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martes, 3 de junio de 2025

Saving 6 [Los chicos de Tommen #3]

 Chloe Walsh/ Editorial Montena/ 560 páginas/ Saving 6 [Los chicos de Tommen #3]/ Tapa blanda/ Comprar aquí



Él es un chico perdido. Ella es la chica que podría convertirse en el hogar que nunca tuvo.

Joey Lynch, el segundo hijo de un matrimonio roto, lleva toda la vida recogiendo los pedazos de una familia en descomposición. Cuando su hermano mayor, Darren, abandona la ciudad, Joey se ve obligado con tan solo doce años a asumir el papel de protector de su madre y sus hermanos pequeños. Atormentado por el odio que siente hacia sí mismo y furioso con el mundo, afronta la vida adolescente y el inquebrantable sentido del deber que le profesa a su familia mientras avanza peligrosamente hacia una vida de adicción que amenaza con engullirlo por completo. La única luz en ese mar de oscuridad es la vivaracha hija de su jefe, una chica que nunca se echa atrás y que da la casualidad de que va a su clase.

Aoife Molloy nunca ha pecado de tímida. Su carácter dicharachero y seguro de sí mismo nunca la ha llevado por mal camino. Hasta que el primer día de instituto conoce a un chico de temperamento impulsivo que despierta en ella una curiosidad abrasadora que crece día a día.

Tras entablar una complicada amistad con el aprendiz de su padre, Aoife intenta desentrañar los secretos que rodean la vida de Joey Lynch, mientras que él lucha desesperadamente por mantenerla al margen.




¡Buenas mis queridas estrellas! No os puedo explicar las ganas que tenía ya de ponerme con este libro, porque os prometo que la he estado aplazando mucho tiempo porque necesitaba una pequeña pausa después de la intensidad que fueron Shannon y Johnny. Y ahora, habiendo terminado el primer libro de Aoife y Joey, siento que el dolor no ha hecho más que empezar y que si ya me ha dejado rota este libro, no quiero ni imaginar lo que me espera en el segundo de ellos dos.

"Saving 6" nos cuenta la historia de Joey y Aoife, quienes no pueden ser más opuestos, pese a que esas mismas diferencias fueron los que llevaron a que sus corazones conectasen más que nunca. Joey ha tenido que convertirse en el protector de su familia desde los doce años, edad en la que su hermano mayor y quien consideraba un héroe huyó dejándolos atrás, para evitar que su padre dañe a sus hermanos o a su madre. Pero esa responsabilidad tan grande ha ido apagando sus fuerzas y voluntad, enloqueciendo su mente poco a poco hasta el punto de buscar refugio en las drogas para acallar a los demonios. Ya no cree que exista nada bueno para él, a excepción de la preciosa hija de su jefe, Aoife, quien parece dispuesta a demostrarle que él merece la pena. Aoife quiere disfrutar la vida sin preocupaciones de ningún tipo ni compromisos amorosos, hasta que conoce a Joey y algo en ella se estremece por primera vez. Sabe que todo el ser de ese chico grita peligro, pero parece imposible mantenerse alejada de algo que la atrae tantísimo. Ella solo quiere conocerle más, entender su oscuridad. Y él quiere mantenerla lejos de su desastre, apartar la luz que posee antes de caer en la tentación de desear sostenerla para sí mismo. ¿Podrá Aoife iluminar la oscuridad de Joey? ¿Y Joey logrará mantener los demonios a raya y proteger a Aoife de sí mismo?

Este es un libro que forma parte de la saga "Los chicos de Tommen" como el tercer libro de la historia. También es el que abre las puertas de una nueva pareja a la que ya conocimos como secundarios en los libros anteriores, pero que ahora veremos su trama en profundidad. Y es que creo que todo el que se haya leído la historia de Shannon y Johnny ha sentido infinitas ganas de conocer mejor al segundo hermano mayor, Joey, quien ha sido el que mayor peso ha cargado de toda la familia. Y sí, si ya la historia de Shannon es dura, ya podéis mentalizaros con esta porque lo va a ser el doble.

