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viernes, 13 de junio de 2025

Hotel California [Los hermanos Martí #4]

Anna Casanovas/ Editorial Titania/ 320 páginas/ Hotel California [Los hermanos Martí #4]/ Tapa blanda/ Comprar aquí





Álex y Marc Martí son gemelos idénticos, aunque por dentro son polos opuestos. Antes eran inseparables, pero hace años que apenas se hablan, hasta que Álex le pide un favor a Marc: hacerse pasar por él en el trabajo.

Marc acepta porque está en deuda con su hermano. El problema es que, mientras se hace pasar por Álex, conoce a Olivia en el Hotel California y se supone que tiene que ayudarla a salvar el hotel que ella ha heredado de su abuelo. Él, que se cree incapaz de ayudar a nadie, por Olivia está dispuesto a intentarlo.

Y en Estados Unidos, Álex, que no sabe qué hacer con su vida, se encuentra con Sara, una chica que tampoco es lo que aparenta y que le demuestra que, a pesar de lo que dicen el resto de hermanos Martí, él también tiene corazón. Lo único que tiene que hacer es atreverse a utilizarlo.

Ni Álex ni Marc pueden fingir eternamente que son otra persona. ¿Qué sucederá cuando tengan que volver a ser ellos mismos?



¡Buenas mis queridas estrellas! Con este libro nos quedamos a las puertas de acabar la saga de Anna Casanovas, su primera saga de hecho, y aunque es una serie de libros que no han terminado de ser para mí, lo cierto es que me siento hasta algo nostálgica al saber que se termina y ya no habrá más de ellos tras el siguiente. Al menos he de reconocer que, a diferencia del primero, en este he notado una ligera mejora en la narrativa y en toda la evolución de la historia, así que se me ha hecho mucho más entretenido. Pero sigo sintiendo que le falta más desarrollo y que la historia vaya algo más lenta para ejecutarlo todo bien.

"Hotel California" nos cuenta la historia de Marc y Álex, los dos gemelos de la familia Martí que no pueden ser más opuestos pese a lo mucho que se parezcan físicamente. Álex no se permite que nada le salga más, pase lo que pase debe seguir la línea perfecta para compensar los errores de su hermano y que sus padres no se decepcionen más. Marc trata de salir adelante tras un accidente que cambió toda su vida, incapaz de sentir las emociones como siempre, pues las tiene ocultas para que nadie las detecte. Cuando los dos acaban intercambiando sus vidas por un problema, encontrarán en su nueva vida a esa persona que los hará temblar de miedo y confusión. Álex debe fingir una relación con una chica que lo confunde y le encanta, mientras que Marc tendrá que fingir ser Álex  para mantener a flote el hotel de una chica llamada Olivia, la cual parece totalmente reacia a odiarlo sin más. ¿Podrán los dos mantener su nuevo estilo de vida? ¿Y las mentiras que han terminado rodeándolos pese a todo?

Este es un libro que forma parte de la saga "Los hermanos Martí" como el cuarto y penúltimo libro de la saga, la cual aunque no es mi favorita de la autora, al final me ha terminado enterneciendo en algunos puntos.  Si es que hasta me sorprendo al decir que me ha dado hasta algo de nostalgia saber que se acaba y que ya no habrá más libros de estos personajes que con sus más y sus menos se han terminado ganando un pequeño hueco en mi corazón. Lo único que sigo pensando es que le ha faltado más lentitud, que todo fuese más detallado, porque aunque los personajes se terminan haciendo entrañables, las historias iban demasiado deprisa en su desarrollo.

La trama me ha gustado y es que entran en juegos dos clichés que suelo consumir mucho: el fake dating y el enemies to lovers. El primero sí que es verdad que quizá ha sido demasiado rápido y no lo han sabido explotar del todo bien, pero con el enemies to lovers sí que he sentido una fuerte conexión con ellos y los personajes. Me ha gustado que todo el transfondo, los mensajes que va dejando la autora, como el aprender a vivir de nuevo luego de una situación que te arrebata las ganas de hacerlo. El saber liberarte un poco de las responsabilidades y disfrutar cada momento, el no querer ser perfecto y permitirte fallar o el aprender a superar un duelo difícil... Cada uno de ellos, me ha calado hondo y eso, junto al romance, creo que ha sido una de las historias más sentidas junto a la de Anthony.

