Roshani Chokshi/ Editorial Hidra/ 432 páginas/ Las serpientes de plata [Los lobos de oro #2]/ Tapa blanda/ Comprar aquí
Dentro del grupo se encuentran su mayor amor, su peor amenaza y su única esperanza. Séverin y los miembros de su equipo han frustrado con éxito los planes de la Casa Caída, pero la victoria tuvo un coste terrible, uno que todavía los persigue a todos. Desesperado por conseguir la paz, Séverin sigue una peligrosa pista para encontrar un artefacto perdido hace mucho tiempo que se rumorea que otorga a su poseedor el poder de Dios. Su búsqueda los lleva al helado corazón de Rusia, donde animales de hielo cristalino acechan en mansiones olvidadas, diosas decadentes esconden secretos mortales y una serie de asesinatos sin resolver hace que la tripulación se pregunte si una antigua leyenda es tan solo un mito. A medida que oscuros secretos salen a la luz y los fantasmas del pasado los alcanzan, el grupo descubrirá nuevas facetas de sí mismos. Y lo que descubran puede llevarlos por caminos que nunca imaginaron. Una historia de amor y traición mientras en la que la banda arriesga sus vidas en una última aventura.
¡Buenas mis queridas estrellas! Después de releerme el primer libro, tenía que ponerme ya de ya con el segundo, pues era una trilogía que tenía pendiente desde hacía bastante tiempo. Eso sí, nunca me habría imaginado que me encantaría tantísimo este segundo libro. Me he pasado toda la historia enganchada y con una tensión inmensa, de tal forma que solo puedo decir que, por favor, aquellos que habéis dudado de si seguir la historia tras terminar el primero, dadle una oportunidad a este porque nos os vais a arrepentir.
"Las serpientes de plata" sigue con la historia de Séverin y el grupo tras los acontecimientos de la Casa Caída, donde lograron frustrar los planes malvados de sus enemigos, pero tuvieron que pagar un horrible precio que aun escuece en el alma. Desde ese día, Séverin ya no es el mismo, por mucho que quiera negarlo una parte de él murió aquel día. Ahora lo único que lo mantiene cuerdo es la leve esperanza de hallar "Las letras divinas", un libro que dicen que otorgará los poderes de un Dios a aquel que lo lea. Desesperado por obtenerlo, el grupo volverá a unirse en una nueva aventura, sin saber que los que les espera al otro lado, quizá, es más de lo que podrían llegar a imaginar. Y es que la traición y el amor recorrerá sus vidas, bajo la sola certeza de que para alcanzar la libertad, todos ellos tendrán que pagar un alto coste de nuevo.
Este es un libro que forma parte de la trilogía "Los lobos de oro" como el segundo libro de la historia y también el que, bajo mi punto de vista, mejor desarrollo ha tenido hasta ahora. Aunque el primero está bien y tiene detalles interesantes, creo que toda la evolución de personajes, todo el crecimiento personal y los plot-twists se esconden aquí. Y con ese final completamente inesperado, lo único que te hace pensar es la necesidad de seguir leyendo y descubrir cómo termina esta historia que cada vez va subiendo en cuanto a intensidad y personajes.
La trama me ha intrigado mucho, de hecho diría que la razón de que me haya gustado es porque tiene mucho peso para uno de los personajes principales de la historia y eso hace que puedas ver más a fondo toda su evolución personal. Aunque sí que es cierto que este libro no destaca por la parte de la historia, puesto que ahonda menos en ello, creo que ha sido bastante interesante las pinceladas que nos ha dejado la autora, que se nota que son pistas para lo que vas a terminar encontrando en el tercer y último libro. Que sí, como ya es evidente para todos, me lo he empezado ya porque estoy bastante intrigada.
Los personajes han sido lo mejor del libro con muchísimo diferencia y es que mientras el primero se centraba mucho en la trama, en la construcción del mundo y el misterio que tenía, en este hay más de los personajes que de la propia historia. Me ha encantado poder zambullirme en el interior de cada uno de ellos y entender sus inquietudes y miedos, la razón de que ya no se vean capaces de seguir adelante tras todo lo que ha ocurrido. El romance también ha sido otro plus y es que le dan más peso de la misma forma. Conoces mejor los sentimientos de cada uno de ellos y los miedos que sienten junto a las dudas respecto a todo eso que les invade por dentro.
La pluma de la autora me ha gustado un poco más en este libro, aunque sigo diciendo que tiene varios fallos ortográficos que me han sacado de la trama varias veces. Sí que es cierto que tiene menos que el primero, pero es que al final leerte un libro con errores de escritura pues es un tanto molesto, especialmente cuando son algo constantes. O el hecho de que algunas descripciones son un poco confusas y pierdes el hilo de lo que intentan contarte. Por el resto siento que ha mejorado mucho a nivel narrativo, profundiza más en los personajes y no solo en los conocimientos históricos. Me ha encantado tener una visión más clara de todos ellos y de todo lo que escondían dentro tras el final del primer libro, porque los ha hecho más humanos y, a la vez, me ha hecho encariñarme más con todos.
Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.
Por un lado tenemos a Laila, una de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una chica que durante toda su vida ha tenido que aceptar su pasado, lo que ella es y el destino que le espera a cambio de todo eso. Sabe que la única opción que le queda es encontrar el libro de "Las letras divinas", su única salida para salvarse y no morir por el destino que ha marcado toda su vida desde su nacimiento. Cuando se entera de que la posibilidad de encontrarlo no está tan lejos, Laila no dudará en internarse a la aventura, aunque por ello deba pasar tiempo con Séverin. La relación entre ambos ya no es la misma desde que Tristán se fue de sus vidas y desde que ella decidió atarlo en contra de su voluntad con una promesa que no puede romperse hasta que pueda obtener sus propios objetivos. Esa atadura ha roto algo entre los dos, ha hecho que Séverin ya no se vea capaz de mirarla como entonces, y eso provoca que el amor que Laila siempre ha tenido dentro por él se contraiga de dolor. Pero aunque se siente herida y confusa y muy perdida, Laila no cesará en su búsqueda, y pondrá todas sus fuerzas en hallar dicho objeto que la hará encontrar la salvación en medio de tanta incertidumbre. ¿Podrá sobrevivir a tiempo de encontrar la salvación? ¿O su final ya es completamente irreversible?
Laila es un personaje que tiene muchísima importancia en este libro y es que no os puedo explicar lo muchísimo que la he adorado desde la primera a la última página. Me ha dejado sin respiración con todos sus sentimientos, con las emociones que la invadían desde la primera a la última página y entender mejor los miedos que la afligían. Y es que aunque sabes mucho de ella en el primer libro, siento que no es hasta que llegas aquí que no la entiendes en su totalidad y comprendes la gran oscuridad que la invade por dentro. Además de obtener más conocimientos sobre ella y comprenderla mejor, también se ahonda en su relación con cada uno de los integrantes del grupo, entre ellos, Séverin. Los sentimientos que tiene Laila hacia él me encantan y, a la vez, me duelen mucho por todo lo que ella tiene que pasar debido a la situación que ahora experimenta Séverin en su corazón. Y es que realmente no puedo culpar a ninguno de los dos, pero aun así he querido abrazar muchas veces a Laila y ser yo la que le diga que no haga caso de las palabras insensibles de Séverin, porque detrás de todo ello hay mucho más que hasta ella misma ve aunque no lo diga en voz alta. Ahora estoy muy intrigada por entender mejor lo que esconde dentro tras los acontecimientos del final de este libro, porque creo que me espera más evolución que antes de este personaje y de todo lo que seguramente estará sintiendo por dentro tras la horrible realidad.
Y por el otro tenemos a Zofia, la otra de nuestras protagonistas femeninas. Ella es una chica que siempre ha sido considerada diferente a causa de su personalidad, de su incapacidad para sentir o ver las cosas de la misma forma que lo hace el resto. Esas cosas siempre han provocado que los demás no la toleren ni puedan pasar demasiado tiempo a su lado por lo rara que le resultan. Por eso cuando Séverin la reclutó, sintió que por primera vez servía para algo que valiese la pena. Ahora, años después, Zofia no sabe lo que quiere hacer. Por una parte siente que su deber es estar al lado de su hermana, que está muy enferma y se está muriendo, pero la otra quiere huir lejos, esconderse bajo su trabajo y perder de vista todo aquello a lo que no sabe cómo hacer frente. Por eso cuando Séverin le proponga irse con él para una nueva aventura a cambio de obsequiarle un método para seguir sabiendo de su hermana, Zofia se lanzará de cabeza a esa salida. A esa pequeña esperanza de volver a respirar. Lo que nadie le dijo es las dificultades que encontrarían en el camino o el miedo que ella sentiría a ser un estorbo para los demás, que un día ellos también se cansen de ella y de todo lo que simboliza. Y también miedo a comprender todo eso que la invade cada vez que ve a Enrique junto a Hypnos, una leve presión en el centro del pecho que no se desvanece por mucho que lo intente. ¿Qué les deparará en ese misterioso viaje?
