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jueves, 23 de octubre de 2025

Neill y Debbie [Sweet love #1]

Moruena Estríngana/ Editorial Booket/ 304 páginas/ Neill y Debbie [Sweet love #1]/ Tapa blanda/ Comprar aquí




Por mucho que quieras huir de tu destino al final este siempre te encuentra.

Debbie no quiere tener relación con el mundo de las animadoras y los futbolistas, más que nada porque su madre fue capitana de animadoras y su padre capitán del equipo de fútbol. Una historia de amor de las que hizo historia y que se sabe de memoria. No quiere seguir los pasos de su madre, aunque sabe que la única forma de comprenderla es acabando en la fraternidad de animadoras rodeada de pompones para evitar que la vida que emprende las separe más de lo que ya están. Pero no contaba con que un beso inesperado iniciara su amistad con Neill... capitán del equipo de fútbol.

Con solo una mirada, Neill es capaz de calentar su sangre y acelerar su corazón como si acabara de correr los cien metros lisos. Ella intenta ser solo una joven más que disfruta de su vida universitaria, y para nada se va a enamorar de Neill. El problema es que cuando Neill la besa siente que es capaz de acariciar el cielo. ¿Se arriesgará a darle un beso más y acabar enamorada de un capitán de futbol como lo fue su padre?

Aunque trate de escapar el destino siempre tiene sus propios planes…




¡Buenas mis queridas estrellas! Con este libro empezamos al fin con la trilogía que sigue a la saga "Mi error" de la misma autora. La verdad es que me daba algo de curiosidad conocer la historia del chico de este libro, porque es al que conoces como secundario en la saga principal y recuerdo que le había tomado bastante cariño. Sin embargo, creo que esta historia se ha alargado un poco de más para mi gusto, al menos con cómo se llevó el libro, no siento que hiciera falta darle tantas complicaciones a la situación. 

"Neill y Debbie" nos cuenta la historia de Debbie, la cual solo quiere escapar de la sombra de su madre. Luego de que todo el mundo pensase que ella iba a seguir los pasos de esta de ser animadora y conseguir conquistar al capitán del equipo de fútbol, Debbie se hizo una promesa y es que no permitiría que su vida se arruinase como lo hizo la de su madre. Neill ha llevado una vida sin ataduras, desde que tuvo la desgracia de tener unos padres que no supieron quererle, aprendió que no quería aferrarse al amor sabiendo que este podía abandonarlo. Cuando Debbie y Neill se conocen y se dan un beso por una apuesta, lo que parecía quedarse ahí termina convirtiéndose en algo más. Neill no quiere aferrarse a nadie y Debbie se niega a enamorarse del capitán del equipo. Pero, ¿qué pasa de esta amistad que inicia entre los dos se forma algo mucho más complicado? ¿Podrán hacerle frente al miedo que sienten por sus respectivos pasados?

Este es un libro que forma parte de una trilogía que es como una especie de segunda generación de la saga "Mi error". En esta trilogía conoceremos a los hijos de los protagonistas de dicha saga y veremos qué han sido de ellos cuando se han hecho adolescentes. Aquí, en este primer libro de la trilogía, seguimos los pasos de Neill a quien ya conocemos porque es el hermano pequeño de Kevin (protagonista del séptimo libro de la saga "Mi error") y a Debbie, la cual no conocimos antes de este libro. La idea no era mala y de verdad creo que podría haberse hecho una historia mucho más emocionante, pero creo que se ha desaprovechado muchas situaciones que podrían haberle dado mayor juego al libro.

La trama pintaba bien, ya que aunque el principio es algo precipitado, luego toma un ritmo un poco más interesante. Por ejemplo me gustó que quisiera hacer una especie de friends to lovers, ya que los protagonistas tenían una situación que les impedía estar juntos más allá de una amistad. Sin embargo, lo que podía haber sido una idea bastante buena, terminó viéndose forzada al no dejar de meter situaciones que complicaban más la relación de ambos. Creo que hay demasiado drama y no precisamente de los problemas importantes, sino de uno que se repite hasta la saciedad. El romance podría haber sido mucho más tierno si no se hubiese llevado tan forzado en algunas partes o se dramatizase tanto las circunstancias de ambos.

Los personajes han estado bien, pero no considero que sea los mejores de la autora. Creo que la idea era buena, sobre todo por la parte de Neill, que tenía bastante potencial de hacerte sufrir por toda la carga emocional que tenía dentro de su corazón. Sin embargo lo han dejado muy en el aire, no se ha tratado bien todo el tema de lo que todavía sufría por el abandono de sus padres. Me habría gustado que se desarrollase bien todo ese crecimiento interno y se viera bien, al igual que se hizo en su día con el de Kevin. Debbie, por otra parte, no me ha terminado de convencer. Entendía su miedo, las dudas de arriesgarse, pero es que sus motivos me parecían que no tenían una credibilidad. Siento que solo se aferraba a una situación surrealista que no tenía por qué ocurrirle si ella lo tenía claro. Vamos, que creó un sufrimiento totalmente innecesario para los dos.

