Abril Camino/ Autopublicado/ 460 páginas/ La magia estaba en su mirada/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Alicia y Fran coinciden todos los martes a las cinco en un café.Sofía y Valentina sienten que son algo más que amigas.Belén y Mateo ya no se creen las excusas que llevan quince años poniéndose.Julia y César necesitan reencontrarse en algún punto de su caótica vida.Cristina y Iago tendrán que superar el pasado para descubrir lo bonito que es el presente.Greta y Alejandro llevan seis años sin verse, pero no han conseguido olvidarse.Sonia y Sergio no pueden ni mirarse a la cara, pero sus pieles se atraen como un imán.Irene y José ya no recuerdan quiénes fueron… y dudan sobre quiénes serán.Valeria y Marc empiezan a compartir piso un día cualquiera de marzo de 2020.Silvia y Germán deciden decirse adiós justo cuando una pandemia los deja dos meses encerrados juntos en casa.Manuela y Julián han estado juntos toda una vida… incluso cuando no lo estaban.
¡Buenas mis queridas estrellas! Después de mucho tiempo desde la última vez que le di una oportunidad a Abril Camino, finalmente volví a caer en una de sus historias. Si os soy sincera, al principio ni sabía que este libro recopilaba relatos hasta que lo empecé y aunque al principio tuve mis dudas, ya que nunca he leído ninguna historia corta que me haya hecho conectar desde el minuto uno, me he llevado una grata sorpresa al darme cuenta que con este libro, con estos personajes, sí lo he llegado a sentir.
"La magia estaba en su mirada" nos cuenta la historia de veintidós personajes, once parejas, que experimentan la magia del amor o vuelven a recuperarla. Alicia y Fran, que se conocen en una cafetería y se ven cada martes a las cinco. Sofía y Valentina, que se enamoran después de haber sido tantos años amigas y deben afrontar los prejuicios del mundo por sus diferencias. Belén y Mateo que han sido amigos desde siempre y llevan quince años excusándose de no sentir nada más allá que eso entre ellos. Julia y César, que se han olvidado de cuidar su matrimonio y las obligaciones de ser padres los han arrastrado por completo. Cristina y Iago, compañeros de trabajo que deben afrontar las cicatrices de sus pasados antes de saltar al vacío juntos. Greta y Alejandro, que una diferencia del futuro los separó durante seis años, hasta que sus caminos se vuelven a cruzar, quizá como una segunda oportunidad. Sonia y Sergio, que se sienten culpables por buscarse, aunque en el fondo sus pieles se reconocen como ninguna otra. Irene y José, que han entrado en la monotonía y eso ha catapultado su matrimonio, que entra a las puertas del divorcio. Valeria y Marc, que se convierten en compañeros de piso antes de sufrir juntos una pandemia en 2020. Silvia y Germán, que tras tantos años de matrimonio, no pueden ni soportarse y antes de despedirse, terminan teniendo que aguantar un tiempo conviviendo juntos de nuevo. Manuela y Julián, que han compartido cada instante de vida juntos..., incluso los momentos donde fueron incapaces de estarlo en cuerpo. Cada historia entrelazada cuenta algo especial, una especie de magia única que los une a todos ellos hasta convertirlos en familia. ¿Lograrán todos ellos alcanzar la felicidad?
Este es un libro que me ha sorprendido gratamente, pero porque es una historia compuesta por once relatos que se medio entrelazan entre sí, pues los protagonistas de todos ellos son familia o amigos. Me ha pillado por sorpresa la profundidad que hay en los relatos, en cada uno de ellos y del que he terminado sacando cuatro favoritos que me voy a llevar conmigo en el corazón para siempre, especialmente la última. Hasta me ha dado cierta tristeza que se haya terminado, porque de verdad que voy a echar mucho de menos a sus personajes y a esta peculiar familia.
La trama me han gustado mucho, pero porque hay once tramas distintas que, aunque se entrelazan entre sí, son muy amenas y rápidas de leer. Por lo general nunca he sido muy fanática de los relatos, pero con estos personajes he encontrado lo bonito de ello, de disfrutar historias que se notan que están hechas desde el corazón y a la que le han puesto especial mimo. Además que aborda temas realistas, algunos que hemos vivido u otros que son situaciones que existen en la vida real y que no habría que normalizar nunca ni tampoco acostumbrarse a ellos. Los romances han sido preciosos, unos más que otros, pero sin duda quién me habría dicho a mí que un libro de relatos recopilatorios me haría reconciliar con la autora.
