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jueves, 23 de octubre de 2025

El ritmo de la guerra [El Archivo de las Tormentas #4]

Brandon Sanderson/ Editorial Nova/ 1408 páginas/ El ritmo de la guerra [El Archivo de las Tormentas #4]/ Tapa dura/ Comprar aquí



Hay secretos que hemos guardado mucho tiempo. Vigilantes. Insomnes. Eternos. Y pronto dejarán de ser nuestros.

La Una que es Tres busca, sin saberlo, el alma capturada. El spren aprisionado, olvidado hace mucho tiempo. ¿Puede liberar su propia alma a tiempo de hallar el conocimiento que condena a todos los pueblos de Roshar?

El Soldado Caído acaricia y ama la lanza, incluso mientras el arma hiende su propia carne. Camina siempre hacia delante, siempre hacia la oscuridad, sin luz. No puede llevar consigo a nadie, salvo aquello que él mismo puede avivar.

La Hermana Derrumbada comprende sus errores y piensa que ella misma es un error. Parece muy alejada de sus antepasados, pero no comprende que son quienes la llevan a hombros. Hacia la victoria, y hacia ese silencio, el más importante de todos.

Y la Madre de Máquinas, la más crucial de todos ellos, danza con mentirosos en un gran baile. Debe desenmascararlos, alcanzar sus verdades ocultas y entregarlas al mundo. Tiene que reconocer que las peores mentiras son las que se cuenta a sí misma.

Si lo hace, nuestros secretos por fin se convertirán en verdades.




¡Buenas mis queridas estrellas! Las ganas que tenía ya de hacer esta reseña, porque os prometo que para el poco tiempo libre que he tenido cada día, he devorado este libro en muy poco tiempo. No he podido soltarlo y es que me ha maravillado todo lo que estaba pasando desde la primera a la última página. Me sorprende pensar que este es el que menos ha gustado de toda la saga, pero a mí me ha encantado, pues he sentido que todo el libro ha sido un viaje emocional donde cada uno de los protagonistas enfrentaba al fin el dolor que llevaba a sus espaldas desde el primer libro.

"El ritmo de la guerra" sigue con la historia de los Caballeros Radiantes, quienes han logrado salir casi indemnes de un momento clave de sus vidas. Ahora, conviviendo juntos en la torre Urithiru y habiendo pasado un año, todos ellos deben afrontar las heridas emocionales que han dejado de lado durante demasiado tiempo. Kaladin debe hacer frente a una de las situaciones más determinantes de su vida. Y es que se ha pasado demasiado tiempo empuñando su lanza y ahora, aunque sabe que siempre tendrá corazón de soldado, tras los acontecimientos de hace un año que no pudo detener, debe librar la batalla más difícil de todas: la de su propio corazón. Shallan sigue dividida entre sus múltiples personalidades, ocultando de sí misma los errores de su pasado y aquello que se niega a indagar, a aceptar de sí misma, sabiendo que quizá esa sea la clave para arreglar muchas cosas. Adolin ha tomado un camino más independiente, sin seguir en la sombra de su padre, y decide tomar un viaje junto a Shallan para tomar a los aliados necesarios para la batalla más complicada de todas las que han tenido hasta ahora. Dalinar sigue tratando de mantener el reino unido pese a haber expuesto sus errores del pasado y Navani trata de sustentar al reino de todas sus capacidades para salir adelante, mientras echa algunos vistazos al pasado que quizá sean clave para lo que está por venir. ¿Qué ocurrirá con ellos ahora que la guerra está a punto de desarrollarse?

Este es un libro que forma parte de la saga "El Archivo de las Tormentas" y este es el cuarto y penúltimo libro de la primera parte de la historia, ya que se ha confirmado que habrán otros cinco más. Sinceramente había leído muchas opiniones de gente que decía que este libro era el peor con diferencia, pero como yo siempre parezco ir contracorriente he de admitir que se ha convertido en uno de mis favoritos por todo lo que me ha hecho sentir desde la primera página. Creo que este libro capta de una forma más profunda que los otros las emociones de todos los personajes y que es un viaje donde puedes conocerlos mejor dejando a un lado la parte de acción que sí tuvieron todos los anteriores.