La pluma de la autora me ha gustado más en este primer libro, creo que a diferencia de la saga principal, aquí se ha desarrollado mejor la narrativa y todo lo que describía. Se nota que tiene un poco más de experiencia que entonces y es lo que me ha permitido apreciar la manera en que plasmó las emociones aquí. Sí que es verdad que su mayor pero es que no explota bien las situaciones, que alarga mucho las que son innecesarias y deja resumidas las que podrían darle más potencial a la historia. Creo que si mejorase esos puntos, podría hacer que la escritura sea mucho más amena y divertida y que hasta te genere ganas de más.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Debbie, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que desde que tiene uso de razón ha sido comparada con su madre, puesto que ella fue una de las mejores animadoras de su juventud y fue respetada y adorada por todos. A ella se le acabó perdiendo el rastro cuando se enamoró del capitán de fútbol y renunció por completo a sus sueños para quedarse con él. Esa situación ha perseguido a Debbie como una sombra que la asfixia, pues no puede evitar sentir cierta rabia por el hecho de que su madre dejase ir todo lo que amaba para contentar a su padre dejándole cumplir sus propios sueños. Y eso eso lo que hace que ella decida que no va a comprometerse con nadie que pertenezca al equipo de ese deporte y menos aún si es el capitán. No quiere terminar como su madre y renunciar a lo que ama por un chico con el que, muy seguramente, ni siquiera acabe teniendo un futuro que la haga feliz. Sin embargo, sus planes se ven truncados cuando llega a estudiar en el mismo centro que su madre y acaba en la fraternidad de animadoras, en un intento de entenderla, donde acaba conociendo a Niell en las peores condiciones. Y es que debido a un reto que recibe de la fraternidad, termina besándose con Niell, el cual resulta ser el capitán del equipo de fútbol de la escuela. Aquella realidad hace que Debbie sienta un automático rechazo hacia el chico, aunque este no le haya hecho nada y pese a que no puede evitar sentir una evidente atracción por él y lo bien que besa. Pero debe escapar de cualquier circunstancia que amenace su vida, con terminar igual que su madre... ¿Podrá conseguirlo aunque la distancia entre Neill y ella no deje de acortarse? ¿Y qué pasa si el deseo que sienten por el otro se termina convirtiendo en uno demasiado inevitable?

Debbie es un personaje que no me ha terminado de convencer aunque entendiese la finalidad de la autora. Al final te muestran lo que es que una chica que ha tenido que ver a su madre renunciar a todo lo que quería por amor, quiera renunciar a la posibilidad de enamorarse de la misma forma que ella para no acabar en su mismo futuro. Pero quizá es que yo no he podido entenderla como personaje o que no se ha reflejado como debía, pero Debbie me ha parecido un poco infantil. Es decir, la razón por la que renuncias a todo es precisamente por miedo a que te ocurra lo mismo que tu madre, una decisión que no tiene que ocurrir porque te fuerzan, sino porque TÚ lo decides así. No sé, me pareció una idiotez que decidiera renunciar a vivir, a enamorarse, a ser feliz, por algo que interpretó como quiso. Además, ¿qué tendrá que ver la decisión que haya tomado tu madre con la que puedas hacer tú? Es que era un drama innecesario, no tenía ningún tipo de credibilidad y lo único que me generaba era rabia porque lo usaba de justificación para tratar mal a Neill y esconderse de sus propios sentimientos. No me ha parecido en absoluto valiente y su intento de redención en el último capítulo tampoco me ha dicho mucho. Me ha parecido un esfuerzo mínimo para volver con él comparado al daño que le hizo pasar.

Por otro lado tenemos a Neill, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que ha vivido una clase de vida que no le desearía a nadie. Siendo abandonado por su madre y su padre, lo único que ha tenido a su lado para salir adelante ha sido su hermano mayor Kevin. Gracias a él ha conseguido encontrar una familia, un hogar junto a su otro hermano. Con ellos, Neill pudo crecer en un hogar donde sabían quererle y valorar su presencia de verdad y no de la forma injusta con la que convivía con aquellos crueles padres. Y aunque sabe que es feliz, que ahora tiene un hogar donde poder crecer sin el dolor de su infancia, la sensación de abandono no desaparece. Y es que Neill se pregunta si quizá lo hicieron porque él no tenía nada que valiera la pena querer. Esa ausencia le enseñó a no aferrarse a nadie, a no esperar encontrar a una persona que quisiera quedarse para siempre a su lado, pero aun así una pequeña parte de él, esa que mantiene oculta, no deja de preguntarse si habrá alguien que quiera arriesgarse con él, a tener un futuro a su lado y verlo como ni siquiera sus padres fueron capaces de hacerlo. Por eso cuando conoce a Debbie de esa forma tan peculiar, que es dándole un beso para ayudarla a cumplir un reto por culpa de su fraternidad, Neill se sorprende de no poder dejar de pensar en ella. En esa chica que no quiere saber nada de él. Y aunque sabe que meterse de lleno en la vida de esa chica le puede traer problemas que no necesita, de alguna forma se ve envuelto en su trayectoria, en todo lo que ella genera en su pecho y que nunca antes le había pasado. ¿Quizá sea Debbie la chica que pueda enseñarle que quererlo a él no es algo imposible? ¿O ella lo abandonará de la misma forma que lo hicieron todos aquellos que una vez creyó que le querían?