Zofia es un personaje que desde el primer libro me generó una inmensa ternura y en este libro ese sentimiento solo se ha agrandado. Me encanta su manera de pensar o de ser, aunque parezca fría o que todo le da igual, cuando llegas a sus puntos de vista te das cuenta de lo mucho que siente en su interior y de las emociones tan fuertes que la invaden aunque intente controlarlas un poco para mantener la compostura. Además que en este libro también nos sumergimos en los sentimientos que ella tiene hacia Enrique, aunque no sea consciente de ellos, pero es que ya es algo que se ve desde el primer libro y las interacciones que tienen los dos. Por eso me dolía verla sufrir al ver que Enrique encontraba esa felicidad en los brazos de otra persona y que no la miraba de la misma forma que ella lo hacía por él. Y me daba más ternura, porque te das cuenta de que pese a todo lo que siente, Zofia no es consciente de qué es lo que siente, no comprende la razón de esos sentimientos y es lo que más ganas me daba de abrazarla. También he admirado su valentía, lo fuerte que es aunque crea que no y cómo su presencia siempre ha sido de gran ayuda para el grupo, aunque ella misma se considere un estorbo (algo muy alejado de la realidad y en este libro se reafirma por completo). Tengo muchas ganas de leer el final y saber qué le deparará a ella, porque de verdad que se merece toda la felicidad del mundo.
Por otra parte están los chicos. El primero que tenemos es a Séverin, uno de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que durante toda su vida tuvo las cosas claras, cada pequeño paso había sido medido con anterioridad y fue la razón que lo llevó a obtener todas las ventajas y victorias que fue sumando en su vida. Vencer a la Casa Caída fue otro triunfo..., hasta que dejó de serlo en su corazón cuando perdió algo a cambio. Desde que Tristán se desvaneció de su vida bajo el peso de la victoria, Séverin no sabe qué hacer ni qué sentir en medio de todo ese dolor lacerante. No solo siente una culpa inmensa al haber roto la promesa que le hizo de protegerlo siempre, sino también ha sido incapaz de encontrar una salida a la ausencia que él ha dejado a su paso. Ahora, sin embargo, hay una opción que no deja de rondarle en la cabeza y que ha tomado mayor peso desde lo ocurrido en la Casa Caída: obtener el libro de "Las letras divinas" y obtener el poder de los Dioses. Sabe que es una apuesta arriesgada, que todo puede pasar en su viaje, pero también es consciente de que no se rendirá ante nada hasta hallar la solución y encontrar aquello que le sirva para protegerlo todo a su paso. Protegerlo de la forma que no pudo hacerlo la última vez. Pero ese camino, ese nuevo viaje que hará con sus compañeros, irá liberando la oscuridad que está ahora arraigada en su alma, sin saber que en el transcurso de ese camino puede obtener respuestas sobre su historia y ese pasado que tantas veces necesitó saber sobre sí mismo.
Séverin es un personaje que me parece el mejor de todos con gran diferencia por lo bien construido que está. Es que no puedes sacarle nada malo hagas lo que hagas, porque todo lo que hace, piensa o siente está hecho precisamente por todo el camino que ha tomado y sus errores y heridas internas. Creo que tiene una evolución espectacular y en este libro vuelve a demostrarlo haciendo que te quedes con la boca abierta en más de una ocasión por todo lo que representa su existencia y lo primordial que es para la propia historia. También es con el que más sufres, pero porque en todos sus puntos de vista conoces a fondo el dolor que esconde dentro. Entiendes la culpa tan grande que le rodea tras lo ocurrido en el primer libro, y que ya no es capaz de abrir su corazón por miedo a volver a fallarle a los demás. Se autosabotea a propósito, porque quiere mantenerlos a todos protegidos de sí mismo, de la misma forma que tuvo que haber hecho con Tristán. Es desolador, porque incluso su nueva aventura, la razón de que Séverin esté tan desesperado por encontrar el libro, es precisamente para recuperar lo perdido, para tener la capacidad de un Dios y así proteger todo lo que quiere para que nada ni nadie vuelva a dañarlos. Creo que tras el final de este libro, este personaje va a tener una evolución formidable en el último libro y tengo unas ganas locas de ver qué me voy a encontrar entre sus páginas. Porque os digo desde ya que, por el momento, Séverin es mi personaje favorito de toda la trilogía sin asomo de dudas.