Los personajes me han gustado muchísimo, ha habido tantísima variedad en ellos, en sus historias, transfondos, vivencias, que estoy segura de que encontrarás al menos uno que te conquiste el corazón. Los míos están bastante claros desde el principio: Mateo y Belén, Cristina y Iago, Marc y Valeria y, sobre todo, mis amados Julián y Manuela. Todos ellos me han dejado una huella en el corazón y unos mensajes preciosos y reales que todos deberíamos tener siempre en cuenta. Con Mateo y Belén aprendí a arriesgarme. Con Cristina y Iago el valor de amarte a ti mismo. Con Marc y Valeria, a afrontar las cosas con tu mayor aliado. Y con Julián y Manuela, a encontrar ese amor eterno que, sin importar los años que pasen, siempre formará parte de tu corazón para siempre.
La pluma de la autora me ha gustado mucho en este libro y es que se me ha hecho muy amena la forma en que ha contado todo. Los mensajes, los sentimientos que se iban reflejando en cada página y la certeza de que cada una de las historias formaba parte del mismo universo y se iban entrelazando poco a poco entre sí. Obviamente hay relatos que me han gustado más que otros, pero la esencia de la escritura de Abril Camino en este libro me ha calado hondo y ha conseguido que disfrutase de unos relatos como nunca antes me había pasado con unos. Ojalá algún día vuelva a escribir un libro así, porque lo leería más que encantada.
Ahora os hablaré un poco de los relatos y mi opinión breve de todos ellos, ya que no quiero ahondar mucho para no hacer spoilers, pues son muy cortitos.
Alicia y Fran se conocen en una cafetería de Madrid de casualidad y sin pensarlo empiezan a compartir los martes de cada semana para conocerse, para descubrir quiénes son y sin pensar en que se están enamorando del otro. Es una historia muy sencilla, diría que hasta cuqui, que me he leído bastante rápido por la forma en que estaba contada. Sí que reconozco que lo malo de que sean relatos es que siento que las cosas pasan demasiado rápido y me ha faltado más desarrollo en la relación y en lo que ellos sentían, porque había muchos momentos que la autora resumía y había pocos momentos de ellos dos juntos. Me habría gustado ver más de sus quedadas y conocer a través de sus ojos todo lo que iban sintiendo por el otro.
Valentina y Sofía se enamoran sin siquiera planificarlo y comparten una historia única e inolvidable. Sin embargo, aunque la felicidad es incomparable, los miedos a los prejuicios no tardarán en atacar su relación y poner a prueba todo lo que siempre han sido. Me ha gustado el desarrollo de esta historia, pues creo que es una verdad universal que muchas veces le damos demasiado peso al qué dirán por encima de nuestra propia felicidad. Las palabras, incluso de desconocidos, hacen mucho daño y tienen más poder del que deberían. Por eso creo que esta historia refleja muy bien lo que significa todo eso, el arriesgarse, el desprenderse de las cadenas y permitirse amar y sentir lo que desees sin preocuparte de lo que el resto diga, porque lo único verdaderamente importante es lo que tú sientas y lo que sientan aquellos que jamás soltarán tu mano.
Belén y Mateo siempre han sido amigos, pero al mismo tiempo comparten el tiempo juntos al tener una relación sin proesas ni ataduras. Se acuestan juntos y luego siguen con su amistad y sus vidas por libre, pues ninguno de los dos quiere tener nada serio con nadie. Pero luego de quince años, esa excusa empieza a sonarles muy frágil, pues algo en ellos ha ido cambiando de forma abrupta y sin remedio. La historia de estos dos diría que, hasta ahora, es la que más me ha gustado. Me ha resultado dulce de leer, pues también han ahondado en los temas familiares de cada uno y en las relaciones que tenía con ellos aparte de la que tenían los dos juntos. La forma en que se miraban o lo que sentían me resultaba entrañable y diría que son los que más química he notado que tenían juntos. También decir que este relato contiene spoilers de otro libro de la autora llamado "El ayer, nosotros y un mañana imposible" pues salen sus protagonistas y uno de los secundarios de ese es el protagonista de aquí. Así que si no queréis que os haga spoilers de la trama, os recomiendo leeros esa historia antes de venir a este relato.
Julia y César siempre han estado enamorados, hasta que la rutina y la monotonía del día a día, de sus hijos, de los problemas y de todo los empiezan a consumir. Julia ya no puede más, necesita un respiro y por ello decide marcharse unas semanas de viaje para reencontrarse a sí misma. La verdad es que en líneas generales el mensaje me ha gustado mucho, pues no ha necesitado caer en la infidelidad física para mostrar un mensaje potente. Y es que al final muchas relaciones pasan por esto, dejarse llevar por el día a día, no seguir disfrutando del momento, de lo romántico y sin preocuparse de seguir regando el amor que se tienen, porque a fin de cuentas ya tienen sus vidas completas. Sí es cierto que yo estuve algo reticente con lo que Julia pensaba y hacía, pero entiendo el sentimiento y la sensación de ahogo, así que puedo llegar a comprenderla un poco, aaaaunque para mi gusto creo que se le ha dado mucha importancia a cómo ella se sentía en la relación pero no le han dado valor ni peso alguno a cómo se sentía César también, después de todo los dos están en el mismo punto.