Los personajes me han gustado más y creo que en parte ha sido gracias al dinamismo de la historia por ponerme a dos parejas en lugar de una. Es como que haber tenido dos tramas distintas, todo el desarrollo de cada uno ha sido más entretenido y ameno, ya que tenía más que contar. Además me han resultado muy enternecedores, sobre todo con la historia de Marc que es con la que más he conectado. Y es que Olivia y él tenían mucha química y me ha gustado el desarrollo que tuvieron. Con Sara y Álex, aunque me ha gustado, lo he sentido más instalove y había algunos detallitos que no me terminaron de convencer del todo.

La pluma de la autora me ha gustado un poco más en este libro. Aunque evidentemente le sigue faltando más desarrollo y que la narrativa sea más detallada y fluida, siento que aquí ha habido más profundidad en algunos puntos. Sentía que se ahondaba más en los sentimientos de los personajes y en la complejidad de los miedos que tenían en su alma. Creo que aquí se empieza a atisbar algunos detalles de la Anna Casanovas que yo conozco y que he adorado tanto con su primer libro. Así que aunque es evidente que siguen siendo sus primeros libros y que le faltaba pulir muchos detalles, siento que con este libro ha ido mejorando de forma considerable a los anteriores.

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Olivia, la primera de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una mujer que durante su vida entera se ha volcado de lleno en el hotel de su abuelo, aquel que amaba con todo su corazón y del que deseaba aprender más y más para mejorar sus habilidades como hotelera. Sin embargo, cuando su abuelo fallece, Olivia jamás imaginó que en el testamento pondría que tendría que compartir un pequeño porcentaje del hotel con otro chico, un completo desconocido que, al parecer, conocía a su abuelo. Olivia no sabe qué pensar, pero lo que tiene claro es que odia a ese chico, a ese tal Álex Martín que parece más que dispuesto a no renunciar a ello haga lo que haga. Por eso, cuando los dos llegan a un acuerdo y empiezan a trabajar juntos para conseguir mejorar el hotel en el periodo de tiempo que le ha puesto su abuelo, Olivia tendrá que hacer tripas corazón y dar todo de sí para demostrar que solo ella es capaz de sacar ese negocio adelante. Ignorando todas las señales de su alrededor, entre ellas la de esos sentimientos confusos que empieza a albergar hacia Martín, el único que parece verla de formas que jamás pensó que alguien más haría en su lugar. Y es que está tan acostumbrada a los despechos de su madre, de su exnovio y de todos aquellos que alguna vez la vieron como tan poquita cosa, que cuando se da cuenta de que él parece verla como una completa guerrera, algo en su corazón se estremece. ¿Y si él resulta ser mucho más en su corazón de lo que había creído? ¿Podrá aguantar la tentación a pesar de que nunca antes había sentido algo semejante?

Olivia es un personaje que me ha gustado y diría que de las dos chicas es a la que más he conseguido entender hasta empatizar con su trayectoria. Me ha dado mucha lástima ver a alguien tan talentosa y fuerte en tantos ámbitos dejarse llevar por el dolor de no ser aceptada por unas personas que nunca se merecieron un solo resquicio de su malestar. Odié a su madre por no saber verla y darse cuenta de la increíble hija que tenía, la cual lo daba absolutamente todo por aquello que quería. Y también odié al exnovio, que era un impresentable infiel que no supo respetarla y valorar la suerte que tenía de tener una relación con alguien como ella. Y todo eso, sumado a la pérdida de Olivia de la única persona que supo quererla y apreciarla de verdad, era completamente normal que estuviese devastada y no pudiera sobrellevar bien sus emociones. Por eso me gustó mucho que la autora ahondase en un tema tan complejo con ella, que es la necesidad que tienen a veces algunas personas por volcarse en sus obligaciones, hasta el punto de dejar de vivir por completo. Y es que el abuelo de ella tenía razón, Olivia se había olvidado de experimentar cosas que estuvieran fuera de su trabajo y lo único que parecía moverla era precisamente eso, negándose a vivir el amor, a crear amistades fuera del trabajo, a hacer miles de planes para celebrar diariamente el hecho de estar viva. Por eso lo que Marc termina significando para ella me enterneció, porque fue el impulso que necesitaba para darse cuenta de lo hermoso que es vivir y de las miles de cosas que se estaba perdiendo en el camino.