La trama es muy dura y hasta diría que peor que la de los dos primeros libros, ya que aquí nos presentan un lado más oscuro y cruel de la historia que ya conocíamos. Ver cómo no solo se ahonda en los nuevos protagonistas, sino también en detalles que seguían en el aire de la familia te hace empatizar muchísimo más y sufrir por todos ellos. Hay mensajes muy fuertes y al igual que con los anteriores, considero que es un libro que no recomiendo para personas muy sensibles, pues tiene escenas muy explícitas y momentos muy duros que te dejan bastante mal cuerpo.

Los personajes es lo mejor que tiene esta saga y no me voy a cansar nunca de decirlo. Os prometo que cada pareja es mejor que la anterior y si con Shannon y Johnny sufrí, con Aoife y Joey ha sido un frenesí de sentimientos. Se me ha roto el corazón en varias ocasiones y lo único que deseaba era abrazarlos, especialmente a él, por toda la carga que tenían a sus espaldas. Porque es doloroso que dos personas que merecen ser felices no dejen de caer una y otra vez. El romance es increíble, explosivo, y aunque a diferencia de los anteriores este es más tóxico por las circunstancias, no lo hace menos significativo. Porque me ha hecho sentir demasiado.

La pluma de la autora no deja de sorprenderme y es que tiene un estilo muy ameno y sencillo que profundiza tan bien con lo que los personajes están sintiendo y sufriendo todo el tiempo. No hay escena que no me haya dejado sin aliento y que me haya hecho conectar tan profundamente con lo que la autora quería transmitirme. Creo que si ya los dos primeros tienen temas muy duros, este es otro nivel y es que me he pasado todo el libro con una punzada dolorosa en el pecho y un nudo en la garganta que no se deshacía por mucho que siguiera leyendo. 

Ahora os hablaré un poco de los personajes principales.

Por un lado tenemos a Aoife, nuestra protagonista femenina. Ella es una chica que ha tenido una vida tranquila y fuera de preocupaciones extremas, a excepción de la situación en su casa que la ha llevado a no confiar en ningún chico para tener algo serio. Debido a la infidelidad de su padre, Aoife se niega a darle el poder a nadie de conquistar su corazón si con ello tiene la oportunidad de rompérselo. Prefiere vivir una relación donde no quiera entregarlo todo y mantenerse lejos de problemas. Pero entonces conoce a Joey y algo en él despierta su curiosidad al punto de hacer que desee que sus ojos la miren únicamente a ella. Y aunque parecen conectar el primer día, él no tarda en alejarse y seguir su camino, como si la conexión inicial jamás hubiera existido. Aun así, Aoife no desiste y es que está más que dispuesta a ser amiga de ese chico misterioso y oscuro que parece guardarse miles de fantasmas. Ese mismo chico que despierta cosas en su pecho que nunca antes había experimentado y que la asustan al mismo tiempo que la atraen. Sabe que no es buena idea, que Joey parece una persona demasiado rota para replantearse algo serio... ¿Pero cómo se le explica a los sentimientos y al corazón que debe renunciar a algo que despierta su ser? ¿Es siquiera posible apagar esa emoción que no deja de crecer?

Aoife es un personaje que me ha gustado muchísimo a pesar de que es todo lo contrario a mí. Desde su primera aparición en los dos anteriores libros, estaba ansiosa por descubrir la historia que tenía detrás con Joey, cómo se habían conocido y enamorado y entender la complejidad de sus instantes juntos. Ahora que empiezo a comprenderlos se me ha ido rompiendo un poco más el corazón, porque las cosas son más complejas de lo que parecían en el libro de Shannon y Johnny. Algo que admiro de ella es su tenacidad, que no se rinda ante nada y que sea la única que es capaz de ver la pequeña luz de Joey que se está extinguiendo. Mientras el resto del mundo los da por perdido, Aoife no deja de tener esperanza y confiar en que volverá a recuperar esa luz que le han arrebatado. Lucha con uñas y dientes por sacarlo de ese infierno y me ha dolido en el alma darme cuenta de que las cosas son tan horribles, tan complejas, que ni siquiera ese brillo que Aoife genera en Joey es suficiente para mitigar la oscuridad que le rodea junto a sus demonios. Lo que quizá no me gusta de ella, aunque esto ya es un poco a nivel personal, es que en algunos momentos no actuaba de forma justa. Es decir, recriminaba a Joey por estar con otras cuando ella misma estaba con alguien o se enfadaba con algunas cosas que, personalmente, me parecía injusto tomando en cuenta la carga tan pesada que tenía Joey detrás. Porque hay cosas que son inevitables de hacer cuando estás roto y viendo las emociones de Aoife pensaba que entendería eso a la primera y no tras la explosión inicial. Pero son pequeños detalles, sin contar eso, he adorado de principio a fin su evolución y estoy deseando ver su desenlace, porque siento que luego del realismo de su desarrollo tras todo lo ocurrido demostrár ade lo que está hecha y lo lejos que va a llegar de la mano de Joey.

