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viernes, 13 de junio de 2025

Elliot: Canción de amor eterno [Con amor, Austen #5]

 Anyta Sunday/ Autopublicado/ 294 páginas/ Elliot: Canción de amor eterno [Con amor, Austen #5]/ Tapa blanda/ Comprar aquí




Cuando encuentras al amor de tu vida, te aferras a él.

No lo sueltas.

Elliot Anneston, campeón indiscutible del equipo de debate, es un maestro en el arte de la persuasión. Siempre gana; en todo. Hasta que conoce al sexi Wentworth McAllister, un estudiante escocés que acaba de mudarse. De repente, no sabe ni por dónde le da el aire. Su mundo se convierte en un torbellino de emociones y, cuando se enfrenta al debate de su vida, perder es inevitable. ¿Cómo no va a hacerlo, si su argumento se basa en una mentira?

«No puedo quererte. No estoy enamorado de ti».

Cuando pierdes al amor de tu vida, no tienes una segunda oportunidad.

¿O sí?





¡Buenas mis queridas estrellas! Anyta Sunday lo ha vuelto a hacer... ¿Y yo qué le hago si cada libro que me leo de esta mujer es un cinco estrellas de cabeza? Os prometo que intento ser imparcial y valorarlo seriamente todo punto por punto, pero es que hasta haciendo eso sigo considerando que es un libro de nota máxima por lo bonito que es, lo que hace sentir y la capacidad de que unos personajes se te incrusten en el alma con fuerza hasta tal punto que incluso cuando cierras el libro tras acabarlo siguen estando ahí haciendo temblar tu corazón.

"Elliot: Canción de amor eterno" nos cuenta la historia de Elliot y Wentworth, quienes se conocen en mitad de una fiesta y sus corazones se unen de una forma irremediable. Sin embargo, pese a lo mágico de su historia, una tragedia los separa y durante años no vuelven a coincidir... Hasta ahora. Cuando Wentworth vuelve a su vida y empieza a trabajar en la misma empresa que él, Elliot no sabe qué hacer ni cómo actuar ante esa violenta situación. Después de todo, la última vez que le vio, le mintió de una forma horrible y lo rechazó para alejarlo de él. Ahora, con sus sentimientos completamente revueltos por su regreso, Elliot deberá hacer frente a lo que ha provocado y es el corazón roto de un escocés que ya no es capaz de mirarlo a los ojos sin sentir un inmenso rencor. ¿Se puede siquiera recuperar lo que rompiste en el pasado de forma horrible? ¿Existe siquiera la posibilidad de una segunda oportunidad para la historia de ambos?

Este es un libro que forma parte de la saga "Con amor, Austen" como el quinto libro y otro más que se ha ganado mi corazón y me ha dejado con una sonrisa boba en todas y cada una de las páginas que me he leído. Yo os prometo que analizo muy bien sus libros, pero es que no es mi culpa que la autora escriba todas mis debilidades y que sepa manejarlo todo tan bien, incluso con mis clichés menos favoritos. Ni siquiera sabía qué me iban a hacer sentir estos dos y al final han conseguido dejarme sin aliento y con algunas lágrimas en los ojos en momentos puntuales.

La trama es preciosa y eso que yo no soy una fan absoluta del cliché de segundas oportunidades. Pero es que esta autora es capaz de que hasta mis clichés menos favoritos me fascinen o me dejen con ganas de más y más. Me ha dado lástima que la historia se acabase tan rápido, porque estos libros a mí siempre me duran muy poco y luego la espera es interminable. Yo solo quiero más de los protagonistas, de sus trayectos, de sus futuros, de qué más van a vivir y que nunca termine. Porque aun no proceso el hecho de que el siguiente libro será el último de la saga (sin contar un relato que tendrá al finalizar la saga) y me tocará decirles adiós. 

Los personajes son siempre lo más maravilloso de la autora, porque todos ellos tienen siempre un montón de luces y sombras y te dejan con la necesidad de más, de entender todo lo que esconden y la trayectoria total de sus pasados y sus futuros. Lo que me ha gustado de ellos es que pese a cómo terminaron las cosas, la historia no lo engloba con toxicidad, sino todo lo contrario. Me ha gustado que aunque hay resentimiento, algo totalmente comprensible, se percibe todavía el dolor, el amor, las emociones que no se han podido borrar entre los dos y que a mí me han tenido sufriendo. El romance es precioso, pero es que todos los romances de Anyta Sunday son de esos que te dejan con ganas de más y que deseas vivir alguna vez tú en la vida real. Porque es lo más bonito que vas a leer alguna vez en tu vida.