Neill es un personaje que en la saga anterior me encantaba, de hecho conectaba mucho con él por todo lo que había tenido que sufrir desde niño junto con su hermano Kevin. Quería protegerlo y asegurarle que se merecía recibir amor de los demás, que nunca fue culpa suya que sus padres se fueran y lo despreciasen, que el problema era de ellos que no tenían cabida en su corazón para el amor, y no porque él no provocase amor en los demás. Me ha dado pena que en su libro no abordasen bien el tema, ya que aunque hablan un poco de ello, creo que no es suficiente para lo que simboliza sufrir una circunstancia así. Le han dado más importancia al drama de Debbie y a él lo han dejado más en un lado secundario. El crecimiento de sus sentimientos me parecía enternecedor y la razón por la que al principio se negaba a experimentarlo sí que me parecía lógico por lo que había sufrido. No sé, creo que Neill tenía mucho potencial para tener mayor protagonismo y que no se centrasen tanto en el drama innecesario de Debbie y le dieran un poco más de importancia al de Neill que tenía mayor peso y desarrollo. 

En resumen, "Neill y Debbie" es el primer libro de una trilogía que forma parte de la saga "Mi error" ya que trata sobre los hijos de algunos personajes de esa saga. En este caso, no son los hijos como tal, ya que nos cuenta la historia de Neill, el hermano de Kevin (protagonista del séptimo libro), y Debbie la cual nunca ha aparecido como personaje en la saga como tal. Y aunque la idea no era mala, de hecho la premisa me intrigaba para ver cómo lo desarrollaba la autora, creo que en general el libro es demasiado largo para lo que quiere contar, ya que se centró en cosas que tampoco daban para mucho desarrollo. La trama es simple, pero a mí me intrigaba, ya que desarrollaba una relación de friends to lovers que a mí siempre me fascina. Sin embargo, ha tenido muchos peros y que han sido la razón de que al libro no le diera más nota. Creo que no han sabido explotar todo el potencial de la historia. Se podría haber abordado más el transfondo de ambos y no centrarse en un único punto, que era el rechazo a estar juntos por sus propios problemas. Aunque se aborda la relación, no he sentido un crecimiento personal por ninguna de las partes y eso ha hecho que la historia se me atragantase. Ya ni hablemos de lo infantil que era la razón por la que no podían estar juntos, ya que era todo por causa de ella. No sé, en general el libro tiene demasiado drama innecesario que solo alargan para no terminarlo en cien páginas. Los personajes pintaban bien y en general no es que sean malos, pero es que tampoco he sentido esa química de la que tanto hablaban en el libro. Aunque se convierten en amigos, siento que como tal hacían mejor dualidad que como algo más romántico. Niell era demasiado maduro para varias cosas, mientras que Debbie vivía en un drama interno que no entendía ni ella. Me daba rabia porque Debbie provoca que todo no avance por una tontería que no tiene ni siquiera sentido. Por no hablar de que le dan demasiada importancia y vuelvo a repetir que Debbie tampoco tiene un transfondo para darle demasiadas vueltas, literal se podría haber resuelto en cinco páginas de haber existido un mínimo de comunicación. Con Neill sí que tenía más expectativas y ha pasado todo lo contrario. Lo han dejado como secundario casi en su propio libro y es que su transfondo es casi inexistente. Salvo en dos ocasiones que lo nombran y le dan un mínimo de protagonismo, el resto del tiempo es como si su drama no existiera y, sinceramente, le da mil vueltas al de ella. El romance podría haber dado mucho juego de existir esa química, porque ya os digo que yo al menos no la sentí. Me fue mucho más indiferente y solo me gustaron juntos cuando eran amigos, porque al menos ahí notaba la comunicación y que las conversaciones eran más cercanas y reales. La pluma de la autora la he notado mucho más desarrollada aquí y es que se nota que luego de haber escrito los diez libros de la saga anterior, ha sacado mayor experiencia y es lo que le ha permitido escribir así este primer libro de trilogía. No os mentiré que le sigue faltando más desarrollo, especialmente a la hora de explotar bien una historia y no centrarse en lo más irrelevante. O por ejemplo a equilibrar bien el drama, porque había momentos donde se alargaba mucho sin necesidad y eso que en este libro al menos la solución era bastante simple. Veremos qué tal con el segundo libro, que no negaré que me tiene bastante intrigada por los protagonistas que estarán y a los que les dieron tantísima importancia en la saga anterior por lo mucho que salían en él.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!












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