba nada entre los dos salvo algunos momentos concretos. Sigue faltándome evolución en la narrativa y más intensidad en algunas partes, pero valorándolo como bilogía, este segundo ha salvado bastante la historia.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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