La pluma de la autora siempre es un plus para mí. Da igual el libro que me lea de ella, siempre me deja con ganas de más y con una sensación dulce en el pecho. Siempre que leo su narrativa me doy cuenta de la capacidad que tiene para dejarme el corazón blandito y su don para transmitir las emociones con una viveza increíble. Lo que más me gusta de Anyta Sunday es que no recurre a lo tóxico o a lo surrealista para llamar la atención y conquistarte, sino que sus romances son sanos, aprenden juntos, de la mano y junto a su escritura solo te lleva por una aventura de la que probablemente no vas a querer marcharte nunca más.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Elliot, uno de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que nunca ha tenido tiempo para enamorarse, pues toda su vida ha girado en torno al equipo de debate al que siempre asiste. Siempre gana y es por ello que, tras una vida entera llena de persuasión por su parte, sabe que no ha encontrado un hueco para dárselo al amor. Por eso cuando conoce al escocés Wentworth, quien parece completamente decidido a casarse con él, Elliot siente que el mundo entero empieza a girar de una forma que jamás le había sucedido. Había sentido atracción por otras personas, había experimentado cosas anteriormente, pero ninguna a la magnitud con lo que él es capaz de provocarle con solo una sonrisa. Le cuesta creerse que esto es amor a primera vista, ¿pero acaso existe otra explicación a lo que le ocurre a su corazón que no para de acelerarse por y para él? Sin embargo, aunque la magia entre ellos es evidente y lo que sienten es completamente mágico, las cosas se tuercen de forma irremediable el día en que la madre de Elliot cae enferma y su sueño de irse con Wentworth queda aplastada por la realidad de que no puede dejarla sola, no cuando lo necesita. Y aunque sabe que le quiere, que ahora tiene completamente claro que está enamorado de él, toma la decisión más dolorosa para ambos y lo rechaza. Todo con tal de dejarlo ir y que encuentre la felicidad persiguiendo su sueño, pues no quiere que deba renunciar a ello con tal de estar con él. Sus corazones se rompen y Elliot asume que jamás volverá a verle... Hasta que años después él aparece en su trabajo para empezar a trabajar en un puesto donde, para colmo, tendrán que compartir en mismo despacho. Elliot piensa que el karma debe estar devolviéndole todo el daño que debió hacerle aquel día, pero a la vez no puede evitar sentirse feliz de que haya regresado, de tenerle a su lado, aunque deba ver el rencor en sus pupilas cada vez que lo mira. Pero..., ¿es posible que los dos puedan volver a estar juntos? ¿Existe siquiera la opción para él de volver a ganarse ese amor que un día dejó marchar para no anclarlo a una vida lejos de todo cuanto deseaba?

Elliot es un personaje que desde el minuto uno te muestra una parte muy humana y sensible de él, aunque parezca que es todo directo y que no tiene filtro, lo cierto es que siente tantísimo que me he pasado gran parte de su historia con el corazón en un puño. Y es que aunque su forma de manejar las cosas no fuera la correcta, entiendo las razones por las que lo hizo y la verdad es que es obvio que nunca quiso hacerlo con malas intenciones. Era evidente que lo que quería era no ser un impedimento para el chico que amaba. Deseaba estar con él, que se quedase, pero también quería que él pudiese cumplir su sueño, que no tuviera que renunciar a ello por saber su situación. Y la verdad, cuando vas conociendo mejor a Wentworth, te das cuenta de que sí lo habría hecho. Habría renunciado a su sueño para quedarse con él y ser su apoyo, así que puedo llegar a empatizar con el miedo que tenía Elliot a que eso sucediera. Sus sentimientos hacia él son un completo dolor en el corazón. Me he pasado todo el libro sufriendo con él, porque era evidente que lo que más deseaba en el mundo era acortar las distancias que se habían formado entre los dos. Esas distancias que él había provocado con su mentira y que lo estaban matando poco a poco. Porque se notaba tanto que lo amaba, que todo él deseaba estar a su lado y tenerlo consigo que me rompía el corazón darme cuenta de su miedo a ser egoísta, a equivocarse y volver a hacerle daño de alguna forma. A su reticencia a pesar de que su deseo era claro y no tenía dudas de ello, sino que su miedo derivaba de que dicho egoísmo puede perjudicar a Wentworth de alguna forma. Si es que desde el principio, Elliot demuestra que lo amaba hasta el punto de renunciar a su propia felicidad de tenerlo a su lado con tal de verlo a él feliz cumpliendo todo cuanto ansiaba.

Por otro lado tenemos a Wentworth, nuestro otro protagonista masculino. De él no os puedo hablar demasiado ya que lo que os cuente puede ser considerado spoiler porque no tiene punto de vista. Así que os contaré un poco sobre él y mi opinión general del personaje.

