Roshani Chokshi/ Editorial Hidra/ 400 páginas/ Las bestias de bronce [Los lobos de oro #3]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Una sensacional aventura en busca de objetos mágicos con más peligros y misterios que nunca con la que Roshani Chokshi concluye su trilogía fantástica ambientada en el siglo XIX. Tras lo sucedido con Séverin, el grupo ya no es el mismo. Con apenas un puñado de pistas, Enrique, Laila, Hypnos y Zofia viajan hasta los canales de Venecia para tratar de encontrar a Séverin. Mientras, Séverin va en busca de un templo cuyo poder podría ofrecerle la divinidad… pero a un precio que quizá no esté dispuesto a pagar.
¡Buenas mis queridas estrellas! No os puedo explicar las ganas que tenía yo de ponerme con el tercer libro luego de la locura que fue el segundo. Sabía que me iba a enganchar y así ha sido, porque esta trilogía ha sido una completa aventura. Sí que es verdad que esta tercera parte no supera a la segunda para mí, pues esa me dejó completamente sin oxígeno a cada segundo, pero este ha sido increíble y a excepción de un par de detalles, ha cumplido con creces la mayoría de las expectativas.
"Las bestias de bronce" finaliza la historia de este peculiar grupo de cazadores de tesoros, que han llegado tan lejos que ahora, tras las consecuencias que han sufrido, deben aprender a reconstruir los pedazos rotos. Tras la "traición" de Séverin, el resto intenta salir adelante como puede y encontrar la forma de salvar a Laila y encontrar el camino hacia él. Sin embargo, el rencor tras lo sucedido en el pasado, hará que los integrantes tengan cierta reticencia a recuperar a este como su líder. Séverin, sin embargo, tiene cada vez más claro que desea alcanzar su ansiado sueño de convertirse en un Dios. Él único problema es que obtener dicha habilidad significa sacrificar algo muy importante a cambio. ¿Estará dispuesto a renunciar a esto para alcanzar lo que desea? ¿Y su grupo? ¿Lograrán perdonarle alguna vez tras todo lo ocurrido?
Este es un libro que forma parte de la trilogía "Los lobos de oro" como el tercer y último libro de la historia, la cual me ha encantado aunque no haya llegado al nivel del segundo libro que, para mí, es el mejor con total diferencia. Este me ha maravillado en todo momento, pero sí que es verdad que quizá me ha faltado algo más en el final, que las cosas se desarrollasen de una forma más concreta y no como termina sucediendo al final de todo. Aun así, creo que es una trilogía que va mejor a cada libro, que va cogiendo un subidón según avanzas con la historia y los personajes van tomando mayor profundidad. Así que luego de esta experiencia positiva, sin duda volveré a leer a la autora pronto.
La trama es muy buena y de verdad que creo que la autora pega una mejora considerable en cada libro. Me ha gustado que en este libro le haya dado prioridad a este punto junto al desarrollo de los protagonistas, porque gracias a eso ha conseguido que el libro te vuele de las manos por la cantidad de cosas que pasan en cada página. Sí que es verdad que no recomiendo que lo leas esperando una acción desbordante, ya que dentro del género es bastante más suave y lento, pero si te gustan los datos históricos y un estilo muy similar a "Seis de cuervos" con mucho desarrollo de personajes, esta trilogía es toda para ti.
Los personajes me han enamorado y creo que es el mayor punto positivo que tiene en general esta trilogía. No he podido parar de encariñarme de ellos a cada página que me leía y es que tienen una forma de ser tan humana, tan realista que consigues conectar con todo lo que están sintiendo desde el minuto uno. No negaré que me habría gustado leer más de ellos, especialmente en el ámbito romántico, pues siento que alguno de ellos tuvieron muy pocos momentos, pero descontando esos pequeños detalles que tampoco son muy relevantes para la historia principal, creo que la forma en que la autora ha creado a unos personajes tan humanos y moralmente cuestionables en cada página ha sido un total acierto.