La trama pasa más desapercibida en este libro, ya que lo he sentido más como un viaje emocional de los personajes tratando con todas sus heridas personales. Sí que es verdad que aun así hay momentos de mucha acción que me han dejado sin aliento, sobre todo la recta final donde no paraban de ocurrir cosas a cada rato y te mantenía en una tensión constante. Pero en general ya os voy diciendo que este libro es mucho más lento porque se centra en la trayectoria de los protagonistas y ver como todos ellos enfrentan los traumas que dejaron a un lado para no plantarles cara. También creo que es el libro que más momentos me hizo llorar por los temas que toca y eso me ha permitido sentirme más conectada a todos ellos.

Los personajes me han tenido en un completo sinvivir y es que si ya sufres con en los anteriores libros, aquí todo te golpea un poco más a nivel emocional. No me esperaba una trayectoria tan humana, que cada uno de los pasos de los protagonistas iban a desencadenar diferentes traumas que les tocaría afrontar en algún momento para seguir adelante. Con Kaladin, en este libro, he tenido la absoluta certeza de que no habrá otro protagonista que me haga sentir un amor y un cariño tan inmenso que con él, porque de verdad que todos sus pasos son perfectos. Shallan y Adolin también me han sorprendido mucho con su relación y todo lo que les tocaba afrontar aquí. Dalinar y Navani también me han parecido igual de increíbles. Y Venli ha sido el personaje con el que más me ha costado encariñarme, pero al final he podido empatizar mejor con todas sus imperfecciones y errores del pasado.

La pluma del autor es un descubrimiento que siempre voy a agradecer que me recomendasen. De no ser por mi pareja habría seguido aplazando las historias de este hombre que, a mi parecer, tiene una forma de plasmar la fantasía que es única. Aunque hay libros increíbles dentro del género, creo que Sanderson es así como el padre de la fantasía épica, una persona con una imaginación envidiable que es capaz de hacerte chillar de emoción y echarte a llorar en la misma página sin ni siquiera despeinarse. Ojalá nunca deje de escribir, porque mientras él tenga algo que contar, yo estaré ahí en primera fila para internarme en otra de sus fascinantes aventuras.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Kaladin, uno de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que ha luchado incansablemente durante años, desde que tiene uso de razón ha tenido que blandir una lanza para defender a los suyos, derramando sangre que no era la suya para proteger a quienes quiere. El problema está en que esa vida, esa con la que juró proteger a quienes lo necesitan, no ha servido de nada tras la caída del rey. Kaladin fue incapaz de salvarlo, fue incapaz de hacer nada por los suyos y ahora, después de un año, sigue sin saber cómo recuperar el control de la vida que ha perdido. Cuando Dalinar lo releva de sus cargos y lo aleja de la batalla en la que se ha volcado todo ese año para no pensar ni sentir, Kaladin ya no sabe qué hace, cómo volver a encontrarse estando así de perdido. Lo único que es capaz de hacer es regresar junto a su padre y ayudarlo en su trabajo, tratar de encontrar algo que lo mantenga con la cabeza ocupada y no con la tormenta que se agita dentro de él y que le hace desear cosas que no debería pensar por el bien de él y de Syl. Sin embargo, la vida lo pondrá a prueba cuando las cosas empiecen a torcerse y su salud se deteriore. ¿Logrará hacer frente al pasado y dejar ir sus propias cargas? ¿O finalmente Kaladin se rendirá al destino que no deja de presentarse ante sus ojos?