Cristina y Iago se conocen por impartir clases en el mismo colegio, pues este último se ha incorporado nuevo desde hace un tiempo. La atracción es inevitable, pues aunque Iago es más joven que Cristina, los dos conectan desde el minuto uno. Sin embargo, aunque lo que sienten es obvio y lo tienen muy claro, Cristina no sabe si debería arriesgarse a dar el paso, cuando las inseguridades por su cuerpo tras su pasado la encadenan a no poder perseguir su propia felicidad como antaño. Creo que esta es, con diferencia, el relato más bonito de todo el libro hasta ahora. Me ha dejado con el corazón en un puño, pues no me esperaba que iba a tratar el tema del cáncer con tanta delicadeza o que nos mostraría las secuelas que esta enfermedad deja aunque sobrevivas a él. Pero lo que más me ha gustado es el hecho de que la relación de los dos se me ha hecho muy bonita y que Iago se ha ganado por completo mi corazón. Por ahora, es mi relato favorito del libro.
Greta y Alejandro llevan muchos años juntos, un matrimonio que han enfrentado miles de situaciones sin siquiera perderse, hasta que llegó la mayor diferencia que lograría separarlos definitivamente. Greta quiere ser madre, Alejandro no quiere hijos. Esa cuestión, por mucho que la han pensado, los termina alejando de forma repentina. Ahora, seis años después, los dos se encuentran y sus caminos se entrelazan de nuevo a causa de una nueva sorpresa que los dos deberán afrontar... ¿Pero serán capaces de ello? Lo que más me ha gustado del relato es cómo ha afrontado el tema de una relación que tiene diferentes posturas. A veces hay libros de romance que lo romantizan todo y hacen que sus personajes cambien de parecer de un segundo a otro, pero aquí la autora ha sabido tratar el tema con más realismo y paciencia. Porque nadie debería renunciar a lo que quiere, pero tampoco imponer al otro sus deseos por encima de los que él o ella tengan.
Sonia y Sergio empezaron siendo amigos entre ellos y sus respectivas parejas, formando una amistad de cuatro que se mantuvo durante mucho tiempo. Sin embargo, el tiempo y los problemas hicieron que el matrimonio de Sonia se rompiera y que el de Sergio falleciera, dejándolos a la deriva sin saber cómo salir adelante. Los dos se dejan llevar pese al dolor que sienten y esa decisión los martiriza, los hace sentir inmensamente culpables, pues no pueden ocultar lo que sienten pese a todo. ¿Se puede salvar algo entre ellos cuando las heridas siguen cerrándose? Me ha gustado el concepto que ha querido tratar la autora aquí, porque no deja de ser un tema que puede dar a un largo debate por lo controversial que es para algunas personas. Además, yo me sentí aliviada cuando supe que no trataba la infidelidad, sino que iba por otros derroteros, como en este caso el enamorarte del marido de tu difunta mejor amiga. Creo que la autora lo ha tratado todo con mucho respeto y me ha gustado, aunque no haya sido de mis favoritos del libro.
Irene y José son un matrimonio de toda la vida, se conocieron jóvenes y crearon una familia poco tiempo después. Sin embargo, los años y las decisiones de ambos han provocado un daño irreparable en su matrimonio: la monotonía. El trabajo en el bar de su marido, lo mucho que han desatendido su relación y el poco tiempo que tienen juntos, han provocado que la chispa que tenían se evapore por completo. Irene quiere el divorcio, cree que es lo mejor para volver a empezar, ¿pero José aceptará ese nuevo estilo de vida sin dificultades? ¿Y renunciarán por completo a su amor? Me ha encantado este relato porque es una verdad y una realidad que afecta a muchísimas relaciones incluso ahora. El hecho de que uno se acostumbre demasiado a dar por hecho que su pareja va a estar siempre ahí y deje de esforzarse, de hacer crecer la magia y la chispa que uno crea en los inicios. Me gusta el realismo que le ha dado la autora, porque creo que el amor es un sentimiento que debería regarse toda la vida y no solo cuando empiezas a estar con la otra persona. Por eso me ha parecido muy realista el sentimiento de los personajes y el cómo los dos buscaban empezar de cero, fuera como fuese.