Wentworth es un personaje que no sabía que esperar de él, ya que al principio tenía un carácter tan peculiar y era tan directo con lo que quería y hasta apresurado, que me preocupaba que no fuera a convencerme. Pero ha sido todo lo contrario a lo que creía. La verdad es que me ha gustado mucho la capacidad que tenía de enfrentar las cosas en el pasado, todas las barreras que Elliot ponía y como él las sorteaba con ingenio para demostrarle que no tenía nada que temer, que los dos eran perfectos para el otro y que el tiempo le daría a él la razón. Por eso ver el Wentworth de la segunda parte, ese al que le habían roto el corazón me dolió mucho. Porque se notaba de lejos que ahora era una sombra de lo que un día había sido. Quería protegerle de todo lo malo porque era evidente que lo único que quería, desde el principio, era a alguien que supiera verlo y quererlo bien y de verdad. Alguien como Elliot, que era el único capaz de remover su alma entera y hacerlo reír con su ingenio. Verlo junto a él me dolía porque se notaba lo triste que estaba, lo devastado que se sentía de saber que él nunca iba a amarlo, pues así se lo había hecho ver. Y aun así, lo tierno que era pese a ese suceso desgarrador. Porque sí, obviamente sentía rencor hacia él, pero es que a pesar de eso seguía teniendo gestos dulces sin poderlo evitar. Por ejemplo cuando empezaba a llevarle el almuerzo todos los días y no dejaba que él supiera quién era para que no tuviera que agradecerle nada. Hasta el final siguió preocupándose por él e incluso amándolo. Porque del principio al fin, solo Elliot fue capaz de abrir su corazón de par en par y hacerle sentir algo que jamás había llegado a experimentar antes. Y sí, creedme cuando os digo que Wentworth es todo lo que está bien en el mundo y que junto a Elliot son una pareja sencillamente adorable.

En resumen, "Elliot: Canción de amor eterno" es el quinto libro de una saga que me está ganando el corazón desde el minuto uno que empecé a leerlo y eso no ha hecho más que aumentar. Sí, no negaré que mi saga favorita de la autora siempre va a ser la de "Signos de amor", pero es que este grupo tampoco se queda atrás. Me paso cada año con un ansia viva de leer el siguiente, pues es una enorme alegría para mí tener dos libros al año de esta autora gracias a su traductora, que de no ser por ella no habría tenido la fortuna de descubrirla y encontrar a una de mis autoras favoritas de la vida. La trama parece sencilla, pero es que a mí me encanta en todos los aspectos posibles. A veces creemos que un libro no va a ser increíble por tener una premisa sencilla, pero es que en ocasiones puedes sorprenderte. No es la primera vez que leo un libro donde su historia es muy compleja y no me ha gustado nada mientras que a veces leo algo sencillo que tiene una de las mejores historias que he leído nunca. Así que sí, yo creo que esta autora tiene un don para escribir, porque puede convertir algo cliché en un estilo único, diferente, capaz de dejarte sin aliento y sacarte miles de sonrisas. ¿Y los mensajes? Es que hasta con un cliché como es el de segundas oportunidades que no suele ser mi favorito del mundo, ha sido capaz de que a mí me maraville y me tenga pensando a cada rato en ellos mientras escribo esta reseña. Porque si buscáis una historia que os saque una sonrisa, que os deje el corazón calentito y que tenga una ambientación capaz de conquistarte, esta sin duda es tu autora. Los personajes son un frenesí de emociones, pero es que todos los de esta autora lo son. Creo que no hay ningún libro suyo donde la pareja no me haya hecho sentir algo. Obviamente como en todo, habrá personajes que te gusten más que otros, pero es que no ha habido ninguno que haya odiado. Todos ellos se me han quedado incrustados en el corazón al igual que estos últimos. He comprendido a Elliot y su miedo a quitarle la oportunidad de conseguir sus sueños a Wentworth y aunque cometió el error de hacerlo todo de la peor forma posible, es comprensible que fuera su primera opción porque no quería ser el culpable de que él no se marchase para ir en busca de lo que quería. Y a Wentworth le he entendido muy bien, el dolor de haber sido herido por quien más le importaba. El haber entregado su corazón al completo y que se lo hubiesen destrozado sin miramientos... Sinceramente no puedo culparle por sentirse así, por dudar de todo, por tener miedo de arriesgarse y que todo vuelva a salir mal. Sin duda, los dos han sido una montaña rusa de emociones, pero a diferencia de lo que esperaba, ha sido completamente sano a pesar del cliché que contenía, porque ha sido capaz de transmitir el dolor de haberse perdido y la hermosura de encontrarse poco a poco de nuevo estando los dos juntos. El romance es precioso y, al igual que los personajes, es capaz de dejarte con una sensación cálida en el pecho como cada libro que lees de esta autora y que consigue demostrarte que a veces el amor no necesita un drama tóxico para engancharte y conquistar tu corazón. La pluma de la autora es pura magia y eso nadie me va a hacer pensar lo contrario. Da igual cuántos libros lea de ella, siempre voy a pensar que tiene un don a la hora de hacerte sentir todo lo que sus personajes experimentan. Es que estaba leyendo a Elliot y Wentworth y sentía como si yo fuera ellos, hasta ese punto de profundidad llega la escritura de esta autora tan maravillosa e increíble. Además del hecho de que con cada libro solo va a mejor, aumenta la intensidad de su pluma, de su forma de describirlo todo y de captar cada sentimiento con una delicadeza y un cariño que se percibe desde el minuto uno. Ya echo de menos a estos personajes y eso que acabo de terminarlo y no sé qué haré el día que esta saga se termine, porque los voy a extrañar demasiado.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!






 






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