La pluma de la autora me ha gustado mucho y es que creo que del primer libro a este ha ido mejorando cada vez más. La forma que tiene de plasmar las emociones de los protagonistas es mucho más nítida y detallada que en el primero y también he notado que la narrativa no se hacía tan densa como en ese. Además que el protagonismo que van teniendo las trayectorias de cada uno de ellos o el crecimiento personal que toman me ha parecido sublime. Quizá como dije arriba, me faltó algo más de desarrollo en la recta final, siento que ha ido todo muy rápido y a veces también notaba que las cosas ocurrían demasiado fácil para toda la complejidad que tuvieron hasta ahora. Fuera de eso, ha sido increíble.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Laila, una de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una chica que siempre ha tenido claro que debía obtener un libro para poder seguir viviendo, libro que al final resultó ser una lira muy poderosa, uno de los instrumentos más importantes de los dioses. Ese poder superior le daría la oportunidad de obtener la libertad que siempre ha ansiado... El poder respirar un día más, el ser más que lo que sus creadores hicieron con ella. Pero tras lo ocurrido con Séverin, Laila ya no sabe qué hacer. Está aterrorizada aunque intente disimularlo y es que el tiempo le corre en la piel y tiene pocos días para conseguir el objeto que la haga seguir viviendo. Encima, Séverin, el único hombre que la ha hecho sentir viva y amada como nadie, ha terminado sucumbiendo a esa oscuridad que lo estaba devorando día a día tras la muerte de su hermano. Ya no es el mismo, ya no sabe si puede seguir confiando en él y le odia por hacerle sentir tanto dolor y, a la vez, tanta incertidumbre. Ahora que ya no está con ellos, Laila sabe que tienen que encontrarlo para que ella pueda salvarse, pero ¿encontrarán al otro lado a Séverin que dejaron atrás o habrá alguien más temible en su lugar? ¿Dónde se quedó el chico que amaba cazar tesoros y que encontraba felicidad con las cosas más simples? ¿Y ella? ¿Dónde quedará su futuro cuando la muerte no deja de perseguirla y asfixiarla?
Laila es un personaje que me ha sorprendido muchísimo y es que en el primer libro pintaba muy bien su trayectoria, pero sentía que la habían dejado muy en el aire en general. En el segundo fue un cambio abismal que me dejó gritando a cada capítulo narrado por ella, pero ¿aquí? Aquí directamente la he venerado. Tiene una forma de actuar y un crecimiento tan amplios que es imposible no querer descubrir más de ella a cada página que vas leyendo. Encima no deja de madurar y demostrarte que hará todo lo que sea necesario por cambiar las tornas de su propio destino. La he admirado muchísimo, porque no cualquiera se mantendría en pie hasta el último segundo sabiendo lo que le espera. No se conformó en ningún momento y demuestra ser una completa guerrera hasta el final. Tiene una trayectoria muy profunda, de hecho hasta te deja con mal cuerpo por no saber lo que le va a deparar con su pasado, con todo lo que tiene a sus espaldas y el hecho de si lograrán o no llegar a tiempo. Y ya os digo yo que aunque pienses que sí lo lograrán, la tensión hasta el último minuto la sientes de todas formas por lo bien que ha llevado la autora el sufrimiento de Laila. Me ha encantado lo mucho que se ha dado a respetar con todo lo del romance con Séverin y, de no haber sido por esa recta final que me falló bastante, probablemente habría sido de mis romances favoritos del género por lo bien que casaba todo entre los dos.
La siguiente es Zofia, la otra de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una chica que siempre ha vivido bajo la sombra de todo el mundo y con la certeza de que nadie se iba a girar a mirarla por ser tan rara, tan peculiar... Una chica a la que nadie miraría dos veces de casualidad. Desde que sus sentimientos son más claros y entiende que lo que siente por Enrique no es su imaginación, las cosas se tuercen cada vez un poco más. Tiene miedo de no saber hacerle frente a lo desconocido, a que él piense que su inexperiencia la hace una idiota poco atractiva, pero lo cierto es que no puede evitar sentir más de lo que jamás había sentido por nadie. Encima, las cosas son ahora más complicadas desde que Séverin los "traicionó". La desaparición de este ha hecho que todos deban buscarle, ya no solo por la lira, sino porque saben que al encontrarlo obtendrán las respuestas necesarias para cerrar en círculo de una vez por todas con él. Ninguno de ellos es capaz de confiar en él como entonces, a excepción de Zofia, que por ahora es la única que sigue agradecida con Séverin por ser la persona que la ha mantenido en contacto con su hermana sabiendo lo que esta está padeciendo con su enfermedad. Hay demasiadas preocupaciones en su vida, la condición de su hermana, el tiempo límite de Laila, la desaparición de Séverin, la falta de información para encontrarlo... Y lo único que saben es que necesitan la lira para salvar a su amiga. ¿Alcanzarán a tiempo a Séverin para evitar la inminente fuerte de Laila? ¿Encontrará Zofia las fuerzas suficientes para decir en voz alta lo que siente? ¿Incluso aunque eso haga que los demás la puedan ver como una posible molestia?