Kaladin es un personaje que desde el primer libro me encariñé y enamoré de él por completo. No solo me parece una de las personas más buenas y llenas de luz del libro, sino también el que ha tenido una de las mejores trayectorias de toda la saga. Me encanta la manera en que el autor nos ha ido conduciendo a este momento, dejándonos varias pistas en cada libro de lo que vendría en Kaladin en este libro y que se convertiría en su mayor y más duro enemigo: él mismo. No os voy a mentir, se me ha humedecido los ojos varias veces leyendo sus puntos de vista, pero es que si ya veías a Kaladin roto, después del final del tercero toda su trayectoria aquí es devastadora. El peso de culpa que carga, el peso de responsabilidad que ha sido incapaz de cumplir, su dolor, sus heridas constantes, la cantidad de cosas que ha dejado sin sanar y que ahora supuran debido al tiempo. Todo él es una herida sin sanar que te rompe por dentro, porque no se lo merece, nunca se mereció sufrir así. Por eso me hace gracia la cantidad de gente que no soporta a "este Kaladin emo", cosa que ya defendí en el anterior libro cuando lo reseñé. Me gustaría de verdad ver a más de uno que piensa así viviendo el estilo de vida de Kaladin y si estarían felices y sin preocupaciones después de ello. Porque ya os digo yo que es muy fácil juzgar a una persona desde fuera sin vivir su duelo personal y sin entender lo que me atormenta por dentro. Para mí sigue siendo (y ya os digo yo que lo será hasta el final) el mejor personaje que me ha dado esta saga.

Y por último está Adolin, el otro protagonista masculino que toma mayor relevancia en este libro. Él es un chico que un día caminó tras los pasos de su padre, tratando de seguirle y convertirse en lo que un día fue el Espina Negra, uno de los guerreros más fuertes y poderosos del mundo. Ahora, años más tarde, Adolin no sabe bien si lo que admiró fue una realidad o solo una ilusión. Aunque sabe que su padre estaba bajo el control de Odium, eso no le quita el repentino dolor que siente por dentro cuando piensa en que la razón de la muerte de su madre, esa que todo el mundo creyó siempre que era causa del enemigo, resultaría ser a manos del hombre que un día admiró con todas sus fuerzas. Ahora lo sigue haciendo, pero es que a diferencia de entonces, Adolin se ha dado cuenta de que quiere ser mucho más, de que no quiere resignarse a convertirse en lo que el mundo espera del hijo de Espina Negra. Quiere ser él mismo, seguir sus propios ideales y que nadie espere de él lo que no esté seguro que quiere hacer. El problema es que su padre tenía muchos planes para su futuro y ahora, tomando todo eso en cuenta, Adolin ya no quiere seguir adelante con ello. Quizá por eso se emprende en un viaje hacia Shadesmar en busca de aliados, quizá como una forma suya de demostrarle a su padre que él también puede lograr grandes cosas sin necesidad de imitarlo. ¿Logrará alcanzar a su padre y demostrarle que dentro de él hay mucho más que lo que alguna vez creyó ver? 

Adolin es un personaje que desde el primer libro he querido que le dieran protagonismo y hasta ahora no ha ocurrido debido a que se centraban más en las tramas principales del resto de protagonistas. Así que entenderéis mi emoción de estar reseñando en profundidad uno de los puntos de vista de Adolin sin tener que especificar que no puedo hablar demasiado por si hago spoilers al respecto. En este libro me he encariñado muchísimo con él, de verdad que Adolin es un cacho de pan que no nos merecemos y que a cada libro lo demuestra un poco más, incluso cuando tenía poco protagonismo se dejaba entrever su inmenso corazón. Me encanta cómo cuida de Shallan y se preocupa por ella en cada uno de los momentos, sin infravalorar su fuerza y su capacidad de luchar. Me encanta la manera en que el autor ha vinculado a Adolin con su spren y lo adorables que me han parecido cuando estaban juntos. Creo que Adolin es, junto con Kaladin, de los más tiernos con su spren y es que cuida a Maya como si fuera una hermana pequeña a la que le está enseñando todo por primera vez, y no como una herramienta como muchos otros hicieron. Creo que Adolin tiene mucho potencial para el último libro y que su trayectoria, de darle ese desenlace merecedor, puede convertirlo en uno de los mejores personajes principales de la saga.