Por otro lado tenemos a Joey, nuestro protagonista masculino. Él es un chico que desde la marcha de su hermano mayor ha tenido que sobrevivir protegiendo a su familia desde los doce años de las crueles manos de su padre. Y es que él es el único que puede hacer algo, aunque para ello deba convertirse en el blanco de todas las palizas y malos tratos. Mientras con ello dejen tranquilos a sus hermanos y a su madre, estará conforme. El problema está en que Joey empieza a consumirse cada vez un poco más con cada día que pasa, que los problemas en casa y las responsabilidades que no deberían corresponderle a él sino a los padres, empiezan a pesar en sus espaldas hasta asfixiarlo. Y aunque una parte de él le grita que se detenga, la otra necesita silencio, recuperar la calma que no puede encontrar de ninguna otra forma. Esa primera súplica fue la que lo llevó al mundo de las drogas, donde puede conseguir un poco de esa paz que necesita, aunque para ello deba apagarse cada día un poco más. El único problema que tiene ahora es ella, Aoife, la hija de su jefe y un completo grano en el culo. A pesar de su reticencia a estar con ella y lo borde que sea, Aoife sigue manteniéndose demasiado cerca para su gusto. Y es que Joey no es ciego, desde el primer día que la vio sintió una emoción muy fuerte que lo dejó noqueado en el sitio, una emoción que se vio obligado a apagar antes de equivocarse. Pero ella no lo entiende y cada vez busca estar más cerca, entender más el mundo que oculta Joey por dentro. Él solo la quiere mantener lejos de sus demonios, pues se niega a romperla, a ser la causa de que un día la oscuridad la invada... ¿Pero cómo puede hacerlo si ella no se rinde? ¿Cómo se detiene a una luz que, de una forma u otra, le brinda esa calidez que ha estado buscando desesperadamente durante tantos años?

Joey es un personaje que me enamoró en los primeros libros, pero es que aquí he caído por completo en la necesidad de abrazarle muy fuerte y protegerle de todo lo malo que lo rodea para que dejen de dañarlo a él. Porque en el libro de Shannon ya era duro, pero es que aquí, teniendo su punto de vista, ver de primera mano todos sus caóticos pensamientos devastadores, te das cuenta del nivel de rotura que tiene detrás. Me ha hecho llorar en varias ocasiones por lo injusto que es todo, por ver cómo una persona que lo ha dado todo desde los doce años por protegerlos del miserable padre que tienen, lo juzgan como si no valiese nada todo lo que ha hecho. Ver cómo hasta su propia madre no lo acepta por parecerse al padre, ver cómo todos los observan como un caso perdido, sin tener ni idea del infierno al que se enfrenta cada día y las luchas constantes por salir a la superficie. Que lleva desde los doce años batallando para no hundirse en la oscuridad, pero que todos tenemos un límite de lo que somos capaces de sobrellevar. Y no os imagináis el dolor que me daba ver la forma en que protegía a sus hermanos, e incluso a su madre pese a lo que ella lo iba rompiendo psicológicamente, porque odiaba que siempre fuera él el que recibiese todos los golpes, todo lo negativo y la oscuridad. Que fuese el escudo de la familia y que salvo sus hermanos, nadie más fuera capaz de valorar la lucha diaria que hacía para salvarlos, buscando ser más fuerte para poder estar de igual a igual con su padre. Por eso cuando llega Aoife y trae algo de luz a Joey, me emocioné muchísimo, porque ver que por fin alguien le veía, le abrazaba y le brindaba esa protección que nadie más le daba porque todo eso solo lo hacía él, era doloroso a la vez que emotivo. Lo único que puedo pensar es que si el primer libro me he muerto con este personaje, no sé lo que me va a deparar con el siguiente, que estoy segura que será el doble de duro y de desgarrador. Solo espero, con todo mi corazón, que llegue el momento en que pueda ver a Joey sonreír de todo corazón y siendo infinitamente feliz para siempre.