Y el siguiente Enrique, el otro de nuestros protagonistas masculinos. Él es un chico que siempre ha tenido claro su amor por la historia, por su trabajo y por todos los esfuerzos que ha dado para obtener los frutos de su victoria. Ahora, tras haber vencido, quiere creer que es la oportunidad que siempre ha ansiado de que el mundo lo vea, lo escuche por primera vez, y sepa más de esas palabras que siempre ha tenido atrancadas en la garganta por no tener lo suficiente para atraer las miradas de los demás. Sin embargo, la dolorosa realidad cae nuevamente sobre él al darse cuenta de que no ha servido de nada, de que el mundo sigue renegando de sus capacidades y que ninguno de ellos quiere saber lo que él piensa o siente respecto a todo lo que ve y conoce. Lo único que lo mantiene cuerdo en medio de ese mar horrible de incertidumbre, es lo que siente por Hypnos y el volver con el grupo a una nueva aventura. Pero hasta esas cosas tienen sus grandes peros. Su relación con Hypnos es confusa, no sabe bien qué esperar de ella... Y el grupo, desde lo ocurrido en la Casa Caída, parece ya no ser lo que era entonces. Todos parecen olvidarse de su presencia, de que él también forma parte, y ese vacío de soledad le hace replantearse si estar con ellos es siquiera una opción todavía. En medio de la nueva aventura, Enrique tendrá que decidir qué es lo que quiere, sin saber que en el transcurso de ello, quizá obtenga más respuestas de las que jamás pudo imaginar.
Enrique es un personaje que me ha dado muchísima lástima en este libro y es que he querido abrazarlo todo el tiempo (sí, he querido abrazarlos a todos, ya lo sé). Me entristecía ver los sentimientos que tenía dentro, la sensación de que nadie le mirase de verdad y sentirse apartado, excluido en todo momento como si sus palabras, su ayuda no fuera necesaria. Es un sentimiento que también se pronuncia con Hypnos, lo cual me ha dado mucha pena. Porque yo adoraba la relación de los dos en el primer libro, pero aquí me he dado cuenta de que son completamente opuestos y sus formas de vivir no encajan por mucho que lo intenten. He sentido incluso rabia en los momentos donde Enrique solo buscaba que Hypnos lo mirase y este lo ignoraba sin darse cuenta, solo pensando en otras personas o en cualquier cosa menos él. Y también es aquí donde nos damos cuenta de que el vínculo de Enrique siempre ha estado ligado al de Zofia, porque a diferencia del resto del mundo, ella es la única que siempre le ve. Así que tengo muchas ganas de ver la evolución de Enrique, de que ambos se den cuenta de lo que sienten y decidan sostenerse y, sobre todo, de que Enrique demuestre que es uno de los mejores aliados y compañeros que puede tener el grupo con total certeza.
En resumen, "Las serpientes de plata" es el segundo libro de una trilogía que me está sorprendiendo muchísimo y para bien. Desde que empecé la historia no me imaginé que me iba a gustar tanto o que iba a conectar de una forma tan grande con todos sus personajes y la trayectoria que están creando juntos. Porque sí, aunque el primer libro estuvo bien, sí que noté que era muy introductorio y hasta algo lento por momentos, pero aquí me la he pasado enganchada desde la primera página. La trama no destaca tanto en este caso como en el primer libro, pero aun así a mí me ha gustado mucho porque tiene bastante importancia para uno de los protagonistas de la historia. Es algo que ya sabes desde el primer libro y entender bien todo lo que te han ido dejando de pistas en la primera parte, para revelarte todo aquí ha sido una completa aventura. Sí que es verdad que algunos de los plot-twists me los veía venir, pero otros me han pillado completamente por sorpresa y ahora, tras ese final apoteósico, necesito seguir y descubrir qué va a pasar ahora con todos ellos. Los personajes han sido una montaña rusa de emociones y también lo mejor de este libro con mucha diferencia. Es que me he pasado TODO el libro sufriendo con ellos, con sus miedos, sus inquietudes, la culpa que los invadía y el hecho de tener las horas contadas en todos los aspectos para poder ser libres y felices una vez más. Me ha dolido en el alma lo bien que se ha captado la pérdida de uno de ellos, porque en el primero al ocurrir al final de todo, apenas le dieron profundidad en ello, así que ver que todo eso se formaba aquí me ha fascinado. El romance también es una completa fantasía y me he pasado todo el libro sufriendo y enamorándome de todos ellos y de lo que sienten. Lo único que sí que reconozco es que necesito que sean felices, porque madre mía, llevo dos libros viendo el dolor de esos romances y ya solo quiero que puedan encontrar la felicidad y la paz en brazos del otro de una vez por todas. La pluma de la autora ha mejorado mucho del primer libro a este y es algo que se ha notado en el ritmo que tiene la historia, la forma en que se profundiza con los sentimientos de los personajes y su crecimiento personal. Lo único que no me ha gustado, y que ya noté en el primero, es que hay varios errores gramaticales que me sacaban bastante de la historia. No está muy bien corregido y eso me impedía conectar con lo que estaba leyendo del todo porque había MUCHOS errores. También otra cosa que noté es que los momentos de acción y las descripciones son algo confusas, haciendo que no consigas imaginarte bien lo que estás leyendo, lo que también te acaba sacando un poco de la trama y de todo lo que estás leyendo.
¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.
¡Nos vemos en la próxima reseña!
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