Zofia es un personaje que me ha sorprendido mucho porque mientras que en el primer libro era muy aislada y se sabía bastante poco de ella, en estos dos últimos libros la he notado más cercana con el lector. He podido entrar mejor en sus pensamientos y entender la razón de todos sus miedos, de sus dudas, de esa forma suya que a mí no me parecía rara, sino especial, de esas que desearías sumergirte durante horas. Le he tomado mucho cariño por todo lo que hace y el aprecio que le tiene a los suyos y que se demuestra en cada página. Pero al igual que me pasó con Enrique, del que os hablaré después, siento que ha quedado muy eclipsada por Séverin y Laila. Tiene muy pocos puntos de vista y los que hay de ella se centra mucho más en la trama y menos en ella, en lo que siente, en su romance con Enrique, en lo que pasa con su hermana, en cada una de las situaciones complejas que la invaden, incluido su poder, que podrían haber explayado más para entenderlo de una forma más extensa y lógica. Además que algo que tampoco me ha convencido es la poca importancia que le han terminado dando a lo del tema de su hermana. Que sí, vale, que hay muchos temas importantes en el libro, pero le dieron tanto bombo a la enfermedad de esta, que me esperaba, mínimo, que hubiese algún momento bonito entre las dos para compensar el sufrimiento del personaje con todo ese tema. Es como que al final lo han dejado en una breve línea para darle algo de relevancia y se han limitado a ir a otra cosa.
Por otro lado tenemos a Séverin, uno de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que siempre tuvo claro sus objetivos, sus prioridades y que a pesar de sus grandezas, lo más importante para él era el pequeño grupo que había formado en busca de tesoros perdidos. Sin embargo, tras la muerte de Tristan, su hermano, nada de lo que haga podrá llenar ese vacío que lo domina cada día que pasa. Aunque quiera creer que no fue el causante de ello, sí se considera el culpable por no haber cumplido la promesa que le hizo: que le protegería sin importar lo que pasase. Ahora, Séverin intenta seguir adelante con un nuevo sueño que puede obsequiarle con lo que más desea y es el poder suficiente de un Dios para proteger a quienes quiere e incluso recuperar lo perdido. El problema es que sus decisiones, su forma de llevar todo ello, hará que los demás lo malinterpreten y acaben alejándose de él tras la preparación de una "traición" que en realidad nunco tuvo lugar. Pero esa decisión ha provocado que los demás ya no lo vean con los mismos ojos que en el pasado. Séverin quiere creer que lo entenderán, que cuando les explique su objetivo, lo que quiere obtener y por qué, podrán perdonar cada uno de sus constantes errores desde que perdieron a Tristan. Pero cuando su gran sueño llegue a cambio de un sacrificio mayor, Séverin deberá decidir si lo que quiere es tan importante para perder todo lo demás a cambio. ¿Conseguirá obtener lo que ansía? ¿O comprenderá que hay mucho más al otro lado?
Séverin es un personaje que es pura magia y para mí es el mejor protagonista de la trilogía con muchísima diferencia. Se nota que la autora se volcó muchísimo en él en los libros, pues tiene el mejor desarrollo de todos. Me ha gustado verlo en un ámbito más personal ante todo lo que iba sintiendo, ya no solo por lo de Tristan, sino en general con todos los miedos que tenía hacia la idea de perder a quienes quería. Además en este libro vemos su arco de redención y me ha parecido sublime y perfecto para darle ese trayecto final a toda su evolución. Al igual que me pasó con Laila, siento que sus sentimientos hacia ella son preciosos, cómo van ocurriendo las cosas entre los dos que aunque no sean muchos momentos clave, eran perfectos para poder entender la magnitud de su relación, de lo que tenían dentro hacia el otro. Su recta final me ha gustado mucho aunque no me haya sorprendido, pues me olía por dónde iba a ir la cosa tomando en cuenta el arco de redención que tiene aquí. Lo que quizá no me ha convencido mucho es el desenlace de la relación de Laila con él, creo que tendrían que haberle dedicado un final un poco más cerrado y no tan abierto entre los dos, porque de verdad que parece que últimamente a los autores de fantasía les gusta hacer finales así.