En resumen, "Saving 6" es el tercer libro de una saga que inició con Shannon y Johnny y ahora se retoma con Aoife y Joey, quienes me han fascinado igual o incluso más que los primeros. Yo ya sabía que me iban a marcar, especialmente él, porque ya en los primeros libros te preparan un poco para su historia porque están como secundarios. Y os prometo que no decepcionan, todo lo contrario, te muestran una cara apasionada, cruda y dolorosa del amor y de todas sus formas. La trama es dura, pero porque todo lo que escribe esta autora lo es y esta saga es un claro ejemplo de ello. Si ya en la historia de Shannon hay temas muy complejos, con este la cosa empeora muchísimo más. Porque al final vemos la evolución de todo el pasado antes de Binding 13 de la mano de Joey, el segundo hermano de la familia y, también, el que más carga y dolor tiene dentro. No os puedo explicar lo mal que me lo han hecho pasar y eso que en este libro es todo más introductorio, pero es que juegan tantísimo con tus sentimientos, con lo que hay detrás, con los mensajes tan viscerales que se presentan y que te muestran sucesos muy realistas de lo que mucha gente sufre diariamente, que es el abuso doméstico y todas las secuelas que eso te deja. No es un libro fácil, así que ya os aviso que si sois muy sensibles, no os recomiendo esta saga personalmente hablando. Los personajes es lo mejor que tiene esta saga, pero porque todo lo que te transmite, las emociones que genera y, sobre todo, lo bien llevado que está todo el proceso de sanación y pérdida de los protagonistas es increíble. La autora no corre en ningún momento, sino que se toma su tiempo para desarrollarlo todo aunque deba tomarse muchos capítulos para ello. Y tomando en cuenta los temas que toca, me parece más que acertado. Encima creo que todo el desarrollo que tienen de cara al final, la decadencia que se va formando es muy humano y por eso me ha gustado tanto, porque le ha dado un realismo único tomando en cuenta todas las situaciones que han ido ocurriendo. Era algo inevitable y solo por ello me alegro de que la autora se atreviese a hacerlo y desarrollarlo bien y como se debe. El romance es desgarrador, pero eso es lo que lo hace único y hermoso a la vez. También os advierto, estos dos no tienen un romance tierno y sano como Shannon y Johnny. Al menos en este primer libro su relación es MUY complicada y por ello hay una toxicidad justificada tomando en cuenta todas las situaciones que los rodean. Pero como digo es algo necesario por lo que pasa alrededor de ellos y que debe resolverse poco a poco, cosa que seguramente ocurra en la segunda parte. La pluma de la autora es increíble y no me canso de decirlo desde que empecé esta saga. Tiene una forma de plasmar las emociones que me deja sin respiración y consigue que se me encoja el corazón cada vez que veo a los personajes que crea interactuar o sufrir. He empatizado tanto con ellos y quiero protegerlos con todo mi ser al punto de que ya los veo como si fueran parte de mi familia. Así que sí, esta autora consigue hacer personajes vivos y solo por eso su forma de plasmar me parece auténtica, humana y llena de tantos sentimientos que me encanta.

¡Y eso es todo mis pequeñas estrellas! Contadme, ¿habéis leído ya esta novela? Si es así, decidme qué os ha parecido a vosotros en los comentarios.

¡Nos vemos en la próxima reseña!




 







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