Y la siguiente que tenemos es a Sara, la otra protagonista femenina del libro. Ella es una chica que ha decidido asistir a la boda de una de sus amigas, pero que ha tenido que ir sola por no tener una pareja con quien asistir. Y eso ha sido un gran error, pues sus amistades no dejan de recalcarle que debería encontrar a alguien pronto, que pueden ayudarla a conocer a alguien si lo necesita... Y es algo que Sara no soporta porque le agobia el hecho de que todos quieran que maneje su vida a las prisas, corriendo de un lado a otro para estar al mismo compás que ellos. Es por eso que cuando conoce a Álex, ni siquiera se lo piensa y le pide ayuda tras conectar ligeramente en una pequeña conversación. Aunque le avergüenza tener que pedirle eso a un completo desconocido, se ve incapaz de no hacerlo cuando sabe que volver a esa boda sola solo va a provocar más quebraderos de cabeza. Además, solo serán unas horas y luego podrán seguir como sus vidas... Y él tampoco parece muy en desacuerdo con la idea. Por eso cuando finge ser su novio, lo que empieza siendo como una estratagema para librarse de las preguntas, termina con una conexión entre los dos que ninguno de ellos es capaz de contener. Una pasión que culmina en un noche en un hotel que da paso a una mañana complicada. Y es que aunque ella estaba dispuesta a entregarlo todo, ver la ausencia de él solo le hace darse cuenta de que las cosas son mejor así, lejos de cualquier drama cuando su vida está en un punto demasiado complicado para permitirse algo así. ¿Pero será siquiera capaz de mantener su corazón a raya cuando una parte de él no deja de pensar en él?

Sara es un personaje que me ha costado un poco más entenderla, la verdad. Al principio sí que era la que más me gustaba, ya que su carácter era adorable en los primeros capítulos y me enternecía su forma de ver el mundo y de actuar con todo. Por eso cuando ocurre todo lo de la madre, aunque entendía sus reacciones y que estuviera perdida y sensible ante todo, no me gustó cómo manejó las cosas con Álex, porque en cierta forma sentí que tras la situación que ella vivió la relación entre los dos se quedó muy inestable y frágil. Además me costó creerme los sentimientos de ella, porque la mayoría del tiempo sentía que solo miraba por y para ella y que no se paraba a pensar en lo que Álex sentía sobre toda la situación o lo que le afligía. Algo que me dio rabia por ejemplo, fue una escena en la que él se tenía que ir y ella, en lugar de intentar entenderlo, se limitó a decirlo como si se lo estuviera echando en cara, no me gustó y hasta me pareció algo tóxico tomando en cuenta que la única razón por la que no se iban juntos era por ella. Porque así lo había decidido ella y él solo lo estaba respetando al igual que respetaba el espacio que le había pedido. No es mal personaje pero sí considero que es la más inestable emocionalmente y eso junto a sus actitudes y que sus sentimientos románticos surgieran en un parpadeo ha hecho que la situación se me hiciera menos creíble.

Por otro lado tenemos a Marc, uno de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que un día lo sintió todo, hasta que un accidente le arrebató la felicidad que había cultivado con tantísimo esfuerzo y dedicación. Ese accidente no solo estuvo a punto de matarlo y le dejó una cicatriz en la cara para rememorarlo..., sino que también le generó un peso de culpa que sabe que jamás podrá perdonarse por mucho tiempo que pase. Esa situación lo ha llevado a encerrar sus emociones en lo más hondo de su corazón, donde nadie pueda alcanzarle, y alejar a su familia de él para no complicar las cosas ni lastimar a alguien más. Pero entonces Álex aparece y le pide ayuda, una que él está más que dispuesto a rechazar. Y es que fingir ser él durante un tiempo para encargarse de un hotel es una completa locura, especialmente porque aunque consigan engañarlos a todos, al final una mentira de ese calibre acaba saliendo por completo a la luz. Y aunque estaba más que dispuesto a decirle que no, la súplica de su hermano termina por convencerle aunque sepa que es una malísima idea. Y así es, porque desde que ha entrado por la puerta de ese hotel, no solo ha tenido que recibir la noticia de que un pequeño porcentaje de este le pertenece sino que ahora, ante ese hecho, la nieta del difunto dueño lo odia con todas sus fuerzas. Marc sabe que debe mantener las distancias para que nadie lo descubra y no crear lazos con nadie, pero cuando Olivia, la otra dueña del hotel, empiece a compartir tiempo con él para cooperar juntos y así salvar el hotel, una parte de su alma que creía muerta empieza a latir de forma completamente sutil. ¿Es posible que ella haya encontrado la fórmula para ayudarlo a respirar una vez más?