Y el otro de ellos es Enrique, el segundo de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que siempre ha tenido claro que su pasión era la historia. Descubrir todos los datos posibles y hallar en cada uno de ellos el sentido de lo que nunca tuvo respuesta. Sin embargo, con el paso del tiempo y de las decepciones, Enrique siente que nada de lo que hace es suficiente para nadie. Sin importar sus esfuerzos, siempre lo han denigrado a lo más bajo por su procedencia y su baja experiencia como historiador, a pesar de sus grandes logros. Ahora, el dolor se ha multiplicado desde que Séverin ha traicionado su confianza y ha terminado dañando toda la posible amistad que los unía. La traición tras el cambio de su personalidad o la forma en que los ha conducido a todos como si fueran sus marionetas ha provocado que Enrique se niegue a seguir confiando en él. En que es el mismo Séverin que un día admiró más que a nadie. Incluso está reticente a la idea de ir a buscarlo, porque ¿qué garantía hay de que siga estando de parte de ellos? ¿Y si el poder ha terminado por consumirlo y ha provocado que ya no quiera seguir persiguiendo pequeños tesoros cuando puede tenerlo todo en la palma de su mano?
Enrique es un personaje que siempre me ha dado cierta ternura, pero sigo pensando que hay momentos donde siento que queda muy eclipsado por Laila y Séverin, que se nota que son los dos principales de los protagonistas de estos libros. Me habría gustado ver más de él, de sus pensamientos, de los miedos que le invadían y tener una trayectoria más amplia de sus propios sentimientos románticos, ya que aunque desde el primer libro se intuyen cosas, siento que algunas cosas sucedieron algo rápido con ellos dos. Mientras que a Séverin y Laila le dan mucho protagonismo a sus sentimientos, a Enrique le tendrían que haber dado lo mismo para entender mejor cómo crecían esas emociones, la necesidad de tener más cerca a esa persona y que hubiesen ocurrido más cosas entre los dos que solo un par de escenas muy concretas. El crecimiento personal de Enrique me ha gustado mucho, especialmente al final de todo cuando por fin nos dejan un vistazo breve de lo que quiere conseguir, de sus objetivos y de encontrarse a sí mismo en medio de la oscuridad. Creo que de haberle dado más protagonismo del que tuvo, me habría calado más fuerte su personaje, pues pienso sinceramente que tiene una de las trayectorias más humanas y también de las que es más fácil llegar a sentirte identificadx.
En resumen, "Las bestias de bronce" es el tercer y último libro de una trilogía que ha ido de menos a más en mi opinión y es que creo que es una historia con unos pilares muy buenos, unas ideas que casan muy bien entre ellas y de no haber sido por esa recta final a la que le ha faltado algunos detalles o el primer libro que era bastante denso e introductorio, habría sido un diez redondo para mí. La trama es vertiginosa desde el primer minuto y es algo que ya te esperas tomando en cuenta el final que tiene el segundo. Me ha encantado que en ningún momento ha bajado el ritmo y que te mantiene con la necesidad de más y saber qué va a ser de los personajes luego de todo lo que ha ocurrido en la historia. Me ha parecido increíble lo bien documentado que está todo para darle esos simbolismos históricos y es que eso, sumado al ritmo ágil que tiene y a la cantidad de emociones que transmite hasta la última página ha sido una completa delicia. Lo único que no me ha convencido es el final, creo que para todo lo complejo que ha sido la historia hasta ahora, la dificultad de conseguir la victoria tendría que haber costado un poco más. No me terminé de creer lo que ocurría o que el final feliz fuese tan... ¿simple? Me esperaba un poco más a nivel personal. Los personajes han sido increíbles y en este punto no tengo una sola queja, salvo que me habría gustado ver más la relación de Zofia y Enrique o que estos dos tuvieran el mismo nivel de protagonismo que Laila y Séverin. Estos últimos me han maravillado, la trayectoria de los dos es una completa locura y el transfondo que tienen, los cambios que van dando a nivel narrativo quedan TAN bien con la propia trama que es muy difícil no engancharte a lo que les está ocurriendo, a lo que va a pasar con todos ellos. El romance no se queda atrás y es que la de ellos dos me ha encantado, aunque me habría gustado ver algo más cerrado entre ellos en el final y no ese guiño abierto que te hace tener que usar la imaginación para adivinar qué viene después. Enrique y Zofia me parecían muy adorables, pero sinceramente tuvieron tan pocas escenas en el libro que me ha costado encariñarme de su relación de la misma forma. Me habría gustado ver más de los dos para conectar mejor con los dos siendo un equipo juntos. La pluma de la autora no ha dejado de sorprenderme en cada libro. Si el primero se puede hacer algo denso de leer, en el segundo pega un salto considerable que me tuvo sin palabras y muy enganchada en cada página. Pero con este ha sido un no parar de emociones. He estado con el corazón en un puño hasta la última página, pero no me tiembla el pulso al decir que ha valido la pena cada una de las páginas y del sufrimiento que he experimentado en esta historia.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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