Por otro lado tenemos a Shallan, una de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una chica que terminó dividida en tres personalidades que la definen. Por momentos es Velo, una chica malhablada, directa y mordaz que sabe engañar y negociar mejor que nadie; por otros es Radiante, una prodigiosa guerrera que sabe batallar como nadie, pero que a la vez tiene el porte y la educación dignas de una futura reina; y en momentos más raros es Shallan, esa chica que nadie le interesa saber más de lo que hay detrás pues las otras dos la eclipsan. ¿Por qué volver a ser la Shallan aburrida si puede ser algo más interesante y hasta divertido? Eso es lo que se dice a sí misma diariamente, pues aunque intenta seguir adelante, hay ciertas ocasiones en que el pasado parece querer colarse entre las grietas de su disfraz. Pero Shallan se niega a hacerle frente a eso, no lo necesita, no necesita ser ella, se conforma con aferrarse a lo que ya conoce de sus demás personalidades. Especialmente cuando todas ellas le permiten seguir adelante en su misión con los Sangre Espectral, quienes tienen información que a ella puede interesarse si cumple con sus requisitos. Pero cuanto más se mete en ese grupo, más despierta esa parte de ella que todavía no tiene nombre, Sinforma, algo que puede ser más peligroso que lo que ha pasado en su vida hasta ahora.

Shallan es un personaje que desde el primer libro te genera más y más misterio con cada una de las cosas que hace. Lo cierto es que he visto que mucha gente no la soporta, pero a mí me tiene intrigadísima con su subtrama, con todo lo que está haciendo y sus capacidades de meterse en una situación diferente a cada ocasión. Sí que es verdad que se nota desde la primera página que Shallan no está bien, que no lo ha estado realmente nunca, pero es que cuando tienes la trayectoria que tiene ella y sufres un estilo de vida así de turbio y oscuro, es normal que mentalmente no estés bien. Por eso me ha gustado su trayectoria, el mensaje que ha querido dar el autor con ella y creo que su crecimiento ha sido alucinante. Aunque te esperas la razón de que Shallan esté así y el por qué de esas personalidades, eso no quita que llegado el momento te conmueva y hasta te deje con el corazón en un puño. Me hubiese gustado verla en mayor profundidad, porque en este libro sí que he notado que Shallan tenía menos protagonismo, pero confío en que su recta final merecida nos la den en el último libro de esta primera parte, porque ella se merece encontrar la paz y la felicidad consigo misma de una vez.

Por otra parte tenemos a Navani, la siguiente de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una mujer que toda su vida ha girado en torno a crear fabriales, a instruir a los demás cómo mejorar sus estilos de vida y dar a sus mejores guerreros los equipos perfectos para sus necesidades. Sin embargo, dentro de ella siempre ha sentido que faltaba algo más, como si no terminara de estar completa del todo debido a su estilo de vida. Durante un largo tiempo fue la esposa de Gavilar, permaneció al lado de un hombre que todo el mundo idolatraba, sin saber que solo admiraban a una máscara que escondía cosas que solo ella percibía desde la intimidad. Un hombre con muchas carencias que la hicieron sentir algo más frágil de lo que quizá era, pero que se terminó creyendo debido a las circunstancias. Ahora, casada con el hermano de su antiguo marido, Dalinar, Navani se da cuenta de que quizá es el momento de ver más allá de sus posibilidades. Con lo que no contaba es que el estallido de la guerra la pondría en manos del enemigo y que la harían ver algo más que solo los enfrentamientos entre dos bandos con muchas diferencias. Pero es que, ¿y si realmente esas diferencias siempre fueron lo que los hicieron tan iguales? ¿Y si esa situación la ayuda a encontrar la manera de detener lo que está a punto de suceder?