Marc es un personaje que me ha gustado mucho y diría que ha sido mi favorito del libro con gran diferencia. Creo que de los cuatro es el que más podemos considerar el protagonista principal, ya que toda su trayectoria tiene mucho peso según avanzas con el libro. Me ha gustado la forma en que la autora manejaba todo el transfondo de él, la culpa y el dolor que sentía hacia toda la situación tras el error que le arrebató algo muy querido por culpa suya, o así lo ha creído él siempre. Y es que todo el mundo tenemos una forma distinta de reaccionar a aquellas cosas que nos duelen y Marc, en este caso, se aislaba de todo el mundo y encerraba sus propios sentimientos para no dañar a nadie más en el camino. Me daba mucha tristeza, porque se notaba de lejos que solo necesitaba un abrazo y algo de afecto, alguien que se parase a verlo con todas sus cicatrices y supiera quererlo tal y como era. Por eso la llegada de Olivia es tan simbólica y a mí me enterneció el corazón la forma en que él se va abriendo poco a poco a ella porque no puede evitarlo, porque con Olivia se sentía vivo por primera vez en mucho tiempo. Lo único que quizá no me ha terminado de convencer es que la culpa recayera sobre él. Es decir, yo entiendo que Olivia se molestase, pero no me gustó que algo que fue planeado por el propio Álex le salpicase a Marc hasta ese punto, porque evidentemente él no iba a vender a su hermano contando la verdad a nadie.

Y el siguiente que tenemos es a Álex, el otro de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que durante toda su vida tuvo que cargar con el peso de ser perfecto, de no cometer el más mínimo error y asegurarse de que todos tuvieran claro que él nunca permitiría que nada saliese mal sin importar cuánto esfuerzo le costase. A cambio de ello, se ha sobreesforzado diariamente en nombre propio y el de su hermano, quien parece dispuesto a cagarla una y otra vez con cada uno de sus pasos, para que sus padres no se decepcionen más de lo que ya lo están con toda la situación de Marc. Y hasta cierto punto ha aprendido a ser todo un experto en el tema, no deja que nada lo sobrepase ni le altere, mantiene sus emociones a raya y nada puede cambiar su perfección. Pero solo basta un viaje y conocer a una chica completamente peculiar que está en una boda para que todo se le tambalee. Y es que Álex ha conocido a muchas chicas, pero nunca hasta ahora había conocido a alguien como ella, tan peculiar, tan única, tan especial... Y todo ello le aterra, porque es un paradero desconocido del que no sabe si saldrá indemne. Por eso cuando ella le pida que finja ser su pareja en dicha boda, aunque él está aterrorizado de equivocarse, de meter la pata hasta el fondo..., accede, pues la necesidad de descubrir más de esa peculiar chica que sonríe de una forma brillante como si fuera capaz de hacer aterrizar al sol en sus manos le desarma por completo. Y es esa misma química los que hace que los dos terminen sucumbiendo, dejándose llevar en un placer de una noche que los conecta por completo y es que Álex nunca había vivido un momento así con nadie. Por eso cuando llega la mañana siguiente y no la ve por ningún lado, el corazón se le rompe un poco, pues ha perdido posiblemente la oportunidad de conocer mejor a la chica que ha logrado despertar a su corazón inerte. ¿Logrará encontrarla pese a las dificultades? ¿Incluso aunque eso signifique mostrarse más vulnerable que nunca?