Valeria y Marc terminan siendo compañeros de piso cuando las cosas se complican en sus vidas. Marc va a dejar su piso que llevaba compartiendo tanto tiempo con su mejor amigo, quien se marcha para rehacer su vida con su nueva novia. Valeria, en cambio, su compañera la ha dejado tirada con los gastos y está desesperada por encontrar a alguien que la ayude con los gastos de la casa. Así es como ambos se conocen y empiezan a compartir piso juntos pese a no conocerse de nada. Sin embargo, una pandemia que asolará el 2020 les afectará de sobremanera, contando únicamente con el otro para ser capaces de sobrellevarlo. Creo que este relato me ha gustado mucho, ya no solo por el realismo del tema que trata, que todos sufrimos en ese año y que fue una situación horrible y angustiosa por el desconocimiento y el no saber qué nos depararía, sino porque la relación de ambos me parecía muy dulce. De alguna forma se ayudaban mutuamente a sobrellevarlo aunque estaban aterrados y a no conocerse casi de nada. Por eso creo que ha sido un relato precioso que entraría en mi ranking de favoritos por lo dulce que ha terminado siendo la conexión de los dos.
Silvia y Germán han estado juntos casi toda la vida, compartieron cada instante y creyeron que la vida les permitiría estar juntos de adultos, igual que lo hicieron de adolescentes. Sin embargo, una propuesta de trabajo para Germán provocan que los dos terminen a distancia durante muchísimos años, perdiéndose momentos, instantes y provocando que convirtieran eso en una rutina que terminó ahogándolos sin piedad. Ahora, después de muchas situaciones y darse cuenta de que no pueden ni verse, terminan aceptando que el divorcio es la mejor solución. Sin embargo, cuando la pandemia llegue a sus vidas tendrán que convivir un tiempo en la misma casa, sin lanzarse a la yugular del otro, hasta que las cosas se calmen. De los relatos quizá ha sido el que más me ha costado disfrutar, porque aunque toca un tema real como lo es el daño que hace una relación a distancia, los personajes me exasperaron bastante. Creo que los dos eran muy inmaduros y no supieron manejar bien ciertas cosas. Además, también sentí que la resolución del conflicto se resolvía muy rápido y eso también ha hecho que se me atragantase un poco al final.
Manuela y Julián se amaron muy jóvenes, cuando la guerra asolaba en sus vidas y los separaron de forma irremediable. También ahora, tras tantos años a las espaldas, siguen queriéndose como si fuera la primera vez que lo hicieron. Un día que Julián vuelve a la cafetería de cada día para tomar su café y su cruasán, se encuentra con Roger, el nuevo dueño de la cafetería que ha comprado a José, el antiguo dueño. Allí, Roger le hace partícipe de la historia que vivió con Manuela, la mujer de su vida, mientras la verdad se va asentando a través de la magia que estaba en sus miradas. Creo que con diferencia esta ha sido mi historia favorita de todas y no voy a cambiar de parecer. Ha habido relatos preciosos, pero el hecho de que una historia me haga llorar entre sollozos ya es indicativo de que ha sido perfecto, de que no hay ninguna pega que le pueda poner a este relato y al precioso mensaje que deja a nuestros ojos. El mensaje de que el amor, independientemente de todo, es eterno cuando lo sientes con el corazón en tu mano.
En resumen, "La magia estaba en su mirada" es un libro de relatos que me ha sacado más de una sonrisa y que nunca me imaginé que mi forma de reconciliarme con la autora sería precisamente con un libro que recopila once relatos y que ha conseguido arrullar mi corazón como ninguno otro. Las tramas de cada uno de ellos son sencillas, pero contienen temas importantes y mundanos a los que se les debería dar más visibilidad, porque ya os digo yo que son importantes y a afectan a más personas de lo que creemos. Me ha encantado ver de primera mano la profundidad de cada historia, el mensaje que te deja y lo importante que es valorar lo que tenemos antes de que sea demasiado tarde. Simplemente vivir, vivir y sentir cada momento como si fuera el último. Al menos ese es el mensaje que a mí me deja este libro. Los personajes me han encantado, especialmente ocho de ellos que me han dejado el corazón calentito y me han conquistado de lleno el alma. Belén y Diego, Marc y Valentina, Cristina y Iago y Manuela y Julián. Todos ellos se han ganado mi corazón por completo. El resto también me han parecido reflexivos y profundos, aunque no me han golpeado tan fuerte como esos cuatros relatos que conforman a estos ocho personajes. El romance tampoco se queda atrás y es que creo que en estos relatos la autora le ha dado un realismo único al amor de cada pareja, no ha adornado la historia como si fuera un cuento de hadas, sino que lo ha hecho tierno y especial a su manera, sin perder ese toque realista que sí puedes creerte y me ha fascinado. La pluma de la autora me ha gustado mucho en estos relatos y es que se me ha hecho bastante amena. Luego de venir de una bilogía suya que se me hizo pesada en este aspecto, pues me ha hecho ilusión ver que con este libro no me pasaba lo mismo, sino todo lo contrario, que sentía cada emoción y era incapaz de parar de leer cuando empezaba uno de los relatos, pues quería descubrir lo que se encontraba al otro lado de estos personajes.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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