Navani es un personaje que me ha costado entenderla al principio, no os voy a mentir. Me chocaba la dualidad de su forma de ser, lo que hacía y lo que sentía y también me ha sorprendido darme cuenta de las cosas de su pasado que no te detallan en los anteriores libros y que habla de una forma más profunda de la relación que tenía con su esposo Gavilar. Navani es un personaje diferente, complejo, lleno de muchos matices que hay que mirar poco a poco, porque ya os digo que su punto de vista es bastante complejo por momentos. También creo que sus capítulos se me hicieron algo cuesta arriba a veces, ya que se centran en varios momentos en los descubrimientos que ella hacía, en cómo hacía cada uno de esos pasos para obtenerlos y a menos que te interesen esos datos que ella analiza, te puede pasar como a mí y que sus partes del libro se hagan un poquito más densas y aburridas. Sin embargo, su evolución ha sido considerable y es que cuando llegas a la recta final del libro y ves todo lo que ella hace para ayudar a los demás te quedas con la boca abierta. Creo que tiene una evolución impresionante que ojalá Sanderson explore un poco más profundamente en el último libro.

Y por último está Venli, la última de nuestras protagonistas femeninas que más relevancia tienen en este libro. Ella es una chica que un día tomó una decisión que tuvo que pagar muy caro en el futuro. Una decisión que la dejó completamente sola, sin ninguno de los suyos que quedase en pie salvo ella. Ahora Venli debe afrontar una situación peliaguda al trabajar para el enemigo, aunque sea una estratagema hasta encontrar la forma de escapar de ellos. Y es que Venli ha descubierto una verdad que la tiene en peligro constante: va a ser una Radiante y el spren que se ha vinculado a ella está dispuesta a demostrarle que puede encontrar las palabras que la hagan alcanzar esa realidad. Pero, ¿cómo puede merecerse eso cuando por culpa de ella toda su raza ha sido exterminada, incluida su propia hermana? ¿Cómo seguir adelante al no tener ningún lugar al que volver porque se ha quedado sola debido a su propia cobardía? Quizá ha llegado el momento de dejar atrás las diferencias, de permitirse descubrir más allá de lo que nunca antes se atrevió y a buscar aliados en aquellos seres que siempre ha rechazado desde que tiene uso de razón.

Venli es un personaje que junto con Navani fue de las que más me costó entender hasta que no evolucionó en su presente y me mostró todo lo que había ido cambiando para ser un poco mejor como persona. Ella es MUY caótica y comete unos errores garrafales en los anteriores libros, que fue precisamente la causa de que todo se estropease, y también es la que ha tenido emociones muy humanas con las que puedes llegar a sentirte más o menos identificada. No digo que eso sea justificable, porque como os decía antes, Venli hace cosas horribles que son el desencadenante de que mucha gente sufra por ello, pero sí creo que eso le ha dado una profundidad mucho más detallada a su persona que te permite ver mejor su complejidad y todas las capas que tiene alrededor. No es un personaje fácil de entender o de tomar cariño, pero al final he podido comprender un poquito mejor lo que guardaba dentro y en su presente me ha permitido entenderla, conectar mejor con ella y tomarle hasta cierto cariño. Solo espero que luego de los últimos acontecimientos ella dé un paso hacia adelante por un camino mejor y demuestre que es mejor de lo que alguna vez creyó que no era.

También tendremos a Dalinar, uno de nuestros protagonistas masculinos, que aquí tiene menos relevancia que en el tercero. Debido a eso no podré daros demasiados detalles de su personaje ya que lo que pueda contar aquí sería un spoiler grande de lo que hace en este libro, que es bastante determinante para el desenlace de la historia. Así que os daré un breve resumen de su personaje y mi opinión general de él.