Álex es un personaje que me ha terminado gustando mucho, aunque me ha costado un poco al principio. No es mi favorito de los dos, pero sí que he entendido un poco mejor el peso tan grande que llevaba en sus espaldas tras el accidente de Marc. Y es que al final no es fácil cuando de los dos hermanos tú eres el único que puede coger la responsabilidad que tenéis los dos y mantenerla estable para que tus padres no se sientan decepcionados o tristes. Obviamente comete muchos errores en el libro, pero en general no pude culparle en algunas cosas viendo que desde el principio se sacrificó para tomar todo el peso de responsabilidad y que así su hermano no tuviera que sobreesforzarse de más tomando en cuenta su condición emocional. Lo que me dio más rabia de él fue que no se responsabilizase de lo que había hecho al pedirle aquel favor a Marc, pues aunque este último se lo dijo a Olivia, Álex tendría que haber ido personalmente a arreglar el caos que había formado. Porque es que aunque en la novela lo pintan como un error de Marc, no siento que lo fuese. Al final cuando una persona importante como lo es tu hermano te pide ayuda, tú haces todo lo que esté en tu mano por hacerlo, aunque eso suponga mentir y mantener ocultas las cosas para no perjudicarle. Por eso siento que Álex debía haberse responsabilizado de ello. Ya con todo lo demás, como su relación con Sara y sus sentimientos se me han hecho muy precipitados, me habría gustado un desarrollo más pausado porque me ha costado creérmelo. Lo que sí me ha gustado mucho de él ha sido su trayectoria para permitirse ser él mismo y no sentir la presión de ser perfecto para compensar a sus padres, y saber que equivocarse también forma parte de vivir.

En resumen, "Hotel California" es el cuarto libro de una saga que con sus más y sus menos, me ha empezado a generar cierta nostalgia saber que va a terminarse y que no habrá un siguiente libro luego del que me queda. Obviamente no es mi saga favorita del género ni de la autora, pero al final como toda historia que tiene muchos libros por en medio, es imposible que independientemente de todo ello llegues a conectar un poco con los personajes, con sus emociones y con toda la trayectoria que te van contando, en este caso, tan familiar. La trama ha sido bonita y me ha gustado porque me ha sorprendido que tratase sobre el cliché de hermanos que intercambian vidas, ya que me recordó mucho a esas películas que miraba de pequeña con esta misma temática. Quizá me ha faltado un poco más de transfondo en ello, ya que lo he dicho en todos sus libros, y es que siento que la historia va demasiado rápido. Estaría bien que un libro como este tuviese un ritmo más lento, más centrado en lo que está pasando y en desarrollar escenas que afiance los vínculos emocionales entre los protagonistas. Por ejemplo, con el enemies to lovers sí que he sentido muchos momentos así y me han gustado, pero con la trama del fake dating todo iba demasiado rápido, a tal punto de que ese cliché solo lo desarrollaron en dos capítulos, lo que me quitó por completo de la trama de esta pareja. Los personajes también me han gustado mucho y es que creo que ha sido la historia más dinámica hasta ahora gracias a que la autora decidió meter a dos parejas en lugar de solo a una. Parece que no, pero ese pequeño detalle hizo que todo el desarrollo del libro cogiese mucho más ritmo y se volviera más ameno con todas las historias de cada uno de ellos. Mi favorito fue Marc, que sentía que de los cuatro es al que más protagonismo le dieron por todo el transfondo cruel que encierra dentro suyo y que me ha hecho encariñarme tanto con él. Con Olivia también he conectado mucho y es que entendí sus miedos, sus dudas y que su corazón no supiera actuar de otra forma luego de haber sido rechazada toda la vida por su propia progenitora y su expareja. Y ya con Álex y Sara he sentido una conexión bonita, aunque me ha costado más porque lo de ellos es más instalove y nunca he sido muy fanática de ese cliché. Me habría gustado que desarrollasen un poco más la trayectoria de los dos, pero fuera de eso ha sido bonito. El romance es intenso y eso me ha gustado, ya que al igual que me pasó con el de Anthony y Helena, siento que con estos cuatro las emociones eran más viscerales a causa de la complejidad de sus transfondos. La pluma de la autora tampoco se queda atrás y es que he sentido por completo las emociones que iba transmitiendo en su totalidad. No mentiré al decir que todavía le falta más desarrollo para llegar al nivel del primer libro suyo que me leí, pero sí que he podido disfrutar más de su narrativa con este libro. Siento que desde el tercer libro la autora ha mejorado mucho, ya que han sido sus dos libros más viscerales y, también, los que más emociones me han generado. Así que tengo muchas ganas de leer el último, porque siento que también va a ser lo bastante intenso como para robarme la respiración en el transcurso de ello.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!






 






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