Dalinar es un personaje que aquí tiene menos protagonismo que el anterior libro, ya que básicamente la historia giraba en torno a él. En esta historia le vemos de una forma más escueta, ya que no se profundiza tanto en las heridas que tiene dentro o en el crecimiento personal que batalla en su corazón. De hecho me ha sorprendido los cambios notorios que tiene desde el primer libro a este, ya que se le nota más sosegado, con una mente más en calma y más dispuesto a escuchar y no a actuar sin pensar en las consecuencias de sus actos. Algo que me ha encantado de su personaje es el desarrollo final que ha tenido en este libro, porque como dije arriba creo que eso es determinante para lo que va a pasar en el último y miedo me da el desenlace que el autor le quiera dar a este personaje tomando en cuenta la gravedad del asunto. Algo que tengo claro es que aunque aquí apenas ha tenido protagonismo, sigue siendo un personaje al que tengo especial cariño y también de los que considero que tuvo una evolución muy grande a sus espaldas desde el tercer libro.

En resumen, "El ritmo de la guerra" es el cuarto libro de una saga que me está dando todo lo que alguna vez deseé ver en una historia y mucho más. Sinceramente no entiendo a los que no disfrutaron de este libro, porque a diferencia de los anteriores se vuelca muchísimo a darnos un crecimiento personal de todos sus protagonistas y a hacerlos crecer y sanar antes de la llegada del final de todo. A mí este libro me ha encantado y me ha dejado con unas ganas inmensas de ver cómo termina todo ahora que estamos a pocas páginas de que termine la historia. La trama es menos notoria aquí y es que este es un libro centrado en sus personajes, en sus caminos, en sus miedos, dudas e incertidumbres, en los traumas que guardan dentro de sus pechos y en las heridas que tienen que tratar antes de que se hagan más grandes y los destruyan por completo. Entiendo que a mucha gente se le hiciera lenta, porque en sí tiene muy poca acción en comparación a los otros. Algo que me ha encantado es cómo está desarrollado todo, de forma que muchas de esas cosas se hilen con detalles que ya sabías de otros libros y que anteriormente te habían dejado como pistas para lo que ibas a encontrarte próximamente. Y es que aunque tiene un ritmo lento, yo al menos he disfrutado de esta historia y de todo lo que iba pasando, de las situaciones tan necesarias que nos presentan y de esa recta final de infarto que te rompe el corazón y te deja sin aliento por completo. Los personajes han sido un frenesí de emociones desde la primera a la última página. He sufrido con todos y es que aquí no solo se vuelcan en los protagonistas, sino también en los secundarios. Los ves sufrir, caer, romperse y volver a levantarse porque el mundo los necesita antes de que todo se desvanezca. Kaladin me ha tenido rota por dentro y es que de verdad que creo que es de los personajes que más han sufrido y siguen sufriendo de la saga. Déjenlo ser feliz, por favor. Shallan ha tenido una trayectoria brutal y necesaria aquí, ya hacía falta que ella también tratase sus propias emociones y afrontase las cosas por su propia salud mental. Dalinar y Navani siguen luchando por mantener unidos a los suyos y abastecerse del equipo necesario para salir indemnes de esta nueva guerra que se aproxima. Adolin me ha tenido el corazón blandito, ya no solo por su relación con Maya, su spren, sino también la que tiene con Shallan y que ahora me parecen mucho más adorables juntos. Solo espero que Shallan lo cuide y valore bien una vez que salga de su propio duelo mental. Y Venli ha sido una sorpresa, ya que en general no me convencía nada su personaje y aunque sigo teniendo mis más y mis menos con ella, creo que ha sido un personaje muy real y humano con todos su errores y defectos constantes. Me ha dejado intrigada ver a dónde va a tirar toda su evolución en el siguiente libro. La pluma del autor es increíble y es que creo que nunca va a haber otra escritura como la de él. Una en la que se vuelquen tanto a crear una magia única, diferente, que no se pueda comparar con todas las demás. Por mucho que lo piense, creo que nunca he visto un libro del género con tantísima complejidad como la tiene este mundo que el autor ha creado y que a mí me tiene sencillamente maravillada en todos los aspectos posibles. Ojalá nunca deje de escribir, porque todo lo que hace este autor es puro arte y yo, después de esta saga, quiero aventurarme a más libros suyos para conocer mejor toda su trayectoria.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!



 










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